jueves, 16 de mayo de 2024

Beato Luis Suárez Velasco de Pelúgano, el Mártir mosquito. Por Rodrigo Huerta Migoya


En el mes de diciembre de 2019 dábamos cuenta de que el día once de dicho mes el Santo Padre había aprobado el decreto de beatificación de 27 mártires de la Orden de Predicadores, entre los cuales encontramos a un asturiano de Aller cuya historia es digna de ser actualizada. Cuando esperábamos con ilusión la fecha definitiva para este gran acontecimiento para la Iglesia de Asturias, hubo que suspender toda la organización debido a la pandemia hasta que se presentaran tiempos mejores. Por fin, tuvimos fecha, hora y lugar para celebrar que el P. Luis ha sido incluido en el libro de los Beatos. Así fue el pasado día 18 de junio de 2022 en la Catedral de Sevilla a las once de la mañana en una solemne eucaristía que fue presidida por el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

En el hermoso pueblo de Pelúgano, tierra de historias y leyendas, cuyas gentes defienden con especial énfasis que en aquellas alturas vio la luz la reina Doña Urraca de Castilla, aunque lo más defendido actualmente es que nació en Soto, también vio la luz nuestro Beato.

Los barrios de la Parroquia son Bolgueras, Cuevas, Entrepeñas, Pando la Tabla y Pelúgano, que es el nombre no sólo de toda la esta, sino del conjunto de casas que se apiñan en torno al templo y que a su vez se divide en dos zonas: Barrio de Encima (con las zonas de La Cenal y La Peral) y Barrio de Abajo (con las zonas de Los Hierros, La Llosa, La Teyera, L´Empruno, Xugabola, Llanlafuente y Fondeviche). 

La Parroquia hunde sus raíces en el siglo XIV; el actual templo, aunque fue levantado en el siglo XVII sobre la base del anterior de época románica, sufrió su última gran reforma en el año 1843; es decir, que la iglesia como hoy la contemplamos es como estaba cuando nació nuestro protagonista y así la conoció él mismo. En la guerra civil se salvó de la destrucción, lo que nos permite orar ante las mismas imágenes que él oró. 

La Parroquia está dedicada a Santa María la Real. Esto ha sido utilizado para que cada cual busque el origen que más le ha interesado: unos han dicho que es real por haberla mandado construir el emperador Alfonso VII, otros que es real por Doña Urraca, e incluso los ha habido que han especulado sobre la posible relación entre el matrimonio de Doña Urraca en Santa María la Real de Nájera con rey pamplonés García Ramírez. 

Evidentemente, remontarse a un pasado tan lejano siempre da lugar a hipótesis, más lo sencillo siempre queda mejor. En la mayoría de los casos las parroquia que tenían esa coletilla de ''real'' respondían a una única circunstancia: categoría por la que la corona tenía carta de presentación para proveer de párroco a la citada feligresía. Aunque lo que nadie podrá negar nunca es la vinculación de la Parroquia con el monasterio de benedictinas de Santa María de la Vega de Oviedo, que no podemos olvidar que fue fundado por Doña Gontrodo Petri, madre de la reina Doña Urraca. 

Es curioso que aunque la parroquia tenga por patrona oficial a Santa María Reina -la cual está representada en la parte superior del retablo mayor, siendo coronada reina de cielo y tierra por la Santísima Trinidad- lo cierto es que las gentes del lugar siempre han tenido por patrona popular (siendo la advocación mariana más querida en la localidad) a Nuestra Señora del Rosario, imagen que preside la hornacina central y que marcó la infancia y vocación del pequeño Luis. 

En este esbelto pueblo erguido a 640 metros de altitud sobre el nivel del mar actualmente hay poco más de doscientos habitantes, pero a finales del siglo XIX era una localidad con mucha vida, oscilando su censo en torno a los 500 habitantes. 

