sábado, 8 de noviembre de 2025

Comunión eclesial. Mucho más que irse de cañas. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) No sé cuántas veces tengo escuchado eso de ser prudentes, discretos y comedidos para no romper jamás la comunión en la Iglesia. Y en positivo: buscar la comunión, signos de comunión, promover la comunión.

Ya saben que la cosa está siempre en aclarar las palabras. La comunión eclesial a todos nos preocupa e inqiuieta y todos queremos promoverla, pero no será tarea fácil si primero no nos ponemos de acuerdo en lo que significa la comunión y lo que exige.

Teología básica, catecismo elemental.

La comunión eclesial, es decir, la unidad visible y espiritual que une a todos los miembros de la Iglesia, se fundamenta en tres realidades:

- Comunión de fe: creer en el mismo Evangelio y profesar la misma fe.

- Comunión de los sacramentos: especialmente en la Eucaristía, que es el signo supremo de unidad.

- Comunión jerárquica: estar unidos en la misma Iglesia bajo el Papa (sucesor de Pedro) y los obispos.

A partir de aquí, quien busque la comunión debe hacerlo fomentando estas tres cosas.

Es difícil no, imposible, vivir la comunión si no aceptamos el catecismo íntegro. Cómo vas a sentirte unido con hermanos que te dicen que el catecismo según y habría que revisar ciertas cosas que hoy no se entienden. Uno se haría preguntas. Por ejemplo, si la resurrección de Cristo es real o experiencia interna, si Cristo es Dios, si en la eucaristía se produce excatamente la transustanciación o es un apenas un símbolo. No pudes sentirte en comunión si no aceptamos la misma moralidad o la convertimos en un pues yo creo.

Complicada la comunión con aquellos que celebran de forma alternativa, con rosquillas, ornamentos iuxta modum, creatividad a tope y burla de lo que consideran algo obsoleto por más que sea la liturgia de tantos siglos.

Tampoco es sencillo sentirte en comunión con tantos que se entienden con el papa según quien sea, que todos nos conocemos.

Es muy sencillito. Aquí da igual ser conservadores, progresistas, más o menos liberales, mayores o jóvenes, expertos en reuniones curiales y diocesanas o gente del rural común. La comunión es muy sencilla:

Se trata de estas tres cosas:

- Aceptar el catecismo ÍNTEGRO y aplicarlo en enseñanza, predicación y confesionario.

- Celebrar los sacramentos EXACTAMENTE según los libros aprobados por la Iglesia.

- Estar unidos REALMENTE al papa y al obispo y aceptar en todo la disciplina eclesiástica.

Vivir la comunión en la Iglesia es ESTO, y no otra cosa.

El problema es que para que todos se sientan cómodos en esa comunión que nos inventamos, vamos quitando cosas hasta quedarnos en unos mínimos tan mínimos que directamente tienden a la nada. Ya saben: lo importante es encontrarnos, darnos abrazos y rezar tomados de la manita en un pseudo místico corro de la patata.

Eso no es trabajar por la comunión. Es ir de cañas. O quedar para tomar agua del Carmen.

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