miércoles, 21 de octubre de 2020

Lecturas para la Memoria de los Beatos Mártires de Nembra


Primera lectura

Estos son los que vienen de la gran tribulación 

Lectura del libro de la Sabiduría 3, 1-9 

La vida de los justos está en manos de Dios, y no los tocara el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos. 

Palabra de Dios

Salmo responsorial 

Sal 30. 3cd-4. 6 y 8ab. 16bc-17 (R.: 6a)

Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu

 A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. R. 

Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos, el espanto de mis conocidos: me ven por la calle y escapan de mí. Me han desechado como a un cacharro inútil. R. 

Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano está mi destino: líbrame de los enemigos que me persiguen. R. 

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Sed fuertes y valientes de corazón los que esperáis en el Señor. R.

No tengáis miedo a los que matan el cuerpo 

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 10: 26-33.34

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: - «No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.» 

 Palabra del Señor.

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