Este lugar de altura siempre tuvo fama de dar buenos frutos: tierra rica en maíz, castañas, fabes blanques y negres, arbejos, avellanas y nueces. Fue muy renombrada también la lana y la manteca. Se alza el pueblo en la base del Peña Mea; antaño se decía que estaba tan empinado el pueblo que hasta sus muertos descansaban en pie. Cuenta la feligresía con varios lugares de culto como la capilla de San Pedro, San Julián, y la de Santo Toribio. Hay una devoción especial a Santa Bárbara, que tiene una Hermandad en el lugar. 

Los apellidos delatan, y los del Beato Luis no son los de un desconocido en Pelúgano, sumergirse en los archivos civiles y eclesiásticos nos demuestran la presencia de estas familias en el lugar. Por citar algún dato llamativo cabe subrayar que en el año 1745 se habla de dos personas muy vinculadas a la vida del pueblo: Diego Velasco, del Barrio de Arriba, así como Domingo González Velasco y Juan Velasco, de Pelúgano; es evidente que dicha saga familiar tiene hondas raíces en este lugar minero, ganadero y agricola, famoso por la escanda de sus vegas, con las que se hace el famoso panchón allerano. 

Luis Suárez Velasco abrió los ojos para este mundo el día 30 de enero de 1897 en el seno de una familia profundamente católica. Este es el beato mosquitero, y es que así se  les llama a los de Pelúgano: ''mosquitos''. Sus padres se llamaban Juan y Manuela, los cuales le llevaron a bautizar a la iglesia parroquial el día 31 de enero de 1897. Los dominicos publicaron como su fecha de nacimiento el día 29 pero en realidad nació el día 30; esto nos lo revela el entonces párroco de Pelúgano Don Frutos Álvarez Quirós, quien le bautiza el 30 de enero de 1897 y anota que nació el día anterior a las diez de la mañana. También nos revela en que barrio de la parroquia nació: en Pando la Tabla. Sus abuelos paternos se llamaban Antonio y Ramona, mientras que los maternos Justo y Celestina. Fueron sus padrinos Ramiro González Requejo (casado) y Ramona Muñiz (soltera). Y aclara el sacerdote que todos -padres, abuelos paternos, maternos y padrinos- son naturales y vecinos de Pelúgano. Años después el párroco de Pelúgano que había en ese momento añade en la partida de bautismo la siguiente nota marginal: ''Este niño hizo profesión solemne en el Convento de Dominicos de Almagro (Ciudad Real) el día diez y siete de octubre de mil novecientos veinte. Lo que por verdad firmo: Antonio García''. 

En este pueblo de Pechuno creció en la fe a la vera de su Parroquia y en el saber en las escuelas del lugar. Sintió la llamada a la vida religiosa -tan numerosa en vocaciones en el concejo de Aller- y en concreto optó por ingresar en la Orden de Predicadores.

El 22 de septiembre de 1916 con apenas 19 años toma el hábito dominicano en el convento de Almagro (Ciudad Real) y un año después profesa en esta misma localidad el día 23 de septiembre de 1917. Joven brillante en el campo académico, destacaba por su inteligencia preclara y su facilidad para las lenguas. 

Concluida la filosofía en Almagro, sus superiores le envían a Salamanca para estudiar allí la teología en el renombrado convento de San Estaban, cuna de pensamiento y lugar clave de la "contrareforma" en España, y corazón de la Escuela Salmantina. En esta Casa concluye sus estudios teológicos y recibe la ordenación presbiteral el 10 de febrero de 1924 de manos del entonces obispo de Salamanca, Monseñor Julián de Diego y García Alcolea. 

Por las altas calificaciones de su expediente académico, el Padre Provincial considera que Fray Luis debe dedicarse de forma especial al estudio, la investigación y la docencia. Es enviado a la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino ''El Angelicum'' de Roma, donde se licenciará en Sagrada Escritura, frecuentando también el École Biblique de Jerusalén. 

