sábado, 7 de diciembre de 2019

Crónica del Homenaje a la Hermana Bibiana Flórez Tamargo

El pasado sábado 30 de Noviembre en la Iglesia Parroquial de San Félix Mártir, en Lugones, se celebró una emotiva eucaristía en la que además de dar comienzo al año litúrgico con el tiempo de Adviento y bendecir y encender la Corona, se vivió la celebración de la santa misa en un profundo contexto de acción de gracias por la vida y dedicación de la hermana Bibiana durante casi tres décadas en esta Comunidad Parroquial.

La iglesia se quedó pequeña para acoger a religiosas, familiares de la hermana Bibiana y, sobretodo, fieles de la parroquia de Lugones que quisieron manifestar a ésta y a la Congregación el aprecio y cariño que en esta localidad se tiene a toda la familia religiosa.

La monición de entrada nos puso en disposición para ello cuando Rosa, la presidenta de Cáritas, con voz emocionada concluía este saludo inicial diciendo: Celebrar es afirmar que otro mundo está naciendo; es mirar la realidad con los ojos de Dios y es ser un canto incesante de alabanza y gratitud, como hizo nuestra hermana Bibiana entregando su vida en la extensión del Reino, aquí, en Lugones.
También damos gracias al Señor por el don de la vida consagrada y salimos a su encuentro con la luz de la fe, la fuerza de la esperanza y el gozo verdadero de la caridad.

La primera lectura fue proclamada por la anterior superiora de la comunidad de Lugones -la Hermana Victoria Sagasti- que vino desde su actual destino en Palencia para esta celebración; el salmo lo proclamó una señora de la Parroquia, y la epístola del apóstol, la actual superiora, la hermana Isabel de Prado. Tras la proclamación del evangelio a cargo de D. Serrano -sacerdote colaborador en la parroquia- el párroco, D. Joaquín, aunque con la voz algo entrecortada por el catarro, obsequió a los presentes con una homilía cargada de guiños a la Congregación, a la vida consagrada y a la propia hermana Bibiana. También tuvo una deferencia para la nueva presidenta de "Confer-Asturias", igualmente presente en la celebración, la Hermana Begoña, que es también religiosa del Santo Ángel en la Comunidad de San Javier de la Tenderina.

Don Joaquín comentó que era un día idóneo para el reconocimiento de la hermana Bibiana, pues un 30 de Noviembre, día de San Andrés, siempre es una fecha vocacional por recordar al apóstol que junto a su hermano dejaron sus redes para seguir al Señor, pero, además, el Párroco recordó que estábamos en vísperas de Santa Bibiana, cuya memoria es el 2 de Diciembre; y que si de algo tiene que ver la palabra de Dios del primer domingo de adviento es precisamente algo muy propio de la vida religiosa, haciendo un paralelismo litúrgico con la vela, la espera y la vida vigilante...

A continuación adjunto algunos fragmentos de la homilía de D. Joaquín:

