jueves, 25 de junio de 2015

El obispo Gea, que plantó cara a la propaganda socialista, publica «Cartas a un político»



M.B/ Rel.
Una de las características de José Gea Escolano, obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol y después misionero en Perú, es la de llamar las cosas por su nombre y no eludir la responsabilidad de un cristiano ante su fe en Cristo.

Prueba de ello es el libro que ahora publica, Cartas a un político, que ha puesto ha disposición del público.

Escrito durante la etapa de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero destaca por su carácter profético y, dadas las circunstancias que atraviesa España mantiene una actualidad fuera de toda discusión.

El libro se sitúa dentro del género epistolar. José Gea comienza con una exposición de las tres cartas pastorales escritas por él que suscitaron un tremendo revuelo, especialmente entre altos cargos socialistas.

Le achacaban ante todo que la Iglesia se atreviese a opinar sobre asuntos que en su opinión quedaban fueran de su competencia, pero en rigor atañen a la moral y la dignidad del hombre: algunos tan básicos como el derecho a la vida, a elegir la educación de los hijos, las opciones políticas que un cristiano puede y no puede defender o el mismo papel de los creyentes ante las leyes que rigen estos asuntos.

A continuación dirige una serie de cartas a un conocido o amigo suyo llamado simplemente “Juan”, quien se dispone a entrar en política y es cristiano católico de probada fe. En ellas se trata de todos los temas con los que un político de nuestro tiempo se puede enfrentar, y se dan las pautas para no resbalar en el difícil equilibrio entre las presiones sociales fomentadas por los lobbies de todo signo y la fe de un cristiano.

La segunda parte, “Cuestiones sociopolíticas”, se ocupa de las intervenciones armadas, del bien común y la ley, de las ideologías, las descalificaciones recibidas por la Iglesia, el paro y las autonomías, entre otros temas.

La tercera parte, “La Iglesia en la sociedad”, trata del justo lugar que debe ocupar en nuestro tiempo, más concretamente de las relaciones de la Iglesia con el Estado, el derecho de aquélla a hablar en todos los contextos y a informar en los medios de comunicación, las expresiones religiosas en la política y la relación entre la vida privada y pública de un político.

En definitiva, es un libro óptimo para la orientación del cristiano de nuestro tiempo, y una lectura más que recomendable para políticos (y cualquier persona interesada en el debate público), especialmente en una España que se enfrenta a decisivos cambios políticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario