miércoles, 3 de febrero de 2016

El arzobispo Sanz Montes, muy activo en Twitter con 4.781 seguidores



(El Comercio)
Un total de 19 obispos españoles con una media de edad de 66 años tienen una cuenta en la red social Twitter en la que suman más de 61.000 seguidores, de los cuales, dos terceras partes los aglutinan el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla (@ObispoMunilla), el arzobispo emérito de Barcelona, Lluis Martínez Sistach (@sistachcardenal), el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández (@ObispoDemetrio) y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes (@jsmofm).

Munilla se sitúa así en el puesto más elevado del podio de los prelados tuiteros con 23.973 seguidores y 1.484 tuits en los que resume en 140 caracteres, desde reflexiones sobre la vida ('en medio de una cultura desnortada y amargada, la alegría llega a resultar provocativa'), hasta opiniones personales sobre la actualidad.

Así, por ejemplo, cuando en Navidad surgió la polémica sobre la exposición de belenes, el obispo de San Sebastián se preguntaba: "Los cristianos egipcios se tatúan la cruz para distinguirse, ¿y nosotros renunciamos a los belenes por no ofender?". También, ante la portada de la revista Charlie Hebdo que mostraba a Dios armado y manchado de sangre huyendo, comentaba: "No dejo de mostrar mi solidaridad con #CharlieHebdo a pesar de su falta de respeto hacia el cristianismo".

En el segundo puesto del ranking se encuentra el cardenal y arzobispo emérito de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, que a pesar de haberse jubilado recientemente, es de los obispos que más publica en la red de microblogging, con un total de 1.841 tuits que leen cada día más de 10.600 internautas.

Atentados de París y polémicas

Sus mensajes son más pastorales pero tampoco vacila si tiene que pronunciarse sobre conflictos mundiales --"en Tierra Santa es necesaria una solución del conflicto actual para que los dos pueblos y las tres religiones vivan en justicia y paz"-- o reivindicar la defensa del medio ambiente --"terminó la Cumbre de París, ¡no habrá sanciones por el incumplimiento! Esperábamos más. Por convencimiento no aumentemos el calentamiento"--.

En tercer lugar se posiciona el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández que, a pesar de no tuitear desde el pasado mes de diciembre, ha alcanzado los 5.689 seguidores. A través de su cuenta, ofrece avances de sus cartas pastorales y noticias que afectan a su Iglesia como las referidas a la mezquita catedral de Córdoba, para defender, cuando el asunto ocupaba las páginas de los periódicos, la pertenencia del templo a la Iglesia Católica desde 1236.

A una distancia de apenas mil 'followers' (4.781) y con 613 tuits en el historial, le sigue el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, quien a través de sus mensajes desvela sus sentimientos por los acontecimientos en el mundo. Así, el pasado 13 de noviembre, cuando terroristas del Daesh perpetraron los atentados de París, Sanz Montes, junto al resto de obispos presentes en la red social mostraban su solidaridad: "RIP París. Un mundo sin el Dios verdadero se construye contra el hombre. Un mundo contra el hombre verdadero sólo puede invocar un falso Dios".

Asimismo, recientemente se pronunció sobre otras polémicas como la que suscitó en Pamplona una obra realizada con 242 formas consagradas que formaban la palabra 'Pederastia'. En aquella ocasión, el prelado tachó la iniciativa de "grave profanación" de la Eucaristía y pidió a Dios que perdonara al artista y a quienes apoyaban la exposición.

Cientos de 'me gusta' y retuits

Los 'titulares' de estos obispos acumulan cientos de 'me gusta', 'retuits' y comentarios de sus seguidores que entran en debates, a los que por norma general no responden debido a la cantidad de tuits que se generan, tal y como apuntó esta semana el obispo de San Sebastián durante el encuentro anual de delegados de medios de comunicación de la Conferencia Episcopal Española. En todo caso, estos tres obispos no son los únicos con un avatar en la red de microblogging. A ellos se suman los obispos de Guadix, Ginés García Beltrán (@obispodeguadix); Cádiz y Ceuta, Rafael Zornona (@zornozaboy); Pamplona, Francisco Pérez (@arzobispofperez); y Cartagena, José Manuel Lorca (@ObispoCartagena), todos ellos con más de 2.000 'followers'. Además, los prelados de las diócesis de Tarragona, Jaume Pujol (@PujolJaume), y de Coria Cáceres, Francisco Cerro (@Obispofcerro), les siguen con más de mil.