Cuando hace cuatro años le hicimos el homenaje a la hermana Amparo (para la que hoy quiero tener también un entrañable recuerdo como compañera inseparable de nuestra “andariega”) dije públicamente: ‘’Queda pendiente la hermana Bibiana, pero como está como un cañón -sigue estando- la esperamos para la próxima’’… Ha llegado el día hermana, y este cura -para gusto y disgusto de algunos- cumple con su palabra y sus criterios, y aunque durante mucho tiempo tú rehusaste mi invitación a celebrarte este acto en la Parroquia, he de decir que esta vez ha sido el Consejo Pastoral en pleno quien ha dicho "si ella no quiere, se lo hacemos igual’’. 
Esta Parroquia no podía permitirse no tener un gesto con una religiosa que ha dado tantos años de su vida a los demás aquí entre nosotros, con nosotros y para nosotros. Sabéis que tengo especial debilidad como párroco por los enfermos y los ancianos, por ello siempre he considerado un tesoro la labor que las hermanas del Santo Ángel han realizado de forma tan particular en muchos campos, pero, sin duda, el más apreciado por mí ha sido es la visita a los ancianos y enfermos en sus casas, residencias y hospitales acercándoles la Sagrada Comunión. Ahí habéis sido sin duda ángeles de caridad llevado a Dios mismo a todos los rincones de Lugones, y a pie: al Carbayu, al Cuetu, a Paredes, a los bloques de la sindical, al Resbalón, al Castro… casa rica o pobre; familia más cercana a la fe o menos; donde érais bien recibidas o donde os regalaban alguna cara larga. Nunca os habéis rendido ni dejado vencer en esta preciosa misión. Y en el caso de la hermana Bibiana cuántos otros campos de servicio ha prestado a nuestra Parroquia, tales como sus largos años de fiel colaboración en el equipo de Cáritas, su tiempo de catequista con los más pequeños en el apoyo escolar, su colaboración en la pastoral litúrgica proclamando la Palabra, o como ministra extraordinaria de la comunión. También en el grupo de "Vida Ascendente" y en el de "Pastoral de la Salud". La cercanía a la Pastoral Exequial rezando tantos rosarios en el tanatorio o ayudando en los funerales de conocidos y desconocidos… cuánto mucho y bueno podríamos decir de la colaboración continua y constante de nuestra Hermana aquí en Lugones, en esta parroquia de San Félix Mártir, que es ya la suya para siempre.
Y ni qué decir del testimonio que ofrecéis todas las hermanas insertándoos en la vida de nuestro pueblo donde sois, como le gusta decir a nuestro Arzobispo al definir a los religiosos, ''esa luz sobre el candelero''….
(...) Gracias querida Bibiana por tu testimonio de consagrada en medio de nuestra Parroquia y de nuestro pueblo; eres esposa del Señor, lo has dejado todo para seguirle y ten por seguro que has elegido como “Marta” el mejor camino y a mejor parte. Felicidades igualmente para tu hermana -la hermana María Luisa- con la que compartes sangre, vocación y Congregación, y para todas las Hermanas del Santo Ángel que tú elegiste, que te acogió y que "te eligió". 
Es palpable lo mucho que sois queridas aquí las Hermanas. Tenéis ya y sin reconocimiento oficial una auténtica familia laical del Santo Ángel en Lugones entre tantísima gente que os quiere y admira en vuestra labor. 
Sabéis también cuál es mi criterio en relación al tema del dinero como mero medio inapelable de subsistencia. Y ya cuando el homenaje de la Hermana Amparo, no quise dar posibilidades de recaudaciones de ningún tipo, pues tenía claro que era algo iniciativa de la Parroquia y de la que ésta debía hacerse cargo; tengo que aclarar que esta vez ha sido tal la avalancha de personas que han llamado, preguntando, insistido y solicitado colaborar, que aún en contra de mi criterio inicial lo he aceptado, pues, en definitiva, es un gesto que quiere también visualizar y ser exponente del cariño y el agradecimiento de tantos hacia vosotras, y en particular hacia ti, Bibiana.
Pido al Señor que siga bendiciendo nuestra Parroquia con esta presencia de las Hermanas; me consta que en los últimos años han sido muchas Casas las que la Congregación ha cerrado y sé que desde la Curia General siempre habéis tratado de mantener abierta esta Comunidad de Lugones. De corazón, como Párroco, quiero manifestar mi gratitud a las superioras de la Congregación por el cariño que siempre han mostrado con nosotros. Rogamos al Dueño de la Mies que bendiga a esta querida Congregación con nuevas y santas vocaciones para que puedan seguir haciendo discípulos como pedía el Padre Luis Ormiers.
(...) Querida Hermana Bibiana, queridísimas Hermanas del Santo Ángel, querida Parroquia de San Félix de Lugones: estemos alegres porque viene el Señor a salvarnos; viene a nuestro encuentro, y como nos recuerda el libro del Éxodo: ‘’Yo enviaré mi ángel delante de ti…Préstale atención y escucha su voz’’

Tras la homilía y el credo las peticiones fueron realizadas por hermanas, fieles de la Parroquia y familiares de la homenajeada. Después tuvo lugar una presentación de ofrendas que fueron leídas por el matrimonio que lleva la pastoral familiar de la Parroquia. Las ofrendas las presentaron personas de los diferentes grupos de la Parroquia. Luego, durante el ofertorio, sonó al órgano el himno del Padre Ormiers.

El párroco también tuvo varios gestos hacia la hermana Maria Luisa, hermana de sangre, de vocación y de Congregación, como él mismo recordó en la homilía.

La misa fue aplicada por todas las hermanas difuntas de la Congregación, teniéndose muy presente al Beato Luis, al que se citó en varias ocasiones.

Para la Comunión se cantó ''Ven salvador, ven sin tardar''; pero fueron tantos los fieles que comulgaron, y aunque los dos sacerdotes estuvieron tiempo distribuyendo la Comunión, aún se cantó como segundo canto ''Si me falta el amor'', como gesto -sin duda- hacia la hermana Bibiana, por ser uno de sus cantos preferidos. Terminada la Sagrada Comunión se cantó como "acción de gracias" el canto: ''Que detalle Señor has tenido conmigo'', al cual todas las hermanas se sumaron emocionadas.

