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viernes, 31 de enero de 2025
San Juan Bosco y el cuerpo de especialistas del ejército de tierra. Por Joaquín Manuel Serrano Vila
Celebra la Iglesia católica -y también la Luterana- en este día 31 de enero a San Juan Bosco, patrono de los magos e ilusionistas, escuelas artesanales o de formación profesional, de las imprentas juveniles, y en el Ejército de tierra español del Cuerpo de Especialistas. Este patronazgo es oficial desde el 24 de enero del año 2000 cuando la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede así lo notificó al entonces Arzobispo Castrense de España, Monseñor José Manuel Estepa Llaurens. Pero, ¿quién fue San Juan Bosco y qué vinculación tiene con el Cuerpo de Especialistas? Fue un sacerdote italiano con un especial carisma para la juventud; es el fundador de la familia salesiana en sus diferentes ramas: Pía Sociedad Salesiana de Sacerdotes y Religiosos, el Instituto femenino de las Hijas de María Auxiliadora, Asociación de Salesianos Cooperadores para laicos, y otras realidades que han llegado hasta nuestros días como los Oratorios Salesianos, la Asociación de María Auxiliadora, o los grupos de Antiguos Alumnos. Juan Bosco nació en Bechi el 16 de agosto de 1815. Ya de muy niño sintió la vocación sacerdotal y, con apenas nueve años, tuvo un sueño con un patio de colegio donde los niños hablaban vulgarmente y una voz le decía «no con puños, sino con amabilidad vencerás a estos muchachos». Esta frase marcará toda su vida y su apostolado con la juventud como base tanto de la espiritualidad como del sistema educativo salesiano.
Una figura clave tanto en su vida espiritual como en el de futura fundación de los Salesianos fue el Padre Cafasso, quien le salvó en sus años de seminarista de las garras de la herejía Jansenista, así como el que le animó a ver que aquel sueño de la infancia no era una mera casualidad, sino que el Señor quería servirse de él para ganar muchas almas entre los más pequeños y jóvenes. Don Bosco apostó por una teología de la alegría y del optimismo, para ello bebió espiritualmente de los escritos de San Francisco de Sales, a lo que se debió el nombre de "salesianos". También le marcaron San Felipe Neri y San Alfonso María de Ligorio... Fue ordenado sacerdote en 1841 por el arzobispo de Turín Monseñor Franzoni, y celebró su primera misa en el altar del Ángel de la Guarda de la iglesia de San Francisco de Asís en Turín. Su primer destino sería el mismo Turín, donde conviviría con otros sacerdotes jóvenes en el llamado Convitto Eclesiástico -convictorio sacerdotal- para seguir formándose y cuidar los primeros años de ministerio, al tiempo que se profundizaba en teología moral para la confesión y la predicación en el Instituto Pastoral de la ciudad. En esta etapa siendo Don Juan Bosco un jovencísimo sacerdote diocesano quedó tocado en su corazón por la realidad de los niños y jóvenes que eran explotados y maltratados en la dura vida industrial que se iniciaba. Eran muchos los que morían por el escorbuto, o quedaban gravemente enfermos e impedidos para la actividad física de por vida. En esas fechas había en la ciudad más de 7.000 niños menores de diez años trabajando.
Un hecho que decidió a Don Bosco a implicarse definitivamente en ayuda a los niños, fue encontrar al sacristán de la iglesia de San Francisco pegando a un niño por no haber sabido ayudar bien a la misa. Empezó al poco a convocar a los niños de la calle para darles catecismo, algo de merienda y jugar con ellos para conseguir instruirlos. Pronto empezaron las críticas de sus compañeros sacerdotes y de las personas de bien de Turín que les parecía lamentable ver a un sacerdote tratando con niños y jóvenes de los barrios pobres. Así nació el Oratorio de San Francisco de Sales; al principio se reunían en la casa sacerdotal del convictorio, pero ante las quejas del resto de sacerdotes estudiantes tuvo que buscar otro lugar. En pocos meses llegaron a ser 400 los muchachos que acudían al oratorio. Tras pasar por varias ubicaciones provisionales finalmente Don Bosco logró alquilar una casa con finca a las afueras: la Casa Pinardi en Valdocco. Aquí se iniciaron los talleres para enseñar a los pequeños diversos oficios, al tiempo que había ratos para jugar, aprender a leer y escribir, rezar, hacer deporte y la catequesis... Muchos, lo único que comían era cuando acudían a la obra de Don Bosco, y ante la realidad de que tantos dormían en la calle el sacerdote con apoyo de su madre Margarita, abren también un internado en el lugar para los pequeños sin techo.
La obra de San Juan Bosco fue revolucionaria y anticipada a su tiempo, por eso se le considera uno de los mayores educadores del siglo XIX. Pronto se empezaron a abrir nuevos oratorios, y gracias a sus talleres de formación en muy poco tiempo logró colocar a más de 300 jóvenes a trabajar en zapaterías, herrerías, imprentas, carpinterías o sastrerías, consiguiéndoles un trabajo digno y seguro lejos del abuso y la explotación de las fábricas. No olvidemos que pasada la mitad del siglo XIX el repunte nacionalista en Italia provocó una fuerte persecución religiosa cerrando seminarios y casas religiosas. Curiosamente el gobierno siempre respetó los oratorios salesianos conscientes de la impagable promoción social que se llevaba a cabo en ellos con los muchachos marginados. Jóvenes que participaron en los oratorios manifestaron a Don Bosco su deseo de quedarse con él para dar continuidad a su obra; comienza así a los pies de María Auxiliadora el germen de la familia salesiana. El carisma de San Juan Bosco fue tan atrayente que iniciando sus pasos en 1859 sabemos que a su muerte en 1888 eran 773 salesianos y 276 novicios. El crecimiento y expansión de la Congregación fue impresionante para un instituto religioso que aún no tiene ni dos siglos de existencia. En el año 1967 eran en el mundo 22.810 salesianos, siendo en la actualidad según el último dato aportado por el Anuario Pontificio unos 14.018. San Juan Bosco es un modelo claro también para el Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra Español, en primer lugar por ser la mayoría de éste chicos muy jóvenes cuando inician su andadura en la vida castrense, y especialísimamente por esa vinculación tan directa con la vida del Santo al dedicar tantas horas al aprendizaje de un oficio no sólo para desarrollarse uno como persona, sino contribuyendo al bien de los demás y, en este caso concreto, al bien de la Patria en el servicio a su Ejército.
En el Ejército Español, los especialistas se prepararon antaño en las Escuelas de Formación Profesional del Ejército de Carabanchel (Madrid) y Calatayud (Zaragoza), que después pasaron a llamarse Institutos Politécnicos del Ejército de Tierra, siendo actualmente su sede en Calatayud en la Academia de Logística de Especialistas del Ejército. Aquí hacen verdad que son según su divisa "Peritia Peritis", “maestros de maestros”. No es una realidad cualquiera de las fuerzas armadas, sino de las más elementales, pues sin especialistas que dominen las técnicas de la electricidad y la informática, automoción o armamento, mantenimiento de material o de vehículos, mantenimiento de electrónico o de aeronaves, montadores de equipos o electricistas, telecomunicaciones o soldadura, chapa o electrónica... todos en las diferentes especialidades técnicas que posee el Ejército, en un mundo tan tecnológico y sofisticado, de la tropa a los suboficiales hoy están de fiesta en nuestro Ejército gracia a San Juan Bosco.
El modelo de Don Bosco, tanto en el trabajo con la juventud como en la especialización de un oficio no ha pasado de moda, pero lógicamente la realidad del siglo XIX no es la que vivimos en pleno 2025. Hay quienes consideran que los ciclos de formación profesional como hoy los conocemos en España son en definitiva la versión estatal del modelo salesiano. Los Salesianos están muy al día en esta realidad de la formación, así como de los nuevos modos de trabajar con la juventud; muchísimos laicos, sacerdotes y religiosas acuden a Roma cada año para formarse en el Pontificio Ateneo Salesiano en Catequética, Pastoral Juvenil, Ciencias de la Educación, etc. También en el Ejército los Especialistas de hoy, como los médicos, se ven obligados a estar muy pendientes de las novedades que cada día aparecen en relación a su profesión y que obligan un aprendizaje continuo, a una renovación constante e imparable, sin olvidar la herencia de un pasado glorioso que tiene origen en "Don Bosco"... Como recuerda el himno de especialistas: Servir es su vocación/ mirando siempre al futuro/ ver grande a nuestra nación/ y al pueblo español seguro... Hoy les hemos acompañado en el Acuartelamiento de Cabo Noval donde San Juan Bosco tiene un busto presidiendo su bella capilla en la que celebramos la misa, y depués, al Orden de Parada, el homenaje a los Caídos.
