Vivir a tope es, entre otras cosas, ejercer el verdadero poder, el del servicio, y no digamos si se hace con amor del de verdad. Definía un amigo suyo a Julio Eugui como un hombre a quien le importaba lo singular, lo concreto de la vida: nada de teorías ni elucubraciones. Ahí está su libro "Anécdotas y virtudes", en el que muestra cómo veía la vida: con sencillez, sin pliegues innecesarios. Desde que le conozco, 30 años no es nada, solo le oí hablar y actuar como lo que se espera de un cura. Eso sí, me lo encontré más de una vez en la Sierra del Sueve con el atuendo montañero del auténtico navarro que tiene pasión por la naturaleza y se acerca a ella con admiración.
El grande ve lo grande, y por eso se emocionaba ante los corazones buenos y sabía querer mucho y bien. Lo suyo ha sido enseñar que la fe es seguir a una persona, a Jesús de Nazaret, nada de ideologías ni de normas rígidas e infundadas. Y como solo se sigue a quien se conoce, se ocupó de conocerle bien y contar quién era en sus homilías y charlas. Eso sí, con el detalle de quien se fija en lo singular del personaje y del contexto de su tiempo, con amor de sacerdote de verdad y salpicando con alguna expresión del fino humor su discurso.
Como la misa es lo más grande que tiene que hacer un cura, en ese momento se quedaba conmovido y como cautivado ante lo inconmensurable del misterio. Se le podía encontrar en San Juan el Real. Allí estaba, algunos días, a la espera para recibir las heridas de quien acudía al confesionario, pero sin tocar en ellas si no era para sanarlas, porque no pasa nada, porque todo se cura ahí. De lo poco sale lo mucho, de lo pequeño se llega a lo grande, así orientaba a afrontar la batalla del día, con esperanza.
Que hemos venido a ser felices eso lo tenía muy claro. Que la vida es compleja, sí, y por eso habrá que descartar y/o simplificar lo que en la cabeza y en el corazón se nos hace "bola". Lo que toca aquí es disfrutar de lo bueno.
Navarro de corazón, y asturiano de adopción porque lo "top de lo top", decía, es acudir a Covadonga para estar con la Santina. En la Iglesia, quien sirve por amor tiene el poder, y si es cura, cura. DEP, muchas gracias y hasta siempre, Don Julio.
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