lunes, 31 de octubre de 2022

Hoja informativa + Cementerio Parroquial de Lugones 2022

MOVIMIENTO ECONÓMICO:

-SALDO a 01/11/2021: 12.118´87€

-INGRESOS por cuotas, servicios y colectas desde el 01/11/2021 al 31/10/2022: 15.105´00

Posiblemente como consecuencia de la Pandemia -por olvidos y desconexiones- que produjo ésta y sus consecuencias posteriores, seguimos observando que los ingresos por cuotas, servicios y colectas han disminuido sensiblemente. De igual modo, algunos sólo se ponen al día cuando se les exige por la Funeraria Concesionaria de los servicios al ejercitar -por necesidad- el “Derecho de Uso”. Seguimos teniendo por retrocesiones y recuperaciones de nichos algunos a disposición (adjudicables sólo a feligreses). Así mismo, indicamos que los nichos que reiteradamente y en el tiempo no abonen la cuota y/ó se encuentren en estado de “abandono”, podrán ser intervenidos ante la necesidad de nuevos enterramientos, trasladando los restos que hubiere en ellos con el debido decoro al Osario Parroquial.

LA CUOTA SE ACTUALIZADO EN 2022 EN 10€ NICHO/AÑO. LA ÚLTIMA REVISIÓN FUE EN EL AÑO 2012

TOTAL INGRESOS: 27.223´87€

GASTOS:

-Por reparaciones y arreglos de zonas comunes (desconchados, cargas, pinturas y saneamiento de nichos antiguos recuperados, drenajes y limpieza de desagües y alcantarillados)  10.226´32€

-Por retrocesiones compensadas en las titularidades de nichos antiguos  7.450´00€

-Por conservación, mantenimiento general y limpieza ordinaria 4.665´90€

TOTAL GASTOS: 22.342´22€

SALDO A 01/11/2022: 4.881´65€

Se mantiene el protocolo de recursos económicos y financiación:

A) -Cuotas y servicios; B) -Colectas de Funerales; C) -Aportaciones de la Parroquia

D) –Créditos (si hiciesen falta)

Las cuentas continúan saneadas y en “positivo”, aunque sigue siendo de vital importancia regularizar los “olvidos” de la Pandemia, y mantener la línea de responsabilidad en el pago de las cuotas para poder seguir atendiendo como se merecen y en un lugar digno a nuestros difuntos, enfrentando siempre juntos las eventualidades que se van presentando en el costoso mantenimiento ordinario de nuestro Camposanto.

CUENTA CEMENTERIO:

(BANCO SANTADER -antes “Popular”- Pero sigue siendo la misma cuenta y Oficina):

ES40 0075 0882 19 0600029256 (se debe pagar a nombre del titular, no de terceros, reseñando los nichos y adjudicatario real para la adecuada identificación y adjudicar debidamente el pago)

RECORDAMOS que el impago de la cuota puede dar lugar a la revocación del título del “Derecho de Uso” (quien abandona la obligación que conlleva un derecho, abandona también el propio derecho) y, en todo caso, no se atenderá ningún “servicio”, ni por la “Funeraria SAN PABLO” (encargada del Cementerio -antes “San Mateo”-) ni por la Parroquia, que no esté al corriente de pago. Igualmente, TODAS las obras que se realicen en los nichos o en su entorno han de contar con el PERMISO ESCRITO de la Parroquia, titular y única administradora del Cementerio y sus nichos, y, en caso de su concesión, quedará el mismo condicionado al cumplimiento del criterio estético que recoge la normativa eclesiástica vigente y que se reseña al reverso de los “Títulos o Escrituras.”

-Funeraria San Pablo: (985 27 79 99) exigirá siempre para cualquier intervención en los nichos el Título (“Escritura”) del “Derecho de Uso” y los recibos de estar al corriente de pago de las anualidades del 2005 en adelante, así como el Permiso de Obras para intervenir en ellos.

ANTE CUALQUIER DUDA O ACLARACIÓN DIRIGIRSE AL DESPACHO PARROQUIAL:

DE MARTES A VIERNES DE 18 A 19 HORAS; TF.985 26 04 14//URGENCIAS: 659 31 33 53 

 

Despedida de las Dominicas de la Anunciata de Lastres: una luz que encendió muchas luces

(dominicasanunciata.org) El pueblo de Lastres y Luces despedían el día 22 de octubre a las hermanas de la Comunidad de Lastres con una solemne Eucaristía de acción de gracias en la que participaron las gentes de ambos pueblos y diversas autoridades civiles, Sra. alcaldesa de Colunga D. ª Alejandra Cuesta Fanjul, algunos concejales, los máximos representantes de la guardia civil del pueblo de Lastres, etc. Fue presidida la Eucaristía por el Vicario de la zona de Gijón y Oriente, D. José Ángel Pravos, junto con los sacerdotes párroco y vicario de la unidad pastoral de Colunga, D. Jesús y D. Miguel Ángel. La parte musical estuvo animada por el coro San Roque de Lastres.

La comunidad estuvo acompañada estos días por la H. Mª Isabel, Priora provincial y las Hermanas del Consejo.

Fue un momento muy emotivo en el que la gratitud, el dolor de las gentes, las lágrimas, los recuerdos, y las muestras de cariño se entremezclaban con el rumor de las olas, y se oía una y otra vez: “¿Por qué tienen que marcharse?” “¿Volverán?… tenemos una gran pena… rezaremos por ellas… me enseñaron tantas cosas…”.

En el momento de la acción de gracias, la Parroquia en nombre de los vecinos de Lastres y Luces principalmente hizo entrega a la H. Mª Isabel de una réplica de la carabela Santa María con la siguiente dedicatoria: «A la Congregación de Dominicas de la Anunciata, a las hermanas de la Comunidad de Lastres por sus 56 años de presencia y misión entre nosotros, a tantas hermanas que han pasado y servido, por su entrega siempre pronta y generosa en el pueblo, en la educación, la pastoral de la parroquia el arciprestazgo, por su vocación de consagradas siguiendo la huella de San Francisco Coll y su devoción a la virgen del Rosario, como discípulas y misioneras del Evangelio, hacemos entrega de este recuerdo para que no nos olviden y nos tengan siempre presentes en sus oraciones allí donde vayan. Que el Señor las bendiga y guarde en su paz y amor». También entregaron a la priora de la casa H. Angelita Suárez un ramo de flores y un rosario a cada una de las hermanas de la comunidad.

La Priora provincial, H. Mª Isabel, dio las gracias y recordó el camino recorrido por la comunidad desde su fundación.

Con anterioridad, el jueves día 20, el Sr. arzobispo D. Jesús Sanz Montes concelebró con los sacerdotes de la parroquia, para las hermanas, una Eucaristía en la capilla de la comunidad privadamente. Agradeció el testimonio de su vida entregada y generosa a las gentes del pueblo marinero de Lastres y de su entorno, su servicio y disponibilidad, así como también para la Archidiócesis y demás personas procedentes de otros puntos de la geografía nacional. Y con tristeza y gozo las invitaba a seguir el viaje allí donde Dios hoy, las llamaba a través de las decisiones tomadas por las superioras de la Congregación.

Seguidamente, se compartió un ágape fraterno todos juntos, originándose un momento entrañable de fraternidad y familiaridad.

domingo, 30 de octubre de 2022

''Hoy ha sido la salvación de esta casa''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Avanzando hacia el ocaso del año litúrgico nos encontramos ya en el domingo XXXI del Tiempo Ordinario; provenientes cada uno de nuestro hogar y entorno, somos convocados una vez más por el Señor haciendo una única familia, un sólo espíritu y un sólo corazón en torno a su mesa. La alegría de la resurrección del Señor es el eco que resuena en nosotros cada semana y nos llama a vivir la alegría de de la actualización de su Pascua. En este domingo el Señor nos llama a tomar conciencia de que somos invitados con nuestras indignidades y virtudes a sentarnos con Él a la mesa; quiere venir y hospedarse en nuestra casa buscando estar cerca de nosotros para sacar de cada uno lo mejor que llevamos dentro.

