sábado, 17 de mayo de 2025

Dos españoles muy cerca del corazón de León XIV, uno de ellos Mártir del Siglo XX. Por R. H. M.


Cuando el recién elegido Papa León XIV se preparaba para salir por primera vez al balcón para dar la bendición ''Urbi et Orbi'' quiso llevar consigo su pectoral más especial, cuyo valor no es tanto por la calidad orfebre ni la antigüedad, sino que en su interior se esconden varias reliquias de Santos y Beatos de su querida Orden de San Agustín. Los medios de comunicación no han acertado mucho a explicar este detalle; unos han dicho que la cruz tiene cuatro reliquias, otros que tres; muchos han dicho que una de las reliquias es de un español... Incluso se han publicado en redes sociales montajes señalando dónde está cada reliquia, y donde se equivocan. Lo cierto es que no son tres ni cuatro, sino cinco las reliquias que contiene la cruz pectoral del Papa León XIV: un regalo de su Congregación.
Las reliquias son las siguientes: en primer lugar una del Padre San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia que se encuentra en la centro de la cruz. San Agustín de Hipona nació en Tagaste (Argelia) en el año 354. Tras una vida disoluta en todos los sentidos se convierte al catolicismo abandonando el maniqueísmo a sus 33 años, siendo bautizado por San Ambrosio de Milán. Regresó al norte de África donde decidió vender todos sus bienes y retirarse a una vida de oración y radicalidad evangélica junto a algunos compañeros. De esta experiencia nacerá la Orden de San Agustín y su Regla. Predicador y fiel defensor de la doctrina sagrada, hizo frente a las numerosas herejías que iban apareciendo. Su fama de santidad le llevó a ser consagrado obispo en el año 395. Falleció en Hipona (Argelia) el 28 de agosto del 430. En el Anuario Pontificio de 2023 figuraban en la Orden 2.428 miembros repartidos en 50 países; en los años sesenta superaron los 4.500 profesos. 

En la parte superior una reliquia de Santa Mónica, madre de San Agustín. Nacida en Tagaste (Argelia) en el 332. Modelo de esposa, madre y viuda. Sufrió mucho por su hijo que llevaba una vida muy alejada de la fe; lloró y rezó muchísimo por la conversión de su hijo, por ello el mismo San Agustín reconocerá en sus Confesiones: "Ella me engendró sea con su carne para que viniera a la luz del tiempo, sea con su corazón, para que naciera a la luz de la eternidad". Murió en Ostia (Italia) en el año 387 a los 56 años de edad. Su festividad es el 27 de agosto. El Cardenal Prevost tenía el título cardenalicio de Santa Monica degli Agostiniani.

En el brazo izquierdo de la cruz está una reliquia de Santo Tomás de Villanueva, agustino manchego nacido en Fuenllana en 1486 que llegó a ser arzobispo de Valencia. Hombre de Dios, brillante predicador, religioso humilde y caritativo. Se caracterizó por su buen juicio a la hora de poner en orden la diócesis valenciana, que llevaba un siglo en sede vacante. Fundó el Colegio Seminario de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María en el Templo de Valencia en 1550. Ordenó sacerdote a San Luis Beltrán. Murió en Valencia en 1555. Por sus escritos son muchos los que defienden que merecería ser declarado doctor de la Iglesia. Ojalá a este Pontífice agustino le toque aprobar dicha concesión. 

En la parte inferior del pectoral se encuentra la reliquia del Venerable Giuseppe Bartolomeo Menochio, un religioso agustino que es el más olvidado, quizás por no estar beatificado aún, pero que tiene una historia muy bella: natural de Carmagnola (Turín), ingresó en el convento agustiniano de Fano (Italia) donde profesó y fue ordenado sacerdote. El Papa Pío VI lo nombró obispo titular de Hippo Regia y obispo coadjutor de Reggio Emilia en 1795. Con la represión napoleónica en Italia fue destituido y expulsado de su Diócesis. Marchó a la región italiana de Las Marcas para ayudar y sustituir a los párrocos rurales del entorno. Fue amigo y confesor del Papa Pío VII quien le nombró sacristán papal y obispo titular de Porphyrione en el año 1800. En 1804 acudió con el Papa a París para la coronación de Napoleón; en el famoso cuadro que inmortalizó dicho acontecimiento el gran pintor Jacques-Louis David lo representa con su habito agustino color negro. En 1809 con la forzada anexión de los Estados Pontificios al Imperio francés, el Pontífice Pío VII fue sacado a la fuerza de Roma y llevado prisionero a Savona. Monseñor Menocio llegó a ser el único obispo que quedó en Roma, viviendo exiliado en el Quirinale. Murió en Roma el 25 de marzo de 1823 y fue enterrado en la basílica de Sant'Agostino en Campo Marzio.
 
