viernes, 28 de febrero de 2025

Repentino empeoramiento del cuadro respiratorio del Santo Padre

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha dado a conocer en la tarde de hoy, 28 de febrero, el siguiente comunicado respecto al estado de salud del Papa, quien lleva catorce días hospitalizado en el Policlínico Gemelli.

«El Santo Padre, en la primera tarde de hoy, tras una mañana en la que alternó la fisioterapia respiratoria con la oración en la capilla, sufrió una crisis aislada de broncoespasmo que, sin embargo, provocó un episodio de vómito con inhalación y un repentino empeoramiento de su cuadro respiratorio.

El Santo Padre fue rápidamente aspirado y comenzó la ventilación mecánica no invasiva, con una buena respuesta en el intercambio de gases. Se mantuvo siempre vigilante y orientado, colaborando en las maniobras terapéuticas.

El pronóstico sigue siendo reservado. Por la mañana, recibió la Eucaristía».

Un relato histórico

En el mes de Febrero de 1978 un periódico Español publicó esta noticia sobre Santiago Carrillo, el cual viajaba en un avión de Iberia en vuelo de Barcelona a Madrid. 

Textual: Al parecer el dirigente del Partido Comunista Español que volaba de Barcelona a Madrid, le pidió a la azafata, poco antes de aterrizar, que el Comandante del aparato le permitiera pasar a la cabina para ver Madrid desde el cielo. 

Como respuesta a la petición transmitida por la azafata se escuchó por los altavoces el siguiente mensaje:

 “Les habla el Comandante. Dentro de breves minutos tomaremos tierra en el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Mientras tanto, les invito a que observen por la parte derecha del avión el histórico lugar de Paracuellos del Jarama, donde fueron fusiladas por orden del Partido Comunista y durante nuestra Guerra Civil, siete mil personas inocentes, incluidos sacerdotes y religiosos. El que les habla es hijo de una de ellas. El que mandaba el pelotón de ejecución es uno de sus compañeros en vuelo. Don Santiago Carrillo Solares. Sentado en la butaca 27-B” 

Carlos Angulo Álvarez, que era como se llamaba el piloto, fue sancionado por Iberia por este comentario, sin embargo, dijo que ese era el mejor dinero empleado de toda su vida. 

PD: Memoria histórica. Linea Aérea Nacional Española

jueves, 27 de febrero de 2025

La Santa Sede confirma el mejoramiento de la salud del papa Francisco

Las condiciones clínicas del Santo Padre mejoran, confirmó hoy en su último parte la oficina de prensa de la Santa Sede.

En una nota divulgada en la noche de este jueves en el sitio oficial de ese medio informativo vaticano, se señala además que durante esta jornada el Sumo Pontífice continúo su tratamiento y, como parte del mismo, alternó la oxigenoterapia de alto flujo con el empleo de mascarilla de oxígeno, o ventimask.

El Santo Padre recibió en la mañana y la tarde fisioterapia respiratoria, alternándola con el descanso, realizó sus oraciones en la capilla de su habitación en el piso 10 del Policlínico Gemelli, donde se encuentra internado desde el 14 de febrero, y también se dedicó a algunas actividades laborales, precisa el boletín.

“Considerando la complejidad del cuadro clínico, son necesarios más días de estabilidad clínica para resolver el pronóstico”, apunta el más reciente informe oficial del Vaticano.

En un reporte publicado en el sitio digital del diario Vatican News se valora, sobre la base de la información aportada por la oficina de prensa, que “el Papa salió de la fase más crítica, pero la situación sigue siendo compleja y por eso el pronóstico es reservado”.

El Obispo de Roma mantendrá aún por varios días su reposo y tratamiento, para recuperarse de la neumonía bilateral por la cual fue ingresado y, en tal sentido, el Vaticano anunció en la tarde de hoy la cancelación de la Audiencia Jubilar prevista para el sábado 1 de marzo.

Misa por los moribundos. Por Francisco Torres Ruiz

(In virge virtutis) En los días que corren la Iglesia está sumida en la angustia por el estado sumamente delicado de la salud del Papa. No cesan de sucederse las noticas, los partes médicos, las oraciones de los fieles por la salud de su pastor. Es por ello que, para iluminar estos momentos, ofrecemos aquí un comentario a los textos eucológicos y bíblicos que la página del misal ofrece para la misa por los moribundos.

I Misterio

La muerte es una realidad tan humana y tan repulsiva que nunca nos acostumbraremos a ella. La muerte es finitud y límite de lo humano. La muerte corporal es natural, pero por la fe sabemos que realmente es fruto del pecado. Nuestras vidas están medidas por el tiempo, en el curso del cual cambiamos, envejecemos y como en todos los seres vivos de la tierra, al final aparece la muerte como terminación normal de la vida.

La muerte es el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último destino. Por ello, cuando estamos al borde de la misma, hemos de prepararnos pidiendo el perdón de nuestros pecados y soportando con paciencia los sufrimientos que la agonía impone para gozar plenamente de las “alegrías del cielo”.

II Celebración

El formulario que ahora analizamos es de nueva incorporación salvo la oración de pos-comunión que contiene un fragmento del misal romano de 1570.

La oración colecta usa dos atributos divinos: frente a la debilidad humana, Dios es el “Todopoderoso” el cual, cuando el hombre se halla ante las puertas de la muerte, usa de su misericordia, es el Dios “misericordioso”, que, en su hijo Jesucristo, ha abierto las puertas del cielo para los humanos (cf. Lc 23,43). La oración está centrada en el individuo enfermo “mira con piedad a tu siervo que lucha en agonía” y describe su estado terminal como una pugna entre la vida y la muerte usando una duplicación terminológica “luchar en agonía”, pues “agonía” en griego significa “lucha”. La oración usa el concepto de asociación con Cristo y a su pasión, que tan importante es para entender tanto la liturgia como el misterio del sufrimiento humano. La asociación consiste, básicamente, en una unión estrecha e íntima con Cristo y sus misterios. Respecto a la enfermedad y a la proximidad de la muerte, el hombre se une, por ese medio, al misterio pascual de Jesucristo en favor de la redención del mundo. Y esto le vale como purificación de sus pecados y consecución de la vida eterna.

La segunda oración colecta está destinada para las personas que, se presupone, van a morir hoy. El Dios, aquí también, “Todopoderoso” y “misericordioso” mantiene, por amor, vivas a todas sus criaturas (cf. Sab 11, 22-23), porque para Él todos están vivos. La oración presenta un concepto sobre la muerte desde una doble perspectiva: salir y descansar. Eso es la muerte para los cristianos: salir de este mundo y descansar en el Señor y en su misericordia.

La oración sobre las ofrendas vuelve a estar dirigida sobre el individuo moribundo pidiendo tres gracias sobre él: 1. El perdón de los pecados; 2. Soportar los dolores y 3. Conseguir el descanso eterno.

La oración para después de la comunión, cuya segunda sección está tomada del misal romano de 1570, presenta tres efectos de la Eucaristía respecto del moribundo que la recibe en forma de viático: ser confortado en la enfermedad, vencer al demonio y ser acogido por los ángeles en el cielo.

