martes, 9 de octubre de 2018

LA EXPERENCIA DEL ACOMPAÑAMIENTO. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


Qué duda cabe que “acompañar” a alguien en cualquier proceso es serio y difícil en muchos casos, y que exige mucha responsabilidad, toda vez cuando tal proceso tiene como objetivo personas con sus circunstancias concretas, sus luces y sombras, y cuya meta principal es el sacerdocio. Los equipos de los seminarios acompañan y supervisan las dimensiones humanas, académicas y espirituales de los candidatos, pero éstas necesitan también de un complemento de praxis pastoral que, principalmente, se da en las Comunidades Parroquiales.

Este pasado curso, el Seminario “Redemptoris Mater” (uno de los tres con sede en “Oviedo”, junto con el propio Diocesano y el de la Asociación “Lumen Dei”) confió al principio de curso a nuestra Parroquia de Lugones el acompañamiento de dos candidatos; Juan, de Cádiz; y Yesid, de Colombia; y avanzado éste, nos envió también a Modesto, de República Dominicana.

Elegirnos como Parroquia es para nosotros no sólo un honor sino una grave responsabilidad, pues el acompañamiento en la experiencia y vivencia de estos futuros sacerdotes es tarea de toda la Comunidad. La Parroquia no ha de ser para ellos solamente un lugar donde venir a misa y participar en la liturgia o las diferentes actividades de ésta. Ha de ser una realidad de “talentos” recíprocamente compartidos, donde sacerdote y fieles actúen como modelos para los seminaristas, y donde éstos, a su vez, aporten en su integración la frescura e ilusión de los llamados por Cristo para ser pastores de su grey, como esperanza de futuro y renovación constante de una Iglesia viva y universal.

Agradecemos sinceramente su estancia entre nosotros a Yesid y Modesto (que este curso irán de Pastoral a la Parroquia San Francisco de Asís de Oviedo) y a Juan (que se va en misión a México) y deseamos que el Evangelio siga impregnando sus vidas y sigan siendo testigos de Cristo allá “donde los hombres necesiten su Palabra y sus ganas de vivir”… 

     Y queremos dar la sincera bienvenida a dos nuevos candidatos que se incorporan este curso, Luis Guillermo (de Colombia) y José Alberto (de República Dominicana, aunque afincado desde niño en Nueva York); queremos que encuentren en nuestra Parroquia cada domingo la gran familia de Jesucristo, que supera los códigos genéticos y apellidos, y que nos une a todos en la alegría de sabernos hermanos y necesitados unos de otros, compartiendo la misión del anuncio y viviendo y bebiendo de su Palabra.

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