Finalizados sus estudios regresa a España siendo destinado de nuevo a Almagro, en cuyo convento entonces eran muchísimos religiosos, la mayoría estudiantes. El P. Luis es designado profesor de Hebreo, Griego y Sagrada Escritura; maestro de novicios para los que iban a ser religiosos, pero no sacerdotes; es decir, maestro sólo de los futuros hermanos cooperadores, así como confesor ordinario de todo el noviciado de Almagro. Colaboró en el culto de la Iglesia de la Asunción de su convento celebrando y confesando; muy cercano siempre a la comunidad de las Madres Dominicas de clausura de la Villa,  pero especialmente dejó una gran huella en el pueblo y la parroquia de Almagro por su entrega en la formación de los jóvenes de la Acción Católica de la misma.

Nos situamos en el verano de 1936: la mayoría de los novicios estaban de vacaciones y en la Casa había menos de la mitad de estudiantes de lo habitual durante el curso -gracias a esto salvaron muchos la vida)- empieza a crecer en la localidad un ambiente anticlerical entre los grupos de izquierdas, y se empezaron a levantar bulos totalmente absurdos como que los frailes tenían muchas riquezas, oro y joyas, y por ello tenían ese convento tan bueno. He aquí una prueba del mal que se puede hacer cuando se vive en la ignorancia, cuando no pocas veces es alimentada por la envidia... El edificio en el que viven los dominicos fue levantado en el siglo XVI para ser convento de las monjas calatravas, las cuales moraron en este hasta 1815. Desde 1815 hasta 1836 estuvo habitado por una comunidad de frailes hasta que fueron expulsados por la desamortización de Mendizábal. Desde 1836 hasta 1906 estuvo abandonado utilizándose como cuadra de caballos. Tras casi setenta años de total abandono y expolio, en 1906 los dominicos -que ya estaban en Almagro desde 1538- se hicieron con esta propiedad poniéndose manos a la obra para restaurar el edifico salvándolo de la ruina absoluta, amueblándolo y dotándolo con sus propios bienes. Otra mentira que extendieron los facinerosos en la comarca fue que los dominicos le quitaban el pan de la boca a la gente de Almagro, sin haber caído en la cuenta que los dominicos regalaron enseñanza elemental  gratuita durante siglos a las gentes más pobres del lugar, la formación universitaria y hasta puestos de trabajo en la imprenta de Nuestra Señora del Rosario, promovida por Monseñor Barbado Viejo O.P. cuando no había necesidad para ello, dado que la comunidad estaba formada por más de un centenar de dominicos, pero estos quería ayudar al desarrollo de las familias del pueblo que más lo necesitaran.

En el mes de julio empieza la tensión; los frailes son insultados por las calles y todo hace presagiar lo peor. A mediados de éste, en concreto el día 18 de julio, incendian la iglesia la iglesia parroquial de la Madre de Dios, ante lo que los religiosos acudieron presurosos a sofocar el fuego. Los frailes fueron maltratados y expulsados del lugar mientras los milicianos profanaban y expoliaban el templo parroquial. A partir de este día el Ateneo Libertario de Almagro fijó su obsesión en acabar con la comunidad de los dominicos. Durante una semana trataron de convencer al alcalde Daniel García -socialista- para que autorizara la matanza de los frailes. El 25 de julio se presentaron en el convento los miembros del Ateneo con armas para arrestar a los religiosos y llevarles prisioneros a una casa vacía del pueblo que hizo de cárcel provisional. Le dieron muerte a los 39 años. Sus reliquias pueden venerarse en Sevilla.

Hay un pequeño opúsculo del P. José Antonio Martínez Puche O.P. en el que conjuga muy bien toda la trama de la película que se realizó posteriormente con bastante fidelidad a los detalles de la historia real. Este libretillo se llama ''Bajo un manto de estrellas, Película, historia y holocausto de los Mártires Dominicos de Almagro (1936)''. El actor que interpretó al P. Luis fue Vicente Blanco.