Los textos bíblicos seleccionados para este formulario son: Rom 14, 7-8 para la antífona de entrada, donde se nos recuerda que tanto la vida como la muerte son gestos de la providencia de Dios hacia nosotros. Mientras que para la antífona de comunión encontramos dos opciones: Col 1, 24 que es una exhortación a vivir la enfermedad en una perspectiva redentora, asociándonos a Cristo en su Pasión; y Jn 6, 54, pues la comunión con el Cuerpo y Sangre del Señor, en forma de viático, es prenda de salvación para el que muere.

III. Vida


El formulario que acabamos de analizar nos ofrece algunas perlas literarias que nos permiten hacer una breve reflexión sobre la muerte y de cómo enfrentarnos a ella cristianamente.

1. “Abriste misericordiosamente al hombre las puertas de la vida eterna”: el primer punto para abordar sanamente el tema de la muerte, es situarla dentro de la economía de la Salvación. Como fruto del pecado que es, se hizo necesario que un alguien viniera a librarnos de ella, venciéndola desde dentro; por eso, como nos dice el himno Te Deum: “Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen. Tú, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el Reino de los Cielos”. Así, la muerte fue vencida por Cristo en su Pascua y desde entonces se ha convertido para los cristianos en puerta de acceso a la vida eterna.

2. Salir y descansar: en estos dos verbos se concentra el sentido cristiano de la humana muerte. Supone, en primer lugar, una salida de este mundo, un abandono de la realidad cotidiana, una ruptura con todo lo que nos liga al quehacer cotidiano. La muerte, en este sentido, es finitud y limite. En segundo lugar, la muerte es descanso y solaz para las fatigas, tal como nos dice el libro del Apocalipsis: “Dichosos los que mueren en el Señor, Si –dice el Espíritu- que descansen de sus fatigas porque sus obras les acompañan” (Ap 14, 13). La muerte es, pues, como dice el Canon romano de la misa, “el lugar del consuelo, de la luz y de la paz”.

Como conclusión, traemos a colación una breve antífona del oficio de difuntos que, con extraordinaria raigambre bíblica, recoge perfectamente lo que el hombre debe pedir cuando se encuentra al borde de la muerte: “In paradisum deducant angeli, in tuo adventu suscipiant te martyres et perducant te in civitatem sanctam Jerusalem. Chorus angelorum te suscipiat et cum Lazaro, quondam paupere, aeternam habeas réquiem (=Al paraíso te conduzcan los ángeles, a tu llegada te reciban los mártires y te conduzcan a la ciudad santa de Jerusalén. El coro de los ángeles te reciba y con Lázaro, el que fue pobre, tengas el descanso eterno)”.

Solo Dios sabe cómo se resolverá la situación física del Romano pontífice. Nuestro deseo es su recuperación, pero la voluntad de Dios es libre de disponer lo que quiera. Todo esto significa que nuestra oración a Dios debe ser por el moribundo y su salvación. Nada importa tanto en este mundo, como ganar el otro para siempre.

Oración por el Papa Francisco:

Dios omnipotente y misericordioso, que, al decretar su muerte,
abriste misericordiosamente al hombre
las puertas de la vida eterna,
mira con piedad a tu siervo Francisco, nuestro Papa, que lucha en agonía,
para que, asociado a la pasión de Cristo y sellado con su Sangre,
pueda presentarse ante ti limpio de todo pecado. Y si conviene a tu voluntad y al bien de tu Iglesia, restablécele la salud y la plenitud de sus facultades.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

miércoles, 26 de febrero de 2025

La salud del Papa ha mejorado levemente en las últimas 24 horas

Texto del boletín de la Sala de Prensa de la Santa Sede, difundido esta tarde del 26 de febrero, respecto al estado de salud del Papa, quien lleva doce días hospitalizado en el Policlínico Gemelli:

«Las condiciones clínicas del Santo Padre en las últimas 24 horas han mostrado una nueva y leve mejoría. La leve insuficiencia renal detectada en los días anteriores ha remitido.

La tomografía computarizada (TAC) de tórax, realizada anoche, ha evidenciado una evolución normal del cuadro inflamatorio pulmonar. Los análisis hematológicos y hemogramas de hoy han confirmado la mejoría observada ayer.

El Santo Padre continúa con oxigenoterapia de alto flujo; tampoco hoy ha presentado crisis respiratorias asmáticas. Sigue con la fisioterapia respiratoria.

A pesar de la leve mejoría, el pronóstico sigue siendo reservado.

Durante la mañana, el Santo Padre recibió la Eucaristía. La tarde estuvo dedicada a actividades laborales»

Un año para experimentar la esperanza que nos da su perdón. Por Joaquín Manuel Serrano Vila, Arcipreste de Oviedo












A lo largo de este año se repetirán constantemente dos palabras: jubileo y esperanza, pero no dejemos que se nos escape este tiempo de gracia tan especial sin vivir lo más esencial del mismo, como es la revisión de nuestra propia vida, vivir la gracia del perdón y mejorar nuestra vida de creyentes. Celebrar 2025 años del nacimiento de nuestro Redentor no puede quedarse tan sólo en una efeméride que marca el calendario, o en la excusa para organizar iniciativas que lo justifiquen, sino que podamos decir con el mismo ímpetu lo predicó San Pablo a los Colosenses: ¡Padre, gracias por la esperanza que tengo en los cielos!.

La Iglesia Católica desde el año 1300 aprovecha estos aniversarios que celebramos cada veinticinco, en que reconoce a Jesucristo como dueño de la historia y Señor del tiempo, que vive entre nosotros como coetáneo de nuestros días y compañero en nuestro peregrinar, quien es al mismo tiempo nuestro origen y destino. Desde el pasado 25 de diciembre en que se abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro hasta el próximo 6 de enero de 2026 en que se cerrará, son muchos los que peregrinarán a la Ciudad Eterna para atravesar las Puertas Santas de sus cuatro basílicas mayores, confesar, comulgar y orar por el Santo Padre. Aunque también aquí en Asturias podemos ganar el Jubileo sin salir de la Diócesis, y en el caso de los enfermos o ancianos sin salir de su mismo hogar. Este año también se ve marcado por la frágil salud del Papa Francisco que nos lleva inmediatamente a recordar al gran San Juan Pablo II, el cual también en el Jubileo del año 2000 se hallaba ya abrazando a la cruz. Tengamos al Vicario de Cristo presente en nuestras plegarias.

Dentro del territorio diocesano tenemos dos templos jubilares como son la Santa Iglesia Catedral de Oviedo y la Basílica de Santa María la Real de Covadonga, sin omitir la Basílica del Sagrado Corazón de Gijón, que al cumplir cien años de su consagración está también de jubileo. El Sr. Arzobispo nos ha invitado a peregrinar a nuestros templos jubilares tal como nos dijo en su homilía en la solemne eucaristía de inicio del Jubileo en la pasada fiesta de la Sagrada Familia: ''Tendremos ocasión de recibir la gracia de este año santo jubilar, peregrinando a nuestra catedral, así como a la basílica de la Virgen de Covadonga, y también lo haremos acudiendo a Roma y Asís con la peregrinación diocesana ya en marcha que tendré la gracia de acompañar y presidir, con las indicaciones que ha establecido la Iglesia: revisar nuestra vida cristiana, pedir perdón en el sacramento de la reconciliación, tener un gesto solidario con los pobres a través de nuestros canales de caridad, orar por el Santo Padre, por el obispo, por todos los cristianos cada cual en su vocación, por la paz en el mundo y el cese de todo abuso y violencia. Un año para volver a empezar dando gracias y acogiendo la gracia que nos permite cambiar para bien. Esta es la gracia singular de poder celebrar durante estos doce meses la remembranza de aquella primera Navidad acontecida hace 2025 años, y que sigue naciendo como gracia de esperanza de la que somos peregrinos, si le dejamos hueco en el establo y en el pesebre de nuestro corazón y nuestra familia''.