I. Llamados a algo muy grande

Ahora que nos vemos en vísperas de los primeros días de noviembre en los que celebraremos la Solemnidad de Todos los Santos el día primero y la memoria de fieles el segundo, nos viene muy bien este fragmento de la epístola de la Segunda Carta a los Tesalonicenses para interiorizar el sentido que para el creyente tiene mirar al mañana. Este texto se escribe en un momento preciso para orientar a una comunidad cristiana que estaba pasando una fuerte crisis de identidad dado que no habían comprendido ni el sentido de la muerte, ni el significado de la segunda venida de Cristo, ni las profecías sobre el fin del mundo. Por desgracia, también en nuestras comunidades parroquiales experimentamos hoy cómo se está diluyendo profundamente el sentido cristiano para afrontar el final. Nuestra sociedad no piensa ni aspira al cielo, pues ha sacado a Dios de sus vidas y por ende, no tiene deseo de conocerle, de vivir para siempre en su presencia gozando de su Reino. Todos tenemos una vocación particular a un estado de vida, pero una vocación común que jamás hemos de perder de vista es que estamos llamados al cielo, a vivir en gracia con Dios y con los hermanos, y a mejorar cada día preparándonos para como diría San Juan de la Cruz: "el día en que seremos examinados del amor". Si vivimos vigilantes preparándonos en conciencia para ese momento se hará verdad en nosotros lo que se nos ha dicho en esta segunda lectura: ''De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo''. A aquella comunidad de Tesalónica le ocurría que no entendían la sustancial diferencia entre que vivir alarmados pensando en un final inmediato, y como nosotros ahora, pensando que la muerte está aún muy lejos y que ya habrá tiempo de ser buenos, de confesar y estar a bien con todos... No nos dejemos engañar por el maligno que busca nuestra condena; dejemos actuar a la gracia en nosotros y a Dios ser el Señor de nuestra vida de forma que Él nos ''haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe''.

II. El creado llamado a ser salvado

La primera lectura tomada del Libro de la Sabiduría, nos habla precisamente de ésto: la sabiduría en mayúsculas, que no es otra que la de Dios. Qué pequeña es la criatura mirando al Creador: ''el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza, como gota de rocío mañanero sobre la tierra''. Nuestro acierto parte de sabernos reconocer pequeños delante del Altísimo, al tiempo que le damos gracias por siempre de compadecerse de nosotros. Así nos lo dice el texto: el Señor pasa por alto nuestro defectos no para que sigamos actuando mal y nos regodeemos de ellos, sino para que cambiemos. Dios nunca quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. No somos fruto de un azar, ni somos cacharros inservibles; somos criaturas creadas con y por amor, con sentido y para un destino. Dios no defrauda, no toma venganza, no guarda rencor por grandes que hayan sido a lo largo de la historia nuestras afrentas y pecados contra Él. Al contrario, no sólo no nos da la espalda, sino que como afirma el autor del texto: ''¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisieras?,o ¿cómo se conservaría, si tú no lo hubieras llamado? Pero tú eres indulgente con todas las cosas, porque son tuyas, Señor, amigo de la vida''. Dios no opta por la destrucción, por el descarte, por quitarse de delante a alguien; en contraposición, no se cansa de dar oportunidades, de derrochar misericordia, de permitirnos una y mil veces volver a empezar de nuevo. Dios vive en nosotros, nos da fuerza para levantarnos de nuestras caídas, pues su deseo es que todo lo por Él creado camine por el buen camino para poder ser así salvado. 

III. En Jericó 

San Lucas nos presenta este pasaje tomado del capítulo 19 de su evangelio, donde nos relata la visita de Jesús a la ciudad de Jericó. Así como en otros relatos es insignificante donde tienen lugar la escena, aquí el evangelista tiene interés en decirnos dónde ocurre: ¿por qué? Jericó es considerada una de las ciudades más antiguas del mundo, y por ello que Jesús realice el gesto que realiza en ella para muchos biblistas viene a suponer una alegoría de cómo el Señor quiere que la salvación llegue a todos: antiguos o nuevos. Era una ciudad famosa por sus murallas, lo que muchos exégetas interpretan como que no hay muros para el evangelio, y tantísimas comparaciones más como ser una ciudad de frontera, un punto estratégico en el camino a Jerusalén... Pero vayamos al meollo del evangelio de este día: Jesús atraviesa aquella localidad despertando el interés de sus gentes curiosas por ver al renombrado nazareno. Entra en juego el personaje protagonista de este relato: Zaqueo, que sabemos que era un pecador público; es decir, era un publicano rico mal visto por los puritanos y fariseos. El texto nos dice que como era pequeño de estatura se subió a un sicomoro -una especie de higuera- para ver pasar a Jesús. Y el Señor vuelve a dejar desconcertados a todos, pues Jesús se detiene junto al árbol, se queda mirado a Zaqueo y le dice que baje con prisa, que quiere hospedarse en su casa... La primera pregunta: ¿puede un rico ir al cielo? es difícil, pero no imposible. Los publicanos estaban muy cuestionados en la sociedad del tiempo de Jesús, se les tenía por traidores en sus tratos con los romanos, incluso hablar con uno de ellos suponía hasta casi contaminarse socialmente. El Señor rompe con todo eso, no sólo habla con Zaqueo, sino que se autoinvita a su casa: ¿por qué? Pues porque quiere llevar a todos la salvación. Sólo podemos ser del Señor si no nos dejamos esclavizar por los bienes terrenales. Y si caemos en esa tentación viene el Señor a decirnos: ''deja eso que no te lleva a ningún lado''. Esto vemos en Zaqueo: la conversión al descubrir que sólo el Señor le ofrecía una vida nueva y eterna, por eso afirma: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Esto es lo que pasa cuando alguien roba algo; no basta con confesar el apropio, sino que se debe restituir por completo éste para alcanzar el perdón. Imaginemos que hoy Jesús entra en Lugones por la venida de Oviedo y todos salimos a verlo -aunque también lo dudo- y resulta que Él quiere hospedarse en la casa que menos hubiéramos imaginado; es verdad que el Señor tiene predilección por los pobres, sin embargo en este pasaje va a la casa de uno de los más ricos del lugar: ¿Qué diríamos!... Y es que el Señor siempre nos desconcierta. Qué daño nos hace para vivir la fe apegarnos al tener y poseer; nos endurece el corazón y nos conduce a la codicia y la insensibilidad... Abramos nuestro corazón al Señor que hoy quiere también hospedarse en nuestra casa e invitarnos a la conversión. Ojalá también pueda decir de nosotros: ''Hoy ha sido la salvación de esta casa''. 

Evangelio Domingo XXXI del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,1-10):

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Palabra del Señor

sábado, 29 de octubre de 2022

Hoja litúrgica Domingo XXXI del T. O.


Sufragios. Por Guillermo Juan Morado

(La Puerta de Damasco) La palabra “sufragio” tiene, en la lengua española, algunas acepciones que remiten al lenguaje de la fe. En un sentido general, “sufragio” significa ayuda, favor o socorro. Y, de modo más específico, alude a una “obra buena que se aplica por las almas del purgatorio”.

Si las palabras del lenguaje de la fe desaparecen del uso común de los hablantes nos encontramos ante un signo preocupante. Con la ausencia de las palabras, se aleja la realidad de lo que esas palabras significan. Y es verdad que, para muchos, los términos “sufragio” o “purgatorio”, en su connotación religiosa, ya no significan nada o casi nada.