Feliz día del Patrono: Cuerpo de Especialistas ¡Salve! Del Ejército de Tierra ¡Salve!¡Viva España!
jueves, 30 de enero de 2025
«Después de 15 años, sólo puedo decir: gracias»
(Iglesia de Asturias) EL 30 de enero de 2010, hace hoy 15 años, tomaba posesión como Arzobispo de Oviedo Mons. Jesús Sanz Montes. «Lo recuerdo como quien se asoma a un regalo desconocido, lleno de expectación –afirma Mons. Sanz–. Yo venía de Aragón, donde estuve como Obispo seis años, en Huesca y Jaca, y estaba acompañado por mi familia, por mis compañeros de la Universidad, por mis hermanos franciscanos, ante una realidad que para mí era novedosísima, Asturias». Lo ha descrito así en la entrevista que, esta misma mañana, aniversario de su toma de posesión, se emitía en Cope Asturias.
«Me faltó poco tiempo para redescubrir la belleza natural de esta tierra, que conmueve siempre, máxime a quienes nos gusta la montaña; la nobleza de su gente, gente transparente, directa y también con una historia que te implicaba y te comprometía. Y eso desde el primer momento te llama la atención y después de quince años solo puedo dar gracias a Dios. Siento una profunda gratitud por haberme enviado a una tierra tan hermosa, con gente tan extraordinaria y con una historia que seguimos escribiendo», afirmó.
En el transcurso de la entrevista explicó que, a lo largo de estos 15 años, ha podido ordenar a cuarenta sacerdotes, aunque «he tenido que enterrar a muchos más», reconocía, con un recuerdo especial a Mons. Gabino Díaz Merchán y a Mons. Juan Antonio Menéndez, que fue Obispo auxiliar de la diócesis.
«He conocido cuatro presidentes del Principado y he visto también cuatro maneras distintas de hacer las cosas y eso también te obliga a tener una relación, cultivarla y modular las relaciones», explicó, «sin renegar de tu identidad y de tus derechos junto con tus obligaciones».
También recordó que lo primero que hizo, al llegar a la diócesis, fue «culminar un Sínodo, donde estábamos religiosos, sacerdotes y muchísimos laicos, que heredé de don Carlos, que por su traslado a Valencia no pudo terminar».
También explicó que se ha avanzado en el Seminario, donde hoy hay más de 30 seminaristas, lo que dibuja un futuro «muy halagüeño, muy esperanzador, al saber que tenemos cantera y que podemos vislumbrar un futuro no tan desarbolado, aunque no hay comparación con el pasado». Por otro lado, recordó que «culturalmente estamos embarcados en un proyecto muy interesante: el Centro Cultural Santa Ana, donde queremos crear un espacio de diálogo y de encuentro» para el que se están dando «los pasos necesarios» y es «muy ilusionante». «La realidad de las familias, la natalidad de esta tierra, el índice del paro, la fuga de los jóvenes porque no encuentran trabajo, todo ello te conmueve, tratamos de estar cerca y crear cauces», reconoció.
Mons. Jesús Sanz «firmaría» en esta diócesis asturianos «los años que Dios quiera», dijo, y recordó que la «Santina, la Virgen de Covadonga, es la mejor feligresa, a ella me encomiendo y le pido que interceda».
Los libros litúrgicos del Rito Romano. Por Francisco Torres Ruiz
(In virga virtutis) Queridos lectores, en el artículo de hoy vamos a explicar qué es un libro litúrgico: se trataría de un libro que sirve para una celebración litúrgica y está escrito con vistas a ella. ¿Qué tipos de libros litúrgicos hay? Los principales libros litúrgicos se agrupan en cuatro categorías:
1)Libros para la celebración de la Eucaristía:
a) Libros para el celebrante (sacramentario).
b) Libro de las lecturas (leccionario).
c) Libros para el canto (antifonario).
d) El Misal (libro mixto).
2) Libros para el Oficio Divino:
a)Libros para el canto (salterio, antifonario, himnario).
b)Libros para las oraciones (colectas sálmicas).
c) Libros para las lecturas (bíblicas, patrísticas, hagiográficas, leccionario).
d) El libro para el oficio del capítulo (martirologio, necrológico).
e) El Breviario (libro mixto).
3) Libros para la organización de la liturgia:
a) Ordo
b) Ordinal
c) Ceremonial
4) Libros para los otros sacramentos y ritos:
a) Pontificial
b) Ritual
Estos libros son un medio para la correcta celebración litúrgica. Son un instrumento de trabajo para la ciencia litúrgica que, además, nos ponen en contacto con los cristianos de otras épocas. De momento, solo veremos los que se usan para la celebración de la Santa Misa por ser los más cercanos a nosotros.Los sacramentario
El Sacramentario es un libro que contiene solamente lo del celebrante: la eucología para todo el año litúrgico. ¿Qué es la “eucología”? viene del griego euché =oración, y lógos =discurso. Es el conjunto de oraciones contenidas en un formulario litúrgico, en un libro o, en general, al conjunto de oraciones que a lo largo de los siglos hemos recibido. Veamos los tres fundamentales
1.1. Sacramentario veronense (=SV)
Es una colección de formularios de misas independientes unos de otros. Al inicio fueron usados en la liturgia papal y después modificados para el uso de los presbíteros en las iglesias de Roma. Esta colección contiene elementos no romanos; es un libro muy desordenado y organizado según los meses del año civil; contiene plegarias, oraciones personales y apologéticas. Fue atribuido en su origen a san León magno, aunque esto es muy discutido. Seguramente se compuso entre los ss. V-VI. Son las plegarias más antiguas de la liturgia romana.
1.2. Sacramentario gregoriano (=SGr)
Atribuido al prestigio de san Gregorio magno, se mantuvo como el sacramentario usado por el Papa en la catedral de Roma, san Juan de Letrán y en las solemnes celebraciones. Debió crearse entre el 592 y 595. En los años 785-786 el papa Adriano I manda una copia a Carlomagno, que sufrirá algunas modificaciones.
1.3. Sacramentario gelasiano (=SGe)
Escrito en el periodo de San Gregorio Magno (+604) hasta San Gregorio VII (+1085). Pudo ser compuesto entre el 687 y el 715. Contiene algunas rúbricas, por primera vez. Es un libro para el obispo o para el presbítero que contiene todos los textos necesarios para la Misa, los otros sacramentos, Liturgia de las Horas, Bendiciones, Ordenaciones y otras oraciones; sin embargo, no contiene los textos para otros ministerios: ni lecturas, ni cantos.El leccionario
Es el libro que contiene la palabra divina dispuesta para ser leída y convertirse en Espíritu vivificante. Al principio no existía más libro que las Sagradas Escrituras del A. T. en aquellos volúmenes en forma de rollo o en fragmentos de papiro cosidos por un lado. La lectura seguía el ritual de la sinagoga judía (cf. Lc 4, 16ss): el encargado entregaba el volumen al doctor, el cual leía el texto sagrado empezando por el punto donde había quedado interrumpida en la reunión anterior. Cuando empezaron a circular por las comunidades cristianas los Evangelios y las cartas de los apóstoles, fueron incorporados a la lectura litúrgica y leídas de igual modo que el A.T.
Mas tarde se empezaron a escribir unas anotaciones al margen del texto, en los libros sagrados, para indicar el comienzo y el final de cada lectura, así como el día en que debía tomarse el pasaje señalado. El paso siguiente fue copiar en un volumen distinto de los libros de las Escrituras, la lista de estas anotaciones marginales, pero ordenadas siguiendo el calendario y copiando las primeras palabras y las últimas del texto bíblico correspondiente. Estamos ante una labor de sistematización de las lecturas bíblicas en función del calendario litúrgico, es lo que se denomina lectura temática que comenzó a hacerse desde el s. IV al mismo tiempo que se producían los primeros desarrollos del año litúrgico.
Llegó un momento que para facilitar la tarea del lector se confeccionaron unos libros que contenían el texto completo de las lecturas. Estos libros aparecen a partir del s. VIII y han recibido los más diversos nombres:
Para las lecturas no evangélicas: comes, apostolus, espistolae, etc.
Para los evangelios: evangelium exceptum, evangeliarium, liber evangelii, etc.
Para los que reúnen uno y otro: comes, episolae cum evangelio, lectionarium, etc.
Estos últimos son los que aparecen en nuestros leccionarios de misa.El misal
Con la palabra «misal» se designa una fusión de tres libros litúrgicos: sacramentario, leccionario, antifonario, con añadido del calendario y del Ordinario de la misa, esto es, las partes invariables de la celebración.
El Misal, como libro litúrgico es relativamente moderno en la historia de la Iglesia. Los primeros sacramentarios datan del s. V y se extienden en el tiempo hasta el s. XIV, momento en que son una categoría superada y en su lugar comienzan a usarse los misales.
El Misal, a diferencia de los antiguos sacramentarios, se caracteriza por ser un libro plenario, esto es, un solo libro donde se recogen: el antifonario, el sacramentario, y el leccionario. Esto supuso, por una parte, la reducción de libros para la celebración, con lo cual se facilitó la misma; pero por otra parte, la pérdida tanto de la riqueza eucológica de los mismos como de los espacios y polos celebrativos. Dos misales son los más importantes en la historia litúrgica: el de 1570 y el de 1970. Veamos el primero con más detenimiento:
En el Concilio de Trento, Sesión XXV (1562), se discutió la necesidad de una reforma del misal. Para ello se crea una comisión, presidida por Leonardo Marini. La solución: se deja el proyecto al Papa (papa Pío IV: 1559-1565). Con la muerte del papa Pío IV en 1565, el trabajo pasó al papa San Pio V quien el 14 julio de 1570 promulgaría el nuevo Misal. Después de San Pío V, el Misal recibe todavía pequeñas modificaciones: la de Clemente VIII (1604); la de Urbano VIII (1634); la Benedetto XV (1920). Que supusieron, sobre todo modificaciones rubricales y añadidos de formularios (santoral; 4 prefacios). El papa Pío XII en 1948 inició un proyecto de reforma litúrgica.
Juan XXIII fue el último papa que acometió algunas reformas. Sobre todo, las rúbricas del Misal y del Breviario, en 1960, cuando ya se había anunciado el Concilio Vaticano II, con lo cual existía el propósito de hacer una reforma de las rúbricas del misal, como se ve en la Intrucción Rubricarum Instructum (1960).
Del mismo modo se operó tras el Concilio Vaticano II. Los padres conciliares encargaron al papa la reforma del misal con estos criterios aprobados y recogidos en la Constitución Sacrosanctum
Concilium:
Promover la participación activa
Un enriquecimiento del leccionario
Recuperación de la homilía
Recuperación de la plegaria de los fieles
El uso de la lengua vernácula
De ahí nació el misal que se publicó en 1970 y que tenemos ahora en su tercera edición del año 2002. Fue promulgado por san Pablo VI y revisado por san Juan Pablo II
miércoles, 29 de enero de 2025
Francisco pide seguir el ejemplo de San José y su confianza absoluta en Dios
(InfoCatólica) El Papa Francisco pronunció hoy su catequesis semanal en el Aula Pablo VI, prosiguiendo con el ciclo dedicado al Jubileo 2025 bajo el tema «Jesucristo, nuestra esperanza». En esta ocasión, el Pontífice centró su reflexión en la figura de San José y su papel en la infancia de Jesús, tomando como referencia el relato del Evangelio según San Mateo.
El Santo Padre destacó la importancia de San José en la genealogía de Jesús, presentándolo como el «hombre justo» que, siguiendo la voluntad divina, asume la paternidad legal del Salvador, vinculándolo a la promesa hecha a David. «José entra en escena como el prometido de María, pero su fe se pone a prueba cuando descubre que ella está esperando un hijo», explicó el Papa. En este contexto, subrayó que, según la Ley judía, existían dos posibilidades para resolver la situación: un acto público o una acción privada. Sin embargo, José, guiado por la sabiduría de Dios, eligió la discreción y la justicia.
Francisco comparó a José de Nazaret con el José del Antiguo Testamento, «el soñador», quien fue elevado a una posición de honor en Egipto. «José de Nazaret también sueña, pero con los planes de Dios, aceptando con fe y amor el milagro que acontece en María», afirmó el Papa. Asimismo, recordó el momento en que el ángel se aparece en sueños a José, animándole a no temer y a recibir a María y al niño que lleva en su seno, a quien pondría por nombre Jesús, «porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
El Pontífice subrayó cómo José no cuestiona ni pide pruebas, sino que simplemente confía y obedece. «No habla con palabras al viento, sino con hechos concretos», indicó el Papa, señalando que su silencio y su acción ejemplifican la verdadera fe. «Su vigilancia interior por Dios se convierte espontáneamente en obediencia», recordó, citando a Benedicto XVI.
Para concluir, el Papa Francisco invitó a los fieles a seguir el ejemplo de San José, pidiendo la gracia de «escuchar más de lo que hablamos, soñar los sueños de Dios y acoger a Cristo con responsabilidad en nuestras vidas».
Santoral: En la Diócesis de Oviedo, Memoria de San Serrano y San Julián
San Asturio Anulino Serrano (Villaseca de la Sagra, s. IV - Complutum, ca. 412) fue un obispo de la diócesis de Toletum (395-412), y primer obispo de la diócesis complutense (412- ). Es venerado como santo por varias confesiones cristianas.
En 412 le sería revelada mediante visión celestial la ubicación donde fueron enterrados los restos de los Santos Niños Justo y Pastor: el Campo Laudable (actual plaza de los Santos Niños, en Alcalá de Henares). En el momento en que tuvo lugar el hallazgo de los restos, el propio Asturio decide que se deberá construir un templo en honor a los santos, al mismo tiempo que renuncia a su plaza en la sede toledana, para quedarse en Complutum y fundar una nueva diócesis complutense.
Fruto de la fuerte devoción del ya obispo complutense, el culto a los Santos Niños se extendería por España llegando incluso a Francia. Asturio de esta manera conseguiría que Complutum se convirtiera en un importante lugar de peregrinaje. Más de trescientos años después, San Ubicio mantendría la devoción de los Santos, protegiendo los restos de la persecución árabe.
San Julián de Toledo (Toledo, c. 644 - Toledo, 6 de marzo de 690) fue un arzobispo, teólogo, poeta e historiador de la Hispania visigoda. Es considerado santo por la Iglesia católica. Tuvo un papel destacado en la sociedad y en la Iglesia católica visigoda, solo comparable al de San Isidoro de Sevilla. Fue educado en la escuela de la catedral de Toledo por san Eugenio de Toled. Julián es el escritor más prolífico de la escuela toledana y uno de los más importantes de temática religiosa. También realizó estudios teológicos con un depurado estilo literario muy superior al de su tiempo.
En el plano político, Julián defendió al rey Wamba en su escrito Historia del rey Wamba, que narra la unción real de este en 672 y la rebelión de la Narbonense al año siguiente. También era cercano al rey Ervigio, al que dedicó dos de sus obras. Ervigio sucedió a Wamba en 680, tras su deposición motivada por la penitencia que había recibido siendo inconsciente. El papel exacto de Julián en esta ocasión no está claro, pero la participación en lo que aparenta ser un golpe de Estado del obispo de Toledo, responsable del sacramento de la penitencia como de la unción real, queda bastante evidente.
Las fuentes principales sobre su vida son las actas conciliares de época visigótica, la llamada Chronica Muzarabica anno 754 y la biografía elaborada por su sucesor, el llamado Félix de Toledo o de Sevilla (693-c. 702), la Vita sancti Iuliani, escrita en los últimos años del siglo VII. Julián recibió el bautismo en la principal iglesia de Toledo y se educó en su escuela catedralicia bajo el entonces obispo Eugenio II, reconocido poeta en latín; tuvo por compañero al diácono Gudila. Unidos por los gustos comunes tanto como por el afecto, estos amigos se retiraron para consagrarse a la oración y al estudio y su celo apostólico les hizo volver al mundo para intentar la conversión de los pecadores. Al no poder realizar su deseo de consagrarse a la vida monástica, Julián profundizó en el estado clerical sus conocimientos bíblicos, teológicos, filosóficos, históricos y poéticos y así fue ordenado diácono hacia 669-670, y hacia 674-675 presbítero. Sus amplios conocimientos de patrística latina y en especial griega, algo poco usual en Occidente, le valieron tal prestigio que el rey Wamba (672-680) lo nombró sucesor del obispo Quirico de Toledo (667-680) el 29 de enero de 680, esto es, obispo metropolitano de Toledo.