El epicentro del Jubileo no es únicamente el peregrinar, ni los gestos elocuentes y bellos, las ponencias u obras sociales... Todo lo que se lleve adelante en este Año Santo será bueno siempre que nos ayude a detenernos, auto examinarnos y hacer seria y concisa revisión de vida para que por medio del sacramento de la reconciliación salgamos del confesionario purificados, devolviendo a nuestro vestido bautismal la blancura de aquel día bendito en que nacimos para el Señor. Que nada nos inquiete ni asuste, pues como el salmista también queremos hacer nuestra su oración en este 2025: ''En Dios pondré mi esperanza'' (Sal 42). Y es que el reconocernos pecadores y necesitados del perdón nos ayuda a redescubrir ''cuán ilimitada es la misericordia de Dios'', como afirma el Santo Padre en la Bula de Convocación del Jubileo "Spes non confundit". Reconocemos que nuestro Dios es amor, por ello qué providencial coincidencia de que el templo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús más importante de la Diócesis tenga también su particular jubileo en estas fechas, con el aún reciente regalo de la encíclica del Papa Francisco ''Dilexit nos'' sobre el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo.

Para los que no pueden peregrinar físicamente, pero cuyas vidas aún sin moverse de casa, del hospital o residencia son la peregrinación espiritual más sentida, la Penitenciaría Apostólica teniéndoles muy presentes, ha dispuesto como en otras ocasiones que todos podemos ser en este año peregrinos de esperanza, pues como dije antes lo primordial ha de ser el perdón: ¿Quiénes pueden beneficiarse de la indulgencia del Jubileo?: todos los fieles «verdaderamente arrepentidos» y «movidos por espíritu de caridad», y, ¿Cómo pueden ganar la indulgencia?: ''purificados a través del sacramento de la penitencia y alimentados por la Santa Comunión, oren por las intenciones del Sumo Pontífice'' -en el curso del Año Santo-. Para las personas que no pueden desplazarse, la Santa Sede recuerda que los fieles «verdaderamente arrepentidos que no podrán participar en las solemnes celebraciones, en las peregrinaciones y en las pías visitas», podrán conseguir la indulgencia jubilar con las mismas condiciones si «recitaran en la propia casa o ahí donde el impedimento les permita, el Padre Nuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima y otras oraciones conforme a las finalidades del Año Santo, ofreciendo sus sufrimientos o dificultades de la propia vida». De esta forma vivamos con santa paz este año confiados que el Señor nos recibe gozosos en su Casa, que es la nuestra, con los brazos abiertos como el Padre amoroso que aguarda al Hijo Pródigo. Sintamos como propias las palabras del profeta Miqueas: ''Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor; yo espero en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!'' (Miq 7,7). 

Busquemos una fecha especial para vivir cada cual de modo íntimo con el Señor este regalo del Jubileo, preparando a fondo el momento de la reconciliación, saboreando después la celebración de la eucaristía y dejando un tiempo final para la acción de gracias, sin olvidar la oración preceptiva por el Romano Pontífice. Si el día en que acudamos a la confesión no es festivo y por tanto no se recita el credo dentro de la celebración, podemos hacerlo como oración personal tras la eucaristía ante el Santísimo Sacramento. Además en este año en que también conmemoramos los 1700 años de la celebración del Concilio de Nicea, qué buen argumento para que en este 2025 refresquemos la memoria con el rezo del credo niceno en nuestras celebraciones. Y, como no; en este tiempo de gracia queremos mirar a María como Madre de la espera que nos trae a la única Esperanza que jamás defrauda, Jesucristo nuestro Salvador. En Oviedo la devoción a Nuestra Señora de la Esperanza es una de las advocaciones marianas más antiguas y queridas de la Ciudad, que no sólo se limita a nuestra querida Virgen de la Balesquida, sino que preside rincones ovetenses donde escucha múltiples plegarias, como lo es en su capilla en la parroquia de San Francisco de Asís, la capilla del Centro Médico, o la parroquia de Limanes donde es venerada como Madre de la O.

Obras de misericordia y obras de Caridad 

También quiero reflexionar sobre la dimensión social del Jubileo que el Papa denomina en la bula de convocatoria ''Signos de Esperanza'', y que personalmente quisiera encarnar en la realidad de nuestro Arciprestazgo a partir de las Obras de Misericordia -tanto corporales como espirituales- a la luz de las palabras del Santo Padre en "Spes non confundit". Empezamos por las siete obras de misericordia corporales.

 1ª Visitar a los enfermos: ''Que sus sufrimientos puedan ser aliviados con la cercanía de las personas que los visitan y el afecto que reciben'' (Spes non confundit nº 11). Aquí tenemos el Hospital Universitario Central de Asturias, el Hospital Monte Naranco y el Centro Médico, así como otras clínicas y centros sanitarios. Que gran lección nos dan las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, las cuales en sus asilos, en especial el de Nuestra Señora del Rosario de Oviedo, plasman con tanta claridad el deseo de Santa Teresa Jornet ''de cuidar sus cuerpos para salvar sus almas''. Cuánto hemos de cuidar de los equipos de pastoral de la salud de nuestras parroquias para que crezcan en este año, pues en los que sufren en su cuerpo o en su espíritu encontramos a Jesucristo mismo crucificado. No olvidemos tampoco a nuestros sacerdotes mayores o enfermos, los que están en la Casa Sacerdotal o en otras residencias o domicilios. Recientemente con motivo de la Jornada del Enfermo el día de Nuestra Señora de Lourdes, comentaba el Papa Francisco: ''Quien asiste a un enfermo es un “ángel de esperanza”.

2º Dar de comer al hambriento: ''El hambre es un flagelo escandaloso en el cuerpo de nuestra humanidad y nos invita a todos a sentir remordimiento de conciencia'' (Spes non confundit nº 16). Que poco se conoce el compromiso de la Iglesia con el anhelo de terminar con el hambre en el mundo: cuantísimos vales de alimentos reparten nuestras Cáritas cada día, cuántas personas son acogidas cada día en Oviedo por las Hijas de la Caridad en la Cocina Económica o en el Comedor Social de las Siervas de Jesús de la Caridad. Cuántas personas acuden a las parroquias, casas de religiosas o centros vinculados a la Iglesia rogando tan sólo un bocadillo: ¿Por qué acuden a nosotros y no van a los ayuntamientos, a las sedes de partidos políticos, sindicatos o centros de otras religiones?... Porque saben dónde van a ser acogidos y tratados con dignidad y humanidad. Pero es más aún lo desconocido lo que sale de cada católico y su familia con gestos puntuales hacia los necesitados, manteniendo con donativos y alimentos nuestros comedores con "operaciones kilo" como las que organizan tantas cofradías de la Ciudad. Tanto bueno que día a día se lleva a cabo lejos de las noticias y de la mirada de nuestro mundo indiferente. Cooperemos especialmente en este año con estas obras de caridad... Cuántas veces nos ha insistido el Papa en que “El alimento que arrojamos a la basura lo arrancamos inicuamente de las manos de quienes carecen del mismo...”

