(De profesión cura) Inutilidades o casi. Porque lo que todos podemos constatar es que, salvo excepciones del todo excepcionales, a las cosas fundamentales de la Iglesia y de la fe cada vez acude menos gente. Las confesiones en caída libre, asistencia a misa dominical bajando, bautizos y bodas qué les voy a contar. Hasta disminuyen las primeras comuniones, en demasiados casos primeras y últimas.
Cuando pasan estas cosas y constatamos que a lo esencial, la vida de la gracia, es decir, vida de oración y sacramental, cada vez acude menos personal, nos ponemos nerviosos, poco es, debíamos estar en estado de shock, y nos entran las prisas por ver qué podemos hacer para que la gente vuelva. Pastoral de la ocurrencia.
Técnicamente, en tiempos, se hablaba de la necesidad de lo que los pastoralistas de moda llamaban pre evangelización. Esto quería decir que en momentos de gran incredulidad uno no podía ir por la calle anunciando a Jesucristo sin más, porque era perder el tiempo. La pre evangelización consistía en ofrecer vías de aproximación a la Iglesia como podían ser el deporte, el teatro, actividades sociales, encuentros festivos y luego, a partir de ahí, llegaría el anuncio del evangelio. Todos recordamos en nuestras parroquias el cine forum, clubs juveniles, salidas, excursiones, grupos de teatro. Rarísima vez se llegaba al “a partir de ahí".
Faltos no sé si de ilusión, convencimiento o lo que sea, periódicamente volvemos al “a ver qué podemos hacer". Si esto es un problema en las grandes ciudades, imaginen en pueblos mínimos. Servidor ha trabajado infinitamente en ocurrencias diversas, como todos, con el magnífico resultado de unos templos cada vez más vacíos. Al final, ya les digo lo que estoy haciendo:
- Misa y predicación dominical en todos los pueblos, y los días laborables repartiéndome.
- Fomentar el rezo del rosario y la exposición del Santísimo.
- Disponiblidad para confesar.
- Celebrar las fiestas patronales con solemnidad litúrgica y aprovecharlas para animar a le gente, convencido de que para la inmensa mayoría de la gente de estos pueblos la devoción a la Virgen o al Santo, mezcla de fe, tradición y costumbre, es su enganche con lo divino y con la iglesia y que hay que cuidarlo.
- Celebrar los sacramentos y los entierros con dedicación, cuidado, afecto y cercanía.
- Estar atento a enfermos y gente en dificultad.
- Cuidar los templos.
- Y estar en los pueblos.
Otras cosas ni las sé ni me parecen fundamentales.
Vamos a aclararnos. Que una cosa es que en el proceso de evangelización surjan actividades que ayuden a hacer grupo, hacer comunidad, a hacer Iglesia, y otra muy distinta pensar que simples actividades son ya evangelizar.
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