jueves, 30 de octubre de 2025

Funerales sin Dios. Por Francisco Javier Bronchalo

El mal llamado "funeral de Estado" en Valencia por las víctimas de la dana nos ha dejado imágenes vergonzosas. Una clase política que ya no sabe rezar aparentando solemnidad entre discursos vacíos y silencios burocráticos. Una catequesis laica que nos ha recordado que donde no está Dios no hay esperanza. Solo la nada. No hay sentido. No hay consuelo. Digo que a estas cosas no hay que llamarlas "funeral" porque son más bien un "recuerdo", un juntarse porque creemos que hay que hacerlo aunque ya no creemos en nada trascendente. Un funeral es para rezar y dar esperanza no para quitarla.

El mundo sin Dios trata de llenar el vacío poniendo al hombre en el centro. Nos acostumbran a ceremonias sin alma en las que se pronuncian palabras que no se creen, se aplauden gestos sin sentido, se invocan valores que no manan de ninguna fuente. El laicismo progresista es un fracaso. No hay progreso en la continua huida hacia adelante, progresar tiene mas bien que ver con entrar hacia dentro, a lo profundo de quienes somos y responder a los acontecimientos de dolor desde ese lugar que es el alma.

Han sustituido la iglesia por el museo, los sacerdotes por los responsables de protocolo, el incienso por un villancico, la oración por los discursos infumables y el silencio creyente por el silencio mediático. Todo un guion de lo políticamente correcto. Su liturgia es vacía. Su dios no salva. Al haber ocupado el hombre el lugar de Dios, el dolor se ha convertido en el arma arrojadiza de los políticos para salvar su honra de la vergüenza y arañar un puñado de votos al contrario. Será penoso seguir viendo esto en los próximos días. No me imagino lo doloroso que es esto para los afectados. Alfalfa posmoderna que nos comemos en los medios de comunicación.

En nuestro tiempo el Estado trata de hacer desaparecer a Dios para ocupar su lugar. Es un fracaso estrepitoso. La religión de la laicidad no ofrece esperanza, ni redención, solo falso consuelo de usar y tirar. Prometen el Cielo en la tierra y terminan vaciando el alma de los sencillos con su veneno ideológico. Si el hombre es Dios, ¿cómo se puede responder a la muerte? Es imposible. Todo lo hacen orquestado. Van allí, se emocionan un momento, publican un post de condolencia… y al día siguiente todo igual. No hay nada que pueda llenar el vacío que como bien intuía Rosalía sólo Dios puede colmar.

Todo es un relato marcado. Hacer lo que más rédito político les dé, si conviene no ir… no aparecen, si se trata d exponer cara triste… lo harán. Todo es un teatro. Y no dejarán de hacerlo porque saben que cuando nuestra sociedad vuelva a arrodillarse ante Dios dejará de arrodillarse ante ellos. Hablan de tolerancia pero eso no pueden tolerarlo.

Solo Dios da sentido al dolor. Solo Cristo ha vencido a la muerte. Con Él la herida se vuelve camino y la muerte promesa. No hay consuelo verdadero fuera de la Cruz ni esperanza real lejos del Resucitado. Lo demás solo es oscuridad.

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