3º Dar de beber al sediento: ''Es necesario que cuantos poseen riquezas sean generosos, reconociendo el rostro de los hermanos que pasan necesidad. Pienso de modo particular en aquellos que carecen de agua y de alimento'' (Spes non confundit nº 16). Ahí están los proyectos de "Manos Unidas" que año tras año sacan adelante numerosos proyectos de pozos, saneamientos y traídas de agua potable a tantas localidades del tercer mundo carentes de este bien de primera necesidad. También está la sed espiritual de nuestro primer mundo necesitado de Cristo, de tantos que lo persiguen, ignoran o desconocen. Aquí cuánto bien hacen nuestras hermandades y cofradías: la Hermandad de Jesús Cautivo, la Hermandad y Cofradía de Nuestra Padre Jesús Nazareno, la Real y Trinitaria Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción, la Real Cofradía del Silencio y de la Santa Cruz, la Hermandad y cofradía de los Estudiantes, la Cofradía de la entrada de Jesús en Jerusalén ''la Borriquilla'', la Cofradía del Cristo de la Piedad y Nuestra Señora de la Soledad de Lugones, Cofradía de la Sagrada Resurección de nuestro Señor de Oviedo, Cofradía del Rosario de Santa Eulalia de Manzaneda, Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza de la Balesquida, Cofradía de Santa Eulalia de Mérida y Cofradía de Santiago Apóstol de San Lázaro del Camino. Al inicio de la Cuaresma del año 2021 el Santo Padre nos insistía a los católicos que todo tiempo de gracia -como es este Jubileo- es buen momento para que ''renovemos nuestra fe, saciemos nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibamos con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo''.

4º Dar posada al peregrino: ''Que generosamente abra de par en par sus acogedoras puertas, para que a nadie le falte nunca la esperanza de una vida mejor'' (Spes non confundit nº 13). Oviedo es tierra acogedora para quien pide posada, para quien no tiene hogar. Desde la Delegación Episcopal de Caritas y Acción Social, especialmente desde el Secretariado de Pastoral de Migraciones, es singular el servicio a los migrantes que ofrece el Centro Social María Inmaculada de las Hijas de Santa Vicenta María López Vicuña, el Albergue Cano Mata Vigil, la labor de acogida de las conferencias de San Vicente de Paúl o la labor de la Asociación Padrinos Asturianos, o el programa "Calor y café" de Cáritas. En una audiencia del pasado mes de noviembre afirmaba el Papa que ''es necesario sembrar esperanza en cada persona que se acoge, ya sea porque no tiene casa, porque es un refugiado, porque forma parte de una familia en estado de vulnerabilidad, porque es víctima de la guerra, o por cualquier otro motivo que lo vuelve marginado de la sociedad''.

5º Vestir al desnudo: ''En el Año jubilar estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria'' (Spes non confundit nº 10). A lo largo y ancho de todo Oviedo numerosos contenedores de Cáritas recogen la ropa que tantos ya no quieren; gracias a "Koopera", Cáritas da salida, reutiliza o recicla muchísima ropa cuyo objetivo no es hacer negocio, sino vestir a tantos despojados de sus vestiduras en nuestra sociedad. El pasado mes de abril el Papa Francisco hacía una hermosa reflexión sobre la desnudez de cada uno; decía él: "A nosotros, de hecho, nos cuesta ponernos al desnudo, decir la verdad: siempre tratamos de cubrir la verdad porque no nos gusta; nos revestimos de exterioridad que buscamos y cuidamos, con máscaras para camuflarnos y mostrarnos mejor de lo que somos. Es un poco como la costumbre del maquillaje: maquillaje interior, parecer mejor que los otros. Y Jesús despojado de todo nos recuerda que la esperanza renace diciendo la verdad sobre nosotros -decir la verdad a uno mismo-, dejando caer los dobleces, liberándonos de la pacífica convivencia con nuestras falsedades''.

6º Visitar a los presos: ''formando una sola voz que reclame con valentía condiciones dignas para los reclusos, respeto de los derechos humanos y sobre todo la abolición de la pena de muerte, recurso que para la fe cristiana es inadmisible y aniquila toda esperanza de perdón y de renovación'' (Spes non confundit nº 10). La Pastoral Penitenciaria ha vivido una gran renovación desde la llegada de Monseñor Sanz Montes a nuestra Diócesis; poco a poco se ha purificado en gran medida la misma buscando la autenticidad de una pastoral sincera, sin ideologías ni intereses pecuniarios. Por desgracia, siempre ha habido y habrá quienes utilicen el pretexto social de los desheredados de nuestro mundo para hacer su agosto ideológico o económico -o ambos- a base de subvenciones e intereses personales. No utilicemos a los que sufren para aspirar a distinciones o lograr beneficios de ningún tipo con los que crear asociaciones para contratar en ellas a familiares y amigos. Ya en su visita a la Penitenciaría de Montorio, en Verona, el Romano Pontífice insistió en que ''Todos tienen derecho a la esperanza''.

7º Enterrar a los difuntos:  ''Vivamos por tanto en la espera de su venida y en la esperanza de vivir para siempre en Él. Es con este espíritu que hacemos nuestra la ardiente invocación de los primeros cristianos, con la que termina la Sagrada Escritura: «¡Ven, Señor Jesús!»'' (Spes non confundit nº 19). Esta obra de misericordia no se limita al hecho físico de dar cristiana sepultura a un cadáver, va más allá, como es ayudar con nuestro consuelo a aquellos que tienen que despedir a un ser querido. Ahí tenemos los tanatorios de El Salvador, Los Arenales, Ciudad de Oviedo, Santa Teresa, Lugones... donde acudimos tratando de consolar; es decir, de estar con el que queda sólo, con quien ha perdido a una persona amada... El Papa ha insistido siempre que la muerte ''es el abrazo con el Señor, para ser vivido con esperanza''.