Ejerció durante una década su ministerio siguiendo el ejemplo de los grandes obispos Ildefonso de Toledo e Isidoro de Sevilla. Durante su gobierno diocesano aumentó notablemente el patrimonio de la biblioteca episcopal. Asistió a varios concilios de Toledo, concretamente el duodécimo en 681, el decimotercero en 683, el decimocuarto en 684 y el decimoquinto en 688, presidiendo los tres últimos y pronunciándose sin miedo en su Apologético sobre algunas conclusiones inaceptables que el Papa había asumido sobre la herejía monotelita una vez celebrado en 680 el concilio de Constantinopla. El XII Concilio de Toledo dio por válida la polémica penitencia administrada al rey Wamba y la unción del nuevo rey Ervigio. En el XV Concilio tuvo un papel destacado, ya que se confirmó la posición teológica de Julián sobre las dos voluntades de Cristo, tema al que se dedicaron 17 cánones. También obtuvo para su sede la primacía sobre todas las diócesis españolas. Por eso se le da el título de arzobispo de Toledo, aunque el término no se empleaba generalmente en aquella época.
Julián de Toledo fue escritor muy fecundo, aunque poco de ello se haya conservado; según José Luis Moralejo, su obra teológica posee "una cierta tendencia profética y esotérica". Entre sus obras se cuenta un estudio del rito hispánico, que es la forma en que se celebraba la liturgia en territorio hispano antes del uso del rito romano, un libro contra los judíos y los tres volúmenes de los "Pronósticos", que tratan de las cuatro Postrimerías. El santo sostiene en esta obra que el amor y el deseo de ir a reunirse con Dios bastan para acabar con el temor natural a la muerte. También afirma que los bienaventurados piden por nosotros en el cielo, que desean nuestra felicidad y que ven nuestras acciones, ya sea en la misma esencia de Dios o por ministerio de los ángeles, que son los mensajeros de Dios en la tierra.
Según su hagiógrafo y sucesor, Félix de Toledo, Julián murió el 6 de marzo de 690, a la edad de 58 años. Sus restos fueron depositados en la iglesia de Santa Leocadia, aunque fueron trasladados durante las persecuciones de Abderramán I a las cercanías de Oviedo, dando nombre a San Julián de los Prados. La Archidiócesis de Oviedo y la de Toledo celebran su Fiesta el día 29 de enero, ya que ese día fue su toma de posesión de la sede toledana en el año 680. En el Martirologio Romano su festividad viene señalada a día 6 de marzo.
martes, 28 de enero de 2025
‘Peregrinos y sembradores de esperanza’, lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada
(C.E.E.) La Comisión Episcopal para la Vida Consagrada celebra el próximo 2 de febrero la XXIX Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Este 2025, el lema es Peregrinos y sembradores de esperanza. Esta Jornada anual se centra en las personas que, a través de la consagración, dedican su vida por completo a Cristo. Con ello, el encuentro busca dar a conocer la figura de las personas consagradas y sus testimonios para mostrar el valor de ellas.
Esta Jornada destaca la belleza de las vocaciones de las personas consagradas, una cualidad que nace de las alegres noticias que portan y transmiten. En el marco del Año Jubilar, la Iglesia llama a todas las personas a ser «peregrinos y sembradores de esperanza». Un camino hacia Dios propio de todos los bautizados y que anticipa los dones celestiales en la peregrinación.
Con todo ello, el mensaje de la Jornada de la Vida Consagrada presenta a estas personas como estandartes de dicha peregrinación que, a su vez, esparcen las semillas de la esperanza en su camino. Durante la Jornada del pasado 2024, el papa Francisco puso en valor la paciencia de los consagrados en su espera diaria en Cristo y animó a observar esta virtud. También destacó los «corazones jóvenes» de las personas consagradas, que no desisten en su espera ni se rinden en el camino de la esperanza.
Este año la Jornada se centra en dos virtudes de quienes viven esta vocación, dos de esas semillas que comparten con el mundo. La primera es la misión profética de los consagrados. Rodeados de dificultades, estas personas comparten la labor de transmitir el mensaje de Jesucristo, una esperanza nueva. Los consagrados, fieles a su identidad, deben mantenerse con actitud vigilante para despertar al mundo.
La segunda semilla son las relaciones nuevas. En un mundo que puede ser frío e individualista, los consagrados recuerdan que cada encuentro humano debe ser gozoso. Estas relaciones nacen del encuentro con Jesucristo y suponen una enorme fuente de esperanza, ya que contribuyen a la formación de una comunidad solidaria y peregrina.
Estas relaciones tienen un valor especial en la actualidad, donde conviven distintas culturas. Además, las personas consagradas muestran al mundo el valor de las relaciones nuevas, a través de su convencimiento de que salir de sí mismo para unirse a otros siempre genera grandes bienes.
lunes, 27 de enero de 2025
Criticar el capitalismo ¿equivale a ser «comunista»?. Por Germán Masserdotti
(Rel.) Una de las características de la estrechez mental es no saber distinguir. La cuestión se agrava cuando, además de pensar de esta manera, se habla o se escribe en consecuencia.
Esta consideración puede aplicarse a una idea que circula con frecuencia y que se suele darse por cierta sin mucho examen. Podría enunciarse de esta manera: “Los críticos del capitalismo son comunistas”.
La falta de distinción se encuentra tanto en lo que se entiende por capitalismo como en la reducción a “comunistas” de los críticos del capitalismo.
¿Qué es el capitalismo? Teniendo presente que “ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital” (León XIII, Rerum novarum, 15), puede definirse al capitalismo como “un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía” (San Juan Pablo II, Centesimus Annus, 42). Esta modalidad esencial del capitalismo, evidentemente, no puede ser criticada. No obstante, tanto desde una perspectiva teórica como histórica, existe “otro capitalismo”, es decir, “un sistema en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso" (id.). También resulta evidente que este “otro capitalismo” no sólo puede sino que debe ser criticado.
De esta manera, puede apreciarse que el problema no es el capitalismo en sí mismo considerado –es decir, el sistema económico en el cual los sujetos que ponen el capital y los que realizan el trabajo son diferentes– sino el espíritu que lo anima y que, por lo tanto, lo hace o no criticable. La historia indica que, a medida que se avanzó en la descristianización de la sociedad durante la Edad Moderna, el orden económico fue tomando más preponderancia al punto de que, al menos en el Occidente, la finalidad del lucro se impuso a la procuración del bien común político. Sin la saludable regulación moral y religiosa tanto a nivel social como individual, la economía se constituyó en el principal motor de las sociedades.
Por otra parte, los críticos del capitalismo no pueden reducirse a “los comunistas”. Por cierto que ellos lo hacen. Frente a los diversos desórdenes producidos por la ideología liberal –uno de cuyos aspectos es el económico– resulta lógico que haya habido reacciones. En este sentido, un documento ejemplar en cuanto a la prevención frente a la falsa respuesta y la enseñanza de la verdadera es la Rerum Novarum (1891) de León XIII. En este documento, por demás equilibrado, llama la atención la reprobación que se formula respecto del socialismo y, sobre todo, la sólida propuesta que se hace del orden social de acuerdo al derecho natural y cristiano como remedio a los males que se siguieron –y se siguen también hoy– del liberalismo. Por esto, los únicos que critican al capitalismo inspirado por el liberalismo no son los comunistas. Del modo más eminente, lo hace la Doctrina Social de la Iglesia y por las mejores razones.
Por último, consigno dos observaciones. La primera es que los partidarios del capitalismo liberal que se ofenden ante cualquier crítica y que simplifican en “los comunistas” a sus objetores, parecen confiar en que existe un sistema económico perfecto sin fisuras que, obviamente en su caso, es el capitalista. Otro tanto postulan los marxistas en la línea de su inspiración ideológica.
La segunda es que hay una premisa implícita típicamente moderna en sostener que criticar el capitalismo equivale a ser comunista. Es aquella que sostiene esa falsa dialéctica más vetusta que Cleopatra entre la “derecha” y la “izquierda”, dos versiones secularizadas del desorden social contrario a la Civilización Cristiana.
Continúa la labor de difusión y sensibilización sobre las Unidades Pastorales

Continúa el proceso de sensibilización y difusión de las Unidades Pastorales en la diócesis. Si el pasado 10 de diciembre, festividad de Santa Eulalia, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, firmaba en la Catedral el Decreto de Implantación de las Unidades Pastorales, este fin de semana tendrá lugar un nuevo gesto y un nuevo paso en este proceso. Así, las parroquias asturianas ofrecerán a los fieles un díptico y se leerá una homilía del Arzobispo de Oviedo preparada para este momento. «El díptico explica qué es una Unidad Pastoral, qué tipos hay, por qué se ha realizado este cambio y cómo se va a llevar a cabo», afirma el Vicario de Pastoral, Antonio Vázquez. «Es el momento de dar a conocer el término a las personas que van a la parroquia y de hacerles partícipes de este proceso que estamos viviendo en la Iglesia en Asturias. Junto con el folleto, la homilía de don Jesús está preparada expresamente para que pueda ayudarnos a centrarnos y ubicarnos en el proceso de las UP», señala.
