miércoles, 17 de octubre de 2018

Cambios en la Comunidad de religiosas

Como ya sabréis, la Comunidad de Religiosas del Santo Ángel que trabajan en nuestra Parroquia, han vivido este año algún cambio; despedimos a las Hermanas Socorro y Carmen, que se van para Llerena (Badajoz) y El Otero (Oviedo).                                                                                                                                             

Y damos la bienvenida a las Hermanas Consuelo e Isabel que vienen de Oviedo y de Avilés. La Hermana Isabel acaba de ser nombrada nueva superiora de la Comunidad de Lugones. ¡Bienvenidas!

Así se definen 

Somos seguidoras de Jesús de Nazaret y nos sentimos convocadas para hacer vida el proyecto del Reino Nos sentimos enviadas a ser Ángeles visibles en nuestro mundo. Vivimos en comunidad, oramos, reímos, trabajamos, compartimos lo que somos y tenemos. Tenemos un sueño común: acompañar la vida de la gente sencilla y ser presencia de un Dios que nos ama.


Del Oficio del Día

De la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a los Romanos (Cap. 4. 1-2; 6, 1--8, 3: Funk 1, 217-223)

SOY TRIGO DE DIOS Y HE DE SER MOLIDO POR LOS DIENTES DE LAS FIERAS

Yo voy escribiendo a todas las Iglesias, y a todas les encarezco lo mismo: que moriré de buena gana por Dios, con tal que vosotros no me lo impidáis. Os lo pido por favor: no me demostréis una benevolencia inoportuna. Dejad que sea pasto de las fieras, ya que ello me hará posible alcanzar a Dios. Soy trigo de Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo. Rogad por mí a Cristo, para que, por medio de esos instrumentos, llegue a ser una víctima para Dios.

De nada me servirán los placeres terrenales ni los reinos de este mundo. Prefiero morir en Cristo Jesús que reinar en los confines de la tierra. Todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por nosotros murió y resucitó. Se acerca ya el momento de mi nacimiento a la vida nueva. Por favor, hermanos, no me privéis de esta vida, no queráis que muera; si lo que yo anhelo es pertenecer a Dios, no me entreguéis al mundo ni me seduzcáis con las cosas materiales; dejad que pueda contemplar la luz pura; entonces seré hombre en pleno sentido. Permitid que imite la pasión de mi Dios. El que tenga a Dios en si entenderá lo que quiero decir y se compadecerá de mi, sabiendo cuál es el deseo que me apremia.

El príncipe de este mundo me quiere arrebatar y pretende arruinar mi deseo que tiende hacia Dios. Que nadie de vosotros, los aquí presentes, lo ayude; poneos más bien de mi parte, esto es, de parte de Dios. No queráis a un mismo tiempo tener a Jesucristo en la boca y los deseos mundanos en el corazón. Que no habite la envidia entre vosotros. Ni me hagáis caso si, cuando esté aquí, os suplicare en sentido contrario; haced más bien caso de lo que ahora os escribo. Porque os escribo en vida, pero deseando morir. Mi amor está crucificado y ya no queda en mí el fuego de los deseos terrenos; únicamente siento en mi interior la voz de una agua viva que me habla y me dice: «Ven al Padre.» No encuentro ya deleite en el alimento material ni en los placeres de este mundo. Lo que deseo es el pan de Dios, que es la carne de Jesucristo, de la descendencia de David, y la bebida de su sangre, que es la caridad incorruptible.

No quiero ya vivir más la vida terrena. Y este deseo será realidad si vosotros lo queréis. Os pido que lo queráis, y así vosotros hallaréis también benevolencia. En dos palabras resumo mi súplica: hacedme caso. Jesucristo os hará ver que digo la verdad, él, que es la boca que no engaña, por la que el Padre ha hablado verdaderamente. Rogad por mí, para que llegue a la meta. Os he escrito no con criterios humanos, sino conforme a la mente de Dios. Si sufro el martirio, es señal de que me queréis bien; de lo contrario, es que me habéis aborrecido.

RESPONSORIO S. Ignacio de Antioquia, Efesios, 14, 1; Tralianos, 8, 1

R. Nada os es desconocido si mantenéis de un modo perfecto, en Jesucristo, la fe y la caridad, que son el principio y el fin de la vida: * el principio es la fe, el fin la caridad.
V. Revestíos de mansedumbre y convertíos en creaturas nuevas por medio de la fe, que es como la carne del Señor, y por medio de la caridad, que es como su sangre.
R. El principio es la fe, el fin la caridad.

ORACIÓN.

Dios todopoderoso y eterno, que has querido que el testimonio de los mártires sea el honor de todo el cuerpo de tu Iglesia, concédenos que el martirio de san Ignacio de Antioquia, que hoy conmemoramos, así como le mereció a él una gloria eterna, así también nos dé a nosotros valor en el combate de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

martes, 16 de octubre de 2018

Necrológica

Falleció el sacerdote diocesano M.I. Sr. D. José Manso Menéndez

Nació en Valencia de Alcántara (Cáceres) el 3 de diciembre de 1923

Cursó sus estudios de latín, filosofía y teología en el Seminario Diocesano.