Continuamos con las Obras de misericordia espirituales:

A. Enseñar al que no sabe: ''Que el testimonio creyente pueda ser en el mundo levadura de genuina esperanza, anuncio de cielos nuevos y tierra nueva (cf. 2 P 3,13) donde habite la justicia y la concordia entre los pueblos, orientados hacia el cumplimiento de la promesa del Señor'' (Spes non confundit nº 25). La Iglesia ha hecho suya esta misión de enseñar. Aquí tenemos en el Arciprestazgo nada menos que un Instituto Teológico -San Melchor de Quirós-, una facultad para la formación del profesorado -Padre Ossó-, un colegio diocesano -la Sagrada Familia en el barrio de San Lázaro-, cinco centros educativos que siguen el ideario educativo de cinco congregaciones religiosas masculinas: el Colegio Auseva de los Hermanos Maristas, la Fundación Masaveu de los Padres Salesianos, el Colegio San Ignacio de los Padres Jesuitas, el Colegio Santo Domingo de Guzmán de los Dominicos y el Colegio Loyola, que aunque ya no tiene presencia de los Padres Escolapios siguen la línea pedagógica de San José de Calasanz. Los centros educativos que siguen la línea de familias religiosas femeninas son nada menos que nueve: el Colegio de María Inmaculada, cuyas religiosas denominamos cariñosamente "las Domésticas", el Colegio Amor de Dios en el barrio de Pumarín, el Colegio Dulce Nombre de Jesús de las Dominicas de la Anunciata a la vera de la Gesta, el Colegio Nazaret de las Hijas de María Madre de la Iglesia en el barrio de la Argañosa, el Colegio de La Inmaculada de las religiosas Claretianas, entre los barrios de Pumarín y Teatinos, el Colegio de Santa Teresa de Jesús de la Compañía de Santa Teresa en el barrio del Naranco, el Colegio Virgen Milagrosa de las Hijas de la Caridad en territorio de la parroquia de San Juan el Real, el Colegio Amor Misericordioso de las Esclavas del Amor Misericordioso en Colloto, y el Colegio Santo Ángel de la Guarda en el barrio de San Lázaro qué, aunque gestionado por la Fundación Educación Católica, mantiene el carisma e Ideario de las Hermanas del Santo Ángel. Ya en 2020 afirmó el Santo Padre que “no existe la educación estática, sino que es un acto de esperanza y solidaridad generacional''.

B. Dar buen consejo al que lo necesita: ''Las obras de misericordia son igualmente obras de esperanza, que despiertan en los corazones sentimientos de gratitud'' (Spes non confundit nº 11). Agradecemos de modo especial a las religiosas de vida contemplativa, cuyos monasterios y conventos son Santuarios de Esperanza para tantos que acuden a sus tornos y locutorios buscando una sabia palabra de consejo en estas benditas buscadoras de Dios, que son nuestras contemplativas. Gracias de corazón a las Madres Agustinas Recoletas del Monasterio de la Encarnación, a las Benedictinas del Real Monasterio de San Pelayo, a Las Carmelitas Descalzas del Convento de Nuestra Señora del Carmen de Toleo, a las Madres Pasionistas del Convento de Santa María Magdalena de Fitoria y a las Salesas del Monasterio de la Visitación de Santa María del Naranco. En un encuentro con religiosas en 2023 el Romano Pontífice les recordaba:  "Los desafíos existen para ser superados y la esperanza es "la más pequeña, pero la más fuerte de las y virtudes. Seamos realistas, pero sin perder la alegría, la audacia y la entrega plena de esperanza''.

C. Corregir al que se equivoca: ''El juicio de Dios, que es amor (cf. 1 Jn 4,8.16), no podrá basarse más que en el amor, de manera especial en cómo lo hayamos ejercitado respecto a los más necesitados, en los que Cristo, el mismo Juez, está presente'' (Spes non confundit nº 22). El Padre Astete hablaba de ''corregir al que yerra'', que viene siendo lo mismo. Hay que tener cuidado, pues a menudo nos quedamos en la corrección sin darle a ésta el matiz ''fraterno'', que es lo que lo cambia todo. Y a poder ser, no como humillación pública, sino de forma íntima. Así lo indica el Señor en el evangelio: “Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano” (Mt 18, 15). Es de agradecer la labor de los que trabajan en la formación de las personas para que en el futuro sean hombres y mujeres de bien. En la Universidad, en nuestros Seminarios, en los talleres de trabajo de Cáritas... Al fin y al cabo se busca ir puliendo esa piedra en bruto que es la persona y que está llamada a ser canto rodado cada día más perfeccionado, y que cada golpecillo aunque a veces moleste sirva a tal fin. Comentaba sobre ello el Papa Francisco en una de sus misas diarias en Santa Marta que "No se puede corregir a una persona sin amor y sin caridad. No se puede hacer una intervención quirúrgica sin anestesia: no se puede, porque el enfermo morirá de dolor. Y la caridad es una anestesia que ayuda a recibir la cura y aceptar la corrección. Cogerlo aparte, con mansedumbre, con amor y hablarle".

D. Perdonar al que nos ofende: ''Esa experiencia colmada de perdón no puede sino abrir el corazón y la mente a perdonar. Perdonar no cambia el pasado, no puede modificar lo que ya sucedió; y, sin embargo, el perdón puede permitir que cambie el futuro y se viva de una manera diferente, sin rencor, sin ira ni venganza'' (Spes non confundit nº 23). Un buen propósito para este 2025 sería tratar de construir puentes con aquellas personas que nos han hecho daño, o a las que hemos hecho daño; incluso no sólo acudir en una ocasión al perdón sacramental, sino cuidar con más frecuencia nuestro acercamiento a la confesión. Hay templos que por su singularidad o devoción entre el pueblo fiel son los confesionarios de Oviedo, empezando lógicamente por la Catedral, la basílica de San Juan el Real, la iglesia de las Esclavas (abierta 24 horas), el Santuario del Cristo de las Cadenas o las parroquias del Carmen, Santo Domingo o el Corazón de María. Ya en 2017 el Papa Francisco definió el perdón como el «motor de nuestra esperanza».

E. Consolar al triste: ''Pero todos, en realidad, necesitamos recuperar la alegría de vivir, porque el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios'' (Spes non confundit nº 9). Hay muchas realidades eclesiales tratando de acompañar la tristeza de nuestro mundo que se ve de forma muy singular en el Centro de Orientación Familiar (COF), la Delegación Episcopal de Familia y Vida, la Oficina Diocesana de Prevención y Actuación en caso de abusos sexuales a menores y personas vulnerables, la Casa de Ejercicios de Latores de las Esclavas del Sagrado Corazón, que es sanatorio para tantas almas que anualmente hacen allí retiros o ejercicios espirituales o, por ejemplo, el Teléfono de la Esperanza, donde aquí en Oviedo tenemos al párroco de San Pedro de los Arcos y La Merced llevando a cabo una labor abnegada de escucha y acompañamiento de personas que han perdido toda ilusión y esperanza. Cabe también un agradecimiento muy concreto a las religiosas de vida activa tan insertas en la pastoral y la realidad de nuestros barrios: las Hermanas del Santo Ángel en La Tenderina y Lugones, las Hijas de María Madre de la Iglesia en La Argañosa, las Hijas de la Caridad en San Juan el Real, las Ursulinas de Jesús en Ventanielles y Vallobín... Y así un largo etc. Sois en medio de nuestras realidades más difíciles la caricia amable del Señor, y así lo dijo el Papa: ''el Señor siempre consuela en la cercanía, con la verdad y en la esperanza''.