Se ha convertido en una costumbre despedir a los difuntos en los tanatorios, en el mejor de los casos con una vaga ceremonia religiosa. Ya no se celebra la misa exequial en las parroquias y, mucho menos, el aniversario del fallecimiento. Y ni siquiera se pide, en la mayoría de las ocasiones, la aplicación de la santa Misa por un difunto.

Casi todos los indicadores de la fe, de la vivencia de la fe, son negativos: Ni asistencia a la santa Misa, ni bautizos, ni primeras comuniones, ni bodas, ni funerales… Casi todo apunta hacia la nada, aunque es verdad que, al mismo tiempo, hay un “pequeño resto” que se ha tomado más en serio la fe y el compromiso con la Iglesia.

La fe católica cree en la existencia de la purificación final o purgatorio; es decir, cree, como enseña el Catecismo, en la existencia de la purificación final de los elegidos, de aquellos que “aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo”.

Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos. La Biblia dice que Judas Macabeo “encargó un sacrificio de expiación por los muertos, para que fueran liberados del pecado” (2 Mac 12,46). Desde el principio, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, especialmente el sacrificio de la santa Misa, además de las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia.

San Juan Crisóstomo escribe, al respecto: “Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su padre, ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? […] No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos”.

Alude el Crisóstomo a la costumbre de Job de ofrecer sacrificios por cada uno de sus hijos para purificarlos (Job 1,5). En la profesión de fe del emperador Miguel Paleólogo enviada por carta, en 1274, al papa Gregorio X en el II Concilio de Lyon se lee que, para alivio de las almas de los difuntos que son purificados en el purgatorio, “les aprovechan los sufragios de los fieles vivos, a saber, los sacrificios de las misas, las oraciones y limosnas, y otros oficios de piedad, que, según las instituciones de la Iglesia, unos fieles acostumbran a hacer en favor de otros”.

Se trata, en suma, de la “comunión de los santos”, la consoladora verdad que nos dice que como los creyentes forman un solo cuerpo, “el bien de los unos se comunica a los otros”. Y esta comunión abarca también a los difuntos: Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor.

Lo tenía muy claro santa Mónica, la madre de san Agustín. Antes de su muerte, dijo a sus hijos: “Enterrad […] este cuerpo en cualquier parte; no os preocupe más su cuidado; solamente os ruego que, dondequiera que os hallareis, os acordéis de mí ante el altar del Señor”.

Una petición, la de santa Mónica, que podemos hacer nuestra: que nos recuerden ante el altar, en la santa Misa, ofrecida en reparación de los pecados de los vivos y de los difuntos, y para obtener de Dios beneficios espirituales o temporales. Eso dice la fe de la Iglesia, hoy tan en penumbra.

viernes, 28 de octubre de 2022

Carta semanal del Sr. Arzobispo

Nos adentramos ya en la espesura del otoño. 

Los días se nos acortan y en el aire se percibe cada vez más ese inconfundible aroma de las brumas mañaneras persistentes, de la humedad en la atmósfera que nos abraza con su magia, y las temperaturas que nos hacen sacar de nuevo la ropa de mayor abrigo en esta esquina del calendario cada año. 

El otoño tiene su encanto singular. No es el brote explosivo de la primavera vivaracha. Ni tampoco la cadencia agostadora cuando llega el verano con su estío. Aún no llama a la puerta de la agenda el rigor de un invierno con sus gélidas noches y mañanas. El otoño es sereno, discreto, a veces parece tímido y recatado, mientras nuestros senderos serranos, los caminos de parques y alamedas, se alfombran de hojas caídas que nos permiten pasear como quien pisa el misterio de tantas encrucijadas dispuestas a ser de nuevo reestrenadas al paso de nuestra prisa, de nuestro enojo, de nuestra calma y esperanza en el trasiego, año tras año, de una cifra más a nuestra vida. 

Pero el otoño tiene una cita especial al comienzo de noviembre. Hay una fiesta cristiana de primer rango cuando recordamos a todos los santos que en el mundo han sido. No se trata de las fiestas de santos conocidos, esos que tienen su fecha y su cuidada romería en el festejo señalado en nuestras calendas populares y religiosas. Ahora se trata de festejar a “todos” los santos. Aparentemente anónimos y desconocidos, pero que Dios bien sabe por qué los ha canonizado con la discreción que le caracteriza sin ningún tipo de boato. En el altar del cielo, allí está ese inmenso retablo donde se encuentran los santos, todos ellos, cada uno en su calle, en su ventana, en la traza de su época y en el arropo de su ámbito de domicilio. 

Es una fiesta de todos los santos en la que sin que nosotros sepamos cómo, nos encontramos que tenemos a gente sencilla, hombres y mujeres que son de nuestra familia, del círculo de nuestras amistades, compañeros de pupitre y de tantas andanzas, que acertaron a vivir cada cosa desde una conciencia verdaderamente cristiana. Sin alharacas ni troníos, como quien ha hecho sencillamente lo que tenía que hacer... desde el Evangelio, desde la tradición cristiana, desde la bondadosa convivencia llena de respeto y de verdad, acertando a dar en todo momento razón de su esperanza. 

Ahí nos encontramos a abuelos y padres, a niños y ancianos, a curas y obispos, a monjas y frailes, personas que, en todas las profesiones laborales, en todas las condiciones sociales y económicas, en todos los lares y épocas, en todas las lenguas y culturas... han sido, ni más ni menos, que buenos cristianos. Con sus dudas y certezas, con sus aciertos y pecados, con sus sonrisas y sus llantos, con sus éxitos y fracasos. Pero que quisieron y supieron vivirlo todo desde Cristo, desde su condición cristiana vivida con sencillez, pero con arrojo y audacia, e incluso con heroísmo generoso cuando había que dar la batalla. 

Hermosa fiesta de todos los santos. Y es un buen preámbulo para la conmemoración que, al día siguiente, el dos de noviembre, hacemos de los fieles difuntos. Nuestra santa costumbre de acudir a los cementerios para dejar unas flores, avivar los recuerdos de palabras y gestos de nuestros seres más queridos, y para elevar unas plegarias pidiendo para todos ellos el eterno descanso. Santos y difuntos: todos aquellos que nos han precedido en la vida y en la fe que, en este rincón sereno de un otoño adentrado, se nos presentan reclamando en nosotros la gratitud por cuanto en ellos Dios nos ha dado, y la responsabilidad ante la herencia de humanidad creyente que en nuestros santos y difuntos se nos ha regalado. Nada que ver con esas parafernalias prestadas y ajenas, pretenden diluir con sus calabazas al amparo de una efímera vela, la belleza del recuerdo de nuestros santos y seres queridos difuntos que nos esperan en el cielo. El antaño se hace hogaño en nuestra gratitud y nuestras plegarias. 

+ Jesús Sanz Montes, 
Arzobispo de Oviedo

Necrológica

Ha fallecido el sacerdote diocesano Rvdo. Sr. D. Severino Rubiera Menéndez

Nació en Gijón (Parroquia de San Pedro Mayor) el 20 de marzo de 1929

Ingresó con 14 años en el Seminario de Barres, al año siguiente se pasó al Seminario de Tapia de Casariego; de allí al de Valdediós, y finalmente al Oviedo en el que concluyó sus estudios y donde recibió la ordenación sacerdotal el 29 de julio de 1956 de manos de Monseñor Lauzurica y Torralba.