En el brazo derecho de la cruz encontramos la reliquia del Beato Anselmo Polanco Fontecha, religioso agustino nacido en tierras palentinas, en concreto en Buenavista de Valdavia en 1881. Se formó en el convento de los Agustinos Filipinos de Valladolid, así como en el convento de La Vid en la localidad del mismo nombre en Burgos, pueblo éste de apenas doscientos habitantes donde nació el actual Prior General de los Agustinos y sucesor del P. Prevost -hoy León XIV- el P. Alejandro Moral Antón OSA. Con 41 años el P. Anselmo ya era rector del Real Colegio Seminario de Valladolid y a los 51 era Provincial de Orden, por lo que viajó con frecuencia a Estados Unidos y Perú, dos países tan amados para León XIV. Tras tres años de Provincial fue preconizado Obispo de Teruel y Administrador Apostólico de Albarracín, en 1935. El Padre Anselmo tuvo una carrera episcopal muy breve, pero el recuerdo que dejó en sus entonces dos diócesis fue buenísimo: cercano, austero, piadoso, preocupado por los problemas de la gente de a pie... Pero cuando su jurisdicción episcopal de Teruel se vio asediada por el bando republicano le pidieron que huyera o se escondiera; sin embargo, él se negó a abandonar a su rebaño. 

El paso del tiempo hizo empezar a levantar leyendas a favor y en contra del obispo Polanco aplicándole afiliación política: que si había financiado expediciones de los nacionales para sabotear al bando republicano, que si miró para otro lado respecto a la matanza de dos sacerdotes de su diócesis a manos de los nacionales por ser de izquierdas... Lo que sí es cierto, y el mismo historiador antifranquista Paul Preston lo reconoce, es que defendió a familias pobres del Arrabal en Teruel por la acusación de ser de izquierdas, lo que le costó ser amenazado de muerte por uno de los jefes de Falange de esa ciudad. En diciembre de 1937 la ofensiva republicana sobre Teruel fue terrible, quedando el Seminario y el palacio episcopal totalmente arrasados. Monseñor Polanco se trasladó a vivir al convento de las clarisas donde fue arrestado el 8 de enero de 1938 tras caer la ciudad bajo el poder republicano. Fue trasladado a Valencia donde fue interrogado y cuestionado por su firma en la carta colectiva del episcopado español. El asturiano Indalecio Prieto quiso salvar la vida del obispo proponiendo llevarle a Francia y darle allí libertad, pero los escritos del Prelado en algunas pastorales donde condenó el marxismo o la persecución religiosa alentada por la República les parecieron motivos graves. En una pastoral escribió de la división entre "las dos ciudades enemigas" de las que habla San Agustín: "los bandos opuestos del bien y del mal". Para los republicanos esta era una prueba de que el obispo Polanco estaba diciendo a sus fieles que el bien era el bando nacional y el mal el republicano. Las autoridades republicanas enviaron una oferta al Vaticano en que liberarían al obispo de Teruel dejándole salir con vida de la zona roja si se comprometían a trasladarlo a Roma sin moverse de allí, pues lo que no querían bajo ninguna condición es que pasara a zona nacional. Nunca se supo por qué no hubo respuesta vaticana.
 
Se llevó al obispo al penal de San Miguel de los Reyes en Valencia, y de ahí a Barcelona donde estuvo encerrado en el convento de las Siervas de María (hoy sede de la Curia Provincial de esta Congregación). Se le permitió seguir celebrando la santa misa los domingos y fiestas de guardar. Al ver que Barcelona iba caer en manos de los nacionales monseñor Polanco fue trasladado junto a 41 presos, entre los que estaba el vicario general de Teruel Mosén Felipe Ripoll Morata, la mañana del 7 de febrero de 1939. Los republicanos les dijeron que les trasladaban a Rosas; aproximadamente a un kilómetro y medio de tomar la carretera de Les Escaules, se detuvo la comitiva cerca ya del barranco de Ca Tretze. Junto a los españoles había 22 prisioneros extranjeros: un alemán y veintiún italianos, más los 19 restantes. Los republicanos los obligaron a caminar por el cauce seco del río Muga, donde fueron rociados con gasolina y quemados vivos. Lo poco que quedó de los cadáveres fueron identificados a finales febrero de 1939. La noticia de su muerte conmocionó a todo Teruel, cuyo recuerdo sigue vivo hoy. En la actualidad los restos del obispo junto a su vicario general se veneran en la catedral turolenses. En la ciudad del torico, además de una gran estatua a su memoria, tiene una plaza así como el hospital de la seguridad social que lleva por nombre "Obispo Polanco". Fue beatificado por San Juan Pablo II el 2 de julio de 1994. Existe una película en blanco y negro del año 1951 producida por la Acción Católica que cuenta la historia del Beato Fray Anselmo Polanco, se titula ''Cerca del Cielo''... Parece que el Beato Anselmo Polanco era también muy amigo de los animales, por ello en esa representación que adjunto se le retrata con un gato en brazos.

Es una gran alegría saber que el Papa León XIV tiene a estos dos grandes hijos de la Iglesia española tan cerca de su corazón. Bajo su protección le ponemos a él 






Pectoral muy parecido al de León XIII



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