miércoles, 29 de abril de 2020

El arzobispo llama a los sacerdotes a donar parte de su sueldo a la caridad

Jesús Sanz Montes explica que cada cual fijará «cuánto podemos dar y hasta cuándo», tal y como ha impulsado la Conferencia Episcopal

(El Comercio/ Alberto Arce) El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha llamado al grueso de la comunidad sacerdotal asturiana a que donen parte de sus sueldos a iniciativas benéficas que traten de minorar el impacto económico que el COVID-19 está provocando en las familias de la región. Lo hizo, a través de una carta dirigida al presbiterio a la que ha tenido acceso este diario en la que explica que «cada cual fijará la cantidad y también su modalidad en el tiempo: cuánto podemos dar y hasta cuándo lo daremos».

«Conozco cuál es el alcance de nuestras nóminas humildes. Por eso, con total libertad, y actuando solo en conciencia, invito a que cada uno decida en su corazón lo que puede aportar desde el propio bolsillo. Haremos el bien y nos hará bien», clamó el arzobispo. «No se trata de un 'plus' que se les pide a personas que nadan en la abundancia y se pueden permitir cómodamente un detalle de caridad desde lo que les sobra inútilmente», sentenció.

La medida fue impulsada por la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española (CEE), de la que Sanz Montes forma parte. «El dinero recaudado podría ser destinado a ayudar a quienes sufrirán más la crisis económica en la que nos está sumiendo la paralización de la vida económica», aseguraron, por su parte, desde el organismo.

«Mirando familias enteras, mirando a personas sin trabajo, tantos que ya empiezan a llamar a nuestra puerta ante lo que se les avecina o ya les ha llegado como pobreza real por el desastre económico que se deriva de la pandemia, nosotros como sacerdotes queremos expresar la caridad pastoral compartiendo algo de nuestro propio dinero con el que honestamente nos mantenemos desde nuestro trabajo sacerdotal», expuso el arzobispo.

Por otra parte, el Arzobispado, al igual que la comisión ejecutiva de la CEE, ha aprobado una serie de medidas económicas para tratar de preservar la actividad de las Cáritas parroquiales de la región, que han visto sus ingresos minorados desde el cierre de los templos y la falta de colectas. Entre ellas, la disposición de un fondo de contingencia de 100.000 euros destinados a garantizar las necesidades urgentes de las parroquias.

Además, el presupuesto diocesano también quedará modificado, y se evitarán gastos y obras extraordinarias nuevas «que no sean urgentes ni imprescindibles para la conservación de los templos y otros bienes», concluyó Sanz Montes.

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