(Infovaticana) El Papa León XIV ha nombrado al cardenal español Ángel Fernández Artime, Pro-Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, como Legado Pontificio para las Basílicas de San Francisco y Santa María de los Ángeles en Asís. El anuncio ha sido incluido en el Bollettino de la Santa Sede publicado este jueves.
El nombramiento se refiere a dos de los santuarios más significativos del catolicismo: la Basílica de San Francisco, que alberga la tumba del santo fundador de la orden franciscana, y Santa María de los Ángeles, donde se encuentra la Porciúncula, lugar asociado al inicio del movimiento franciscano. El cargo de Legado Pontificio, de carácter representativo, conlleva la misión de mantener el vínculo institucional y espiritual entre estos templos y la Santa Sede, además de presidir actos litúrgicos y conmemorativos en nombre del Papa.
La designación del cardenal Artime se produce en un momento en que la dirección del Dicasterio para la Vida Consagrada presenta una configuración particular. Desde enero, la Prefectura del organismo está en manos de la hermana Simona Brambilla, mientras que Artime, salesiano y asturiano de origen, ocupa el puesto de Pro-Prefecto. Aunque no se ha establecido una estructura colegiada formal, en la práctica ambos desempeñan funciones diferenciadas. El nombramiento en Asís podría interpretarse como una forma de visibilizar esa distribución de tareas y reforzar institucionalmente el perfil del Pro-Prefecto dentro del dicasterio.
Fernández Artime se convierte así en el primer español en ocupar este cargo en la etapa moderna del Vaticano. Sin embargo, existen antecedentes históricos de representación pontificia española en Asís. En 1920, el cardenal Rafael Merry del Val, entonces ya fuera de la Secretaría de Estado, fue enviado por Benedicto XV como Legado Pontificio para presidir el Congreso Catequético de Umbría y conmemorar el séptimo centenario del hallazgo del cuerpo de San Francisco. Su participación subrayó el papel diplomático y ceremonial que ha acompañado tradicionalmente este encargo.
El nombramiento de Artime se enmarca en la línea de continuidad del actual pontificado con ciertas decisiones tomadas bajo Francisco, como la inclusión de religiosos en cargos curiales y la articulación de estructuras compartidas en algunos dicasterios. No obstante, la relevancia simbólica del lugar y el encargo puede considerarse un movimiento destinado a equilibrar los roles en uno de los dicasterios más importantes y con mucha función ejecutiva, donde el perfil tan protagónico de Brambilla en un rol de gobierno es cuestionado por parte de la curia.
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