miércoles, 4 de octubre de 2023

La pavorosa dictadura del depende. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) No hermanos, no. No se hagan ilusiones pensando que la superación de esquemas rígidos, y la derrota de esa forma de pensar consistente en que lo blanco es blanco y lo negro negro nos hacen entrar por fin en caminos de libertad y de misericordia. Todo lo contrario. El depende como gran categoría, lejos de ahondar en libertades y ser garantía de una forma de pensar en la que de verdad quepamos todo, en realidad es el arma definitiva de la peor de las dictaduras que, lejos de disponer y aplicar un código de derecho claro y unos criterios, principios y dogmas del todo clarificados, opta por un aparentemente bunismo basado en que en el fondo todo depende, pero que al fin y a la postre se convierte en patente de corso para el que manda.

Me van a permitir un ejemplo.

Supongan, suponer es barato, que mañana se presenta ante un servidor una pareja con ambos dos del mismo sexo, que conviven maritalmente, y que han decidido solicitarme la bendición para su proyecto de vida en común. Pues a ver ué hace uno.

Si me guío por la doctrina secular de la Iglesia y me remito al Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubium sobre las bendiciones
de las uniones de personas del mismo sexo, de 5.03.2021: “no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo", la cosa es clara: simplemente no.

El problema es que en todos los medios, ayer y hoy, aparece la noticia según la cual el papa Francisco ha dicho que esa bendición es posible en algunos casos, es decir, que hay un depende.

La hemos liado. Porque si a esta pareja que me pide la bendición les digo que no, que no puede ser, lo mismo me tiran de las orejas por poco misericordioso. Claro que si les digo que sí, el pescozón me puede venir porque voy abiertamente en contra de Doctrina de la Fe. ¿Y quién decide lo del pescozón? Quien tenga poder para ello.

Con todo esto, quien más sufre es el Pueblo de Dios que va de Herodes a Pilatos, de Pilatos a Anás, de Anás a Caifás, y de Caifás a Herodes de nuevo pasando por el sanedrín, la sinagoga, las legiones romanas y el ciego Bartimeo.

Hoy comienza el Sínodo de la sinodalidad que nos hará, previsiblemante, ahondar en la fuerza del depende. Fantástico.

martes, 3 de octubre de 2023

Vídeo mensual del Santo Padre

 

Más ataúdes que cunas y además abortos. Por Ángel García Prieto

Hace ya décadas que en Asturias, como ocurre también en casi toda Europa, usamos más ataúdes que cunas. Nadie da a entender que crezca el número de defunciones, pero desde luego sí que han disminuido en proporciones alarmantes los nacimientos. Pocos tienen hijos y parece también claro que en este ambiente haya crecido el número de abortos, que aumenta anualmente.

Hemos construido una sociedad no muy apta para los niños: los pisos son caros y pequeños; las costumbres llevan a proporcionar a los peques muchas cosas, que cuestan al final demasiado dinero; los padres están sometidos a horarios de trabajo muy difíciles de compaginar con la vida familiar, y así tantos otros usos sociales y necesidades –a veces poco necesarias en realidad– que hacen verdaderamente difícil cuidar y responsabilizarse de los hijos. Con estas premisas, no es nada chocante que haya abortos cuando fallen los métodos anticonceptivos.

Los pocos niños que hay son "los reyes de la casa", se les da de todo en lo material y mucho menos de lo preciso en afectos, valores y entrega personal, por lo que en cuanto llegan a ser chavales pueden pasar a constituirse en "los reyes del mambo". Y ya se sabe: "El ruin / puesto en honra / se crece / da en tirano / y álzase con todo", como dijo Quevedo. Y así los vemos –sin mirarlos porque dan miedo y desviamos la vista a otro lado– vagando por calles y plazas, con demasiada frecuencia pasados de alcohol y en el caso de las chicas, además, muchas veces disfrazadas de camareras de club de alterne. No es de extrañar que les sea muy difícil poner un mínimo de orden en sus pulsiones hormonales de adolescente, sobre todo porque nadie les ha hecho ver ni los puntos de referencia ni los límites de su conducta; y en cambio el mundo on-line, el cine, los videojuegos y en general todos los reclamos sociales no hacen más que calentar y calentar el ambiente erótico de la vida cotidiana. Por eso, aunque tengan fácil acceso a preservativos, aunque se regalen píldoras del día siguiente y aunque se hagan campañas anticonceptivas en los institutos, los embarazos aparecen en jóvenes y adolescentes. Por todo esto, tampoco parece que sea sorprendente que haya abortos entre ellos.