Por su parte, los de Terrasa, Josep Ángel Saiz (@BisbeSaiz); Jaén, Ramón del Hoyo (@ramondelhoyo); Cuenca, Jose María Yanguas (@ObispoYanguas); Zamora, Gregorio Martínez (@gregorioobispo); Albacete (@ciriacobenavent); Ávila, Jesús García Burillo (@ObispoAvila); Barbastro Monzón, Ángel Pérez Pueyo (@PueyoPerez); y los auxiliares de Barcelona, Sebastià Taltavull (@bisbeTaltavull) y de Tarrassa, Salvador Cristau (@scristau), no superan las tres cifras.

El Papa Francisco, que también tiene cuenta de Twitter (@pontifex) apoya el trabajo en las redes de estos obispos. Así lo demostró durante la visita Ad Limina que los prelados españoles realizaron hace dos años. "Avanti con Twitter y Facebook", le dijo a Munilla cuando se despedía de él. Y el obispo de San Sebastián salió del Vaticano y lo tuiteó.

Feminismo cristiano. Por Pedro Trevijano


Cuando pensamos en el feminismo, inmediatamente nos acordamos del feminismo radical de los últimos años, y nos olvidamos de que las mujeres siempre han pretendido, como es lógico y humano, hacerse respetar. De hecho, el Diccionario de la Real Academia nos da esta doble acepción de feminismo: 1) Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres. 2) Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.

Está claro que los procesos de democratización han ensanchado las posibilidades de participación de la mujer en los diversos ámbitos, como pueden ser la educación, la economía, la cultura y la política. El feminismo moderado insiste en lo específicamente femenino y defiende sus derechos y libertades, afirmando que las mujeres tienen derecho a intervenir en los diversos campos, sin por ello poner en peligro ni la maternidad, ni la familia, ni su promoción personal y profesional.

La lucha por los derechos de la mujer forma parte del proceso de transformación que busca la igualdad, la justicia social y la libertad. Exigen igualdad de oportunidades y salarios, pero al mismo tiempo cultivan su personalidad de mujeres. El progreso femenino no consiste en asemejarse al varón, sino en desarrollar libremente sus posibilidades. Este feminismo defiende la dignidad de la mujer en la familia, en el trabajo y en la vida social, siendo cada vez más frecuente la existencia de mujeres de indiscutible prestigio que consiguen combinar en sus vidas estas tres realidades.

Pero es evidente que el gran paso adelante de las mujeres ha sido obtener el derecho a la cultura y al estudio. Y es que la educación se halla a la base de cualquier otra reivindicación, pues las posibilidades de rebelarse a su suerte de manera efectiva disminuyen en la mujer inculta o analfabeta. En todo caso “aumenta en la conciencia común el debido reconocimiento de la dignidad de la mujer. Indudablemente queda aún mucho camino por andar, pero se ha trazado el rumbo a seguir”(Juan Pablo II, Carta a los ancianos, nº 4, 1-X-1999).

Pero hoy quiero hacer referencia a dos grandes mujeres feministas cristianas: Santa Ángela de Merici y la Venerable Mary Ward.

El 27 de enero la Iglesia conmemora a Santa Ángela de Merici, fallecida en 1540. Se preocupó de enseñar el catecismo ante la ignorancia religiosa de las niñas, lo que le llevó a fundar la primera compañía religiosa dedicada a la educación de niñas y jóvenes pobres, sin pronunciar votos y sin clausura, lo que no le hizo las cosas más fáciles. Comprendió que su vocación era la de la asistencia espiritual y material de las jóvenes.

En ese tiempo la escuela era sólo para las familias distinguidas y reservada también a los hombres. Dios le concedió el don de consejo y el de retener aquello que leía, lo que le permitió ser una gran educadora a pesar de sus escasos estudios. La transformación de la Compañía en Orden religiosa después del Concilio de Trento (1545-1563) obligó a las Hijas de Santa Ángela a entrar en un claustro.

