(J. Guaryebas/La Tribuna de Toledo) Cuarenta años después la vigencia de la carta es plena, y así lo destacó ayer el obispo emérito de Orihuela-Alicante, Mons. Rafael Palmero Ramos, en una conferencia conmemorativa de estas cuatro décadas del documento pastoral. Monseñor Palmero, que fue obispo auxliar de Toledo de 1988 a 1996, cuando era arzobispo González Martín, recordó ayer con gran respeto al cardenal, del que destacó sus aciertos en la carta pastoral. «Desde ese momento en que el la escribe hasta hoy han pasado 40 años, en este periodo ha habido un tanto sembrado, regado, cultivado y cosechado, porque los frutos están a la vista», comentaba el obispo emérito a este diario sobre las vocaciones en la Archidiócesis.
La conferencia se celebró en el salón de actos del seminario mayor donde se dieron cita numerosos seminaristas, así como el rector de este centro de estudios, el sacerdote José María Anaya, y el deán de la Catedral, Juan Sánchez, entre otros responsables diocesanos.
El arzobispo, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, y el obispo auxiliar, Mons. Ángel Fernández Collado, se sumaron al acto organizado tanto por el seminario, como por el Instituto Teológico ‘San Ildefonso’, cuyo director también participó en este aniversario y homenaje a la figura y aportaciones del cardenal Marcelo.
Merece la pena conocer la carta pastoral
«Merece la pena conocer la carta, profundizar en ella y ver que tiene contenido y proyección de futuro», explicó prelado, gran conocedor del documento pastoral que asimismo sirvió de inspiración a monseñor Rodríguez Plaza en la homilía de la celebración eucarística con motivo de la apertura del curso escolar del seminario el pasado mes de octubre.
El obispo auxiliar de Toledo en el pontificado del cardenal Marcelo, que con anterioridad había trabajado para el cardenal como secretario particular cuando éste fue arzobispo coadjuntor de Barcelona, indicó que las claves de la carta se encuentran en las directrices del Papa Pablo VI.
«Don Marcelo recoge directamente esas ideas post concilio diciendo como tiene que haber una dirección espiritual muy profunda, una formación académica también muy cuidada y una disciplina para que estos resultados sean todavía superiores a los que uno puede aspirar», dijo, siempre en referencia al buen estado de salud de las vocaciones masculinas en la Archidiócesis Primada.
El vicario episcopal para la Cultura y Relaciones Institucionales, Francisco César García Magán, presentó al ponente y emérito de Orihuela-Alicante, recorriendo el currículum y cargos del mismo, mientras que el arzobispo de Toledo, recordó a los seminaristas que los seis cursos académicos de formación superior «son unos años únicos, debemos ser perspicaces para sacarles todo el jugo», dijo.
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