Recibió la ordenación sacerdotal el 11 de junio de 1950 de manos del entonces Obispo de la diócesis Monseñor Lauzurica y Torralba.

Algunas de sus encomiendas fueron:

Prefecto de Latinos del Seminario Diocesano (1950-1952)

Profesor del Seminario Diocesano de Oviedo (1950-1955)

Capellán del Colegio Santa Teresa de Oviedo (1952-1955)

Regente de San Esteban de Leces - Ribadesella (1955-1959)

Encargado de Santa Marina de Berbes - Ribadesella (1955-1959)

Amplia estudios en la Universidad Pontificia de Comillas (1959-1961)

Coadjutor de San Lorenzo Mártir - Gijón (julio - septiembre 1961)

Oficial de la caja administrativa diocesana (1961-1974)

Profesor de religión en el Colegio la Milagrosa (1961-1962)

Capellán de la Comunidad de Hijas de la Caridad del Colegio Virgen Milagrosa de Oviedo (1961-1962)

Capellán de la Comunidad de Esclavas del Sagrado Corazón de Oviedo (1962-1964)

Director del secretariado de estadística y sociología religiosa (1962-1965)

Capellán de la Comunidad de religiosas de la Compañía de Santa Teresa (1964-1972)

Profesor del Colegio Santa Teresa de Oviedo (1964-1972)

Beneficiado -Auxiliar Penitenciario- de la S. I. C. B. M. de San Salvador de Oviedo (1966-1985)

Capellán del Instituto de Puericultura (1972-1987)

Director del Departamento de Capellanías y Fundaciones del Arzobispado (1974)

Juez Pro-sinodal (1976 - 1986)

Defensor del vínculo (1981-1987)

Miembro de la Comisión Económica Diocesana (1982-1985)

Miembro del Consejo de Asuntos Económicos (1985-1997)

Juez Diocesano (1986-1999)

Notario de Curia (1987-1994)

Miembro de la Comisión de Sacerdotes para la Economía Diocesana (1988-1991)

Canónigo de la S. I. B. C. M. de San Salvador de Oviedo (Desde 1985 hasta la actualidad)

Mientras le fue posible no dejó de servir ministerialmente a la Catedral a la que dedicó la mayor parte de su vida, incluso tras haber pasado a la condición de canónigo emérito.

Aunque en los últimos años su salud fue empeorando mostró una gran entereza ante todas las adversidades y complicaciones. En la tarde de este 16 de octubre descansó de sus achaques y fatigas partiendo al encuentro definitivo con el Creador.

D. E. P. 

Mañana jueves tendrá lugar una eucaristía por su eterno descanso en la Casa sacerdotal, a las 10,00 h. El funeraltendrá lugar ese mismo día en la Catedral de Oviedo, a las 12,00 h., y estará presidido por el Sr. Arzobispo.

''Hazme oír el gozo y la alegría,que se alegren los huesos quebrantados'' (Sal 50,10)  

Homilía en la Canonización de Pablo VI


lunes, 15 de octubre de 2018

Santa Teresa de Jesús, la inquisición y la leyenda negra

(Ecclesia digital) La Familia de Santa Teresa era descendiente de judíos, es decir, no era cristiana vieja, algo muy frecuente en la España de aquellos siglos. Hernando de Talavera, confesor de la misma Reina Isabel la Católica, autor de la célebre y muy importante CATÓLICA IMPUGNACIÓN, tampoco era cristiano viejo. El Gran Inquisidor Quiroga no sólo fue un gran defensor de Santa Teresa en las acusaciones de alumbrada, sino que se comprometió en la defensa de la Reforma del Carmen Descalzo, como que claro por la comunicación epistolar. Son las Cartas de Santa Teresa un documento de extraordinaria importancia para conocer su persona su obra y su mensaje.

Antes de analizar la posible persecución inquisitorial a Teresa de Ávila, es oportuno y conveniente recordar algunos hechos fundamentales. La Leyenda Negra antiespañola propalada por los mismos españoles es una manipulación clara de la época histórica más grande de una gran nación como ha sido y es España. La leyenda negra se ha cebado especialmente en Felipe II a quien la propia Teresa escribió algunas cartas en las que expone la mayor consideración que se puede sostener de un Rey, que para la Santa era un enviado de la Providencia para proteger La Cristiandad. Presentar el reinado de Felipe II como inquisitorial, ignorante y fanático sólo lo sostienen hoy movimientos reaccionarios tantos españoles como extranjeros. Más toda la izquierda española seducida por la Masonería.

