Con todo lo que estoy viviendo y escuchando, no sé lo que voy a ser capaz de deciros; pero sí, que un sentimiento muy grande está en lo hondo de mi corazón. Gracias
Gracias a ti Joaquín, a ti Serrano, a ti, Hermana Mª Paz, Superiora General, a todas las hermanas que os habéis unido a mí; a mí familia aquí presente; a todos los que con tanto cariño habéis preparado esta celebración.
Al consejo pastoral, a todo el grupo de vida ascendente, al de pastoral de la salud, a los que durante muchos años hemos trabajado en cáritas parroquial.
A todos los que día a día compartimos la Eucaristía, y a todos los que me acompañais en estos momentos, a los que no han podido venir, pero sé, que están muy unidos, gracias de todo corazón.
*Gracias Señor, porque me escogiste para prolongar tu amor en los hermanos, regalandoles el Pan de la Palabra y de la Eucaristía.
*Gracias, por los muchos años que me concedes, con sus luces y sombras, pero siempre con motivos para la gratitud.
*Gracias Señor, por mi comunidad, que me envía a este apostolado, que entra de lleno en el carisma de la Congregación y que me llena de paz y de alegría.
*Señor quiero ser mediación tuya para saciar el hambre espiritual de tantos necesitados de amor.
Quiero seguir siendo esa pequeña luz, y que a través de ella, ilumines tú, Señor, las horas de soledad y tristeza de los que pones en mi camino. Ese ángel de la guarda visible, que acompaña, adora y bendice.
Ayúdame a vivir, como María, con la fuerza del Espíritu Santo, en una continua acción de gracias.
Señor, sigue bendiciendo a Joaquín y a todos los que cooperamos en construir la comunidad parroquial de San Félix de Lugones, a todos los que te presenté al principio.
Y como María tu madre y madre mía digo con fuerza: ''Proclama mi alma la grandeza del Señor, por que ha hecho grandes maravillas en mí''.
Gracias a todos de corazón
Lugones 30 de Noviembre de 2019
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