Se trata de un avance dentro de un itinerario marcado, de aquí a varios años vista, donde se contempla la sensibilización, la puesta en marcha y finalmente la consolidación en la diócesis de las UP. Cada uno de los pasos tiene un tiempo asignado así como un responsable o responsables.
«En este 2025 nos vamos a centrar en la sensibilización», explica el Vicario de Pastoral. «A partir del momento en que nuestro Arzobispo firmó el Decreto, se comenzó a trabajar en diferentes ámbitos. Primeramente, se elaboró un logo o figura identificativa para que cualquier persona, cuando vea un material sobre las UP, sepa reconocerlo fácilmente. Se trata de la Cruz de la Victoria con el mapa de Asturias y, junto con otros dibujos que tienen como fondo la Catedral, todo ha sido elaborado por el sacerdote José Ramón Castañón».
Además, se ha puesto en marcha un Equipo de Seguimiento de las UP, formado por un grupo de Vicarios, un Arcipreste y un Delegado, al cual se tiene previsto que se unan más personas, principalmente laicos. «En el mes de febrero, además, se presentará un mapa de la diócesis con sus respectivas UP, algo que creemos fundamental para que pueda estar presente en las parroquias», explica Antonio Vázquez. «Así mismo, se repartirá, junto con el mapa, una plantilla para que cada sacerdote pueda poner las parroquias que configuran su UP y que, bien visible, sirva de orientación para los fieles». Las redes sociales y los medios de comunicación diocesanos también se pondrán al servicio de la sensibilización, y además, el clero tendrá un momento de formación desde marzo hasta finales de curso, con materiales de ayuda.
Las tradicionales Jornadas de Revisión y Programación para Vicarios, Arciprestes y Delegados, en Covadonga, que tienen lugar cada año en el mes de junio, tendrán también presente el tema de las UP y además, se publicará un material de apoyo sobre las UP, con una carta pastoral del señor Arzobispo, con sugerencias de trabajo, que además recoja el Decreto o el mapa definitivo, que sirva de ayuda para la puesta en marcha.
En esta misma página web se ha creado un dossier, con acceso desde la propia portada, donde estarán a disposición de todo el mundo los materiales
domingo, 26 de enero de 2025
''Fue a Nazaret, donde se había criado''. Por Joaquín M. Serrano Vila
En esta tercera semana del Tiempo Ordinario nos encontramos en el día elegido por el Santo Padre para celebrar el "domingo de la Palabra de Dios", una jornada para detenernos a reflexionar -aunque sólo sea una vez al año- con seriedad sobre el valor de la Sagrada Escritura en nuestra vida de fe. Palabra que día a día nos es proclamada y no siempre escuchada, que nos es dada y no siempre acogida, que nos traza una senda en labios del Señor y una hoja de ruta para llegar a Él que y nos encamina desde la esperanza en medio de las fatigas y lágrimas de nuestra vida. No es una palabra cualquiera, esa la "Palabra de Dios", que no es patrimonio de un grupo selecto, sino que se anuncia con gratuidad a todas las razas y pueblos del mundo. No son textos trasnochados, sino siempre actuales, pues es la palabra eterna que no pasa y que superará incluso al cielo y la tierra. No busca separar, sino unir; no puede ser motivo de enfrentamiento, sino de encuentro, ni menos aún puede ser usada para confundir, sino para dar respuesta a los interrogantes más profundos del alma en busca del Creador. Que la lectura asidua de la Palabra en las lecturas de cada día en casa, el evangelio de cada jornada, la liturgia de las horas, la lectio divina, nos lleven a empaparnos de la presencia del Señor al que sentimos cercano, siendo Él mismo el Verbo Encarnado.
Las lecturas de este día nos ayudan especialmente en esta jornada como vemos en el texto del profeta Nehemías, donde se plasma lo que hizo Esdras: ''trajo el libro de la ley ante la comunidad''... ''Leyó el libro en la plaza''...''Todo el pueblo escuchaba con atención la lectura de la ley''... El autor del texto nos está contando cómo empezó esa tradición de leer en público la Torá ya cinco siglos antes de poner esto por escrito, y es que el pueblo judío tenía muy claro que su identidad se había forjado desde esa lectura que se hace oración y estudio permanente a lo largo de sus vidas. Y de aquí viene también nuestra tradición, dado que son nuestros hermanos mayores en la fe, aunque nosotros no lo veamos en clave de memorizar normas que cumplir, sino que tratamos de hacer nuestra esta palabra llevándola a nuestro hoy en clave de sobrenaturalidad; sí, pero sin perder el aspecto humano. Para el pueblo judío en un primer momento lo más importante era ofrecer sacrificios y holocaustos, sin embargo hay un hecho determinante que los marcará para siempre como fue el destierro de Babilonia; allí no tenían templo, ni altar, ni animales... Pero si fue con ellos la Escritura la cual les sirvió de consuelo y aliento en espera de tiempos mejores. A partir de ahí la Torá se convertirá en el eje vertebral de su fe, hasta el punto de afirmar el salmista: ''Tus palabras, Señor, son espíritu y vida''.
En estos domingos primeros del tiempo ordinario San Pablo nos va explicando también que ese símil precioso entre el cuerpo y la comunidad, que es un texto que nos conviene reflexionar a todos: a los que formamos una parroquia, a las religiosas que viven en común, a los sacerdotes del presbiterio... Nadie sobra y todos somos necesarios. Hubo una época en la que a los sacerdotes les gustaba poner carteles en las iglesias que decían ''Unos pocos todo no, mejor todos un poco''; es decir, que todos seamos participes de nuestra misión de bautizados desde nuestras posibilidades y capacidades sin perder de vista que los roces, los choques, enfados, enfrentamientos, no son el final de nada; al contrario, somos de algún modo como las piedras del río que la corriente mueve, y nos rozamos entre nosotros como esas piedras. Así vamos puliendo hasta eliminar aristas y picos cortantes. Hay que superar las divisiones, pues como nos recordó el apóstol: ''Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan. Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro''.
Y el evangelio de este día no puede ser más acorde para esta jornada. Quizá lo primero que llama la atención y nos desubica es el modo de comenzar: ''Ilustre Teófilo:''... Un párroco de Siero hace años, para despertar la atención preguntó en la homilía: ¿Ta Teófilo por aquí? es que esto es para él. Así es, y es que el nombre Teófilo significa el amado por Dios o el amigo de Dios, por lo que podemos decir que todos y cada uno de nosotros somos los destinatarios del Evangelio: ¿nos sentimos amados y amigos de Dios o nos gustaría serlo? Pues entonces aquí hay una carta para nosotros y que no es otra que la Buena Noticia de la salvación. En ésta se relata cómo Jesús que ya ha comenzado su vida pública, ya ha hecho milagros y ha empezado a predicar hasta el punto que San Lucas nos dice que ''su fama se extendió por toda la comarca'', así como también apunta que ''Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan''. Y esas afirmaciones las hace el autor refiriéndose a Galilea, que es el principio, donde empieza esta aventura de tres años de anuncio del Reino de Dios. Pero el Señor acude ahora a un lugar especial, y así ''Fue a Nazaret, donde se había criado''. Es decir, fue a su pueblo; Galilea era considerada zona pagana, poco religiosa, fría... Pero la tierra de uno siempre es aún más difícil que el auditorio más duro imaginable, y es que las palabras de uno allí tienen siempre menos valor cuando los que escuchan y opinan son tus propios paisanos.
El suceso es muy sencillo: es sábado, todo el pueblo acude a la sinagoga y así lo hace también Jesucristo que se encontraba allí, y se ofrece para hacer la lectura. Ya este hecho nos pone sobre aviso a qué viene; no a mandar, sino a servir. Y su servicio es para por proclamar la Palabra y explicarla. En este hecho con menos de diez palabras y que algunos consideran "la homilía más breve de la historia": «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír». Estas palabras si se salían del guión; aquí está la novedad, y es que no es un judío más el que sale a proclamar, sino que estamos ante el Mesías eternamente esperado durante siglos que está aquí enviado por el Padre ''a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor''. No perdamos de vista lo afortunados que fueron las gentes de Nazaret, que fueron los primeros beneficiados del Evangelio. Al comienzo del texto el evangelista detallaba que Jesús había vuelto a Galilea ''con la fuerza del Espíritu'', por ello al leer al profeta Isaías: ''El Espíritu del Señor está sobre mí''... Por eso hace ese comentario a la lectura: ''Hoy se ha cumplido esta Escritura''. Y es que Él vino ''a darle cumplimiento''. El evangelio no nos dice hoy la reacción de sus vecinos de Nazaret, pero ciertamente, no le alabarán como hicieron en Galilea, aunque también era necesario ese rechazo de los suyos, pues también en ese pequeño gesto ''se cumplió lo que estaba escrito''...
