Nació en Nacido en Nava de Bejar (Provincia de Salamanca y Diócesis de Plasencia)
el 21 de diciembre de 1953.
Ingresó en el Seminario Metropolitano de Oviedo donde cursó los Estudios Eclesiásticos. Ejerció su ministerio diaconal adscrito a la Parroquia de San Andrés de Linares-El Entrego, en cuyo templo recibió la ordenación sacerdotal el 8 de abril de 1978. También cursó estudios de Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Deusto.
Sus encomiendas pastorales fueron las siguientes:
Regente de Santa María de Llanuces así como encargado de San Esteban de Cienfuegos y Santo Tomás de Lindes - Quirós (1978 - 1985)
Encargado de San Vicente de Nimbra – Quiros (1982- 1985)
Administrador Parroquial de San Julián de Barzana, Santiago de Coañana, San Martín de Rano, Santa María de Muriellos y San Bartolomé de Ricabo - Quirós (1985)
Vicario parroquial de Santa María de Cangas de Onís y Párroco de San Pedro de Dego (1985-1986)
Párroco de Santa Eulalia de Ardisana, Nuestra Señora de Covadonga de Los Callejos, San Juan de Caldueño, Santa Eugenia de Meré y San Pedro de Vibaño - Llanes (1986 - 1987)
Capellán del Instituto Nacional de Silicosis (1987- 1990)
En 1996 pasa a la situación de jubilado fijando su domicilio en la Casa Sacerdotal de Oviedo. Aquí residirá durante dos décadas hasta 2016 en que se traslada a Ciudad Rodrigo donde reside su familia, acogiéndole el obispo de aquella diócesis para continuar su ministerio pastoral. En el curso 2016/2017 colabora con los sacerdotes de la ciudad de Ciudad Rodrigo. En 2017 recibe el nombramiento de colaborador del Arciprestazgo de Ciudad Rodrigo. Su último encargo fue el de capellán del Convento de la Sagrada Familia de las Madres Carmelitas Descalzas de Ciudad Rodrigo, desde 2018 hasta el año 2022. A partir de 2022 colaboraba con el Arciprestazgo de Argañán.
El funeral por su eterno descanso tendrá lugar mañana en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima de Ciudad Rodrigo a las once de la mañana, tras lo cual sus restos mortales se trasladarán hasta su localidad natal de Nava de Béjar donde recibirá cristiana sepultura.
“Mucho le cuesta al Señor, la muerte de sus fieles” (Sal 115) |
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