Sus destinos fueron:

Coadjutor de San Pedro Mayor de Gijón (1956- 1961)

Ecónomo de San Andrés de Faedo - Cudillero y encargado de Santa María de Villavaler - Pravia (1962)

Ecónomo de Santa Marina de los Cuclillos - Siero (1962 - 1965)

Regente de Santa Eulalia de Vigil - Siero (1965 - 1967)

Encargado de Santo Tomás de Feleches y su filial de Traspando - Siero (1967) 

Coadjutor de San Juan de Amandi  - Villaviciosa (1971 - 1972)

Encargado de Santa Eulalia de Carda - Villaviciosa (1971- 1976)

Encargado de Santa María de Rozadas - Villaviciosa (1972) 

Regente de Santa María de Rozadas - Villaviciosa (1972-1982)

Encargado de Santa Eulalia de Nievares - Villaviciosa (1972- 1980)

Encargado de San Julián de Cazanes y San Vicente de Grases - Villaviciosa (1976- 1980)

Ecónomo de San Cosme de Corias - Pravia (1980 - 1981)

Encargado de San Donato de Sandamías - Pravia (1980 - 1981)

Curso estudios de Teología Dogmática en la Universidad de Pamplona (1982- 1984)

Vicario Parroquial de San Cristóbal el Real de Colunga (1984- 1989)

Párroco de Santa María de Bierces, San Pedro de Pernús y San Pedro de Sales - Colunga (1984- 2012)

Párroco de Santa María de Tona de la Isla  - Colunga (1997-2012)

Administrador Parroquial de Santa María de Sábada - Lastres (1998 - 1999)

Párroco de Santa Mª Magdalena de Libardón, San Pelayo de Pivierda y San Juan de Duz - Colunga (2001-2012)

Párroco de Santa Úrsula de Carrandi - Colunga (2006 - 2010)

Párroco de Santiago de Gobiendes - Colunga (2006 - 2012)

Su vida sacerdotal estuvo repartida entre coadjutorías de parroquias de cierta entidad y responsable de parroquias rurales; siempre quiso vivir en un segundo plano y nunca aspiró a otra cosa que fuere la cura de almas. A finales del año 2012 viendo flaquear sus fuerzas para continuar atendiendo las siete parroquias que en ese momento llevaba, y no teniendo ya reflejos para seguir conduciendo, renunció a la cura pastoral. Pasó a la situación de jubilado fijando a mediados de Noviembre de 2012 su residencia en la Casa Sacerdotal Diocesana de Oviedo. Justamente en esos días falleció su amigo y compañero en la zona rural de Colunga, D. Ignacio Megido Álvarez, el cual llevaba ya unos años jubilado en dicha Casa Sacerdotal. En estos años de retiro "Don Seve" experimentó mayor deterioro en la memoria y fuerzas, por lo que se encontraba en la enfermería de la Casa. El sueño de la noche se enlazó con el sueño de la eternidad en espera de la Pascua durante esta madrugada en que entregó su alma a Dios. Tenía 93 años de edad y 66 de ministerio sacerdotal.

D. E. P.

El funeral por su eterno descanso tendrá lugar el sábado 29 de octubre a las diez de la mañana en la Casa Sacerdotal, presidido por el Sr. Arzobispo. La Capilla ardiente ha quedado instalada en la Capilla de Altares de la Casa Sacerdotal de Oviedo. El acceso está restringido por razones sanitarias, y sólo familiares y sacerdotes de la propia Casa podrán acceder. Tras la celebración exequial sus restos mortales recibirán cristiana sepultura en el Cementerio Municipal de El Salvador de Oviedo.


''Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?'' (Sal 41)

jueves, 27 de octubre de 2022

IMPORTANTE


Silvia Álava, psicóloga: “Somos muy hipócritas; celebramos Halloween y nos disfrazamos, pero no hablamos de la muerte con los niños”

(EP) Brujas. Arañas. Fantasmas. Calabazas. Halloween está a la vuelta de la esquina y muchos niños y niñas viven con emoción esta fiesta, porque se van a disfrazar y en el colegio será un día diferente. ¿Pero conocen los niños el verdadero significado de esta celebración importada de Estados Unidos y que ha cogido cada vez más fuerza en los últimos años? ¿Qué ha ocurrido con nuestro Día de Todos los Santos? Silvia Álava Sordo, psicóloga infantil y autora de libros como ¿Por qué no soy feliz? Vive y disfruta sin complicarte la vida o El arte de educar jugando, es de la opinión que se está perdiendo la finalidad de este día: que abuelos, padres e hijos convivan con la nostalgia y la muerte.

“Efectivamente, Halloween es una celebración que no es nuestra, sino importada, y que ha dejado de lado nuestro Día de Todos los Santos, en el que vamos a los cementerios, llevamos flores y encendemos velas por nuestros seres queridos. Y creo que somos muy hipócritas, porqué celebramos este día y nos disfrazamos, pero no hablamos de la muerte con los niños. Álava se refiere al hecho de que muchos padres y madres no hacen partícipes a sus hijos de todo el ritual que conlleva el 1 de noviembre en España. “Parece una broma, pero no sucede solo ese día. Hay progenitores que son incapaces de lidiar con la muerte, que continuamente alejan a sus hijos de los hospitales, de los tanatorios e, incluso, de la enfermedad. Y esto está mal porque la muerte es parte de la vida, y este día puede ser una buena oportunidad para recordar a aquellos que ya no están”, añade.

“Hemos importado toda esa parafernalia del disfraz de Halloween, disfraces de zombis, de brujas, de esqueletos, pero luego se nos ha olvidado toda la parte más emocional”, incide. Para ella, esa parte emocional es hablar de la muerte con los niños: “Que entiendan que morir forma parte de la vida. Aunque es cierto que hasta los seis años los menores no entienden la idea del no retorno, el que si mueres ya no vuelves —la experta se refiere a la edad en la que el desarrollo cerebral empieza entender que vivimos y morimos―”.

Álava cree que es una buena idea explicarles que, además de la ilusión de disfrazarse en Halloween porque se lo van a pasar fenomenal con sus amigos, existe el 1 de noviembre, un día en el que en España nos acordamos de las personas que ya no están con nosotros: “A lo mejor, es un buen momento, por ejemplo, para acordarse de ese abuelito que falleció este año, viendo todos juntos sus fotos y contándole historias sobre su vida, pero no desde la tristeza, sino desde la nostalgia. Transmitiéndole que, le echamos de menos, pero estamos agradecidos del tiempo que hemos pasado con él”. En definitiva, dice, “importar una fiesta extranjera es genial, pero no perdamos la nuestra”.

Halloween ha llegado para quedarse, ¿qué disfraz escojo?

Pero la fiesta de Halloween está claro que ha llegado para quedarse. Según se acerca el 31 de octubre, fecha de su celebración (aunque los colegios ya han empezado a festejarlo estos días), los niños cada vez están más emocionados con que llegue el día para convertirse en vampiro, bruja o momia. En cuanto a los disfraces que deberían elegir, Álava Sordo es tajante en señalar que no se usen máscaras, sobre todo si los niños son pequeños: “No es solo porque no se les ve la cara, sino también porque les puede agobiar y hacer que respiren mal”. Además, hay menores a los que les da miedo ir de vampiros, brujas o esqueletos: “Lo mejor en estas situaciones es explicarles qué es Halloween, la parte más lúdica de la Noche de los Muertos, como son las vestimentas, las calabazas o el truco o trato —ir de casa en casa pidiendo chucherías—, y preguntarles si lo entienden y cómo quieren participar. A lo mejor quieren ir disfrazados de otra cosa. Y también está bien”.