Evangelio Domingo III del Tiempo Ordinario
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 1-4; 4, 14- 21
Ilustre Teófilo:
Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y él comenzó a decirles:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».
Palabra del Señor
sábado, 25 de enero de 2025
Desde nuestro brocal: Drones sobre nuestro mapa
Andamos sobrevolando el mundo dando soplo a la vieja pretensión humana de volar como los pájaros. Primero lo intentamos con el globo, luego con los aeroplanos, después con helicópteros y todo tipo de aviones, con satélites siderales, y ahora más cómodamente con unos sencillos drones que nos filman nuestros recovecos. Es hermoso asomarnos al escenario geográfico, aunque no contenga el otro factor como es el de la historia. Tiempo y espacio son las dos coordenadas que nos sitúan, aprendiendo tanto y de tantos, evitando los errores cometidos mientras agradecemos los resultados logrados.
Dibujar un mapa tendría esos matices de nuestra preciosa naturaleza regalada en la que tuvieron lugar los avatares sucedidos. En esto estamos también los cristianos astures, con nuestros tiempos y espacios en revisión continua. Queda atrás una estela maravillosa que es la herencia que nuestros mayores nos han legado. Pasan los días, los años y los siglos, y vamos escribiendo una historia inacabada. ¡Cuántos momentos vividos con todos sus registros humanos, sociales, políticos, económicos y eclesiales! Aun con fallos y pecados, hemos aportado la caridad más solidaria con los pobres diversos, la fe celebrada en una liturgia bella, y la esperanza que nos abrió horizontes para la confianza.
El paso del tiempo nos señaló innumerables retos que nos desafiaban en cada momento reclamando tomas de postura, decisiones audaces, dejar lo que ya no servía, vislumbrar lo que era necesario, mientras custodiábamos con esmero lo que nos seguía acompañando en la andadura. Así se escriben los renglones de nuestra historia cristiana en estos trece siglos que tuvieron su comienzo en el paso de Jesús por nuestro mundo dejando prendida la llama del Evangelio y la compañía de su amistad, hasta llegar a aquel año 811 en el que comenzamos propiamente como Iglesia en Asturias.
Al asomarnos a nuestra bella geografía, vemos cómo las gentes viven en sus distintos ámbitos: en los pueblos de alta montaña, en los valles profundos, en las villas y ciudades, en los rincones de nuestros trescientos kilómetros de costa marinera. Con ese panorama verdaderamente hermoso, han ido sucediéndose los distintos avatares que han marcado nuestros pasos: momentos de paz o batalla, de prosperidad o penuria, de explosión vivaracha o envejecimiento imparable, de clarividencia cultural o cerrazón enrocada, de apertura a un mundo inabarcable o atrincheramiento en nuestras cosas cotidianas.
La comunidad cristiana ha tenido que habérselas con lo que nos despechaba el ánimo, y las preguntas y certezas de cada generación. Así hemos llegado a este momento en el que ponemos en marcha las llamadas “Unidades Pastorales” como novedad en nuestro mapa. No cambia el Evangelio del que somos heraldos, ni la doctrina de la Iglesia que abrazamos con filial comunión, ni tampoco la llamada a ser santos según la vocación recibida por cada uno. Lo único que cambia es el modo de contarlo, de testimoniarlo y de organizarlo. A esto se deben las Unidades Pastorales de la Diócesis de Oviedo, incluyendo las tres vicarías, los doce arciprestazgos y las 934 parroquias que en nada cambian. Las Unidades Pastorales que se otean desde el dron de la historia contemporánea reorganizan esa vida cristiana implicando a sacerdotes, religiosas y laicos en una labor compartida para anunciar la Buena Noticia en un momento en el que hace tanta falta ante el cansancio y desencanto que asola y acorrala a demasiadas personas defraudadas por la mala política corrupta, la violencia de las guerras, las desgracias naturales que nos hostigan. Con las Unidades Pastorales buscamos una mayor y mejor coordinación para llegar a más gente que espera la luz y la alegría del Evangelio. Una buena ocasión para proponerlo con decisión ilusionada al comienzo del Año Santo Jubilar, que nos invita a ser testigos de la esperanza. Este es nuestro empeño y nuestro calendario.
Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo
La entretenida vida litúrgica de un cura de pueblo. Por Jorge González Guadalix
(De profesión cura) Ustedes lo tienen muy fácil. Es suficiente con consultar el calendario litúrgico de la conferencia episcopal española y todo está claro: solemnidades, fiestas, memorias, tablas y lo que se puede celebrar o no según el día. Así cualquiera. Luego viene la cruda realidad y uno hace lo que buenamente puede.
La patrona de Gandullas es la Virgen de la Paz, cuya fiesta se celebra el 24 de enero. Es decir, ayer viernes. Pero…
- Que dicen que si lo celebramos el sábado a las 13 h., que es mejor para que venga la gente.
- Pues vale.
Así que hoy sábado he rezado el oficio de las lecturas, laudes y hora intermedia de la conversión de san Pablo, el 25 de enero, celebrado misa y procesión de la Virgen de la Paz y las primeras vísperas del domingo ya esta tarde.
Añadamos otro asunto. Porque en Gandullas celebramos la misa dominical el sábado, ya que el domingo tengo otras tres.
- ¿Y qué hacemos con la misa del domingo? Porque si han venido por la mañana por la tarde ya no vuelven. Y usted el domingo no puede.
- Pues no. Por esta semana la asistencia a la misa de la Virgen de la Paz del sábado por la mañana que sirva para cumplir con el precepto dominical. El código de derecho canónico faculta al párroco para ello. Otra cosa resuelta.
Bueno, pero mañana domingo todo vuelve a la normalidad. Tampoco.
Tampoco porque tenemos un entierro en Braojos y hay que encajarlo en lo que ya hay. La familia, que muchos viven fuera del pueblo, pide hacer todo por la mañana.
- Pues tengo misa a las 11 en La Serna y a las 12 en Piñuécar y la misa de Braojos es a las 13 h. Lo único que se me ocurre es que la misa de las 13 h. sea la misa de corpore insepulto y al finalizar llevar a cabo el traslado del cadáver al cementerio. La gente del pueblo vendrá en cualquier caso al entierro y si llega alguien de fuera y se encuentra el difunto pues ya comprenderá, espero, y la misa le sirve para cumplir con el precepto. Si a la familia le va bien…
- Les va bien y muy agradecidos.
Aquí el que se aburre es porque quiere. Liturgia de las horas de la conversión de san Pablo, misa y procesión de la Virgen de la Paz, primeras vísperas del domingo y mañana dos misas dominicales “normalitas” y otra de corpore insepulto con entierro.
Creo que todo se está haciendo según marcan las normas litúrgicas, pero ya les adelanto que hay veces que uno se las tiene que apañar como puede…
Recuerdo en una ocasión, creo que era un domingo de Pascua, que cinco minutos antes de salir a celebrar me aparece una familia con las cenizas de un difunto y me piden colocar las cenizas al pie del altar, celebrar la misa exequial y luego llevar las cenizas al cementerio.
Los domingos de Pascua no está permitida la misa exequial. Pero ahí estaban las cenizas del finado.
- ¿Y qué hizo usted?
- Lo que pude…
viernes, 24 de enero de 2025
Santoral del día: San Francisco de Sales
(COPE) Dios nos envía a su Hijo, Palabra hecha Carne para que le proclamemos con su Buena Nueva. Hoy recordamos a un gran heraldo sobre los montes, pregonando la paz: San Francisco de Sales. Nacido en Saboya en el año 1567, trabajó por la restauración de la Fe católica en su país, donde había prendido el calvinismo, herejía que afirmaba que Dios creaba a unos para salvarles y a otros para condenarlos, desde la predestinación.
Sacerdote de gran ejemplaridad, será nombrado obispo en Ginebra. Después de una vida con un duro carácter, Dios le ayudó a cambiar y la dulzura le acompañó en el trato con los demás. Allí conoce a Santa Juana Francisca de Chantal la que concibe un carisma de vida activa que terminará siendo contemplativo como son la Orden de la Visitación que, popularmente, en honor de él, se llaman salesas.