Herederas de Santa Ángela, las ursulinas, nombre que tomaron por la devoción de Santa Ángela a Santa Úrsula, se han dedicado a la tarea educativa de la juventud a través de los siglos. Santa Ángela fue canonizada por Pío VII en 1807.

En cuanto a Mary Ward (1585-1645), de la que hay una muy buena biografía por José María Javierre titulada La Jesuita y publicada por LibrosLibres, nacida en una familia católica inglesa en plena persecución religiosa, emigra a San Omer, entonces en los Países Bajos españoles, donde funda una comunidad religiosa que se dedica a la enseñanza de niñas, tanto ricas como pobres, enfocada a apoyar la fe católica en su patria formando a niñas inglesas. Apoya el quehacer de la congregación en virtudes religiosas y la inspira en la espiritualidad y organización ignacianas. Abre varias casas, pero es el abandono de la clausura lo que más controversia causaba con las instituciones eclesiásticas. Por lo demás, para llevar a cabo su misión apostólica, pretende suprimir la clausura, el coro y el hábito, gobernarse por sí mismas, con obediencia al Papa pero con exención de la jurisdicción episcopal y masculina. Estos dos últimos puntos decía haberlos aprendido de San Ignacio, y de ahí el nombre de «jesuitisas».

En Roma fue acogida en una atmósfera cordial, pero las acusaciones del clero secular inglés, que hacían hincapié en la ausencia de la clausura, molestos además por una fundación femenina de carácter jesuita, retrasaron la decisión papal, que con Urbano VIII fue contraria, ordenando el Papa en 1625 el cierre de las instalaciones del instituto en Italia. Siguieron unos años en que con el favor del Elector Maximiliano de Baviera abrió un colegio para niñas en Múnich y se dieron otras fundaciones en Centroeuropa.

El 13 de enero de 1631, Urbano VIII publicó la Bula Pastoralis Romani Pontificis, de la que proceden estas palabras: “Decidimos y decretamos con autoridad Apostólica que la pretendida congregación de mujeres o vírgenes llamadas jesuitisas y sus modos de vida y estado han sido nulos e inválidos desde su mismo comienzo y sin ninguna fuerza ni valor. Y porque se produjeron de hecho, con la misma autoridad suprimimos y extinguimos de raíz y completamente, sometemos a perpetua abolición y enteramente quitamos, borramos y abrogamos, y queremos y mandamos que por todos los fieles se tengan y reputen por suprimidos”. La Bula de Urbano VIII supuso el cierre de todos sus colegios, y a ella le costó la cárcel en Múnich bajo acusaciones de "herética, cismática y rebelde": "Sufrir sin culpa no es carga... Iré gustosa a la cárcel que deseen"...

Despues de unos meses el mismo Papa ordenó sacarla de la cárcel en cuanto supo que la habían apresado, y la recibió poco después en Roma. En su entrevista con él, ella le dijo: “Ni he sido, ni soy hereje”. Mary recomenzó abriendo una nueva casa en Roma bajo la protección del Papa aunque no eran reconocidas como “religiosas”...

Murió catorce años más tarde (1645) en York, su país natal, con sensación de fracaso, pero su obra siguió adelante y fue además motivo de inspiración para muchas fundaciones femeninas posteriores. Su obra continuó sobre todo en Alemania y hoy está en los cinco continentes. Gracias a la fidelidad de sus primeras compañeras sobrevivieron varias casas bajo la protección de algunos obispos. A comienzos del siglo siguiente, Clemente XI aprobaría definitivamente las Reglas (1703) y el Instituto de la Bienaventurada Virgen María sería reconocido en 1877.

Tanto la una como la otra se vieron sostenidas por visiones, que les llevaron a permanecer siempre en la obediencia y en la práctica de virtudes heroicas. Ángela está canonizada. María Ward, superados ya los prejuicios y reconocida como fundadora por Pío X, fue declarada Venerable en el 2009 por Benedicto XVI, que había hecho el Jardín de Infancia con las religiosas de María Ward y por tanto las conocía bien.