Durante estos días a menudo también se da el debate entre padres y madres de si es mejor o peor comprar un disfraz o hacerlo en casa. “En mi opinión, es mejor hacerlo”, asegura convencida Álava. Pero no se refiere a que los padres y las madres estén cosiendo por las noches, sino a hacerlo involucrando a los niños, creando un momento de creatividad en familia: “Podemos coger simplemente cartulinas, gomas, las cosas que tenemos por casa, e ir construyéndolo poco a poco todos juntos”. La psicologa quiere dejar claro que no se trata de ganar un concurso, y que el objetivo es hacer algo divertido, aunque no quede tan espectacular como un superdisfraz comprado. “Además, con este tipo de actividades se aprende a trabajar en equipo, y el menor se va a sentir mucho más implicado”.

Eso sí, Álava incida en que en las clases debe haber consenso a la hora de elegir entre disfraz comprado o uno hecho: “Obviamente, puede que haya en el aula algún niño o niña que su familia no pueda comprarlo. Conocer la situación individual de cada menor es esencial, para que así el docente pueda alabar el esfuerzo y la creatividad del niño y su familia. Y, sobre todo, no se trata de quién tiene el mejor o el peor disfraz, es un momento de cohesión del grupo, para pasarlo bien, un día en el que hacemos cosas distintas”.

Normalmente, y sobre todo en Educación Infantil, hay una tendencia a que los profesores elijan el tema del disfraz para que todos los niños vayan iguales: todas brujas, todas calabazas, todas arañas, etcétera. En opinión de Álava, es importante que los docentes tengan en cuenta los gustos de sus alumnos y que elijan disfraces que estos puedan entender: “Una buena idea sería que todos vayan de animales, de profesiones que son fáciles de representar y, en este caso, de Halloween, pues de momias o brujas. ¿Qué es lo que un niño no va a entender? Pues que se decida que vayan todos, por ejemplo, de la década de los ochenta o de una película de terror concreta”. Además, y según explica, los profesores deberían ser comprensibles con que un niño acuda a clase con algo diferente, aunque no estuviera previsto: “No pasa nada. Nos divertimos igual”.

“Hay niños a los que les encanta disfrazarse, pero hay otros a los que no”, prosigue la también escritora. “Y en estas situaciones hay que respetar su opinión, hay que entender que no quiera hacerlo”. En conclusión: no hay que obligarle ni convencerle para que lo haga, a pesar de la presión que pueda ejercer sobre él que el resto de la clase sí lo vaya a hacer. Álava añade que, en estos casos, lo mejor es explicarle bien al menor lo que se va a encontrar cuando llegue al colegio el día que toque disfrazarse: “Hay que avisarle de que todos van a ir caracterizados menos él, y que tal vez tenga que responder preguntas de sus compañeros o de la comunidad escolar. Hay que advertirle también que puede que se sienta un poco raro al ser el único que va diferente”. La psicóloga sugiere que se le puede proponer comprar o hacer un disfraz juntos los días anteriores por si cambia de opinión o, incluso, meterlo en la mochila por si acaso: “Con su permiso, claro. Hay que informarle”.
Los beneficios de disfrazarse

“Los padres y madres deben saber que disfrazarse va más allá de que nuestro hijo se vista de su personaje favorito en Carnavales o Halloween. Cuando un niño lo hace, está interpretando un rol, está jugando. Y no me refiero solo a los atuendos que se compran en las tiendas; el menor lo hace en cualquier época del año, sin excusas y con cualquier cosa. Puede usar papel, trapos, telas o la ropa de mamá o papá. Todo vale”. Y sus beneficios son muchos.

Según explica la experta, este tipo de juegi simbólico —actividad espontánea en la que los pequeños utilizan su capacidad mental para recrear un escenario como entretenimiento— fomenta la creatividad, la imaginación y la empatía: “A veces, no es fácil entender los sentimientos de los otros, y los disfraces pueden ayudar a los niños a entender situaciones que no les son conocidas; les ayudan a crear y vivir diferentes personajes y, además, lo hacen pasándoselo bien”.

¿Qué hacer si tu hijo tiene miedo a Halloween?

Halloween es también una fecha que puede asustar a muchos niños, sobre todo a los más pequeños, a los que puede no gustarles una fiesta que se relaciona con brujas, fantasmas, monstruos y villanos. La psicopedagoga Sonia López Iglesias resume lo que se puede hacer en esos casos con estas cinco pautas: 

1. No hay que obligar a los niños a disfrazarse o a estar en contacto con personas disfrazadas si no lo desean.

2. Lo primero que se debería hacer es explicarles en qué consiste la fiesta, de dónde proviene y asegurarnos que entienden que todo lo que pasa en ella no es real (por ejemplo, que una persona muerta no puede resucitar).

3. Se pueden utilizar cuentos que traten la diferencia entre la realidad y la ficción y sobre cómo afrontar el miedo.

4. No se debe ridiculizarles si muestran miedo; deben sentir que se valida su emoción y la acompañamos con calma y respeto.

5. Podemos proponerles que nos disfracemos juntos para que sea mucho más divertido, o hacer alguna receta de cocina relacionada con el tema.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Tras el éxito de la canción de «El cielo no puede esperar», llega el cartel de la película de Acutis

(Rel.) "El cielo no puede esperar", la primera película sobre el beato Carlo Acutis ya tiene cartel oficial. La productora Custodian Movies ha lanzado la que será la imagen de la primera película sobre el beato Carlo Acutis. Una obra que a buen seguro tocará el corazón de miles de jóvenes y de la que se anunciará la fecha de estreno mundial muy pronto.

Producida por los jóvenes hermanos Borja e Inés Zavala, el equipo de "El Cielo no puede esperar" está a las órdenes del periodista y académico del cine español José María Zavala, director y guionista también de "El Misterio del Padre Pío", "Wojtyla. La investigación" o "Amanece en Calcuta".

Un espejo para los jóvenes

"Es una película que no va a dejar un momento de respiro a los espectadores por la enorme carga emotiva y esperanzadora que representa la figura de Carlo Acutis, un joven excepcional pero al mismo tiempo normal, donde otros muchos jóvenes como él pueden verse reflejados como en un espejo. Va a ser una revolución entre los jóvenes y no tan jóvenes del mundo entero", comenta el director sobre su quinta obra cinematográfica.


La banda sonora de la película, dada a conocer al público hace unos días con gran éxito, corre a cargo de Luis Mas, concursante del programa de televisión "Operación Triunfo" en España. Sólo en YouTube ha alcanzado ya casi las 400.000 visualizaciones en menos de dos semanas.


Carlo Acutis nació en 1991 y desde muy pequeño demostró su interés por la Eucaristía. A la edad de 7 años hizo la primera comunión y a partir de ese momento comenzó un largo camino de evangelización, tratando de hacerle llegar la palabra a vecinos, amigos y compañeros de estudio. Acutis se propuso divulgar la tradición católica valiéndose de las nuevas tecnologías y comenzó a utilizar el internet.

El beato italiano creó páginas donde se podía conocer gran cantidad de contenido religioso. Este joven fue pionero en el catecismo virtual y era llamado por muchos "El influencer de la Eucaristía". Con tan solo 15 años de edad, se le diagnosticó una leucemia, falleciendo poco después y dejando un impresionante ejemplo de santidad para todos, especialmente, los más jóvenes.

Inauguración y bendición de la Librería Diocesana: un espacio «singular y privilegiado»

(Iglesia de Asturias) Este pasado viernes el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, bendijo e inauguró la nueva sede de la Librería Diocesana en Oviedo, que ha abierto sus puertas al público este fin de semana. Tras cincuenta años en su antiguo emplazamiento, en la Casa Sacerdotal, ahora se encuentra en plena Plaza de la Catedral, en el bajo de la casa parroquial de San Tirso.

En el acto Marta Noriega, encargada del establecimiento y Daniel Cortizo, arquitecto responsable del proyecto dirigieron unas palabras de agradecimiento a los asistentes. A continuación tuvo lugar el acto de la bendición, y al finalizar Mons. Sanz quiso agradecer «a la comunidad de la parroquia de San Tirso que nos haya cedido al resto de la comunidad diocesana este espacio singular y privilegiado para poder contar a quien se quiera asomar, o adentrarse para curiosear, el testimonio de lo que somos los cristianos, en este lugar de Oviedo, a través de una historia cristiana que se hace liturgia, catequesis y caridad misionera mediante estos libros, objetos litúrgicos, música o vestiduras».

Porque «toda comunidad cristiana –afirmó don Jesús– lo es propiamente hablando cuando cuida la liturgia, cuando forma en la catequesis y cuando se siente misionera para anunciar una Buena Noticia. Si falta la liturgia, la catequesis y la misión que se hace caridad, podremos estar ante algo cualquiera pero no ante una comunidad cristiana. Y el escaparate que abrimos a esta plaza de tantos escenarios es precisamente un escaparate que habla de estas tres cosas básicamente cristianas en un formato diferente: el formato de un libro, en donde la historia cristiana celebrada encuentra aquí vestiduras con las que nos revestimos; libros con los que rezamos y también utensilios para la sagrada liturgia. El formato del libro que cuenta pensamientos, que desarrolla una doctrina y que sabe contar como se cuentan las cosas serias también cuando se dirigen a los niños. El arte, la música y las demás artes plásticas también estarán presentes en este espacio».

martes, 25 de octubre de 2022

Este Sábado

La hierba es verde. Por Juan Manuel de Prada

(ABC) Afirmaba Chesterton que llegaría un día en que sería necesario «desenvainar una espada para decir que la hierba es verde». Ese día ha llegado ya. Así lo prueba esa psicopática ley de sopicaldo penevulvar que la izquierda caniche pretende aprobar por la vía rápida, casi de tapadillo. ¡Cómo será la leyecita de marras, si hasta el partido de Estado, elegido por el Régimen del 78 para triturar al pueblo español, tiene escrúpulos en aprobarla! La ley de sopicaldo penevulvar permitirá la «libre determinación de género» (de sexo, en realidad) sin informes médicos a partir de los catorce años y sin consentimiento de los padres ni limitación alguna a partir de los dieciséis. Además, los menores podrán cambiar de sexo en el registro y reclamar tratamientos hormonales que faciliten su «transición». En el más inmediato futuro, se considerará subversivo (y tal vez «delito de odio») afirmar que una mujer es una persona de sexo femenino; y quienes se atrevan a afirmarlo serán lapidados por los jenízaros de la cancelación.

El objetivo fundamental de esta ley no es otro sino impulsar una pavorosa devastación antropológica. Se trata de hacer creer a los menores que la expresión de sus «sentimientos» puede imponerse sobre la realidad biológica. Estos depredadores de la izquierda caniche, criados a los pechos ubérrimos del Régimen del 78, pretenden que los menores que padecen carencias afectivas, desequilibrios emocionales o simples titubeos en la conquista de su identidad personal, «sientan» su propio cuerpo como una cárcel odiosa de la que pueden fácilmente evadirse. Los depredadores de la izquierda caniche quieren aprovecharse del natural desconcierto adolescente (agigantado en esta época oscura por la disolución de los vínculos) para proveer de consumidores un nuevo supermercado de «identidades de género». Así cumplen con la sórdida misión que la plutocracia les ha asignado, que no es otra sino convertir a los pueblos en una papilla desvinculada y neurótica, infecunda y solipsista, sumergida en una tormenta biológico-mercantil que convierta la propia identidad en un complemento de quita y pon, hasta que los seres humanos terminen siendo mercancías des-ligadas, solas, solos y soles en el parque temático del consumismo antropológico.

Y así, esos menores desorientados, hormonados, mutilados, a quienes se reconocerá capacidad para «elegir» su identidad sexual, podrán ser objeto de todo tipo de abusos. Pues la izquierda caniche, que quiere satisfacer los designios de la plutocracia, quiere también reconocer el único derecho sexual que aún no ha logrado consagrar legalmente, que es el derecho a profanar y desgraciar niños, el derecho a devorar sus almas y sus cuerpos. Este es el finisterre de degeneración hacia el que nos dirigimos; y esta ley es la primera etapa de una tenebrosa y terminal singladura. ¿Quedará, en esta generación pusilánime y corrompida, alguien dispuesto a desenvainar la espada para decir que la hierba es verde?

lunes, 24 de octubre de 2022

Agradecimiento por el Festival en favor de Cáritas Parroquial.

Con estas sencillas líneas queremos agradecer públicamente desde la Parroquia de San Félix de Lugones y su equipo de Cáritas Parroquial el esfuerzo de todas las personas que han contribuido a la organización y realización del Festival para la recogida de fondos en favor de los más necesitados. El éxito obtenido en esta hermosa iniciativa pone de manifiesto que en nuestra Localidad hay una sustancial sensibilidad social. La iniciativa que tuvo la Coral Polifónica que lleva el mismo nombre que el de la Parroquia, buscaba no sólo unir a muchas instituciones culturales que han hecho disfrutar a un público amigo de su buen hacer, sino además, lograr una cuestación por medio de cualidades musicales, artísticas y culturales en favor de las familias que peor los están pasando en estos momentos con la crisis social que nos asola en los precios de la alimentación, combustibles, gas y electricidad; además de las que continúan llegando como consecuencia de la invasión de Ucrania y la desesperación en países del continente africano y de latinoamérica

Gracias muy especialmente a la Coral Polifónica San Félix de Lugones, Casa de la Cultura  y a todos  los participantes en el festival: Agrupaciones Musicales Candelarte, Agrupación Folclórica Cuélebre, Agrupación Coral de la Corredoria, Escuela de Música Belén Plaza, Coro Vetusta, La Bandina de Lieres y la Masa Coral de Laviana. Gracias igualmente a los patrocinadores, cuya colaboración ha sido imprescindible: Ayuntamiento de Siero, Grupo Caja Rural, Federación Coral Asturiana FECORA, Mesón Suiza de Lugones, Fundación Municipal de Cultura de Siero, Maderas Gallart, Floristería Joycar, Talleres Bernardo y Bar Sergio de Lugones. 

En estos últimos dos años Cáritas Parroquial de Lugones está sosteniendo sin ninguna ayuda externa más que la de la de la feligresía a 53 familias de doce nacionalidades diferentes. Agradecemos por ello que las gentes de nuestra localidad valoren que no estamos ante una causa cualquiera, sino una realidad que nos toca bien de cerca y donde la Iglesia está muy implicada.

Ponemos en valor a todos los que han participado en este auténtico Festival de Caridad, que han actuado por puro altruismo en favor de los más pobres. Gracias a los que creyeron y apostaron por este proyecto, a los que han facilitado el camino, y a los han hecho posible. 

Se ha recaudado un total de 1.183 euros.

Muchísimas Gracias. 

Fe, ciencia y amor. Por Jorge Juan Fernández Sangrador

Ha fallecido César Nombela (1946-2022), microbiólogo toledano, catedrático de la Universidad Complutense, presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, de la Fundación “Carmen y Severo Ochoa” y del Comité de Bioética; rector de la Universidad Internacional “Menéndez Pelayo”, asiduo conferenciante en los Cursos de Verano de La Granda y miembro del jurado, en varias ocasiones, del Premio “Príncipe/Princesa de Asturias” de Investigación Científica y Técnica.

Fue discípulo del luarqués Severo Ochoa, aunque le gustaba decir que también lo había sido de otro asturiano, Julio Rodríguez Villanueva, de Villamayor; sin embargo, sería su matrimonio con Nohelly Arrieta, natural de Pola de Laviana, y con la que se casó en Covadonga, el que forjase el más íntimo, fuerte y determinante vínculo de unión entre el eminente científico y Asturias.

