(Religión Confidencial) No es cierto. Joseph Ratzinger no puede regresar a la Fundación Universitaria Española porque nunca se ha ido.
Muestra de ello es la placa que se lee en la entrada del salón de actos de esta noble institución: “Su Emma. Rvdma. Cardenal Joseph Ratzinger hoy Papa Benedicto XVI honró esta Fundación con su presencia para presentar el Catecismo de la Iglesia Católica. Madrid, 9 de julio de 1993”.
Si hay un centro cultural, no digo teológico, en Madrid que se ha ocupado y preocupado por el pensamiento de Ratzinger-Benedicto XVI es la Fundación Universitaria Española. Podría añadir alguna comparación, pero ya me advirtió mi madre que las comparaciones eran odiosas.
En un precioso libro, de reciente edición, la actual presidenta de esta Fundación, Lydia Jiménez, recuerda la visita del entonces cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe con motivo el Catecismo de la Iglesia Católica, que, por cierto, sigue vigente. Aún no se ha reformado íntegramente, ni se ha cancelado.
Entonces, julio de 1993, era presidente de esa señera Fundación don Antonio Garrigues Díaz-Cañabate, personalidad de la historia de España que, creo, no necesita glosa alguna.
Podíamos recordar, por ejemplo, que trabajó con el ministerio de Fernando de los Ríos, fundó con Bergamín y con Imaz la revista Cruz y Raya. Fue embajador ante la Santa Sede, por no hablar de su ministerio en el primer gobierno de la democracia.
Era entonces arzobispo de Madrid, el cardenal Suquía, y Nuncio monseñor Tagliaferri. Estuvieron en la conferencia de Ratzinger el arzobispo entonces de Pamplona, Fernando Sebastián, y el obispo de Ávila, Cañizares.
Me produce especial nostalgia ver a mi admirado y recordado maestro, patrono de la FUE, José Ignacio Tellechea junto a Ratzinger, en la cena homenaje. Aún recuerdo cuando me contaba en la salamanca del Hispano lo tratado en las reuniones del patronato, o sus desvelos por la edición de los clásicos de la espiritualidad española.
En los últimos veinte años, la FUE ha celebrado media docena de cursos que han tenido como temáticas el pensamiento de Ratzinger. Ha editado otra media docena de libros sobre el papa teólogo.
Ahora, el próximo miércoles, la FUE quiere recordar el paso de Ratzinger por esa docta casa. Docta casa, y lo digo con cocimiento de causa, entre otras razones, porque en su archivo alberga, por ejemplo, la documentación del Gobierno de la República en el exilio. Por no hablar de algunas colecciones documentales de personalidades claves de la historia cultural española.
A este acto de memoria, treinta años, han invitado al que fuera secretario de Ratzinger-Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein, que estará acompañado por el Nuncio, monseñor Auza, que al fin y al cabo, sin desmerecer de su interés, cumple con su obligación de seguimiento, y al emérito cardenal de Madrid que trajo por última vez a la capital de España a Benedicto. Es decir, el cardenal Rouco.
¡¡¡¡Madre mía!!!!¡¡¡¡Qué pecado!!!!¡¡¡¡Conspiración, contubernio!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario