martes, 5 de noviembre de 2019

Crisis de la escatología según Ratzinger. Por Fidel García Martínez

(www.revistaecclesia.com) Con su habitual competencia y su profunda humildad, el Papa emérito Benedicto XVI ha abordado hace algún tiempo, uno de los problemas más graves que oscurecen la Teología Católica, el de la Escatología, es decir, el tema clásico de las postrimerías (muerte, juicio purgatorio, infierno y gloria.) El núcleo de la Escatología afecta al mensaje y a la esencia del Cristianismo como Revelación definitiva sobre el destino del hombre después de la muerte. 

Para numerosos autores, especialmente protestantes liberales, la esencia del mensaje de Jesús estaría centrado en la petición del Padre Nuestro: Venga a nosotros tú Reino, esta llegada del Reino sería inminente y estaría ligada el fin del Historia y del mundo. Según estos autores esa expectación explicaría de alguna forma la posición cambiante de la Iglesia, centrada en la exclamación: “Ven Señor Jesús”

Para Ratzinger esta visión escatológica, estaría sobre todo provocada por la crisis de la civilización occidental motivada por la Primera Guerra Mundial, que de una interpretación de la Escatología basada en la tradición apostólica de la Primitiva comunidad Cristiana, pasó a analizar las postrimerías desde la perspectiva de la teología existencial liberal protestante de Bultman, con su teoría de la desmitologización, que ha tenido y tienen aún influencias devastadoras en la llamada teología progresista católica. Junto a esta influencia de la teología liberal, se constata una influencia del ateísmo marxista y su odio a la religión, con su propuesta de la utopía del fin de la explotación y de la lucha de clases con influencia nefasta en la llamada teología política de la liberación.

Debido a esta a influencia cierta reflexión teología prescinde incluso de la terminología convencional tradicional de los novísimos (muerte, juicio, purgatorio, infierno y gloria). Con desazón escribe Ratzinger, cómo es posible que el mensaje profundo de las postrimerías nada diga no sólo a los laicos, sino incluso a los fieles creyentes. Para él se da un hecho desconcertante por cuanto en el Cristianismo Oficial se ha corrompido, llegando incluso a la apostasía. Para Ratzinger la única salvación para rescatar la Escatología de su desbarajuste es volver al genuino mensaje evangélico tal como lo anuncio y la vivió Jesucristo, porque el Reino de Dios predicado y prometido por él consiste en el hombre que ha sido alcanzado por el dedo de Dios y se deja hacer su hijo, pero es necesario pasar por la muerte.

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