Como se ve, el panorama no es fácil de cambiar, pero hay que intentar arreglarlo, aunque solo sea para que la siguiente generación tenga algo mejor que ofrecer a sus pocos hijos en este orden de cosas. Pero aunque no se puedan cambiar las estructuras de un día para otro, lo que no es de recibo es hacer la chapuza, la ramplonería, la injusticia por el lado más débil, más indefenso: la madre que no puede hacer frente a su embarazo y el feto que ni siquiera puede gemir y que además, por pequeño que sea, es un ser humano, pues si se le deja crecer será un niño en unas semanas. Y así tenemos tantos seres humanos muertos: 1.860 en la estadística de Asturias en 2020, de los que el 9 por ciento eran de madres adolescentes, por cierto. Y también se debe tener en cuenta que también hay síndromes post-aborto de mujeres que expulsaron a su hijo del vientre pero no lo pudieron olvidar.

Siempre hay posibilidades de ayudar a esa madre para sacar adelante a su hijo; es cuestión de comprensión, de ayuda, de dinero, de compañía o de cualquier otra cosa que deberíamos poder ofrecer con la amplitud de miras y la generosidad de dar en una sociedad madura, estructurada y rica como la nuestra. Hay grupos sociales, oenegés y asociaciones que han comenzado a hacerlo hace algunos años, que ofrecen ayuda material, acogida, información, atención social de una manera abierta, libre, desinteresada, para que la embarazada pueda decidir con libertad la posibilidad de dejar nacer a su hijo… A ver si cunde y adelante: ¡sí a la vida!

lunes, 2 de octubre de 2023

2 de Octubre: Santo Ángel de la Guarda

Una de las devociones que más se inculcan en el ser humano desde niño es a los Santos Ángeles Custodios, cuya festividad celebramos hoy 2 de octubre. Jacob ya en el Antiguo Testamento tuvo un sueño donde luchó con los ángeles. La escalera que iba de la tierra al cielo era su forma de subir y bajar, hasta que el Patriarca retuvo a uno de ellos para que le diese la bendición. El Ángel le preguntó por su Nombre y cuando le dijo Jacob, le llamó Israel porque había luchado con Yahvé.

El Pueblo Elegido caminaba por el desierto y se daba cuenta que Dios le asignaba un Ángel encargado de custodiarle y guiarle a la Tierra Prometida. Los Jueces que libraban al pueblo de los opresores, recibían el encargo del Cielo por medio de un Mensajero Divino. Así le sucedió a la madre de Sansón cuando el Emisario del Cielo le pidió que su hijo no bebiese, ni se le cortase el pelo ya que era consagrado al Señor y la fuerza residía en su cabello.

Otro momento fue Gedeón al que la Providencia le encomendó librar al pueblo de Madián. El Ángel le indicó como el hombre que debía rescatar en nombre de Yahvé al pueblo. Pero también en el Nuevo Testamento está la presencia angelical: Gabriel anuncia a Zacarías el Nacimiento del Bautista, a María la Concepción y el Nacimiento del Señor, a los pastores el lugar donde ha nacido el Mesías y a las mujeres la Resurrección. San Bernardo habló en su sermón de los Ángeles. Inglaterra fue pionera en esta celebración en el año 800 y en 1670 el Papa Clemente X la puso en el calendario tal día como hoy. El Cuerpo Nacional de Policía les tiene por Patronos.

Oración

Ángel de la paz, Ángel de la Guarda,
 a quien soy encomendado, 
mi defensor, mi vigilante centinela; 
gracias te doy, que me libraste 
de muchos daños del cuerpo y del alma. 
Gracias te doy, que estando durmiendo, 
me velaste, y despierto, me encaminaste; 
al oído, con santas inspiraciones me avisaste.

Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, 
consejero, protector y fiel guarda mía; 
muro fuerte de mi alma, 
defensor y compañero celestial. 
En mis desobediencias, vilezas y descortesías, 
ayúdame y guárdame siempre de noche y de día. Amén.