F. Sufrir con paciencia los defectos del prójimo: Por eso el apóstol Pablo nos invita a “alegrarnos en la esperanza, a ser pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración” (cf. Rm 12,12). Sí, necesitamos que “sobreabunde la esperanza” (cf. Rm 15,13) "para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que llevamos en el corazón; para que la fe sea gozosa y la caridad entusiasta; para que cada uno sea capaz de dar aunque sea una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, sabiendo que, en el Espíritu de Jesús, esto puede convertirse en una semilla fecunda de esperanza para quien lo recibe'' (Spes non confundit nº 18). Aquí tenemos un modo de crecer cada cual según nuestra realidad particular por su vocación, o en nuestro entorno o realidad familiar. Crecer en virtud supone en buena medida pasar siempre por la cruz, pero en este caso concreto nos animan las palabras de Santa Teresa de Jesús: ''la paciencia todo lo alcanza''. Para ejercitar la paciencia hemos de enfrentarnos a dos vicios no fáciles de superar: el de la impaciencia y el de la insensibilidad; quizás con el primero ya contábamos, aunque el segundo pasa más desapercibido, pero se refiere a la dureza de corazón. En la audiencia del pasado 8 de mayo nos decía el Papa: ''El mundo necesita esperanza, como también necesita tanto la paciencia, virtud que camina de la mano de la esperanza. Los seres humanos pacientes son tejedores de bien. Desean obstinadamente la paz, y aunque algunos tienen prisa y quisieran todo y todo ya, la paciencia tiene capacidad de espera''.

G. Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos: ''Y si bien, frente a la muerte —dolorosa separación que nos obliga a dejar a nuestros seres más queridos— no cabe discurso alguno, el Jubileo nos ofrecerá la oportunidad de redescubrir, con inmensa gratitud, el don de esa vida nueva recibida en el Bautismo, capaz de transfigurar su dramaticidad'' (Spes non confundit nº 20). En nuestro Arciprestazgo hay numerosos lugares de descanso para los difuntos: los cementerios parroquiales de Olloniego, Santianes, la Manzaneda, San Pedro de Naves, Tudela Veguin, Tudela Agüeria, Bendones, La Manjoya, Colloto, Limanes, San Cipriano de Pando, Granda, Lugones, Viella, Priorio-Las Caldas, Puerto, Caces, Latores, San Claudio, Loriana, Sograndio, Piedramuelle, Trubia, Godos, Pintoria, Udrión, Berció y San Esteban de las Cruces. Los cementerios municipales de El Salvador y el Naranco. Y los Columbarios de Santa María la Real de La Corte, Nuestra Señora del Carmen, San Juan el Real, San Francisco de Asís, iglesia antigua de Colloto, San Javier de la Tenderina, San Pablo de la Argañosa, San Melchor de Vallobín, San Antonio de la Florida y "el rincón de la paz y el descanso" del Cristo de las Cadenas. La oración por los difuntos, en especial por aquellos que ya no tienen quien rece por ellos, quienes les limpien las sepultura o les lleven una flor... Quien eleva oraciones por su descanso u ofrezca eucaristías por la purificación de sus almas tiene aún más valor a los ojos de Dios que cuando lo hacemos por los nuestros, lo cual está dentro de lo esperable. El Romano Pontífice en la Santa Misa en el cementerio teutónico del 2 de noviembre pasado invitaba a orar en el cementerio de esta forma: ''Es un don que debemos pedir: "Señor, dame esperanza”. Hay tantas cosas malas que nos llevan a desesperar, a creer que todo será una derrota final, que después de la muerte no habrá nada... Y la voz de Job vuelve, vuelve: «Bien sé yo que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre la tierra [...] Yo mismo le veré» con estos ojos''.

Oramos de forma intensa por el Santo Padre en estos días, por su salud e intenciones. 

Aprovechemos este Jubileo 2025 para experimentar la esperanza que nos da su perdón


Joaquín, arcipreste de Oviedo




Os dejo algunas lecturas que os pueden hacer mucho bien en este año jubilar

Libros, pastorales o conferencias

“Testigos de esperanza».  F. X. Nguyen van Thuan.

El gozo de la esperanza. F. X. Nguyen van Thuan.

Oraciones de esperanza. Desde la cárcel vietnamita. F. X. Nguyen van Thuan.

Carta encíclica Spe Salvi. Benedicto XVI 

Cruzando el umbral de la esperanza. Juan Pablo II

“Pequeño manual de la esperanza” de Carlo Maria Martini.

«Dios camina conmigo». Las catequesis del Papa Francisco sobre la esperanza.

En Él solo la esperanza. Jorge Mario Bergoglio 

La esperanza del Evangelio, Habitavit in nobis. José Guerra Campos

El poder de la esperanza. José Tolentino de Mendoza  

Informe sobre la esperanza. Gerhard Ludwig Müller 

Teología de la esperanza. Jürgen Moltmann 

Esperanza para el mundo. Cardenal Raymond Burke 

La familia, motivo de esperanza. Cardenal Antonio María Rouco Varela 

Salmos en la esperanza. Francisco Cerro Chaves

Fe, esperanza y caridad rainiero cantalamessa

La esperanza en Dios no defrauda. Ricardo Blázquez 

Cristo Esperanza Del Mundo José Luis Illanes

Misterio de misterios, La esperanza según Peguy. Paolo Prosperi

La fuerza de la esperanza. Lázaro Albar Marín

Convocados a una esperanza viva. José Rico Pavés y otros

Salvar la semilla. La fecundidad pastoral de la esperanza. Müller. Gerhard-Ludwig y prólogo del Arzobispo de Oviedo Monseñor Fray Jesús Sanz Montes O.F.M.

Unidos en la esperanza. Pastoral del arzobispo Marcelo González Martín, Barcelona 1969

«Es Cristo en vosotros la esperanza de la gloria. Al servicio de la misión». Pastoral del obispo Juan Antonio Reig Pla, Alcalá de Henares 2019

''La esperanza no defrauda''. Pastoral del obispo Juan Antonio Reig Pla, Alcalá de Henares 2013

La esperanza continúa. Pastoral del Arzobispo Luis Arguello, Valladolid 2023

Conferencia Esperanza cristiana y cambio social por Monseñor José Ignacio Munilla (2014)

Sobre el perdón: El regreso del hijo pródigo de Henri Nouwen 

martes, 25 de febrero de 2025

El Papa en el Gemelli: su estado sigue siendo crítico pero estable

(vaticannews.va) El boletín médico difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede la tarde del 25 de febrero, informa que “no se han producido episodios respiratorios agudos y los parámetros hemodinámicos permanecen estables”.

Informa la comunicación que “El estado clínico del Santo Padre sigue siendo crítico pero estable. No se han producido episodios respiratorios agudos y los parámetros hemodinámicos permanecen estables. Por la tarde se le ha practicado un TAC programado para el control radiológico de una neumonía bilateral. El pronóstico sigue siendo reservado. Por la mañana, tras recibir la Eucaristía, se reincorporó al trabajo”.

El bloguero Paco Pepe, referente del Periodismo sobre la Iglesia, se recupera de un grave accidente

(Rel.) Francisco José Fernández de la Cigoña, el bloguero más seguido en el ámbito hispano sobre la actualidad católica, se recupera de las heridas tras un grave accidente de tráfico en Madrid. Gracias a Dios, él y su mujer mejoran poco a poco.