Bajo su auspicio consolidó esta obra del Espíritu en ese momento. Su Santidad no quedó en desuso. De hecho, San Juan Bosco a sus hijos de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales les llama salesianos. San Francisco de Sales muere en Lyón en el año 1622. Sus restos son trasladados a Annecy.
Es el Patrón de los periodistas y los profesionales de la comunicación social. El motivo es que las cartas pastorales que escribía a los feligreses eran verdaderos artículos de comunicación donde exponía la verdad con un estilo muy creativo y personal. Gracias a esto entabla conversación con muchas almas a las que Dios ha tocado el corazón gracias a sus alocuciones, ejercicios y exhortaciones.
jueves, 23 de enero de 2025
Estampitas. Por Juan Manuel de Prada
Con motivo de una polémica reciente, han sido muchos los zoquetes que se han referido de forma burlona o condescendiente a las estampas religiosas, que consideran una patética superstición fetichista, propia de gente mermada. Pero lo cierto es que en el fetichismo se produce siempre un desplazamiento de nuestro amor hacia un objeto inanimado, que así se convierte en un ídolo; algo que no hallamos en la veneración a las imágenes religiosas.
Quien padece la perversión fetichista, incapaz de amar a una persona de carne y hueso y de expresar afectos complejos, ama sus prendas o reliquias; así sus afectos se mudan morbosamente en idolatría. Nada de esto le ocurre a quien venera una imagen religiosa, pues su devoción no se vuelca sobre el papel en que dicha imagen está impresa, ni en el lienzo en el que ha sido pintada, ni en el barro en que ha sido modelada. La devoción a las imágenes religiosas, en realidad, es muy parecida a la predilección que cualquier persona siente por tal o cual retrato de su novia, de su cónyuge, de sus padres o de sus hijos. Seguramente, tenemos muchos retratos de dichas personas, pero hay algunos que son de nuestra predilección; y entonces decidimos enmarcarlos, o meterlos en nuestra cartera, o –ahora que las fotografías son digitales– ponerlos como 'fondo de pantalla' en nuestro ordenador. Sin embargo, en la predilección que sentimos por esos retratos (que podemos besar o acariciar, con los que mantenemos coloquios interiores, sobre todo si la persona retratada se halla lejos) no hay desplazamiento alguno de nuestro amor, sino todo lo contrario: el retrato nos sirve para que nuestro amor por las personas retratadas sea más intenso, porque contemplándolo las hacemos más presentes en nuestra vida.
Esto mismo le sucede a la persona devota de una imagen religiosa. Para el católico, la representación de Jesús, de la Virgen y de los santos no es ninguna superstición fetichista, sino expresión del amor a unas personas concretas (no olvidemos que 'persona' es un concepto que surge del debate teológico) que influyen y actúan en su vida, con las que tiene un vínculo muy íntimo. A diferencia de lo que le ocurre al deísta o al espiritualista, el católico no cree en abstracciones o ideas sobre la divinidad, cree en personas –sobrenaturales, ciertamente, pero tan concretas como las personas de carne y hueso– que necesita representar en imágenes, para invocarlas y tenerlas más cerca, para rezarles y conversar con ellas más desahogadamente. Y cuando faltan esas imágenes, la fe católica se deseca, como se percibe claramente en las últimas décadas, cuando el veneno iconoclasta ha ido relegando la devoción a las imágenes. El ser humano necesita 'imaginar' aquello que ama, para tenerlo más presente; y el católico necesita encarnar su fe en imágenes. Cuando faltan las imágenes, esa fe se desencarna y enfría; o bien se engríe, se torna esotérica y gaseosa, se vuelve elitista y antipática, con la excusa de un mayor 'espiritualismo'. Se despersonaliza, en resumen.
Los zoquetes empachados de tópicos piensan que el culto a las imágenes es un signo de oscurantismo y atraso civilizatorio. Pero lo cierto es que siempre han sido los iconoclastas quienes han buscado la noche. Cuando se niega la posibilidad de representar a Dios se está negando radicalmente la naturaleza del arte (que, a la postre, es expresión de la belleza) y también la naturaleza divina. Como señalaba Simone Weil, "existe casi una especie de encarnación de Dios en el mundo, cuyo signo es la belleza. Lo bello es la prueba experimental de que la Encarnación es posible". En realidad, un arte que se niega a 'imaginar' lo sobrenatural es un arte condenado –en el mejor de los casos– a lo anecdótico; y casi siempre un arte tendente al nihilismo. La evolución del arte contemporáneo, que decidió dejar de representar o 'imaginar' lo sagrado, es la prueba más evidente de este aserto; y también un signo evidente del atraso civilizatorio en el que nos hallamos inmersos.
Otra cuestión distinta es que el arte religioso haya desarrollado malformaciones diversas, por contaminación de escuelas estéticas sensibleras o almibaradas (pensemos, por ejemplo, en el arte 'sulpiciano'). Pero sospecho que ni siquiera las estampitas religiosas más inmoderadamente merengosas provocarán en el futuro tanto horror como el estragador arte anecdótico o nihilista que invade nuestra época. En cuya exaltación puede descubrirse, por cierto, un evidente fetichismo idolátrico, propio de una época que reemplaza la vida –la vida sobrenatural, pero también la natural– por un antinatural vómito nihilista.
Publicado en XL Semanal.
Conmemoración de la descensión de la Bienaventurada Virgen María y San Ildefonso
El calendario litúrgico propio de la Archidiócesis señala la celebración de la Conmemoración de la Bienaventurada Virgen María cada 23 de Enero, día de San Ildefonso. La Iglesia Diocesana de Toledo celebra en este día el hecho prodigioso que se fundamenta en una venerada tradición.
El obispo emérito de Albacete Mons. Ángel Fernández Collado, lo explica de la siguiente manera: “Esta tradición, transmitida primero oralmente y posteriormente puesta por escrito, nos narra el hecho milagroso sucedido en Toledo, en el espacio que ocupaba entonces la capilla mayor de la basílica visigótica, entre las dos naves menores de la actual Catedral, en el lado del evangelio, entre las puertas de entrada y el trascoro: la santísima Virgen María, la Madre de Dios, queriendo premiar la defensa ardiente y decidida que el arzobispo Ildefonso estaba realizando del privilegio de su virginidad, frente a los ataques de los herejes Helvidio y Pelagio, al amanecer el día 18 de diciembre del año 665, fiesta litúrgica de la Anunciación del ángel a Santa María, establecida en esta fecha por el concilio X de Toledo (656), descendió desde el cielo hasta la Basílica toledana, apoyando sus pies sobre las piedras del suelo del presbiterio y sentándose en la cátedra episcopal, en el momento en que el arzobispo Ildefonso entraba en el templo para rezar y cantar las alabanzas del Señor, acompañado de una procesión de clérigos con velas encendidas en sus manos, a los que se unieron gente del pueblo. Habiéndose acercado Ildefonso hasta la Señora, después de unos instantes de asombro e incertidumbre, ésta le habla agradecida y le impone sobre los hombros una celestial casulla. A partir de ese momento, la piedra sobre la que María posa sus pies en la tierra se convierte en una preciada reliquia, mayor que la de cualquier santo, porque María es la Madre de Dios, la llena de gracia, y el lugar es objeto de continua peregrinación por parte de sus fieles devotos.”
Monseñor Fernández Collado subraya que no se trata de una simple historia, sino que, a partir de entonces, el lugar se convirtió en punto de referencia para los cristianos de la época visigótica y meta de peregrinaciones: “La importancia que adquiere este hecho milagroso sucedido en plena Hispania Ghotorum y transmitido ininterrumpidamente a lo largo de los siglos ha sido muy grande para Toledo y su Catedral. Los árabes, durante la dominación musulmana, al convertirse la Basílica cristiana en Mezquita respetaron escrupulosamente este lugar y la piedra allí situada por tratarse de un espacio sagrado relacionado con la Virgen María a quien se venera en el Corán. Esta circunstancia permite afirmar que el milagro era conocido antes de la invasión musulmana y que no se trata de una de las muchas historias piadosas medievales que brotaron de la fantasía popular.”
Sobre la vinculación con Oviedo Don Agustín Hevia Ballina afirma: ''en los más antiguos oficios de la diócesis ovetense. Siguiendo las pautas del rito hispano-mozárabe, me encontré con una estrecha vinculación de esta fiesta en honor de la Virgen María con la festividad de San Ildefonso, obispo de Toledo, y con la fiesta de la Descensión de la Santísima Virgen para premiar al santo obispo su defensa contra los herejes, que negaban la virginidad de la Virgen María.
