martes, 19 de enero de 2016

Aquí un cura trabucaire



José Manuel Vidal, el director de Religión Digital, anda cabreado. Parece, según él, que hay sueltos por el mundo, y especialmente por la red, unos cuantos talibanes dispuestos a cazar al papa como sea y que se pasan -nos pasamos- el día lanzando piedras contra el sucesor de Pedro.

Según José Manuel Vidal, como todos sabemos ejemplo de ecuanimidad y misericordia para los que no piensan como él, se trata de unos cuantos “obispos-cazadores” entre los que cita a Rouco ¡qué iba a hacer José Manuel Vidal sin citar a Rouco!, laicos “clericalizados e ideologizados” y curas trabucaires “que enterraron la parábola del buen samaritano en el cajón de los olvidos y ciñeron el seguimiento de Jesús al Catecismo y al Código de Derecho Canónico”.

Sigue, sigue. Que José Manuel Vidal cuando se cabrea, se cabrea. De hecho, lo que era en principio un post más, a las pocas horas era nada menos que portada en Religión Digital. No sé qué le habrá pasado.

Sigue, sigue: “laicos ultramontanos”, “infovaticanos e infocatólicos” -ganas de perder el tiempo con nosotros si somos, José Manuel Vidal dixit, “terminales pequeñas”-, “han convertido al papa en un muñeco de pim pam pum”, “para que deje de predicar el evangelio a los pobres”, “arremeten contra todo lo que venga de Roma” (válgame Dios, Vidal hablando de esto), “lo mínimo que desean es que muera o que lo mueran”, “cegados por la fe convertida en ideología no ven la primavera”.

José Manuel Vidal: ¿nos acusa de estar deseando el asesinato del papa Francisco?

Como puede verse, todo un argumentario repleto de serios conceptos teológicos, documentos de la Iglesia, citas de la Escritura y misericordina, sobre todo mucha misericordina de la buena.

Supongo que el hecho de ser bloguero de Infocatólica, y no de los menos leídos, me convierte automáticamente en un cura de esos que “sin demasiados méritos ni celo pastoral, aprovecharon la situación para colocarse cada vez más arriba en el escalafón clerical. Y, ahora, no quieren bajar peldaños”, amén de ser también, supongo,“un cura trabucaire, que congelaron el Concilio y se olvidaron de salir a las calles.Los que enterraron la parábola del buen samaritano en el cajón de los olvidos y ciñeron el seguimiento de Jesús al Catecismo y al Código de Derecho Canónico”.

Pues si lo dice José Manuel Vidal, así será. Debo ser un cura sin celo pastoral, olvidado de los pobres y alejado de la gente, que escribe en Infocatólica y para superar sus frustraciones. Así sea.

Da gusto leer a gente tan primaveral y misericordiosa

Jorge González Guadalix, Sacerdote

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