El portal Infovaticana, en el que está alojado su blog, publicaba recientemente una nota en la que se informaba de dicho accidente:

"Como habrán notado sus lectores y seguidores, nuestro querido Francisco José Fernández de la Cigoña lleva un par de días sin publicar nada en su blog ‘La Cigueña de la Torre’.

"La explicación es que este pasado fin de semana Paco Pepe y su mujer sufrieron un accidente de tráfico en Madrid que requirió el ingreso hospitalario de ambos. Afortunadamente, ambos están bien para lo aparatoso que resultó el accidente".

"Tanto Francisco José como su mujer fueron trasladados a un hospital de Madrid para ser tratados debido a que el accidente les causó heridas y rotura de varias costillas. Su familia agradece las oraciones por la pronta recuperación de Paco Pepe y su mujer. Desde InfoVaticana, nos unimos todos en oración para pedir por la pronta recuperación de nuestro querido colaborador y de su esposa", concluía el medio.

Hay que decir que el periodista Francisco José Fernández de la Cigoña, más conocido como Paco Pepe, con su característico estilo irónico y crudo, siempre ha mostrado un profundo amor a la Iglesia y una fe comprometida y vivida.

Los comentarios de Paco Pepe sobre actualidad de la Iglesia comenzaron en el ¿Qué pasa?, de Joaquín Pérez Madrigal. Desde allí la multiplicación de audiencia de Internet lo convirtió en "el comentarista de asuntos eclesiales más leído de España".

Tras este duro contratiempo, seguro que continúa muy pronto ofreciendo a sus seguidores su gran sabiduría como hasta ahora.

PD- Desde nuestro blog pedimos por él y su esposa y les deseamos una pronta recuperación 

lunes, 24 de febrero de 2025

El Arzobispo de Oviedo pide a la Santina que proteja al Papa Francisco

(COPE) El mundo está pendiente de la salud del Papa Francisco ingresado desde hace dos semanas en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma con una bronquitis que ha derivado hacia una neumonía bilateral y una insuficiencia renal leve. El estado del Santo Padre “sigue siendo crítico” y no hay iglesia de Asturias donde no haya rezos para pedir su mejoría. El Arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, reconoce que la situación es muy delicada y ha pedido a la Santina que proteja al Santo Padre.

“QUE LA SANTINA LO PROTEJA”

“Todo el mundo anda pendiente de la salud quebrada del Papa Francisco, y los cristianos, además, con el afecto y preocupación por esta circunstancia crítica que pudiera ser terminal desenlace”, ha reconocido el Arzobispo de Oviedo en declaraciones a COPE. Monseñor Jesús Sanz Montes no oculta la preocupación de la Iglesia de Asturias por el delicado estado de salud del Pontífice. “Como ante un ser querido a la cabecera de su cama, estamos también la Diócesis de Oviedo con nuestras oraciones y cariño ante el Santo Padre, pidiéndole a Dios que le ayude y a nuestra Santina que le proteja”.

“RECEN POR MÍ”

El Arzobispo de Oviedo mantiene contacto con Roma para conocer de primera mano el estado de salud del Pontífice, que permanece ingresado en el Hospital Gemelli de Roma y desde donde Francisco ha mandado un mensaje. “Continúo con confianza mi hospitalización, siguiendo con los tratamientos necesarios". El Santo Padre ha dado las gracias “por vuestra cercanía” y ha pedido que “recen por mí”.

La última información aportada desde la oficina de prensa de la Santa Sede apunta que “la noche ha transcurrido bien, el Papa durmió y está descansando”. Además, ha querido agradecer “de corazón a los médicos y al personal sanitario de este hospital por la atención que me están demostrando y por la dedicación con la que realizan su servicio entre las personas enfermas”.

El sacerdote Eloy Alberto Santiago ha sido nombrado obispo de S. Cristóbal de La Laguna

(C.E.E.) La Santa Sede ha hecho público, a las 12.00 h. de hoy, que el papa Francisco ha nombrado obispo de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) al sacerdote Eloy Alberto Santiago Santiago, en la actualidad secretario canciller de la diócesis de Canarias. Así lo ha comunicado la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española.

La diócesis de S. Cristóbal de la Laguna estaba vacante desde la aceptación de la renuncia de Mons. Bernardo Álvarez, el 16 de septiembre de 2024. Desde el 17 de septiembre de 2024 está al frente, como administrador diocesano, el sacerdote Antonio Manuel Pérez Morales. 

Eloy Alberto Santiago, secretario general canciller en la diócesis de Canarias

Eloy Alberto Santiago Santiago, nació en Las Palmas de Gran Canarias el 8 de septiembre de 1973. Entró en el seminario diocesano de Canarias en 1992, donde obtuvo el bachiller en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas. Fue ordenado sacerdote el 17 de julio de 1999 en la Catedral de Canarias. Tras obtener la licenciatura en Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana, en enero de 2004 se doctoró en Teología, en la misma Universidad.

En el año 2003 ingresó en la Pontificia Academia Eclesiástica, donde además de los estudios propios, realizó la licenciatura en Derecho Canónico, también en la Universidad Gregoriana de Roma. En el año2006 entró en el servicio diplomático de la Santa Sede y estuvo destinado en las Nunciaturas apostólicas de Colombia (2006-2009), África Meridional (2009-2013) y Gran Bretaña (2013-2014).

Tras su regreso a la diócesis de Canarias, ha sido párroco en las parroquias de Sta. Brígida y Ntra. Sra. del Madroñal; S. Pedro de la PUntilla, y S. Pío X y El Salvador (2018-2019); la Stma. Trinidad en El Tablero y rector del Templo ecuménico El Salvador (2019-2022). Desde enero de 2022 es párroco de La Ascensión del Señor, la Asunción de María y Jesús de Nazaret, en Las Palmas de Gran Canaria.

Es profesor del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC) y ha sido formador del Seminario diocesano.

Desde 2020 es Secretario general-Canciller. En 2021 fue nombrado Delegado episcopal para asuntos económicos y en la actualidad era Vicario para la Economía y el Patrimonio, miembro de la Delegación para el Clero y director de la Comisión para la Protección de menores, miembro del Cabildo catedralicio y del Colegio de consultores y miembro de los consejos Presbiteral, de Asuntos Económicos y de Pastoral diocesano.

domingo, 23 de febrero de 2025

''Amad a vuestros enemigos''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


En estos primeros domingos del Tiempo Ordinario, la Iglesia nos va presentando unas lecturas perfectamente seleccionadas para nuestra interiorización en temas no baladíes, sino qué, rompiendo toda lógica no se empieza por lo menor para ir "in crescendo": nos adentramos directamente en cuestiones ya vitales. En este domingo VII, nos encontramos con un tema muy complejo como es el amor a los enemigos. Tal es así que necesitaríamos muchas horas para sopesar, ahondar y comprender todo el sentido de lo el Señor nos plantea este domingo... Empezamos por la primera lectura que como siempre, hay saber encontrar su paralelismo con el evangelio. En este texto del antiguo testamento tomado del primer libro de Samuel, nos topamos con el tesoro de la fidelidad en esa escena tan simbólica donde teniendo David la oportunidad de quitarse de delante a Saúl, su contrincante y opositor, y de alguna manera su enemigo, él no le quita la vida. Incluso Abisay ve la situación tan clara que afirma: ''Dios pone hoy al enemigo en tu mano'' y se ofrece para dar muerte a Saúl por él. Pero la nobleza de David es tal que no quiere ni quitarle la vida ni que otros se la quiten. Por eso advierte a su mano derecha, Abisay, de que no lo haga «No acabes con él, pues ¿quién ha extendido su mano contra el ungido del Señor y ha quedado impune?». Y es que toda vida humana es digna de respeto, pero siempre ha existido ese miedo reverencial aún mayor a dañar a un consagrado por Dios, como era el caso de Saúl. David cantará en el salmo "El Señor es compasivo y misericordioso", como también él lo fue en aquella bajada al desierto de Zif.

