martes, 15 de agosto de 2023

La Asunción de la Virgen, Misterio vivido desde siglos atrás

(Cope/Ecclesia) Hay muchas celebraciones que hablan por sí solas porque sobren las palabras. Como la de este día, porque hoy es La Asunción de la Virgen María a los Cielos. Tal y como señala el Dogma “La Inmaculada Virgen María terminado el curso de su vida terrena fue Asunta en Cuerpo y Alma a los Cielos”. En la Escritura el Apocalipsis presenta en esa Gran Señal que aparece en el Cielo a María como esa Mujer vestida del sol, coronada con Doce estrellas y la Luna a sus pies.

Junto a Ella, apareció también otra señal. Un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez diademas. El dragón estaba enfrente de la mujer, esperando a que diese a luz y dispuesto a tragarse al fruto de sus entrañas. Pero a Ella le fueron dadas alas y fue arrebatada de aquel lugar. Entonces el dragón humillado, se puso a hacer la guerra a los descendientes del Hijo de la Mujer. Las primeras referencias de una viviencia del Misterio antes de ser proclamado nos lleva a la Iglesia de Oriente.

En el siglo IV se celebraba la Fiesta del Recuerdo, conmemorando la Asunción y Entrada de María al Cielo. En el siglo VI se llamó la Dormición de la Virgen. San Agustín defiende desde la Tradición esta Verdad de Fe tiempo antes, y lo mismo dirá Santo Tomás de Aquino. En el siglo VIII pasa ya a llamarse La Asunción de María a los Cielos. Según una tradición antiquísima, el Apóstol Santo Tomás no estaba cuando la Virgen tuvo el tránsito. Cuando llegó los demás discípulos apenados le dijeron que María había muerto.

Él pidió ir a verla. Ellos le recordaron su incredulidad con el Maestro. Sin embargo, Tomás insistió y fueron. Cuando abrieron el Sepulcro no estaba. Entonces aquel Apóstol les aseguró que cuando volvía de predicar había visto a la Señora llevada al Cielo por seres angélicos. En 1849 llegan las primeras peticiones de pueblo cristiano pidiendo la Proclamación de María Asunta a los Cielos. Así se incrementan hasta llegar a su Proclamación en 1950.

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