(Iglesia de Asturias) Las banderas que anuncian el Jubileo ya ondean en la torre de la Catedral, fueron colocadas en la mañana del viernes, 12 de septiembre, por el guía de montaña Joaquín Álvarez, que ha acometido esta compleja tarea por tercer año consecutivo. El Jubileo de la Santa Cruz o Perdonanza está a punto de comenzar: será, como es tradición, el 14 de septiembre, Exaltación de la Santa Cruz, y se prolongará hasta el 21, fiesta de San Mateo. «La razón por la cual se celebra un Jubileo de la Santa Cruz en la Catedral es que conservamos cruces tan importantes como la Cruz de los Ángeles (siglo IX) y la Cruz de la Victoria (siglo X)», explica el Deán de la Catedral, Benito Gallego. «La Bula Papal –afirma–, habla más de la Cruz de los Ángeles, que es más antigua y es el emblema de Oviedo, pero también menciona a la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias. Por lo tanto, la Exaltación de la Santa Cruz es el punto de partida para que celebremos un Jubileo desde hace siglos, pues es una tradición muy antigua, pero desde el año 1982 es indefinido, tiene lugar cada año». Fue el Papa san Juan Pablo II quien unificó este Jubileo como un evento anual, cuando hasta el momento se celebraba cada cinco años aproximadamente y no siempre tenía la misma duración, en función del día en que cayera la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
Son siete días en los que la Cruz es el centro. Y en esta ocasión, vinculado a la esperanza, ya que el lema es «La Cruz: fuente de esperanza», al hilo del Año Jubilar 2025 que estamos viviendo, y siempre en torno a lo que significa para el cristiano. «La Cruz no como instrumento de tortura –explica Benito Gallego–, sino como signo del amor de Dios a los hombres, porque Cristo Jesús ha derramado hasta la última gota de sangre por nosotros, con las circunstancias que conocemos a través del Evangelio», afirma. «Se trata de subrayar –incide– que la Cruz es fuente de esperanza, que para los cristianos tiene el sentido del amor de Dios y también meditar sobre cómo nosotros tratamos de introducir, en nuestra propia vida, viviendo con amor, aquellas cosas que nos cuentan vivir».
El Jubileo de la Santa Cruz está ligado desde antaño al Santo Sudario. El primer y último día de la Perdonanza, el 14 y el 21 de septiembre, esta reliquia baja de la Cámara Santa donde se custodia habitualmente hasta la nave central de la Catedral, donde se descubre al finalizar la eucaristía y puede ser así venerado de cerca por los fieles.»El Sudario, si tiene valor como reliquia, es por la sangre que recoge de la cabeza del Señor, de lo cual nos habla San Juan en el Evangelio.Ahí se une todo el sentido de la Cruz con el Santo Sudario y es una reliquia tan preciosa que, el hecho de venerarlo esos días, subraya todo el sentido que queremos darle al Jubileo», explica el Deán.
Son muchos los fieles que se acercan hasta la Catedral estos días, no solo de Oviedo, sino de toda Asturias y desde otros lugares del mundo, incluso, precisamente para poder venerar el Santo Sudario, pero también para ganar el Jubileo y con él la Indulgencia Plenaria, una «gracia especialísima», recuerda Benito Gallego, que «nos facilita el poder limpiar no solo la culpa de nuestros pecados, que lo hacemos en la confesión, sino la pena temporal, digamos, pasar purgatorio, con las condiciones habituales que son confesar, comulgar, rezar por las intenciones del Papa haciendo el acto de profesión de fe, por eso el Credo siempre va unido a la Indulgencia, y también rezando la oración específica de cristiano, que es el Padrenuestro».
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