domingo, 16 de mayo de 2021

Los obispos muestran su apoyo al turismo

Mensaje de los obispos de la Subcomisión para las Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española

Los Obispos de la Subcomisión para las Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española, queremos hacer presente nuestro afecto y cercanía a todos los que han padecido el flagelo del Covid-19, de manera especial a aquellos que han perdido a algún ser querido, a todos, empezando por el personal sanitario en todos sus niveles y formas que se han hecho prójimo de los enfermos y sus familias, a los que con su afecto, cariño y oración han aliviado el sufrimiento y la angustia de cada hermano en este tiempo complejo y difícil para todos. A nuestras Cáritas, Manos Unidas y tantas otras expresiones del amor hacia el pobre y necesitado que, no pocas veces, superando miedos y dificultades, no han bajado los brazos en este momento tan complejo y difícil para todos.

Es nuestro deseo hacer una especial mención, que pone de manifiesto nuestro afecto y reconocimiento, a los que trabajan y construyen sus vidas en torno al mundo del turismo, hoy puesto a prueba de una manera particular a causa de la pandemia y sus consecuencias. Vaya nuestro reconocimiento a los trabajadores y trabajadoras, a los que prestan múltiples servicios, a las pequeñas y grandes actividades comerciales, a quienes se ocupan de la hostelería y hotelería, a los empresarios y dirigentes; a vosotros que brindáis acogida cordial a los que llegan y a todos los españoles y españolas que quieren descansar y hacer turismo en nuestro país.

La crisis que estamos atravesando nos ha hecho más conscientes de la importancia que vuestra labor reviste para la vida de España y de todos los españoles, valorando vuestro servicio no solo en la acogida, sino también en la integración de los millones de personas, que cada año eligen y vuelven a elegir a nuestra tierra como el espacio donde descansar y recobrar fuerzas. Ellos lo hacen motivados por una cantidad de factores, entre los cuales sobresalen nuestro enorme patrimonio artístico, intelectual e histórico, que no puede explicarse ni comprenderse prescindiendo de la fe que anima a nuestro pueblo. Un pueblo que, con su riquísima y variada gastronomía, pero sobre todo con el buen talante, la alegría de vivir y la empatía de nuestras gentes, conforman ese inigualable entramado cultural, que hace de nuestra patria el primer destino vacacional y de ocio del mundo. Los amigos turistas vienen a encontrarnos, pero también nosotros los encontramos a ellos, y en ellos, también tocamos de cerca su vida, su historia, su cultura, su arte, su fe, es decir, sus personas.

Sabemos que, dolorosamente, muchos de vosotros habéis perdido vuestros trabajos y muchos otros ven peligrar el suyo, las empresas en las que colocaron patrimonio, sacrificio, e ilusión. Por ello os animamos a no bajar los brazos y a seguir trabajando juntos, al tiempo que solicitamos a las autoridades públicas la necesidad de generar proyectos de verdadera reactivación del sector, y a hacerlo consultando y trabajando aunadamente con quienes más conocen la realidad del mundo transversal del turismo. No sirven promesas o proyectos faraónicos que prescindan de la participación de todos los afectados. Es un problema de todos, y somos todos los que debemos colaborar juntos para salir adelante. Es posible que este difícil momento nos ofrezca la gran oportunidad de repensar toda la realidad del turismo, escapando de la masificación y sus repercusiones negativas, para ganar en personalización, calidad y valores que lo hagan sostenible y absolutamente positivo.

Finalmente, queremos recordaros la necesidad de fortalecer ese valor tan nuestro de la hospitalidad, que cuando se asume desde la fe y la caridad, adquiere dimensión sagrada, ya que, «…no os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella, algunos sin saberlo, hospedaron ángeles» (Hb 13, 2).

Con nuestra oración, afecto y reconocimiento.

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