En efecto, el vetusto calendario del rito hispano-mozárabe nos ofrece el 23 de enero la fiesta de San Ildefonso, arzobispo toledano, al que acabamos de mencionar, al conmemorar su natalicio para el cielo, por ser ese el día de su fallecimiento. El calendario mozárabe tuvo en especial consideración este acontecimiento. Los primitivos rituales de la liturgia hispano-mozárabe tuvieron íntima conexión con los que fueron radicándose vinculados con las iglesias hispanas y de las Galias.
En Asturias sabemos, según las Crónicas de los Reyes Astures, que "se había instaurado el mismo rito que se hallaba vigente en Toledo", obispado con que estaba vinculada la sede ovetense, a través del culto de las santas reliquias, que, según tradición, habían sido trasladadas a Asturias, al Monsacro, por los cristianos que, fugitivos de la invasión musulmana, habían huido hacia el Norte, portadores de sus más preciados tesoros, las reliquias de sus santos, que engrandecerían la urbe ovetense y su naciente Catedral al quedar depositadas en la Cámara Santa, mereciendo para el santo relicario, que transmitiera a la sede de Oviedo, el calificativo de "sancta", la "Sancta Ovetensis". Entre estas reliquias habría arribado a Oviedo la casulla de San Ildefonso, que el santo obispo había recibido de manos de la misma Santísima Virgen.
Dos fueron las fiestas que se vincularon a la presencia de la sublime casulla impuesta al santo por la Santísima Virgen, la Descensión de Nuestra Señora y la de Nuestra Señora de la Paz, vinculadas a la liturgia del día 24 de enero, sellada la paz con los herejes.
Mucho me complace leer para ti, lector muy querido, la narración que nos ofrecen el "Breviarium Ovetense" y los oficios propios de los santos de la diócesis de Oviedo. Te la hago llegar desde su latín sumamente expresivo, tal como lo ha testimoniado el obispo toledano Cixila, al transmitirnos la "Vida de San Ildefonso":
"Habiendo convencido el bienaventurado Ildefonso, arzobispo de Toledo, con la fuerza de la verdad a unos herejes, que intentaban echar por tierra la virginidad perpetua de la Madre de Dios y habiéndolos hecho expulsar y erradicar de Hispania, fue tan grande la benignidad de la Sacratísima Virgen para con su siervo Ildefonso que quiso probársela con este esplendoroso milagro: en la fiesta de la Encarnación de su Hijo, que se celebra en toda Hispania el 18 de diciembre, según decreto del décimo Concilio de Toledo, avanzada la noche, descendió del cielo la Santísima Virgen y, acompañada de coros de ángeles, se asentó en la cátedra desde la que Ildefonso tenía por costumbre dirigir la palabra al pueblo, en una forma que excedía toda comprensión de mente humana y más brillante que el sol, llenando el recinto del templo todo de una suavísima fragancia de inexpresable aroma y de una potentísima luz celestial".
"Acudiendo Ildefonso al lugar para la oración de maitines, en medio del terror de sus acompañantes y del pánico, siendo él mismo, al principio, afectado por la novedad del hecho y animado, después, por la esperanza y apoyándose en la humildad de su devota mente, tembloroso al mismo tiempo de gozo y de reverencia, se postró suplicante en tierra, a los pies de la Virgen, que así le habló: 'Acércate a mi encuentro, siervo de Dios, y recibe este regalo de mi mano que yo te he traído de los tesoros de mi Hijo'. Y al mismo tiempo que decía estas palabras, revistió a Ildefonso con una vestidura tejida con celestial artificio. Dichas estas palabras, la Virgen retornó al cielo".
"Ildefonso, invadido por la fuerza de la maravillosa visión y por el precioso regalo, fue venerable para toda su Iglesia y para su pueblo, usando siempre en las ceremonias sagradas en honor de la bienaventurada Virgen María de tan celestial regalo".
Las lecciones del "Breviario Ovetense" concluyen con estas palabras: "La fiesta del 24 de enero o de la Descensión de la Virgen se vinculó al natalicio de San Ildefonso, celebrado el día anterior, para que de tal conjunción se siguiera mayor esplendor, y en cuanto a la maravillosa vestidura, que recibió San Ildefonso como un regalo de la Virgen Santísima, fue traída por los cristianos en la devastación de Hispania por los sarracenos a la iglesia ovetense del Santísimo Salvador, con otras muchas reliquias".
Una vez conseguida la pacificación de la Iglesia y recuperada la paz, se unió a la fiesta de la Descensión la de Nuestra Señora de la Paz, figurando así en el calendario ovetense, que recoge el "Octavarium Romano-Ovetense", hecho publicar por el obispo don Benito Sanz y Forés. En él, para las iglesias dedicadas a Nuestra Señora de la Paz y a la Descensión de la Virgen, se señala como octava el día 31 de enero, siendo, en consecuencia, la fiesta el 24 de enero. En nuestra diócesis, solamente hay, que sepamos, la iglesia de Nuestra Señora de la Paz de Vidiago, en el arciprestazgo de Llanes.
En la relación de las reliquias de la Cámara Santa del Libro de los Testamentos hace referencia a esta preciosísima reliquia el obispo don Pelayo, al igual que la relaciona también el obispo don Gutierre de Toledo en el Libro Becerro de la Catedral. El misterio y el secreto mejor guardado han venido acompañando siglo tras siglo a esta sublime "vestidura", que se ha identificado con una "casulla". En la predela del retablo de la Inmaculada o de San Juan Bautista, puedes ver representada la "imposición de la casulla a San Ildefonso".
De una caja en otra y de otra en otra y de otras y otras muchas encerradas unas en otras, se describió, al parecer, en un escrutinio de las reliquias y se llegó, al fin, a la última como de un palmo, en que se decía "la casulla que Nuestra Señora dio a San Ildefonso". Abierto aquel cofrecito se halló "un cendal de color de cielo, en forma de un capuz, sin textura ni costura, como una tela de cebolla, tan delicada y sutil que con sólo el aliento que respiraban se hinchaba como una vela cuando le da recio el viento". Una vez así vista y descrita, volviéronla a cerrar en su cofrecito y ¡punto en boca!, se juramentaron todos de que no habían de decir nada a nadie. Y así se cumplió rigurosamente. Tanto que nunca ha podido hallarse la venerada "casulla de San Ildefonso", que podrá aparecer cualquier día, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por quién?
Posiblemente te apetezca leer más sobre la misteriosa "casulla". Puedes consultar la magnífica "Guía de la Catedral de Oviedo", escrita por el villaviciosino deán de la Catedral don José Cuesta Fernández, en las páginas 217 a 222. Don José culminó sus días sin haber logrado su más ansiada ilusión: descubrir la casulla de San Ildefonso, quizás en el día de Nuestra Señora de la Paz o de la Descensión de la Virgen María, esperaba él''.
Para conocer más en profundidad la importancia de este hecho prodigioso, en este enlace.
miércoles, 22 de enero de 2025
Mons. Luis Argüello, presidente de la CEE, recibe a la Ministra de Igualdad
(C.E.E.) Esta mañana ha tenido lugar en la Conferencia Episcopal Española el encuentro entre la ministra de Igualdad, Dña. Ana Redondo García, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello.
En el encuentro, solicitado por la Ministra de Igualdad, han hablado sobre las llamadas “terapias de conversión”. Al respecto, Mons. Argüello ha señalado que se trata de una expresión imprecisa, amplia y no científica, que la Iglesia católica no apoya y que no se encuentra dentro del ámbito de su acción pastoral. El Presidente de la Conferencia Episcopal ha resaltado, además, que no se pueden tratar como “terapias de conversión” todas aquellas que no sean “terapias afirmativas”.
Mons. Argüello ha añadido que el proyecto “Transformados”, según explican las personas que lo realizan, invita a la conversión a Cristo y a la propuesta de vida que surge del Evangelio y que se ofrece a todas las personas.
La Ministra y el Presidente de la Conferencia han podido compartir sus puntos de vista en relación a la cuestión sobre la distribución de la comunión a personas homosexuales. Mons. Argüello ha explicado que en la Iglesia católica no existe discriminación en este sentido ya que la norma básica para recibir la comunión, que es estar en gracia de Dios, afecta igualmente a todos los católicos, con independencia de cualquier otra condición, incluida la orientación sexual.
Por último, ambos han coincidido en la importancia que los principios de libertad, igualdad y no discriminación tienen para nuestra sociedad constitucional.
El encuentro se ha prolongado durante aproximadamente una hora en un ambiente de cordialidad y confianza.
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