Oración a San Blas



San Blas, santo pontífice y mártir, que, perseguido, te agradaba la penitencia del desierto, y con tus milagros convertiste numerosos paganos, te rogamos nos libres de los males de garganta, y nos concedas la voz; para dar testimonio de la fe con nuestra palabras, y gozar algún día del cielo en tu compañía. Así sea.

martes, 2 de febrero de 2016

LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR Y PURIFICACION DE LA VIRGEN MARIA


Por SCTJM
Esta fiesta, que cierra las solemnidades de la Encarnación, conmemora la Presentación del Señor, el encuentro con Simeón y Ana, (encuentro del Señor con su pueblo) y la purificación ritual de laVirgen María.

Presentación: Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José llevaron al Niño al Templo, a fin de presentarlo al Señor, según la ley de Moisés (Cf. Ex 13, 11-13).

Lucas 2,22-38
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor" y para ofrecer en sacrificio "un par de tórtolas o dos pichones", conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»

Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción - ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de
Jerusalén.

Simeón, al ver a María y a José con el Niño Jesús, conoció por una revelación divina que era Cristo. Tomó entonces al Niño en sus brazos y bendijo a Dios y exclamó:
Ahora puedes dejar morir en paz, Señor, a tu siervo, porque han visto mis ojos a tu Salvador, luz para las naciones y gloria de Israel. María y José admiraban sus palabras.
Y vuelto a María le anunció: Este ha sido puesto para ruina y para resurrección de muchos; y como una señal de contradicción; y una espada atravesará tu alma.

Purificación de María: Como era costumbre, María, su madre, se sometió a la vez al rito de la purificación (Cf. Lev. 12, 6-8).

Procesión con las candelas, "Candelaria"
"luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel" (Lc 2,32). La procesión con velas nos recuerda que La Virgen da luz a Jesucristo, Luz del Mundo, quien se manifiesta a su pueblo por medio de Simeón y Ana.

No se sabe con certeza cuando se iniciaron las procesiones en relación a esta fiesta, pero en el siglo X ya se celebraban con solemnidad. Después de la procesión los cirios se llevan a las casas para encenderse cuando hubiese necesidad de oración especial.

Historia de la Fiesta
A mediados del siglo V esta fiesta se conocía como "La Candelaria" o "Fiesta de las Luces". La Virgen Maria ha dado luz a la Luz del Mundo, Jesucristo y en esta fiesta El se manifiesta a Simeón y Ana.

Hasta el siglo VI se celebraba a los cuarenta días de la Epifanía, el 15 de febrero. Ahora se celebra el 2 de febrero, por ser a los cuarenta días de la Navidad.

De origen oriental, esta fiesta no se introdujo en la liturgia del Occidente hasta el siglo VII. Al final de este siglo ya estaba extendida en toda Roma y en casi todo Occidente. En un principio, al igual que en Oriente, se celebraba la Presentación de Jesús más que la Purificación de María.

El Concilio Vaticano II restaura esta fiesta a su origen primariamente Cristológico, celebrándose como la Presentación de Jesús en el Templo.

Cuando la “pretensión” es tomada como “presunción”. Por Guillermo Juan Morado



Una expresión técnica que se usa en cristología es “la pretensión de Jesús”. Con esta expresión, no se busca significar que Jesucristo sostuviese una aspiración ambiciosa o desmedida a ser reconocido como lo que no era, sino todo lo contrario: con su pretensión, Jesús daba muestras de lo que era en realidad.

El Señor, con su conducta, con su predicación, con su llamada al seguimiento, con la manifestación de su relación única con el Padre… nos está diciendo quién es Él realmente: El Hijo de Dios hecho hombre para salvar a los hombres.

El Evangelio proclamado en este IV Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 4,21-30) deja constancia de una confusión, de un equívoco grave: Quienes lo escuchan en la sinagoga de Nazaret confunden su “pretensión” – los indicios que apuntan a su entidad – con la “presunción”, con una especie de exhibición de orgullo (cf Benedicto XVI, “La infancia de Jesús”).

