jueves, 10 de abril de 2014

V Jueves de Cuaresma. La fidelidad de Dios

V JUEVES DE CUARESMA
(Gn 17, 3-9; Sal 104; Jn 8, 51-59)

TRES LLAMADAS
“Dios añadió a Abrahán:
-«Tú guarda mi pacto, que hago contigo y tus descendientes por generaciones».” (Gn 17, 9)
“Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; de la alianza sellada con Abrahán” (Sal 104).
-«Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo.» (Jn 8, 58-59)
CONSIDERACIÓN
Las tres citas se refieren a Abraham como principio de las generaciones del pueblo de la Alianza.
La evocación que hace Jesús del padre en la fe manifiesta la fidelidad de Dios, y el cumplimiento de la palabra dada.
Dios reafirma su Alianza, mantenida desde antiguo, con la entrega de su Hijo, el amado antes de los siglos y generaciones, que sellará con su sangre el pacto nuevo y definitivo.
LA FIDELIDAD DE DIOS
Si conoces las Sagradas Escrituras, comprobarás que Jesús es la realización de todas las profecías. Él viene a dar cumplimiento a lo anunciado desde antiguo.
Dios, desde que creó el mundo, manifestó un proyecto de amor y de salvación para con toda la humanidad, personalizado en Israel.
En Abraham, padre de Ismael y de Isaac, se unen todos los pueblos, y la memoria del patriarca es una llamada a la pertenencia creyente. Él creyó en Dios.
Se nos pide creer en Jesús, revelación histórica del Hijo de Dios, engendrado antes de que el mundo existiese, y encarnado en el seno de María de Nazaret.
Jesús evoca a Abraham para acreditar su identidad divina, por la que merece nuestra adhesión.
Creer en Jesús es adherirse a quien Dios ha entregado como testimonio de su fidelidad.
El que nos remite al principio de la historia para acreditar la fidelidad divina, promete acompañarnos hasta el fin de los tiempos.
Ángel Moreno

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