Durante el Reinado Felipe II España fue un imperio mundial, y el mayor exponente de las letras, las artes, las ciencias; de la Teología y Filosofía Católicas. Con citar a Santa Teresa de Jesús y a San Juan de la Cruz es suficiente. La confianza de Santa Teresa en Felipe II era total, por cuanto le hace responsable directo ante Dios del futuro de su Reforma del Carmen cuando le escribe: «Ha cuarenta años, que yo vivo entre ellos (los calzados) y miradas las cosas, conozco claramente que si no se hace provincia aparte de Descalzos, se hace mucho daño y tengo por imposible que puedan ir adelante. Como esto está en manos de Vuestra Majestad y yo veo que la Virgen Nuestra Señora, le ha querido por amparo y remedio de su Orden, heme atrevido a hacer esto, para suplicar a Vuestra Majestad, por amor a Nuestro Señor y de su Gloriosa Madre, mande se haga; porque el demonio le va tanto en estorbarlo, que no pondrá pocos inconvenientes, sin haber ninguno» Resulta realmente sorprendente que una mujer tan santa e inteligente como la Madre Teresa tuviera la osadía de suplicar a un Rey inquisitorial y fanático, nada menos que su obra más querida, el Carmelo Reformado.

Las relaciones de Santa Teresa con el Santo Oficio son aparentemente no tan claras y más complicadas, aunque tampoco revisten las circunstancias tan nefastas, como algunos autores quieren presentar. La Inquisición Española no cometió los abusos que le achacaron los protestantes españoles refugiados en Alemania e Inglaterra. Fue uno de los instrumentos en manos de Felipe II para mantener en la Península una cohesión espiritual que faltó claramente en los países europeos y que impidió las horribles matanzas y persecuciones religiosas que se produjeron en Francia, Alemania e Inglaterra. Alguien se puede imaginar, a toro pasado, lo que hubiese sido de España con una Castilla Católica, Aragón Calvinista, Cataluña Luterana. Hablar de rigores de la Inquisición y de Felipe II contra Santa Teresa es un despropósito tendencioso y reaccionario. Como afirma un historiador protestante Mr. Lea, especialista en los problemas religiosos españoles: «La creencia de que las torturas usadas por la Inquisición Española fueron especialmente crueles se debe a los escritores sensacionalistas que han abusado de la credulidad de sus lectores».

Santa Teresa enmarca sus relaciones con la Inquisición en contexto claramente distendido, desenfadado y colaborador, si es necesario. Si nos atenemos a sus propias palabras otras cosa son los intríngulis que los investigadores quieren ver en ellas. Así escribe la Santa cuando quiere meterle el miedo con la Inquisición: «Iban a mí con mucho miedo a decirme (…) que podría ser me levantasen algo y fuesen a los inquisidores (…) dije que de eso no temiesen, que harto mal sería para mi alma si en ella hubiese cosa que fuese de suerte que yo temiese la Inquisición; que si pensase había para qué yo mismo la iría a buscar» O esta suave ironía: «Él (Señor) me dé gracia para que no diga algo que merezca denuncien en la Inquisición». A esto se debe añadir que su trato con miembros destacados de la Inquisición era frecuente, entre ellos el obispo de Salamanca, inquisidor de Toledo; el célebre teólogo dominico Vicente Barrón, consultor de la Inquisición, o el también gran teólogo y domingo Domingo Báñez, consultor del Santo Oficio en Valladolid. Otro tema diferente es la influencia que tuvo en ella el Índice de libros prohibidos decretado por el gran inquisidor el asturiano fundador de la Universidad de Oviedo Fernando Valdés, Salas lo que merece un análisis más detallado.

Fidel García Martínez, Doctor Filología Románica Catedrático Lengua Literatura.

Tres enseñanzas de San Óscar Romero a los sacerdotes de hoy











1º Ser políticamente incorrectos cuando se trata de defender la visión del Evangelio y la doctrina católica frente a las falsas corrientes del mundo, alejando la predicación de la Palabra de Dios de toda ideología política. Así lo experimentó él con las complejas relaciones con los grupos marxistas-leninistas, FPL (Frente Popular de Liberación), LP-28, ERP, FAL (Fuerzas Armadas de Liberación) y otros movimientos en el seno de su diócesis que tanto le hicieron sufrir.

2º Vestir siempre de Sacerdotes, al igual que él, que nunca dejó de vestir su sotana, su ''clerygman'' ni escondió sus atributos episcopales, aún cuando era consciente de que su vida corría peligro y que no le beneficiaba ir por las calles identificado como religioso. Hoy los sacerdotes pueden encontrar en su ejemplo la invitación a dejar de vestir como seglares y empezar a vestir como los ministros de Dios que son.

3º No poner límites a la entrega, sino darlo todo por amor a Dios y a los hermanos. La salvación de las almas es la prioridad absoluta del pastor, ante lo que no hay obstaculo. Es el cumplimiento del envío de Cristo para llevar a los tristes el consuelo.

domingo, 14 de octubre de 2018

Evangelio Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»

Palabra del Señor