Es curioso que quienes tenían los ojos clavados en Él y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca, fuesen los mismos que se escandalizaron de que fuese “el hijo de José”. Es decir, a Jesús se le acepta, en un primer momento, pero, enseguida, se le rechaza. A fin de cuentas, ¿de qué podía presumir el hijo de un carpintero?

Los mismos que lo aclamaban, en menos de nada, se vuelven en contra de Él, furiosos; lo echan del pueblo y desean despeñarlo desde un precipicio. Así de voluble es el aplauso del mundo, incluso el aplauso de los “buenos” – se supone que a la sinagoga de Nazaret iban piadosos judíos - .

Jesús, frente a este rechazo, no retrocede: “se abrió paso entre ellos y seguía su camino”. El Verbo encarnado nos supera desde arriba, desde la perspectiva de Dios. No entra en nuestros pequeños cálculos de conveniencia; no busca la aprobación a toda costa o los titulares elogiosos de la prensa. Él viene a lo que viene: a ser testigo de la verdad.

Jesús, en el fondo, nos obliga a escoger, a decidirnos, a comprometernos. Si queremos seguirle, hemos de renunciar a la presunción de quedar siempre bien, de ser siempre el foco de atención. Y nos pide, asimismo, que no renunciemos a la pretensión, humilde, de ser testimonios de la verdad.

Todos, con el tiempo, podemos cambiar; podemos modificar nuestras convicciones. Pero estos cambios solo resultarán creíbles si persiguen la fidelidad a la verdad. Si solo son el resultado de la ola del momento, no podremos convencer a nadie, ni siquiera a nosotros mismos.

Jesús no es una veleta, inconstante y mudable. Él es fiel a sí mismo. Él es la Verdad en Persona y, por ello, el Camino y la Vida.

Los cristianos estamos llamados a buscar la verdad, a convertirnos, a enmendarnos. A avanzar en el conocimiento de Cristo. Pero no, según soplen los vientos de la conveniencia, a decir hoy una cosa y mañana otra distinta o, incluso contradictoria. No podemos alabar hoy algo y, mañana, según cambien las tornas, condenarlo, o viceversa. Sin más motivo o razón que las ganas de ser bien vistos por este mundo.

lunes, 1 de febrero de 2016

Actividad para niños en la Catedral


Los niños entre 8 y 12 años, cuyos padres se encuentren suscritos al programa de abonados de la Catedral de Oviedo, podrán participar gratuitamente en una actividad pensada para ellos, donde se les enseñará, de una manera adaptada a su edad los lugares más destacados del templo. El objetivo de la actividad es “despertar y fomentar en los niños el interés por la Catedral”. La fecha será elpróximo 9 de febrero, a las 16,30 horas, y la inscripción se hará por correo electrónico, desde el jueves 28, hasta el 5 de febrero.

Los siete domingos en honor a San José


Hay una maravillosa tradición cuyo origen se remonta al siglo XVI que consiste en dedicar los siete domingos anteriores a la fiesta de San José, a acudir con especial detenimiento al Esposo de María Virgen, para expresarle cariño y pedirle mercedes.

Se suelen «contemplar» o considerar, los principales misterios acontecidos a los largo de su vida en la tierra entretejidos de gozos y dolores, en los que se refleja de algún modo toda vida humana, la nuestra, y en la que encontramos luz, serenidad, fortaleza, sentido sobrenatural, amor a Dios Padre, a Dios Hijo, a Dios Espíritu Santo y a la Santísima Virgen.

Toda la vida de San José fue un acto continuo de fe y obediencia en las circunstancias más difíciles y oscuras en que le puso Dios. Él es al pie de la letra "el administrador fiel y solícito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia" (Lc 12, 42). Desde tiempo inmemorial, la Iglesia lo ha venido venerando e invocando como continuador en ella de la misión que un día tuviera para con su Fundador y Madre.

En los momentos de noche oscura, el ejemplo de José es un estímulo inquebrantable para la aceptacíón sin reservas de la voluntad de Dios. Para propiciar ese veneración e imitación y para solicitar su ayuda, ponemos a continuación el siempre actual Ejercicio de los siete Dolores y Gozos.