(Iglesia de Asturias) Muchos son los caminos que llevan a los peregrinos a Santiago de Compostela y la importancia de acercarse a la Catedral de Oviedo siempre ha estado presente, con un gran esfuerzo en los últimos años para darla aún más a conocer. El Camino de San Salvador es uno de ellos y cuenta además con una certificación propia, la Salvadorana firmada por el Deán de la Catedral de Oviedo, que reconoce a los peregrinos llegan a ella. La página web de la Asociación Camino de Santiago Ruta de San Salvador da buena cuenta de todo lo que este recorrido ofrece y para conocerlo con más detalle hemos tenido en el El Espejo al arqueólogo Juan Muñiz, gran conocedor del Camino.
¿Cómo nace el Camino de San Salvador?
Precisamente radica en la fuerza que tomó el camino francés, el de Castilla que pasa por el otro lado de la Cordillera Cantábrica: los peregrinos cuando llegaban a León tenían noticia de que en Oviedo estaba el Arca Santa, las reliquias… y se gestó ese ramal de pasar la Cordillera para venir a Oviedo y visitar San Salvador y ver esas reliquias. De ahí surge el nombre que está ligado al recorrido más transitado y que te tuvo más fuerza en la Edad Media que era el Camino Francés.
El Camino Francés en un tiempo era el más conocido y transitado.
Siempre va en épocas y modas, el Camino Francés tomó mucha fuerza primero porque es más fácil, al ser llano, y además generó una corriente artística muy importante, estaba lleno de monumentos, muy bien custodiado y con capacidad de hospitales y albergues. El Primitivo es el original, más el nuestro, y aunque tuvo momentos de decadencia, intentos como este del Camino de San Salvador de unir León con Oviedo demuestran que la gente no se olvidaba de pasar por el Salvador, como decía el dicho, y para cumplir con ese gesto se utilizó un camino que venía ya de antiguo de la época de los romanos.
¿Cuáles son las etapas de este camino?
Actualmente está dividido en seis etapas. Sale de León, pasa por La Robla y después a Pobladura de la Tercia y luego de allí a Pajares. En el camino está la colegiata de Arbás que es una iglesia de donación real, una demostración de románico que estaría aislada si no existiera ese camino. Nos extrañaría mucho ver allí esa iglesia, ese súper monumento si no hubiera un tránsito y ese caminar de los peregrinos. Después, se baja por Pajares por caminería que es realmente antigua, como San Miguel del Río con los arcángeles que ya dan el sello de antigüedad. Y de ahí a Santa Cristian de Lena que es la enseña religiosa del prerrománico más importante y allí tienes la villa romana de Mamorana en Lena, síntoma de que ese paso por Pajares venía de antiguo. Luego se baja la cuenca del Caudal hasta Mieres para llegar a Oviedo a visitar y hacer la reverencia de vida a todas las reliquias que hay en la Cámara Santa.
Porque su importancia es indudable.
Tanto porque fue el origen con Alfonso II como por ese proceso en el que fueron salvaguardando las reliquias desde el Sur: subiendo de Córdoba a Toledo, de Toledo a Oviedo y están todas guardadas en la Cámara Santa. Toda la cristiandad en aquella época tenía noticias de que en una labor de guardar en la retaguardia las reliquias estas estaban en una catedral señera, la de Oviedo, que como bien señala D. José María Hevia es muy singular porque de la época es la única que es de San Salvador porque todas las demás son de Santa María. En la Catedral está Santa Eulalia de Mérida y en la Cámara Santa las reliquias, las cruces, el Santo Sudario… La gente deseaba verlas y visitar la catedral para hacerlo. Nosotros vamos y venimos cuando queramos, pero antes solo hacías el Camino de Santiago una vez en tu vida y no podías perderte nada. Tienes noticias de estos tesoros y hay que ir a visitarlos y reverenciarlos. Estamos hablando de peregrinos que iban a Santiago no de forma deportiva, sino con un sentimiento religioso guiados por nuestra creencia cristiana y así no puedes dejarte atrás las reliquias.
El Camino te conecta así con peregrinos y vivencias de muchos siglos atrás, se recorren los mismos lugares.
Todos los que hicimos el Camino sabemos que te desconecta de este mundo de ahora y te lleva a estar con tus pensamientos, a la tranquilidad y al caminar. Tienes el sentimiento de que por aquí pasaron muchas personas haciendo el mismo tránsito y la misma experiencia porque el Camino no es solo caminar, no es deporte, no es la maratón, es el sentimiento y la experiencia personal que tiene: caminar por las veredas que llevan miles de años, contemplar los mismos lugares o guarecerte en las mismas capillas te ayuda a comprender a aquellos peregrinos y aquella forma de vivir.
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