En 2008, siendo yo el director del Secretariado para la Cultura del Arzobispado de Oviedo lo invité a que pronunciara una conferencia en el Palacio de Congresos–Auditorio “Príncipe Felipe” de la capital del Principado, en un ciclo que llevaba por título “La cruz, árbol de vida”. César Nombela disertó sobre “Valor de la vida humana en la investigación biomédica actual”. Gustó muchísimo al público, que ocupaba todos los asientos de la sala grande del Palacio-Auditorio ovetense.

Se le invitó porque Nombela era capaz de conjugar, en el discurso, sus acreditados conocimientos, resultado de una reconocida y prestigiosa labor investigadora, y su fe en Cristo, cuya resurrección era, para él, «la mejor noticia, la única importante. Significa que mi vida tiene sentido, como lo tiene mi libertad; es un don que debo merecer. No estamos abocados al vacío ni al absurdo, sino a la esperanza. La justicia histórica se consumará para todos. Y no desde las estrechas categorías de un sentir meramente humano, sino desde la redención que brota del corazón de Dios, Padre Bueno, que ha querido hacerse presente en la Historia del Hombre. Es proyecto, presencia e invitación que requiere una respuesta libre y comprometida, con toda una vida para hacerla realidad».

Mas de la relación existente entre la fe cristiana y la ciencia se ha pronunciado también en estos días, no una científica, sino una popular directora de programas de televisión: Ana Rosa Quintana (1956-). Anunció hace un año que padecía cáncer de mama. Tuvo que someterse a un tratamiento, pasar por el quirófano y sobrellevarlo como pudo. ¿Y cómo pudo? Con la ayuda de la fe: «Creo en Dios y creo en la ciencia. Son las dos cosas más importantes. A mí me ha salvado la ciencia y me ha consolado creer en Dios».

Contó, además, con el apoyo y el cariño de su familia. Al igual que la actriz María José Cantudo (1951-), quien, en un momento muy difícil de su vida, ha sabido conjugar la fe cristiana con la ciencia, como ha manifestado en unas declaraciones recientes. Sufrió una reacción alérgica, de consecuencias imparables, hasta que quedó postrada en la cama, sin poder moverse y sin encontrar el médico que la atendiese como era debido. Cuando dio con el que habría de operarla y hacer posible el que saliese adelante, confesó: «Caí en las manos de una eminencia que me salvó la vida y que me envió Dios».

María José no lo oculta: «Creo que esto ha sido, una vez más, obra de Dios. Yo soy muy creyente y sabía que Dios me iba a sacar de esta. Me he salvado de milagro, y no es la única vez que cuando ya no podía más y la noche era eterna, él me ha salvado». Allí estaban, pues, Dios y el médico, y también su familia y las amistades de siempre.

Como le sucedió igualmente a Jesús Candel (1976-2022), conocido como “Spiriman”. Este médico de 46 años, que logró movilizar a diversos sectores de la sociedad andaluza para que reclamasen mejoras en la sanidad pública, falleció del cáncer de pulmón con metástasis que padecía desde hacía dos años. Y este fue el mensaje que hizo circular por las redes cuando ya se encontraba en la fase final de su enfermedad:

«Yo creo que Dios me hizo con un motivo. Me hizo generoso para poder unirme a muy buenas personas como vosotros y poder hacer muchas cosas que le agradasen. Solo Él sabe el fin de mi destino, pero tanto amor que me está dando a través vuestra y de mi familia, me mantiene aquí». En las manos de Dios se ponía él y ponía también a sus lectores: «Y que Dios nos bendiga a todos», dejando, en otro mensaje, esta consigna: «Si el cáncer te toca tienes que ser más fuerte que nunca y agarrarte a Dios».

De modo que, en estos otoñales días de octubre, los testimonios de cómo la fe cristiana ha iluminado los espacios de dolor, de oscuridad y de aparente sinsentido en las vidas de un científico, una comunicadora, una actriz y un médico han llegado hasta nosotros, a través de los medios de comunicación social, como un cálido abrazo del Sol que, en lo alto, brilla, nos conforta y nos revitaliza. Es decir, Dios.

domingo, 23 de octubre de 2022

''El que se humilla será enaltecido''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


Nos encontramos en una cita especial en el corazón de este mes de octubre: el DOMUND, pero no caigamos en el error de reducir este día o jornada solo a la campaña de "Las Misiones"; celebremos el domingo XXX del Tiempo Ordinario en el que la Palabra de Dios nos orienta y la eucaristía nos vivifica. Sólo partiendo de ésto tiene sentido el "Domingo Mundial para la Propagación de la Fe".

I. Sin miedo de gastar la vida

La epístola de San Pablo a Timoteo, en los fragmentos que interiorizamos en esta celebración entra en una dimensión hermosa; el autor del texto encara el final de su existencia terrena y lo hace, además, poniendo en valor el don del martirio bajo la seguridad de que está llamado a cerrar los ojos para esta vida en esa forma. La vocación misionera es también vocación martirial, es tratar de corresponder al amor de Dios que hemos descubierto y al que estamos llamados a dar a conocer. La misma Santa Teresa de Jesús siendo niña, quiso fugarse con su hermano de casa y marchar de misioneros a tierras moriscas para dar a conocer a Cristo, aunque les costara el martirio. Este es el tesoro que aportan los misioneros a la Iglesia, no principalmente el número de ellos, ni las importantes obras sociales, ni las conversiones... El gran regalo de los misioneros a la Iglesia Católica son sus mártires; es la certeza de que han dado su vida hasta la última gota, hasta la última consecuencia en el anuncio. Cuántos cada año son secuestrados, maltratados, encarcelados y asesinados. Pidámosles a esos que ya gozan del premio del Señor por el martirio, que intercedan por los que siguen con las manos en el arado.

II. Agrademos al Señor

La primera lectura tomada del libro del Eclesiástico nos presenta una realidad muy a tener en cuenta hoy: la balanza de nuestra existencia, en la que siempre nos cuesta tanto equilibrar la vida de piedad y oración con la exigencia moral del evangelio. La primera frase es bien elocuente: ''El Señor es juez, y para él no cuenta el prestigio de las personas''. Esto es muy común en nuestra sociedad, que desde el refranero popular afirma: "¡coge fama y échate a dormir!"... A veces hay personas que tienen buena fama y sus vidas están llenas de trastiendas franqueadas con ocultas cortinas, mientras que otras cargan con estigmas, rumores y habladurías adjudicadas, cuando en realidad llevan una vida más próxima al bien que aquellos que los critican. La misión del cristiano no casa con famas: ni perseguimos la buena ni nos quita el sueño la mala; vivimos con la seguridad de que tanto nuestra oración como nuestra buena acción sólo la conoce el que la debe conocer, al igual que sabe cuando no oramos o no obramos bien; podemos engañar al mundo, pero no a Dios. Por tanto, no perdamos el tiempo en agradar al mundo cuando la vida del "mundo futuro" que proclamamos en el Credo, no está aquí. 

