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lunes, 4 de julio de 2022
Jornada de Responsabilidad de Tráfico: «María se puso en camino» (Lc 1, 39)
LECTURAS RECOMENDADAS VERANO 2022. Por Monseñor José Ignacio Munilla Aguirre

ORACIÓN
ANTONIO SAGARRA RENEDO, Ora hoy con la Divina Misericordia (Monte Carmelo)
ESPIRITUALIDAD
RANIERO CANTALAMESSA, Los Misterios de Cristo en la vida de la Iglesia-3: EL misterio de la Cena (Monte Carmelo)
SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Tratado de la oración y meditación (Rialp)
TOMÁS SPIDLÍK, Manual fundamental de Espiritualidad (Monte Carmelo)
SANTIAGO ARELLANO, Libro de Ejercicios para «en todo amar y servir» al Corazón de Jesús (Ed. Cor Iesu)
SAN FRANCISCO DE SALES, El Corazón de Jesús y su amor para con nosotros (Didaskalos)
CHARLES ANDRÉ BERNARD, La espiritualidad del Corazón de Cristo (BAC)
HAGIOGRAFÍAS
HARRIET MURPHY, El ángel del Vaticano, escritos espirituales del Cardenal Merry del Val (Nueva Era)
CRISTIÁN ABEL LASCURAIN, San Felipe Neri, el santo de la Alegría (Edibesa)
FRANCESCO POLOPOLI, Pensamientos y palabras de Carlo Acutis de la A a la Z (Ciudad Nueva).
JACINTO PERAIRE FERRER, Cantando hacia la muerte. Heroico testimonio martirial del joven Francisco Castelló Aleu (BAC).
CARDENAL L.SUENES, El Rey Balduino, el legado de su vida (Libros Libres)
MONS. JESÚS SANZ, San Francisco de Asís, compañía para nuestro destino (Encuentro)
FAMILIA
MIGUEL SANMARTÍN FENOLLERA, De libros, padres e hijos (Rialp)
PELLEGRINI, S., SALERNO, G., CAPORALE, M. (EDS.), Una transformación silenciosa. Testimonios de familias de todo el mundo sobre Amoris laetitia (Ciudad Nueva)
GABRIELE KUBY, La generación abandonada (Didaskalos)
JOSÉ MARÍA CONTRERAS, Niños apocalípticos (Ed. Monóculo)
FORMACIÓN CRISTIANA
SIMONE PACOT, Evangelizar lo profundo del corazón. Aceptar los límites y curar las heridas. (Narcea)
SIMONE PACOT, ¡Vuelve a la vida! (Narcea)
ALEJANDRO RODRIGUEZ DE LA PEÑA, Compasión (Fundación Universitaria San Pablo CEU)
SOHRAB AHMARI, El hilo que une: Cómo descubrir la sabiduría de la tradición en la época del caos (Rialp)
HISTORIA
SANTIAGO CANTERA, Luces de la Hispanidad: La valiosa huella española en América, un legado fértil (Almuzara-Sekotia)
ARTE
domingo, 3 de julio de 2022
Evangelio Domingo XIV del Tiempo Ordinario
sábado, 2 de julio de 2022
Homilía de Corpus del Sr. Arzobispo
viernes, 1 de julio de 2022
Nota del Arzobispado de Oviedo
''Descansa sólo en Dios alma mía''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila
Llega el buen tiempo, y recuperando la normalidad que en los últimos años no tuvimos muchos se aventuran en este próximo estío a disfrutar unas merecidas vacaciones que sabremos combinar muy bien con la cultura y el arte, la naturaleza y la gastronomía, o las tradiciones de cada lugar. Los hay que irán al pueblo de sus raíces o a otro lugar del que ya se sienten unos vecinos más; los hay que se acercarán a alguno de los privilegiados climas de nuestro gran País, o se marcharán más allá de nuestra fronteras para conocer las maravillas más lejanas. El verano es un tiempo hermoso para el repaso de todo lo anterior, y tomar fuerzas de lo que habrá de venir...
