lunes, 13 de febrero de 2023

Necrológica

Ha fallecido el sacerdote diocesano Monseñor José Fernández Martínez

Nació en Cudillero el 10 de abril de 1924.

Tras pasar por los seminario de Tapia, Valdedios y Oviedo fue ordenado sacerdote el 22 de agosto de 1948 de manos del Obispo de Oviedo Don Benjamín de Arriba y Castro.

Entre sus destinos estuvieron:

Ampliación estudios en Salamanca diplomándose en Liturgia (1948 - 1949)

Ecónomo de San Pedro de Villademor de la Vega - León (1949- 1952)

Ecónomo de San Pedro de Castiello de Bernueces - Gijón (1952 - 1959)

Capellán del Asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Oviedo (1959 - 2006)

Agente de Preces del Arzobispado de Oviedo (1959 - 1965)

Beneficiado Maestro de Ceremonias de la Catedral (1959-1971)

Canónigo de la S.I.C.B.M. de San Salvador de Oviedo (Desde 1971 a la actualidad)
*Fue Maestro - Prefecto de Ceremonias hasta el año 2001

Profesor de Liturgia del Seminario de Oviedo (1960 - 1965)

Oficial Archivero de la Cancillería del Arzobispado (1962 - 1965)

Vicecanciller Secretario del Arzobispado de Oviedo (1965 - 1971)

Secretario para la Visita Pastoral (1965 - 1995)

Vocal de la Comisión Diocesana de Liturgia (1965 - 1980)

Secretario de la Hermandad Sacerdotal de Sufragios (1965 - 1997)

Canciller - Secretario del Arzobispado (1971 - 1995)

Secretario de la Conferencia de Obispos de la Provincia Eclesiástica de Oviedo (1973 - 1995)

Director Diocesano de la Unión Apostólica (1983 - 1997)

Canciller del Arzobispado de Oviedo (1995 - 1997)

Encargado del Archivo Reservado (1995 - 1997)

En 1988 fue distinguido como Prelado de Honor de Su Santidad por el Papa San Juan Pablo II

Aunque su primer destino fue Villademor de la Vega (León), parroquia de la entonces Vicaría de San Millán que pertenecía a la diócesis de Oviedo, y el segundo en Castiello de Bernueces en Gijón, la práctica totalidad de su vida ministerial la ejerció en Oviedo en donde destacó en todo por su buen hacer y su celo apostólico. Ejerció de forma encomiable su labor como capellán de la Comunidad y Asilo de Hermanitas de los Ancianos Desamparados de la Ciudad, a las que atendió con primor durante cuarenta y siete años. Tanto entre las familias de los ancianos como por parte de las múltiples religiosas que pasaron por esa Casa, siempre reconocieron como una gracia de Dios tenerle de capellán, recordado aún hoy con mucho afecto.

Destacó por su pulcritud y buen hacer en la Curia Diocesana. Su forma de trabajar, constante y minuciosa, le ganó el reconocimiento de todos los que trataban con él en la cotidiana burocracia de la Curia. La Asociación Amigos de Cudillero le rindió un Solemne homenaje al hacerle entrega del premio Roballera 2010 en el Santuario de Santa Ana de Montarés. Hombre sencillo, bueno y prudente. La mayor parte de su vida sacerdotal giró entorno a al trabajo en la Curia  y la vida litúrgica de la Catedral donde fue Maestro de Ceremonias del Cabildo Catedral. A pesar de su delicada salud y sus limitaciones físicas, se mantuvo firme asistiendo a diario a la Misa Capitular y sirviendo en todo lo que en su mano estaba, participando tanto de los cultos como de los capítulos del Cabildo Catedralicio, hasta el año 2020.

El día 1 de marzo del año 2020 decide dejar su domicilio particular y fijar su residencia en la Casa Sacerdotal de Oviedo. Aquí se ha ido configurando con Cristo crucificado en una aceptación total de su deterioro físico y su falta de movilidad. Su vida ha sido hasta el final un ejemplo para todos los que le rodearon. Falleció ayer domingo a las ocho de la tarde en la enfermería de la Casa Sacerdotal. Tenía 98 años de edad y 74 de ministerio sacerdotal, de los cuales más de sesenta los gastó en el servicio de la Catedral.

D. E. P. 

El funeral por su eterno descanso tendrá lugar el martes 14 de febrero a las 12 h en la S.I.B.C Metropolitana. A las 17 h se celebrará otro funeral en la parroquia de San Pedro de Cudillero. A continuación, sus restos mortales recibirán cristiana sepultura en el cementerio parroquial. La Capilla ardiente ha quedado instalada en la Capilla de Altares de la Casa Sacerdotal. 

''¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el amo pondrá al frente de la casa para dar la ración adecuada a la hora debida? Dichoso aquel siervo a quien su amo cuando vuelva encuentre obrando así''.  (Lc 12, 42)

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