Circundados de belleza. Por Jorge Juan Fernández Sangrador

Te vi desde el confesonario, en el que me encontraba, a última hora de la tarde. No reparé en ti hasta que te vi inclinado, observando el juego de luces, sobre un lampadario que hay junto a un altar del crucero de la catedral. Y, luego, sobre otro. Y así sobre todos los que ibas hallando en tu camino.

Cuando te quedaste extasiado mirando los reflejos de colores de las vidrieras en las baldosas del suelo, proyectados por los rayos vespertinos del sol, salí del confesonario para interesarme por la admiración que manifestabas ante ese fenómeno de indescriptible belleza, el cual también yo contemplo con deleite cuando me sale al encuentro en cualquiera de los puntos por los que las viras de luz se pasean por el templo según sean la hora del día y la estación del año.

«Es que me gusta mucho la catedral. La veo desde mi casa y me asomo a la ventana para mirarla y pienso que qué suerte tenemos en Oviedo por tener esta catedral», me comentaste. Luego fuiste refiriéndome cuáles eran los elementos de las naves que te llamaban especialmente la atención. Te confieso que me di cuenta, ya desde el principio de nuestra conversación, de lo que, por otra parte, te sucedía: asperger.

El domingo pasado me acordé de ti, porque un adolescente como tú recibió la primera comunión en la basílica de San Pedro de Roma. Asperger también. Se llama Diego. Le descubrieron hace tiempo mielodisplasia medular. A causa del tratamiento tuvo que permanecer en casa, sin ir a la escuela, durante un año y medio. Y se dedicó a la música, que tanto le gusta. Sin embargo, lo que más le atrae es el arte: «Vive para el arte», dice su madre.

Con su madre precisamente vio unos vídeos muy breves que Vatican News y los Museos Vaticanos realizaron durante la pandemia de coronavirus. Retransmitían uno al mes. Yo mismo los reenvié a mis amigos según iban colgándolos en la página web de Vatican News. El título de la serie era “Celata Pulchritudo”. El del “clavigero”, el encargado de las llaves que abren y cierran las puertas de los Museos, es sensacional. Todavía está en YouTube.

El “clavigero” se llama Gianni Crea y es el responsable de la apertura diaria, a partir de las cinco y media de la mañana, con otros cinco claveros, de las puertas y ventanas de los Museos Vaticanos. Dos mil setecientas noventa y siete llaves. La única no numerada y de la que no hay copias es la de la Capilla Sixtina. La número cuatrocientos uno, que es la del fabuloso Museo Pío Clementino, es la más antigua.

Diego estaba entusiasmado contemplando las bellezas de Vaticano en la pantalla. A su madre le vino la idea de escribir a la Dirección de los Museos y solicitar el que les permitieran visitarlos. La respuesta fue inmediata: «Están Ustedes invitados a los Museos Vaticanos. Serán Ustedes nuestros huéspedes».

Y allá se fueron. Se lo enseñaron todo y dejaron que Diego hiciera de “clavigero”, es decir, de clavero, el que abre y cierra. Estaba feliz. «No había visto a mi hijo así de feliz en toda su vida», dijo emocionada la madre. Y entonces una lucecita se encendió dentro de Diego y manifestó abiertamente su deseo de recibir la primera comunión. Allí en donde tanto bobo, a la vista de las bellezas del Vaticano, dice que se le va la fe, Diego se encontró con Jesús. Y quiso recibirlo en su interior.

No había hecho la primera comunión porque sus padres temían que Diego, que no soporta los espacios cerrados, no aguantase el ritmo de la catequesis. Y, además, entre personas extrañas. No, no acababan de decidirse. Y otra circunstancia añadida: lo pasa mal en los lugares de techos altos ¡Como para hacer que permaneciera durante mucho tiempo en una iglesia!

Y fue él mismo quien se lo dio resuelto, porque, según les dijo a los de casa, en las iglesias no tiene ese problema. En una iglesia se siente tranquilo ¿Y esto por qué? Pues porque dentro de una iglesia, por muy alta que sea su nave principal, está rodeado de arte y de belleza, y esto le da paz.

Y, de este modo, inició el proceso para recibir el sacramento. ¿Y sabes qué es lo más grande de esta historia? Que Diego es así de estupendo porque en su corazón imperan, por encima de todo, estos dos sentimientos: la gratitud y el amor. Y por eso el arte es, para él, como seguramente lo es también para ti, vida. Y camino. Camino que conduce a la Belleza infinita. Camino que lleva a Dios.

domingo, 1 de octubre de 2023

''Os llevan la delantera en el camino del reino''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Hoy estrenamos el mes de octubre, mes del rosario y de las misiones, en este día de Santa Teresita del Niño Jesús. Por ello un buen compromiso para estos treinta y un días podría ser no deje ningún día de rezar el rosario pidiendo a María por la propagación de la fe. Y que bueno que el primer día del mes misionero caiga este año en domingo, para compartir como comunidad el alimento de toda misión en la Iglesia como es la Palabra de Dios y los Sacramentos. 

Seguimos adentrándonos en las enseñanzas que Jesús nos regala en torno a "la viña", y en este domingo XXVI del Tiempo Ordinario San Mateo nos presenta la parábola de los dos hijos cuyo padre les pide ir a trabajar en ella. Uno dice que no, pero rectifica y sí que va; el otro dice rápidamente que acudirá, pero luego no llega a pisar la viña: ¿Que nos quiere decir Jesús con estos ejemplos?. Quizás lo primero que hemos de tener en cuenta es el comienzo del mismo evangelio: "En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo''. Es decir, estas palabras no eran para la gente ni para sus discípulos, sino que había unos destinatarios muy concretos. Jesucristo les da una lección magistral con esa sencillísima parábola, y es que "los sacerdotes y los ancianos" fueron los más críticos con Jesús, los que nunca le acogieron ni aceptaron a pesar de saberse todo lo que la Escritura decía sobre el Mesías y, sin embargo, la gente sencilla, analfabeta y pobre fueron los que más abiertos tuvieron los ojos para ver que Jesús era el Hijo de Dios Padre, dueño de la Viña.

Para entender bien el evangelio de hoy debemos de meternos en su contexto: Jesús empieza a anunciar la buena nueva y se encuentra con que los judíos que llevaban siglos esperando su llegada, son precisamente los maestros de la ley quienes le difaman como impostor y loco. Hubo judíos que reconocieron a Jesucristo como el Mesías, sí; pero muchos otros no, y aún hoy siguen esperando al Salvador. También aquí se cumplió la Escritura: ''Vino a los suyos, y los suyos no le reconocieron''. Los dos hijos representan estas dos situaciones: la persona que había vivido alejada de las leyes hebreas, que no había seguido las enseñanzas de Moisés, acepta y reconoce a Cristo sin haber sido fiel previamente. Y en el otro caso: la persona que ha hecho suya cada coma del Antiguo Testamento, vivido a rajatabla hasta la última norma y, sin embargo, llega el más esperado y no son capaces de reconocerle. Unos que dicen no a Moisés y sí a Jesús, y otros que dicen no a Jesús pero sí a Moisés... La principal lección y enseñanza que se desprende de la parábola de este domingo es que  para el Señor la palabra que cuenta no es la primera, sino la última. 

Por ejemplo, una persona pasa toda su vida acudiendo los domingos a misa, llega la pandemia y pierde esa costumbre y en los últimos años de su vida no vuelve a pisar la iglesia; y en el lado opuesto, otra persona ha pasado toda su vida sin ir la a iglesia y al final de su vida abre los ojos viviendo sus últimos años en clave de fe. Por eso, de nada nos sirve empezar muy bien las cosas, lo importante lo marca siempre su final. A Jesús los ancianos y los sumos sacerdotes lo acusaban de comer con pecadores y con gente de mala fama, por eso el Señor termina con esa frase tan dura como iluminadora que es una llamada de atención que hemos de recordar cuando caigamos en la hipocresía: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis»... ¿Yo he acogido al Señor en mi vida? ¿creo que puedo mirar por encima del hombro a alguien?... Nunca juzguemos a la ligera, pues muchos que se creían sobrados quedaron a medio camino y muchos tenidos por perdedores llegaron a la meta. Muchos que erróneamente consideramos peores, nos llevan la delantera.

Evangelio Domingo XXVI del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,28-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»
Contestaron: «El primero.»
Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

Palabra del Señor