III. Fariseo o Publicano

El evangelio de este día nos presenta el texto del capítulo 18 de San Lucas, donde el Señor nos regala la parábola del fariseo y el publicano. El evangelista nos revela por qué el Maestro se puso a contar este relato o, mejor dicho. a quiénes de los presentes iba dirigido: ''algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás''... Como es un relato por todos bien conocido, a menudo caemos en simplificar que el Fariseo es el malo y el publicano es el bueno, y que hay que verlos a ambos en separado. Pero quizá la exégesis más valiosa sea descubrir cómo ambos personajes cohabitan en nuestro ser y actuar, cómo a ratos somos publicanos y a otros fariseos; auténticos o falsos, buenos o malos... Jesús para ahondar aún más en las mentes de sus coetáneos cambia los papeles de los personajes; es decir, para nosotros está claro que el fariseo es el malo y el publicano es el bueno, pero en tiempos de Jesús los fariseos eran las personas más admiradas por ser los más fieles cumplidores de las leyes sagradas, mientras que los publicanos eran las personas más despreciadas por su oficio de recaudadores de impuestos, además de por tratar y comerciar con los paganos. Quizá la mejor lección para esta semana sea precisamente saber desmitificar las famas; ignorarlas buscando lo bueno de todos y vivir la autenticidad desde la humildad. El publicano, a pesar de saber que por todos era considerado el malo de la historia se acerca al Señor con el corazón contrito, y por eso su plegaria es escuchada.  Aquí se hace verdad las palabras que se ha proclamado en la primera lectura: ''La oración del humilde atraviesa las nubes''. Salgamos al mundo para ser misioneros de lo cotidiano; sin apariencias ni etiquetas, desde la sencillez del día a día sabedores de que "el que se humilla será enaltecido". 

Evangelio Domingo XXX del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,9-14):

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor

sábado, 22 de octubre de 2022

Hoja litúrgica Domingo XXX del T. O.


Frases que me hacen desconectar inmediatamente. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) Reuniones, encuentros, congresos, charlas, simposios, círculos, tertulias, conferencias, asambleas… ¿Quién de nosotros no recibe invitaciones o se encuentra en la necesidad de asistir a unas cuántas de estas iniciativas?

Uno es perro viejo. No sé si más perro o más viejo. Para el caso es lo mismo. La experiencia me ha hecho espabilar y sin demasiados esfuerzos me saltan las alarmas. Es algo incontrolable. Me van a permitir que apunte aquí algunas de esas cosas que me hacen desconectar. No porque no sean buenas, sino por repetidas e insulsas.

- Es importante que nos reunamos para conocernos y poner en común lo que hacemos. Vana pretensión. A estas cosas acudimos siempre los mismos, nos conocemos estupendamente, y ya sabemos que lo que hacemos porque hace cuarenta años que lo ponemos en común periódicamente.

- La reunión es para ver qué se nos ocurre. Ocurrencias no, gracias. Pues yo creo, pues a mí me parece, pues se podría intentar… No. Deberían ser para ver qué quiere Dios.

- Hay que ver lo que la gente quiere. Me decía un cura amigo que la gente lo que querría es la dispensa total del sexto mandamiento, pero que eso excede de nuestras competencias.

- Una vez hicimos tal cosa y vino gente. ¿Y? ¿A qué vinieron? ¿Qué buscaban? ¿Qué continuidad? Es verdad que uno a veces necesita su momento de triunfo, pero nada más.

- Tenemos que comprometernos ante el cambio climático y hacer una apuesta por una vida más ecológica. Por supuesto, y que no se nos olvide reivindicar el respeto por los colectivos LGTBI JKLMNOPQRSTU…

- Es que la gente se aburre. Claro. Si no saben el sentido de lo que se hace se aburren en misa, en clase, en el trabajo y opositando a notarías.

- Necesitamos dar continuidad. Es importante que nos veamos periódicamente. Pues nada, cuando quieran.

- (Añadan sus propias frustraciones)

Nada hay más desmoralizador que reunirte sin saber por qué, para qué, no sacar conclusiones, que si se sacan no se haga ni puñetero caso y al final terminemos dejándonos la piel para trabajar en el interesantísimo proyecto de reunirnos aún más si cabe.

Desconectas. Tal vez porque los años te enseñan a simplificar y echas en falta lo que crees y entiendes como fundamental: la misa diaria, la oración, la adoración, predicar las verdades que el catecismo nos recuerda. Tal vez echas en falta eso de “buscar el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura” y te quedas con la impresión de que solo hablamos de añadiduras…

Cosas de uno.

viernes, 21 de octubre de 2022

Carta semanal del Sr. Arzobispo

Sin fronteras abrazando el dolor y la esperanza

Suele sucedernos que más allá del perímetro de nuestra tapia habitual no acertamos a ver más cosas. Pero hay mucho más sufrimiento y más esperanza de esa frontera que alcanza a ver nuestra mirada. No es cualquier cosa que tengamos un horizonte largo y ancho como es el mundo de nuestra humanidad. Tantas guerras entabladas por intereses siempre mezquinos que acorralan y fusilan la paz.

Tantas violencias que a diario socavan la convivencia en los hogares y en las relaciones más inmediatas. Tantas corrupciones que roban a mansalva simplemente por aprovecharse con demagógica pretensión en nombre de la nada. Tantos atentados contra la vida que invocan extraños derechos que nadie tiene cuando se trata de enmendar la plana a la verdad del hombre y la mujer en un proyecto que pretende reescribir la naturaleza según el capricho ideológico de unos inanes incultos que nos imponen sus leyes.

Pero hay vida más allá de estas fronteras. Más esperanza y más desolación también. Y esto lo sabemos bien los cristianos que tenemos como encomienda desde aquella despedida de Jesús, nuestro Maestro, el ir hasta los confines del mundo para anunciar una buena noticia. Son confines espaciales porque abrazan toda la geografía del universo mundo, y son confines temporales porque no se ciñen a una única época: en todo tiempo y en todos los lares, estamos llamados los cristianos a llevar ese mensaje de esperanza que Jesús mismo puso en nuestras manos, que siguen repartiendo la paz y el bien que Él comenzó a regalarnos.

El mes de octubre siempre tiene una cita misionera con ese domingo en el que recordamos todo esto: el domingo del “Domund”. Ya no son las huchas de barro con carita de negrito o cabecita de chinito como antaño las que paseamos por nuestras calles, colegios y parroquias recabando una ayuda humilde para nuestros misioneros y sus obras apostólicas. Se nos pide igualmente esa ayuda económica. Pero ahora se nos pide algo más: ejercer nuestra vocación misionera allá donde estemos. El bautismo nos empuja a ir hasta los confines del mundo para anunciar a Jesucristo, aunque esos confines coincidan con los ámbitos familiares, amistosos y laborales donde a diario nuestra vida circula.

Como dice el Papa Francisco en su mensaje para este día del Domund, «los primeros cristianos, en efecto, fueron perseguidos en Jerusalén y por eso se dispersaron en Judea y Samaría, y anunciaron a Cristo por todas partes (cf. Hch 8,1.4). Algo parecido sucede también en nuestro tiempo. A causa de las persecuciones religiosas y situaciones de guerra y violencia, muchos cristianos se han visto obligados a huir de su tierra hacia otros países. Estamos agradecidos con estos hermanos y hermanas que no se cierran en el sufrimiento, sino que dan testimonio de Cris￾to y del amor de Dios en los países que los acogen...

 Experimentamos, en efecto, cada vez más, cómo la presencia de fieles de diversas nacionalidades enriquece el rostro de las parroquias y las hace más universales, más católicas. En consecuencia, la atención pastoral de los migrantes es una actividad misionera que no hay que descuidar, que también podrá́ ayudar a los fieles locales a redescubrir la alegría de la fe cristiana que han recibido. La indicación “hasta los confines de la tierra” deberá́ interrogar a los discípulos de Jesús de todo tiempo y los debe impulsar a ir siempre más allá́ de los lugares habituales para dar testimonio de Él».

Es una buena ocasión, para mirar a nuestros misioneros y ayudar de tantos modos con nuestros donativos y plegarias, pero también para mirarnos a nosotros como misioneros allí donde el Señor nos ha colocado: anunciar la buena noticia de Jesús es siempre la tarea a la que todos estamos llamados.

+ Jesús Sanz Montes, Arzobispo de Oviedo