(ACI/InfoCatólica) «Nos preocupa que las heridas causadas por el terrorismo a tantas víctimas y a la sociedad entera no se curen por el camino del arrepentimiento, del propósito de la enmienda y de la satisfacción de las víctimas. Es decir, que no se curen en su raíz por el camino del perdón y de la misericordia buscada, aceptada y concedida de corazón», ha señalado.
También les «preocupa» que la unidad de España pudiera llegar a «romperse». «Nos preocupa que la unión fraterna entre todos los ciudadanos de las distintas comunidades y territorios de España, con muchos siglos de historia común, pudiera llegar a romperse. La unidad de la nación española es una parte principal del bien común de nuestra sociedad que ha de ser tratada con responsabilidad moral», ha apuntado.
Asimismo, ha puesto de relieve la preocupación aún viva de los obispos por «el presente y futuro del matrimonio y de la familia» a cuyo empeoramiento contribuyen las «leyes injustas» y ha asegurado que solicitarán «con todo respeto e incansable insistencia» a los gobernantes «un giro positivo de la legislación y de la política sobre el matrimonio y la familia», que incluye «la problemática de la bioética y el derecho a la vida».
«Sus problemas siguen siendo muy graves y de honda repercusión para el conjunto de la sociedad. Es verdad que las leyes no son ni pueden ser la única ni tal vez la principal solución de estos problemas. Pero las leyes injustas contribuyen mucho al agravamiento de los problemas. Reiteramos una vez más la necesidad de leyes reconocedoras y protectoras del matrimonio y de la familia», ha precisado.
Concretamente, ha explicado que «la actual legislación, que ni siquiera reconoce la realidad humana del matrimonio en su especificidad con una institución o figura jurídica adecuada, debe ser corregida y mejorada porque compromete seriamente el bien común».
Además, ha lamentado «el egoísmo, que triunfa en la vida matrimonial y familiar de España tal vez como en ningún otro campo de las relaciones sociales» y ha instado a combatirlo también «en el ámbito de la educación en general y, por supuesto, de la formación católica y de la atención pastoral matrimonial y familiar».
Estos problemas se enmarcan, según ha añadido, en una situación de «crisis económica que padece España, en el contexto de una crisis europea y mundial», y ha precisado que «a pesar de que se atisben algunas señales del comienzo de la recuperación, exige todavía un esfuerzo continuado y generoso».
Además, ha comentado que «es necesario reducir sustancialmente el paro, en particular el que sufren tantos jóvenes, que incluso no han podido acceder nunca a un puesto de trabajo».
También se ha referido a las relaciones entre la Iglesia y el Estado para remarcar que están «suficientemente bien reguladas por los Acuerdos firmados en 1979» que, a su parecer, «reflejan fielmente tanto los principios enseñados por el Concilio Vaticano II a este respecto, como los que emanan de la Constitución Española de 1978».
Con motivo de las elecciones a Secretario General de la CEE, que se celebrarán este miércoles en el marco de la Asamblea y en las que Mons. Juan Antonio Martínez Camino será sustituido tras dos quinquenios en el cargo, el Cardenal Rouco Varela ha agradecido «sus muchos años de sacrificado servicio». «Que Dios se lo pague y le conceda seguir sirviéndole con la misma generosa entrega», ha agregado.
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