Empezó aquí la parte del homenaje; primero con la acción de gracias de Mª Jesús Cabal, catequista de la Parroquia, quien definió a la perfección la faceta espiritual del carisma de las hermanas del Santo Ángel. Entre otras cosas nos recordó que: Ser ángel visible es ser presencia del Señor, es ser consciente de la realidad que nos rodea y contagiar la alegría del encuentro…El ángel ama, cuida, anuncia, acompaña, libera, sirve, bendice.

Después una reseña más bien de anécdotas y pequeños detalles, datos y cifras, que el Consejo Pastoral encargó a Rodrigo, colaborador en la Liturgia, de que entresacamos un fragmento: Mujer seria, orante, implicada en la Parroquia en la que se siente parte de ella y la lleva tan dentro de sí, (...) con qué ganas espera siempre que acaben las vacaciones para volver a Lugones, para volver a la que ya es su casa. Aquí no hay kilómetros, ni frío, ni nada que impida llevar sus proyectos y compromisos parroquiales adelante. Si hay que llevar una comunión y está granizando, allá va la hermana Bibiana sin miedo. Que hay que visitar a una persona de la Parroquia que está en Pola de Siero, en Bobes o en el Berrón, allá aparecerá sin dudarlo nuestra aventurera, aunque alguna vez los celosos párrocos no estuvieran muy de acuerdo. Lo primero es lo primero, y los de casa no pueden quedar desatendidos. Ella sigue trabajando para cumplir su objetivo, presentarse ante el Señor con las manos llenas. En definitiva Hermana, has sido y eres aquí lo que esperaban tus fundadores: “Como ellos, como ángeles, siendo luz en nuestro mundo”.

Se le entregaron finalmente los regalos de la Parroquia: un ramo de flores, un icono de un ángel músico con una placa que reza: ''A la Hermana Bibiana Flórez Tamargo. Lugones 30 -11 - 2019''. Y los regalos de los grupos de "Vida Ascendente", "Pastoral de la salud y visitadoras de enfermos".

Por último intervino la Hermana Bibiana, la cual dijo: Gracias Señor, por mi Comunidad que me envía a este apostolado, que entra de lleno en el carisma de la Congregación y que me llena de paz y de alegría. Señor quiero ser mediación tuya para saciar el hambre espiritual de tantos necesitados de amor. Quiero seguir siendo esa pequeña luz, y que a través de ella, ilumines tú, Señor, las horas de soledad y tristeza de los que pones en mi camino. (...) Señor, sigue bendiciendo a Joaquín y a todos los que cooperamos en construir la comunidad parroquial de San Félix de Lugones, a todos los que te presenté al principio. Y como María tu madre y madre mía digo con fuerza: ''Proclama mi alma la grandeza del Señor, por que ha hecho grandes maravillas en mí''. ¡Gracias a todos de corazón!

Antes de terminar, al ser sábado, Don Joaquín nos invitó a mirar a María, le cantamos ''Hoy quiero cantarte Señora de los Ángeles'', mientras la imagen de la Virgen fue incensada por el sacerdote. Tras ello se impartió la bendición y se invitó a la merienda -ágape- que estaba preparado en locales de la Parroquia.

Aún hubo que esperar más de media hora para empezar el pincheo, pues concluida la misa hubo casi un "besamanos", pues todos querían acercarse a la hermana Bibiana para felicitarla, para darle un beso y congratularse con la Congregación y su familia, que también estuvieron multitudinariamente presentes. También la Parroquia obsequió a todos con un "marcapáginas" que recoge los sellos de la Parroquia a lo largo de su historia.

Concluido el acto Don Joaquín despidió a la Hermana María Paz, Superiora General de la Congregación, y a la Hermana Derly, Consejera y Delegada del distrito de América, y les regaló "para el camino" una caja de ''lugonines''; unas galletas caseras que hacen en una pastelería de Lugones, como recuerdo de la visita.

Fue para todos una tarde emotiva, donde a pesar de ser muchos se respiró familiaridad, unión y alegría... Pese ser un tarde fría y lluviosa, propia del invierno asturiano, el ambiemte fue muy cálido y familiar. Incluso, durante el ágape, un feligrés de la Parroquia obsequió a las hermanas con un poema improvisado. 

Como dijo Don Joaquín: no se despedía nada, no era un adiós ni un finiquito; simplemente que hay que saber decir gracias a las personas cuando las tenemos bien, pues los reconocimientos al buen hacer, nunca deberían ser póstumos.

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