El artículo anterior, “Residencias Geriátricas y
calidad de vida”, publicado como artículo de opinión en la colaboración
habitual de este Párroco para el Portfolio de las fiestas del Carbayu, por lo
visto, no ha sentado bien a los responsables de alguna Residencia Geriátrica del
entorno. Aclarar que en él no se alude a ninguna en concreto y, quien se dé por
aludido, está en su derecho y sus motivos tendrá.
El caso es que como consencuencia del
artículo y cual supuesto mal jornalero de cortijo andaluz requerido por su
capataz, este Párroco fue “llamado a capítulo” por la dirección de una
Residencia en la que se celebraba la misa los primeros sábados de mes, para que
“antes
de volver a celebrar misa en ella llamase a un número de la dirección para dar
explicaciones”…¡? (notificado el aviso a una religiosa que acompaña
habitualmente al Párroco)
No estaba en el ánimo del autor semejante
pleitesía y servidumbre, pues lo escrito fue en el ejercicio de su libertad de
expresión, sin nombrar ni faltar al respeto a nadie (no es su estilo) y con el
único afán de interpelar conciencias sobre un tema tan sensible y actual como
el trato a nuestros mayores, como conocedor por propia experiencia de dicha
realidad cotidiana con la que convive, y, cuya crítica apunta más a nuestra
sociedad en general y, por supuesto, a aquellos Geriátricos que se identifiquen
con ella.
No obstante y Pro “Bono pacis”, en un ejercicio
de humildad y con la intención de desenredar y aclarar entuertos, llamó a la
dirección de dicha residencia, recibiendo al punto y en el contraste de
opiniones, una reprimenda tremenda cargada de prejuicios e insinuaciones
insolentes, para, finalmente SER VETADO para futuras celebraciones de misas en
dicha residencia geriátrica.
No le importa a este Párroco la opinión que
de él tenga la dirección de esa residencia (va
en la nómina) pero lamenta y quiere aclarar
a los propios residentes y sus familiares que aquellos SE QUEDARÁN SIN MISA los primeros sábados de mes y sin atención espiritual (algo que por su edad y vivencias pasadas
valoraban mucho y se reflejaba en el amplio número de asistentes y agrado con
que nos recibían) TOTALMENTE EN CONTRA DE LA VOLUNTAD DEL PÁRROCO, Y,
ÚNICAMENTE, POR EXPRESA PROHIBICIÓN DE LA DIRECCIÓN DE LA MISMA. Entendiendo
que se puede ser dueño de un negocio y decidir en él, pero NO sobre la vida,
voluntad y derechos de las personas que lo sostienen, a los que PRIVARÁN DE
“SU” MISA solamente por REPRESALIA contra el cura por el ejercicio de su libre
opinión.
Aclarar que el Servicio Religioso que el
Párroco prestaba a esta Residencia (y a
las demás) SIEMPRE FUE TOTALMENTE
ALTRUISTA, sin contraprestación alguna, y del que ahora carecerá esta Institución
por voluntad propia; y llama la atención, a su vez, que sólo ésta se haya
sentido molesta por la publicación (ninguna otra ha manifestado reproche
alguno) habiendo merecido la misma -paradójicamente- varias felicitaciones
personales por parte de diferentes personas que le piden opinión y consejo con
relativa frecuencia sobre sus familiares mayores
Joaquín, Párroco
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