viernes, 5 de diciembre de 2025

El altar mayor de la Catedral contará con una arqueta sepulcro con reliquias de mártires

(Iglesia de Asturias) El altar mayor de la Catedral de Oviedo contará, a partir del próximo domingo, 14 de diciembre, con una arqueta de plata con reliquias de mártires que se colocará debajo del mismo. El gesto, como recuerda José Luis González, canónigo de la Catedral y Delegado episcopal de Liturgia, quiere recordar la tradición que, desde antiguo, tuvo siempre la Iglesia de «celebrar la eucaristía sobre los sepulcros de los mártires, recordando así las palabras de Tertuliano: sangre de mártires, semilla de nuevos cristianos«. Con el tiempo, esta tradición se tradujo en que en el altar hubiese un pequeño sepulcro donde se colocara alguna reliquia de santos o mártires. Lo cierto es que la Catedral fue sufriendo a través de los siglos diversas transformaciones y la última tuvo lugar en tiempos de Mons. Lauzurica, cuando se construyó el altar que hoy conocemos, que tenía «un sepulcro mínimo», explica José Luis González. Dado que la Catedral contaba con diversas reliquias y que se recibieron últimamente tres cajas con reliquias de mártires de la persecución religiosa en España en el siglo XX, el Cabildo tomó la decisión de construir un arca de plata diseñada con motivos inspirados en la Cámara Santa y esmaltes de color azul junto con la Cruz de los Ángeles, haciendo referencia a la ciudad de Oviedo, colocarla debajo del altar y depositar en ella esas reliquias para ser «fieles a la tradición primera», y que la «Sancta Ovetensis diera testimonio visible y público», explica el canónigo.

La arqueta será colocada bajo el altar mayor durante la eucaristía de las 18,30 h del domingo 14 de diciembre, una hora expresamente elegida «para que puedan asistir los canónigos del cabildo, y todos aquellos sacerdotes y fieles que nos quieran acompañar, porque será un momento importante para la Catedral».


Altar de la Capilla Mayor del Seminario, anteriormente de la Catedral

Como curiosidad, señalar que el altar que había en la Catedral antes del actual es el que se encuentra ahora en la Capilla Mayor del Seminario Metropolitano. «Cuando se hizo cargo de la diócesis fray Ramón Martínez Vigil, dominico-asturiano, que era un hombre muy culto y conocía las corrientes litúrgicas que venían de Europa, levantó el coro de la Catedral y lo movió del centro, donde se encontraba, hasta la cabecera, en el ábside, debajo del retablo –explica José Luis González–. Allí puso la Cátedra del Obispo, que por otro lado es un gesto muy significativo porque al lado de la Cátedra está Pedro y Pablo, que son los maestros de la fe, y a su lado tiene a los grandes padres de la Iglesia de Occidente. Esto significa que el Obispo explica la fe de los Apóstoles y según la tradición de la Iglesia. A la cabecera de este coro que se situaba ahora en el ábside, Martínez Vigil encargó a Madrazo un altar que tenía un expositor en la parte posterior para la Adoración del Santísimo y que estaba sostenido por unas columnas de bronce representando a los doce apóstoles y en el centro de la figura del Salvador. Como esto ya no podía ser, con el tiempo –sobre los años 50–, Lauzurica quiso adaptar lo que ya era una consolidación del movimiento litúrgico: levantó ese altar, lo llevó al Seminario y un poco más hacia el pueblo colocó el altar que hoy conocemos y debajo del cual se va a poner la arqueta sepulcro».

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