viernes, 25 de enero de 2019

Los obispos españoles en la muerte de Franco

(Infocatólica) 

Me llamo Santiago García (Soria). Hallé por casualidad en Internet, en la web de la  FNFF, con fecha 15 de diciembre de 2018, un informe reciente en el que se recogen las declaraciones públicas hechas por un buen número de Obispos españoles en 1976 sobre Francisco Franco, con motivo de su muerte.

Creo que son muy interesantes. Al menos a mí me han dado mucho que pensar.

Monseñor Díaz Merchán, Presidente de la Conferencia Episcopal.

El Generalísimo nos ha dejado y ocupa desde ahora un puesto indiscutible en nuestra historia patria… Tan largo periodo de años al frente de la Jefatura del Estado y circunstancias tan difíciles como las que atravesó España en este periodo historia, han ofrecido a Francisco Franco abundantes ocasiones para ejercitar, con la ayuda de la gracia divina, la generosidad de su entrega personal al servicio de los españoles… En estos momentos, al mismo tiempo que agradecemos a Dios los beneficios recibidos por medio de nuestro Jefe de Estado.

Cardenal Tarancón, Arzobispo de Madrid.

En esta hora nos sentimos todos acongojados ante la desaparición de esta figura auténticamente histórica. Nos sentimos, sobre todo, doloridos ante la muerte de alguien a quien sinceramente queríamos y admirábamos. Hay lágrimas en muchos ojos y yo quiero que mis primeras palabras de Obispo sean para recordar a todos, a la luz de nuestra fe cristiana, que los muertos no mueren del todo… Y este amor de Dios de Franco es el que yo sí puedo elogiar en esta hora. Cada hombre tiene distintas maneras de amar. La del gobernante es la entrega total, incansable, llena a veces de errores inevitables, incomprendida casi siempre, al servicio de la comunidad nacional… Creo que nadie dudará en reconocer aquí conmigo la absoluta entrega, la obsesión diría, con la que Francisco Franco se entregó a trabajar por España, por el engrandecimiento material y espiritual de nuestro país, con olvido incluso de su propia vida.

Ha muerto uniendo los nombres de Dios y de España. Gozoso porque moría en el seno de la Iglesia, de la que siempre ha sido hijo fiel… Si todos cumplimos con nuestro deber, con la entrega con que lo cumplió Francisco Franco, nuestro país no debe temer por el futuro….

Monseñor García de la Sierra, Arzobispo de Burgos.

Nunca puso límites a las horas de trabajo, ni de día ni de noche. El Sagrario de su capilla sabe de las horas de la noche -mientras los demás dormíamos confiados- pasadas en prolongada vela cuando los problemas de la Patria exigían a su fue la inspiración del cielo. Pero, sobre todo, Francisco franco ha sido un hombre que ha vivido de una fe profunda y sincera. Nacido en un hogar cristiano, su madre, de honda raigambre cristiana, fue comunicando a sus hijos la reciedumbre de su fe. Y aquella fe, que recibió de Dios en el seno de su familia, fue creciendo y madurando hasta constituir la ayuda y el baluarte firme de su vida. Para Franco la fe es el don más grande que el Señor ha concedido a los pueblos, a las familias, a los individuos. Él siempre creyó que la misión histórica de España era defender esta fe, por eso considero que todos los materialismos ateos eran ya, por naturaleza, enemigos de la Patria.

Monseñor Álvarez Martínez, Obispo de Tarazona.

Ha muerto Francisco franco, hijo de Dios y servidor de la Patria… Como cristiano practicante, devoto de la Eucaristía y de la Santísima Virgen, ha muerto en la fe después de una prolongada enfermedad, llevada con signo indeclinable de resignación cristiana, y está ya en las manos de Dios… Como servidor de la nación, por encima de opciones siempre perceptibles, son dignas del máximo respeto su dedicación plena y su abnegación al servicio de la Patria, no solo desde el ejercicio de la Jefatura del Estado, sino desde otros cargos de la máxima responsabilidad, actitudes estas fundamentales que merecen no solo nuestra admiración, sino también nuestro reconocimiento y gratitud. La Iglesia española, que se ha visto asistida por su ayuda, también lo recuerda con gratitud y respeto.

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