sábado, 9 de noviembre de 2013

9 de Noviembre . Dedicación de la Basílica de Letrán

 
«...De nuevo preguntó el prefecto Rústico: ¿En dónde se reúnen? Justino contestó: En donde cada uno puede y prefiere; tú crees que todos nosotros nos reunimos en un mismo lugar, pero no es así, porque el Dios de los cristianos, que es invisible, no se puede circunscribir en un lugar,  sino que llena el cielo y la tierra y sus fieles lo veneran y lo glorifican en cualquier lugar...»



(Actas o Hechos del Martirio de San Justino y Compañeros)


 
 

Este 9 de Noviembre celebramos una fiesta católica universal: La Dedicación de la Basílica de Letrán, llamada “Madre y Cabeza de todas las Iglesias de la Urbe y del Orbe". Este es un homenaje al primado de Pedro, a su magisterio su cátedra y su jurisdicción universal sobre toda la Iglesia y sobre todo el resto de los obispos y catedrales.



Nos recuerda la historia que Fausta, cristiana, mujer de Constantino, dueña en Roma del Palacio Lateranense tan pronto fue declarada la libertad de los católicos, cedió su palacio al Papa Melquíades para que se celebrara allí una gran reunión, un sínodo, con los obispos de Italia. Este sínodo fue el primer acto público oficial del cristianismo. Como poco después Fausta murió, Constantino cedió definitivamente el palacio y los predios de Letrán al sucesor de Melquíades, Silvestre I, el primer pontífice que tuvo manifiestamente sede o, como se llama hoy, curia.



Al lado de la gran mansión de Fausta se extendían los jardines de los Laterani, y en ellos había unos espaciosos cuarteles, los equites singulares, de Majencio. Para tapar sus huellas y festejar su cristiana victoria, Constantino, mandó levantar sobre ellos una enorme basílica, para que sirviera de iglesia catedral de Roma, del Papa, y por lo tanto de todos los católicos del mundo.



Cuatro son las basílicas mayores de Roma. Pero es la de San Juan de Letrán, que antes se llamó del Salvador, la que tiene mayor categoría litúrgica. Es la catedral del Papa, junto a ella habitaron los Papas varios siglos y en ella se celebraron muchos concilios - más de veinticinco - desde el siglo IV al XVI y, de ellos, cinco han sido ecuménicos. En este palacio se celebró en 1929 el tratado de paz entre el Vaticano y el gobierno de Italia (Tratado de Letrán) con el que Pío XI logró la libertad del papa de todo soberano temporal y con ello el libre ejercicio de su misión evangelizadora. En la actualidad el Palacio de Letrán es sede del Vicariato de Roma.
 



Es el Papa San Silvestre quien el 9 de Noviembre del 324 consagra la Basílica de Letrán, esta consagración es el símbolo y prototipo de la consagración de nuestras iglesias para el culto divino y la oración.


Es verdad que para nosotros los cristianos, el nuevo enfoque de culto no es el templo sino del Cuerpo de Jesús. (Jn 2:21) El entero significado de la Misa es que por el poder del Espíritu participamos en su muerte sacrifical. Sin embargo, necesitamos un edificio físico, un espacio separado, para hacer el acto sagrado. El templo material es a la vez símbolo del templo espiritual, el Cuerpo Místico de Cristo. En la cúspide de este templo está la piedra viva, y esencial, la piedra divina angular, Cristo. Junto a la Cabeza, la piedra angular, también los miembros son piedras vivas - de ese templo espiritual.


Hoy al conmemorar un año más de la Dedicación de la Basílica de Letrán recordemos una vez más que nuestras iglesias tienen que ser bellas y en lo posible magníficas. Que ellas son, más allá de lo espiritual, la riqueza de todos los cristianos y que todo, en ellas, tiene que ser digno, sobre todo para el momento de la Eucaristía, en la presencia augusta del emperador del Universo, del ‘Basileus pantokrator’, hecho apariencia de vino y de pan, pero no por ello menos majestuoso. Todo ha de manifestar esa agradecida dignidad que hemos recibido, gratuitamente, en el bautismo, y que nos ha hecho hijos de Dios.
 
Autor - Hermano José de los grupos de oración Sí Señor

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