Mártires Dominicos que serán Beatificados el próximo mes de Junio


Estos son los veintisiete beatos compañeros de causa del Beato Luis. A saber: once padres dominicos, dos frailes estudiantes, cuatro frailes estudiantes ya profesos, seis hermanos cooperadores, un novicio que se preparaba para ser hermano cooperador, un novicio que se preparaba para clérigo, un seglar de la tercera orden dominicana, y una religiosa dominica de clausura. El nombre oficial de la causa se denominó: Ángel Marina Álvarez y 19 compañeros mártires de la Orden los Frailes Predicadores, Juan Aguilar Donis y 4 compañeros de la misma Orden, Fructuoso Pérez Márquez, fiel laico de la tercera orden de Santo Domingo e Isabel Sánchez Romero (Ascensión de San José), monja profesa de la Orden de Santo Domingo.

1.- Ángel Marina Álvarez, sacerdote

          2.- Manuel Fernández (Herba), sacerdote

          3.- Natalio Camazón Junquera, sacerdote

        4.- Antonio Trancho Andrés, sacerdote 

 5.- Luis Suárez Velasco, sacerdote

        6.- Eduardo Sainz Lantarón, sacerdote

     7.- Pedro López Delgado, sacerdote

                              8.- Francisco Santos Cadierno, religioso estudiante

                       9.- Sebastián Sáinz López, religioso estudiante

                              10.- Arsenio de la Viuda Solla, hermano cooperador

                       11.- Ovidio Bravo Porras, hermano cooperador

                         12.- Dionisio Pérez García, hermano cooperador

                                                   13.- Fernando García de Dios, novicio para hermano cooperador

                                       14.- Antolín Martínez-Santos Ysern, novicio para clérigo

                      15.- Paulino Reoyo García, profeso estudiante

                           16.- Santiago Aparicio López, profeso estudiante

                                      17.- Ricardo Manuel López y López, profeso estudiante

        18.- José Garrido Francés, sacerdote

                          19.- Justo Vicente Martínez, profeso estudiante

                                                      20.- Mateo (Santiago) de Prado Fernández, hermano cooperador

       21.- Juan Aguilar Donis, sacerdote

               22.- Tomás Morales Morales, sacerdote

                 23.- Fernando Grund Jiménez, sacerdote

                                           24.-Fernando de Pablos Fernández, hermano cooperador

                                                        25.- Luis María (Ceferino) Fernández Martínez, hermano cooperador

                           26.- Fructuoso Pérez Márquez, seglar dominico

                              27.- Sor Ascensión de San José (Isabel Ascensión Sánchez Romero), monja dominica


Vinculados con Asturias

Beato Manuel Fernández (Herba) O.P., sacerdote
Nacido en Lisboa.Tras pasar por los Escolapios de Celanova (Orense) y el Seminario de Tuy, ingresó en la Orden de Predicadores en Padrón (Coruña). Terminó su noviciado en Corias (Cangas de Narcea) en 1897, ofreciéndose para restaurar la Provincia Bética. Destinado en Almagro desde 1918 fue designado Prior de la Comunidad y Prior Provincial de la Bética en 1919. Fue martirizado en las eras de Almagro el 14 de agosto de 1936.

Beato Natalio Camazón Junquera O.P., sacerdote
Natural de Castromocho (Palencia) .En su pueblo natal hizo estudios de latín con el Párroco, hasta que fue al noviciado dominicano de Corias (Asturias) en 1888. Profesó en el convento de Corias el 29 de diciembre de 1889. Permaneció en el convento asturiano hasta que hizo la profesión solemne. Después pasó a San Esteban de Salamanca a cursar Teología. Fue martirizado en Sevilla a los 62 años de edad. 
 

Salvete cedro Libani
plantae virentis Ordinis,
quae prata nunc coelestia
impletis almo germine.
O inclytae propagines
vestros juvate filios
in valle maesta debile
nos roborar surculos

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