miércoles, 22 de enero de 2014

Alvaro del Portillo , sucesor de San José María Escrivá , será beatificado el 27 de septiembre en Madrid

La ceremonia de beatificación del obispo español Alvaro del Portillo (Madrid, 1914 - Roma, 1994), primer sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer  al frente del Opus Dei, tendrá lugar el próximo 27 de septiembre en Madrid, su ciudad natal y en la que vivió la mitad de su vida.
Al igual que su predecesor, Benedicto XVI, el Papa Francisco no preside ceremonias de beatificación, por lo que ha delegado la presidencia en el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Al día siguiente, domingo 28, el prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, celebrará una misa de acción de gracias.
La elección de Madrid responde a motivos logísticos. Al no ser una ceremonia papal no es posible celebrarla en la plaza de San Pedro, y las otras alternativas en Roma presentan, en conjunto, menos ventajas que Madrid a efectos de desplazamientos de peregrinos y acogida.
Monseñor Echevarría, sucesor de Álvaro del Portillo, manifestó que «en este momento de profunda alegría quiero dar las gracias al Papa Francisco por la beatificación de este obispo que tanto ha amado la Iglesia».
El prelado añadió que «encomendamos al futuro beato las intenciones del Santo Padre: la renovación apostólica y el servicio de Dios de todos los cristianos, el apoyo a las personas necesitadas, el próximo Sínodo de la Familia y la santidad de los sacerdotes».

Milagro a un niño chileno

La beatificación del ingeniero de caminos madrileño, uno de los primeros seguidores de San Josemaría Escrivá en el Opus Dei desde 1935, fue aprobada por el Papa Francisco el pasado verano. El 5 de julio del 2013, el Papa reconoció como milagro la curación instantánea del niño chileno José Ignacio Ureta Wilson, quien sufrió un largo paro cardiaco y una hemorragia masiva a los pocos días de nacer.
Su abuela y su madre pidieron intensamente a Álvaro del Portillo la curación del niño, y su corazón volvió a latir al cabo de media hora. José Ignacio, que ahora tiene once años, no mostró secuelas y ha vivido siempre con normalidad.
La causa de beatificación de Álvaro del Portillo dio comienzo en Roma en 2004, a los diez años de su fallecimiento el 23 de marzo de 1994. Juan Pablo II visitó ese día su capilla ardiente en la sede central del Opus Dei y manifestó que «fue ejemplo de fortaleza, de confianza en la providencia divina, y de fidelidad a la sede de Pedro».

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