El salmo 61 nos ofrece una enseñanza que no está limitada únicamente para la preparación del futuro, para el final de la existencia o meditar llegada la muerte. Nada de eso; este recordatorio que el salmista se recita a sí mismo -a su alma- es fundamentalmente para vivir en el presente. Nos hemos olvidado de descansar en Dios, y es una pena, siendo éste el mejor de los descansos. Todo el curso nos quejamos de no tener tiempo para nada, vivimos afanados en tantos ajetreos y quehaceres que nos pasa como a "Marta", que por tenerlo todo a punto deja desatendido al Señor. Ahora que llega el verano tenemos una nueva oportunidad de dejar atrás ese modelo y volver a empezar, de vivir como "María", dedicando un buen rato de los tantísimos que tendremos libres para estar pendientes de cómo nos mira y ama el Señor. Esto no es cualquier cosa, sino en palabras del propio Jesús: ''María ha elegido la mejor parte y ya nadie se la podrá quitar''. No dejemos que el maligno nos susurre otras opciones más apetecibles a nuestras debilidades, pero menos enriquecedoras; no dejemos este verano el Sagrario, la santa misa y la reconciliación, que tanto necesitamos.
Dios no puede quedar fuera de mi plan vacacional como si no tuviera sitio en la maleta. A veces con las vacaciones veraniegas hacemos tal ruptura de la rutina habitual, que hasta nuestra vida de fe parece destinada al trastero con las mochilas del cole hasta septiembre. Y es que en ser fiel no sólo unos meses, ni siquiera todo el año, sino en el serle fieles toda nuestra vida está la clave de nuestro anhelado y eterno futuro: ''el que está vivo y cree en mí, no morirá''.
Continúa respondiendo el salmista al por qué nuestra alma debe descansar sólo en Él, y nos enumera lo siguiente: '' porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré''. Con Él no tengo miedo al mañana desconocido pues vivo esperanzado, ni pierdo el equilibrio por los errores cometidos dado que con Él me siento abrazado a una roca segura que me salva de cualquier riada o tempestad. Con Él no vacilo, no estoy inestable e inseguro de un lado para otro como el que camina sobre un cable enjabonado, sino al contrario, sé que he encontrado mi alcázar, el lugar donde me siento a salvo de los enemigos, donde nada me puede pasar ni "nada me puede faltar".
Es llamativo que sabemos qué es lo que nos viene bien y qué lo que nos hace mal, y aún así preferimos muchas veces quedarnos con lo malo a menudo, antes de esperar a lo mejor. Esto lo vemos en la profecía de Jeremías cuando relata: Así dice el Señor: «Deteneos en los caminos y mirad; preguntad por los senderos antiguos. Preguntad por el buen camino, y no os apartéis de él. Así hallaréis el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “No lo seguiremos”» (Jer 6, 16).
En este verano tan especial que se nos presenta como oportunidad de tiempo alegre para recuperar tanto perdido y encerrado en casa, hospitales y geriátricos que han marcado y aún marcan nuestra pasada vida inmediata, os animo a saborear unas vacaciones vividas en clave de Dios, pues aunque el mundo nos quiera convencer de que la fe resta a nuestra vida, hemos de poner en valor todo que suma y nos ayuda a ser mejores, a darnos a Dios y a los hermanos, a los más próximos y alejados, pues un tiempo de gozo siempre es un gran momento para compartir y descubrir cómo realmente nuestra fe da sentido y respuesta a todo lo mejor que anhelamos, cómo ha construido cultura cruzando fronteras, y cómo ha ofrecido y ofrece a este mundo cansado y agobiado la oportunidad ''para encontrar su descanso''...
Feliz verano, amigos; felices vacaciones y ¡descansar en Dios!
Joaquín, párroco