miércoles, 27 de julio de 2022

Oviedo, a vista de La Regenta, desde la torre de la Catedral

(epe.es) Ver Oviedo desde el punto de vista en el que el Magistral de 'La Regenta' desplegaba su catalejo será posible desde el 1 de agosto. La Catedral de Oviedo ya lo tiene todo listo para abrir al público su portal de venta de entradas para visitar la torre gótica. Por el medio queda el inconveniente de los 184 escalones necesarios para superar una altura de un edificio de 15 pisos. El cabildo tiene ganas de estrenar su nueva experiencia turística tras las obras de adecuación del recorrido, que lo han convertido en un ascenso muy seguro, con nuevo pasamanos, con dos paradas y cinco visitas diarias. Los asesores del templo también piden prudencia.

La lista de requisitos para subir a la torre puede parecer en principio larga, pero también se resume con sentido común: se desaconseja apuntarse a la subida a la torre a aquellas personas que piensen que su condición física les impide subir. La reforma dirigida por el arquitecto Jorge Hevia ha repuesto algunos de los peldaños más desgastados y dispuesto un extenso pasamanos vertical que además de dar apoyo cubre el hueco de la escalera por el que resulta ya imposible que un niño pueda caerse.

En el capítulo de las restricciones, no se permitirá la subida a la torre a los menores de diez años, y hasta los 16 deberán ir acompañados siempre por un adulto, con un mínimo de una persona mayor por cada dos niños. No hay límite de edad por arriba, pero no se recomienda a los que tengan más de 80 años. En realidad, si uno sube del tirón a la torre o baja sin prisa no le llevará mucho más de cinco minutos y no le cansará mucho, pero el problema surge cuando se tienen problemas de movilidad reducida, discapacidad visual, enfermedades cardiorespiratorias, obesidad mórbida, vértigo, claustrofobia, un embarazo avanzado u otros problemas psíquicos que puedan poner en riesgo la salud del visitante o la seguridad de la visita.

Lo que hace falta para subir a la torre es ir ligero de equipaje, con las manos libres, calzado adecuado, en fila y sin prisa. Tampoco está permitido subir con chanclas o con tacones, ni llevar mochilas o bultos de gran tamaño, que tendrán que guardarse en unas consignas habilitadas a tal efecto. Solo se podrán hacer fotografías en las paradas del cuerpo de contrapesas, del de campanas y del renacentista. Allí, además, se pide a los visitantes que no se asomen de forma imprudente y se les ruega, lo más importante, que disfruten de la mejor vista de Oviedo.

Con todo preparado, la Catedral de Oviedo ya vende entradas para subir a su torre gótica. La Sancta Ovetensis ha activado un apartado en su página web, catedraldeoviedo.com, desde el que se puede efectuar una reserva, eligiendo el día y el turno en un calendario desde el mismo 1 de agosto, la primera jornada en la que se permitirán las visitas a la torre. El precio por persona es de 8 euros, y es independiente de la visita al resto del templo. En cada día, según figura en la web, habrá un máximo de cinco subidas que para la primera jornada, la del 1 de agosto, se han programado para las 10.30, 12.00, 13.30, 16.00 y 17.30 horas, respectivamente. En cada uno de esos turnos pueden subir a la torre un máximo de 20 personas, y la visita tiene una duración estimada de una hora.

Cada uno de los turnos estará acompañado por un miembro del personal de la Catedral, que no ejercerá como guía. A lo largo del recorrido, los visitantes podrán consultar dos paneles explicativos y contemplar piezas como los moldes realizados tras la guerra por Luis Menéndez Pidal para acometer la restauración de la Catedral, el reloj de Ramón Durán o la campana Wamba, la que más tiempo lleva en activo en toda Europa: es de 1219.

Los grupos que suban a la torre harán dos paradas antes de llegar al final del recorrido. La primera será en el cuerpo de contrapesas del reloj: hasta ese punto, donde podrán contemplar los moldes de Menéndez Pidal, los visitantes subirán 56 escalones por la escalera de caracol de la torre. La segunda parada será en el cuerpo de campanas, presidido por la Wamba, y al que llegarán tras subir otros 67 escalones.

Desde ahí, y tras 61 escalones más, los visitantes llegarán al gran reclamo de estas subidas: el cuerpo renacentista, que permite una visión de 360 grados y ofrece una visión privilegiada de Oviedo. "Las mejores vistas de la ciudad", proclama la web de la Catedral, y en verdad pocos pueden ponerlo en duda, toda vez que ese punto se eleva 43 metros y medio sobre el suelo: "el equivalente a un piso de 15 plantas".

En el cuerpo renacentista, los visitantes podrán realizar fotografías y verán, desde dentro, la espectacular flecha calada que corona la torre. En cuanto al descenso, se realizará en dos tandas, con una única parada en el cuerpo de contrapesas, de ser preciso.

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