(Iglesia de Asturias) Del 25 al 28 de julio Oviedo acogerá Mariápolis una iniciativa del Movimiento Focolar, con presencia en la diócesis, que desde su origen tiene como propósito una verdadera unión fraterna. En El Espejo hemos tenido con nosotros a tres miembros de este movimiento: Anabel Prieto y el matrimonio formado por Marga y Fernando.
Anabel, el Movimiento Focolar se caracteriza por dos pilares fundamentales: la comunidad y la fraternidad.
El carisma es que todos sean uno, conseguir la fraternidad universal. Las primeras personas que comenzaron con el movimiento Chiara Lubich y un grupo de amigas dentro de todas las frases del Evangelio sintieron que esa era la que estaban llamadas a vivir. El movimiento focalor es muy amplio, ellas no pensaban cuando empezaron que iba a tener las dimensiones que tiene hoy en día que está en todo el mundo. Empezó con un grupo de chicas, pero pronto otros chicos, familias religiosos, sacerdotes… se interesaban por esa vida del Evangelio que ellas hacían. Se extendió a países que no eran de tradición católica como Alemania o Inglaterra y el encuentro con personas anglicanas o evangélicas provocaba un acercamiento mutuo. Esto sucedía con personas de otras religiones o incluso con quienes no tienen una referencia religiosa, pero con quien nos unen esos valores de vivir por la fraternidad universal.
Fernando, ¿cómo conociste este movimiento?
Fue en la adolescencia, en los años setenta, a través de uno de mis hermanos. Nos invitó a una Mariápolis y nos impactó mucho, sobre todo la relación entre la gente y cómo nos acogieron. Como adolescente estaba en una etapa de crisis religiosa. Me he criado en el seno de una familia cristiana católica, pero llega un momento en el que te planteas y te cuestionas hasta qué punto lo que has recibido lo haces tuyo. En mi caso era fundamental esa búsqueda y ese encuentro con Dios. Estuve unos años como misionero seglar y dando muchas vueltas por el mundo hasta que conocí a la que es mi mujer Marga y nos planteamos cómo vivir este carisma de la unidad en familia. Lo que tratamos de hacer, dentro del movimiento se llama Familias Nuevas, es una manera distinta de vivir el encuentro como pareja, la relación con los hijos, con otras parejas, etc., con una perspectiva nueva donde ponemos en el centro a Jesús. Esto te ayuda enormemente a superar muchas dificultades y eso tratamos de transmitirlo a otras familias. En este momento. MArga y yo estamos al frente de la formación de otras parejas, de nuevos matrimonios en la zona del Oriente, de Cangas de Onís.
Marga, ¿qué significó para ti comenzar a formar parte de los focolares?
Siempre he estado muy involucrada dentro del mundo católico y conocer el movimiento fue como concatenar, pero con otra apertura, con otra visión. Tuve además una experiencia que me marcó mucho y me hizo conocer realmente a Jesús. En Valladolid, de donde yo soy, conocimos a una chica con muchos problemas de alcohol y droga. En el grupo, que éramos muy jóvenes, nos propusimos ayudarla y cuando vi que todo aquello me quedaba grande fue un fiarte totalmente de Dios y de que nos guiara Él. Ahí fue mi descubrimiento personal y pleno de Jesús y de pensar me fío plenamente de ti. Luego han seguido múltiples experiencias de decir lo pongo en tus manos, y respuesta por su parte.
Mariápolis es un encuentro pensado precisamente para esto: conocerse y conocer a Jesús.
Anabel: Es un encuentro en el que buscamos hacer una experiencia, también porque es parte de este movimiento: hacer la vida del Evangelio día a día allí donde estás. Para nosotros es importante la frase «donde dos o más están unidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Experimentar ese presencia de Jesús, el amor que Él nos enseñó es la chispa que da algo diferente a tu vida, es lo que te cambia. En la Mariápolis estaremos personas de toda España con el lema «En camino para el encuentro» y eso es lo que queremos hacer.
¿Cómo se puede participar?
Anabel: Está abierto a todo el mundo. Estamos unas 330 personas de toda España inscritas y hay personas de todo tipo, desde quien tiene una fe más profunda hasta personas que se están acercando a la fe o quienes no tienen ninguna referencia religiosa. Comienza el 25 de julio y del 20 al 24 pueden acercarse al Seminario donde les daremos la información para poder participar o el mismo día 25 en el Palacio de Congresos de Oviedo donde dará comienzo a las diez de la mañana. Simplemente con acercarse un poco antes es suficiente.
Fernando: la Mariápolis quiere hacernos ver y creer que es posible una relación de armonía, amor, diálogo y respeto entre las personas. Hoy en día que vivimos situaciones de tanto conflicto, de divisiones, en los que se busca solamente poder o prestigio en nuestras sociedades como antivalores, queremos dar una respuesta a esto y demostrar que otro mundo es posible. Algo que parece así como utópico es posible, y que todo lleguemos a ser uno. Una pequeña muestra es lo que queremos hacer en la Mariápolis.
Marga: Se van a encontrar con gente muy diversa que les va a acoger. En Mariápolis yo he conocido a grandes amigos, que luego han pertenecido al movimiento o no, pero la amistad ha prevalecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario