viernes, 26 de septiembre de 2025

Más de mil catequistas se preparan para comenzar el curso en las parroquias

(Iglesia de Asturias) En torno a mil catequistas se preparan estos días en nuestra diócesis para comenzar a impartir el catecumenado en las parroquias. Son personas por lo general con experiencia, muy comprometidas y con interés por formarse que, cada año, se enfrentan con ilusión y desinteresadamente a la transmisión de la fe en niños, jóvenes y también, como un fenómeno cada vez más creciente, adultos.

Aunque el método usado es el «tradicional», «el del libro de texto que, en su mayoría, es el Catecismo de la Iglesia católica adaptada a los niños», como explica el Delegado episcopal de Catequesis, Manuel Alonso, también va creciendo el número de parroquias que «poco a poco, adoptan otros métodos como por ejemplo el Oratorio de los Niños Pequeños, la Catequesis del Buen Pastor o el Catecumenado de Familias, que desde hace unos años se ofrece también en algunos lugares», explica. Junto con todo ello, lo fundamental para Alonso es «que entendamos que estamos ante la transmisión de la fe, que no es transmitir únicamente conocimiento sino la fe, es decir, transmitir una vivencia, una pasión concreta y no solamente las verdades de la fe. Podemos decir, como hacía Jesús, que no sólo son palabras, sino también hechos que explican las palabras que les decimos a los catecúmenos. Y así creo que deberían ser y son, en muchos casos, las catequesis en nuestras parroquias».

Los niños acuden en su mayoría a las catequesis de la Primera Comunión. Sin embargo no es frecuente que después no vuelvan a aparecer por sus parroquias y sean muchos menos los que continúen formándose y lleguen a confirmarse. Para el Delegado diocesano de Catequesis en este caso «la familia es fundamental». «Si detrás de los jóvenes –afirma– hay una familia que apoya, anima, alienta y acompaña a misa, te encuentras que al final el joven pide hacer la confirmación. De lo contrario, es verdad que se diluye». Con este motivo, en algunos lugares los niños que acaban de hacer la Primera Comunión retoman justo después las catequesis de confirmación. «Así lo hacemos en mi parroquia –explica el Delegado–. Y entre los 13 o 14 años, se confirman. Lo permite el directorio de catequesis de la diócesis y así lo tenemos dispuesto».

Ante esta realidad, sucede un hecho novedoso de unos años a esta parte y es el gran número de personas, mayores de 18 años, que acuden al Catecumenado de Adultos para poder confirmarse o incluso bautizarse o hacer la Primera Comunión. «En muchos casos –explica el Delegado de Catequesis– es porque se les ofrece, desde la propia parroquia, cuando se acercan unos novios a casarse y se les propone acabar la iniciación cristiana antes de dar ese paso. También sucede mucho con los padrinos de bautismo, ya que, según la normativa de la diócesis, los padrinos tienen que estar confirmados y eso alienta a que algunos se apunten. También muchas personas que, en su momento, no completaron el camino y el párroco o alguien se lo propone, o ellos mismos toman la decisión».

Lo cierto es que son más las personas que se acercan y como resultado, el año pasado alrededor de 300 personas recibieron el sacramento de la Confirmación y también hubo varios bautismos y primeras comuniones en la Catedral. Este momento, que en el curso presente tendrá lugar el 17 de mayo de 2026, es una fecha muy importante para la diócesis y es el propio Arzobispo, con sus Vicarios episcopales, quien preside la celebración.

Aquellas personas que desean participar del Catecumenado de Adultos pueden hacerlo acercándose a su propia parroquia, donde serán informados acerca del lugar donde pueden llevar a cabo este proceso puesto que hay grupos en todos los arciprestazgos.

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