En el evangelio, que es la continuación del sermón de la llanura o de las bienaventuranzas y que iniciamos el pasado domingo, nos presenta este mandato de Jesús tan difícil, casi imposible, casi antinatural... Y es que las personas nos movemos muchas veces de forma inconsciente con sentimientos de afecto y desafecto con personas que viven en nuestro edificio, que viven en nuestro pueblo o que vemos en los medios de comunicación. Si nos paramos a pensarlo, quizás nunca nos hicieron nada malo ni bueno, nunca intercambiamos una conversación ni un café, quizás creemos que somos almas gemelas y no nos parecemos en nada ó, por el contrario, pensamos que no tenemos nada en común cuando en verdad es más lo que nos une que lo que nos separa. Las personas somos así, desde nuestra libertad elegimos no sólo a los amigos, sino no pocas veces a los enemigos. Y en esto llega Jesús y no nos hace una sugerencia, sino que imperativamente nos dice: ''A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian''... ¿Parece la mayor locura inimaginable, verdad? Pues este es el rostro del Dios cristiano, y Él lo hizo primero para que ahora nosotros hagamos lo mismo. Así es, estando el hombre enfadado con Dios, de espaldas a su Creador al que había declarado su enemigo, fue el Altísimo el que lo cambió todo enviando su Hijo a nosotros y derramando su sangre en la cruz sellando así la nueva alianza. 

Es mucho lo que se nos exige; sí, pero es que ha sido mucho más lo que se nos ha regalado: ¿Qué cuesta más, dar a tu único hijo para ser sacrificado o hacer la paz con esa personas a la que tengo o me tiene como enemigo? Con razón no nos cansamos en reconocer que Dios es amor, pues no es que nos ame hoy que estamos piadosos en misa, es que cuando le traicionamos nos sigue amando igual; no dejó de amarnos ni el tiempo en que el hombre decidió declararlo su enemigo, siendo necesaria la ofrenda de Cristo para reconciliar el cielo y tierra. En este año jubilar se nos llama a volver a sus brazos amorosos, pues el pecado es un muro que nos separa y aleja del Señor. Por eso no es posible ser un buen católico si no intentamos cada día el esfuerzo de que muera mi orgullo, mi ego o mis ideas preconcebidas para que no sea yo el que viva, sino Cristo que viva en mí. Hay muchos cristianos de título: "yo soy muy creyente, rezo cinco rosarios al día, dono para los pobres, fui misionero/a, veo todas las misas que echan por televisión, colaboro con veinte obras sociales..." Muy bonito todo pero, ¿amas y rezas por tus enemigos? ¿has hecho el esfuerzo por convertirlos en amigos? ¿vas a ceder y asumir lo que el Señor te está mandado, o te empeñarás en morir en tus trece lleno de orgullo y vanidad?. 

Esta es la revolución del Corazón de Cristo, aquí queda caducada la antiquísima ley del talión que es un modelo de justicia retributiva: ''ojo por ojo y diente por diente'', que es lo mismo que decir tú me sacas un ojo, yo te saco otro... Pero Jesús cambia esto, pues dice: ''Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra''. Los que le escuchaban se quedaban boquiabiertos, pues les estaba enseñando algo que no estaba en sus cálculos: ¿ahora si me pegan ya no pego yo, sino que además debo ser generoso hasta dejándome vencer? No; Jesucristo no nos está pidiendo eso, sino que renunciemos a todo tipo de venganza o violencia: física, psicológica, económica... ¿Os imagináis cómo sería el mundo si todos supiéramos aplicar estas enseñanzas? De nada nos sirve llevar una cruz al pecho si no sabemos descubrir en ésta que Dios nos envió a su Hijo para enseñarnos a amar, para descubrir cómo Dios nos ama y cómo Él es el amor con mayúsculas, siempre pronto a la misericordia y el perdón.

Evangelio del Domingo VII del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.

Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.

Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.

Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida que midiereis se os medirá a vosotros».

Palabra del Señor

sábado, 22 de febrero de 2025

Desde Rusia con amor… y esperanza

En estos días se nos hace presente la grave preocupación por nuestra vieja y desnortada Europa cuando seguimos oyendo tambores de guerra que pueden acabar en una expropiación de la tierra y de la historia del pueblo de Ucrania, por los intereses prepotentes de los nuevos amos del mundo, entre el histriónico tío Sam y el ambicioso Zar. El gran talento de Fiodor Dostoievski hablando de la música rusa decía que había tristeza en sus notas, una noble nostalgia: el anhelo de un bien ausente perdido o que no acabamos de encontrar.

Hay momentos que vivimos con nuestros avatares más íntimos y personales, o con las cosas que suceden en el derredor más cotidiano, que pueden impedirnos tener una perspectiva amplia. Corremos el riesgo de dejarnos llevar por la euforia de una conquista o por la depresión tras una derrota y pensar que todo está para siempre conquistado o que lo hemos perdido para siempre. Ni una ni otra cosa son verdad. Cada momento tiene su fecha, su escenario, pero la vida viene de antes y seguirá después, aunque ahora pase por este momento. Alguna vez he contado que conocí la historia de Palinha: una mujer de más de noventa años que siempre vivió en su tierra natal del Kazakistán. Ella fue educada en la religión católica, aprendió a amar a Dios, a amar a sus prójimos y a llenar de ese doble amor al Señor y a los hombres –tan distinto e inseparable–, cada rincón de las diversas circunstancias.

Toda su existencia estaba abrazada por ese Misterio que tiene nombre, rostro y corazón: Dios. Toda la vida era acompañada por esa Presencia que en cualquier situación encendía su luz, te ungía con su bálsamo de ternura, o abría una vez más los caminos de la verdad, de la paz y la justicia. Dios formaba parte de la vida… como uno más sin ser uno cualquiera. No era ese intruso e inevitable personaje con el que había que convivir forzosa y enojosamente, pagándole de tantos modos el peaje en el tránsito de la vida. Ese Dios mal vecino, visita pegajosa, fiscalizador de gozos, pesadilla de los sueños, temor todopoderoso… no tiene que ver con la fe cristiana ni con lo que Jesucristo nos ha revelado. Puede darse que responda a una patología religiosa de la que no somos ajenos y en la que no hemos sido inocentes, pero lo que Jesús nos ha dicho y lo que los santos han vivido, nada tiene que ver con esa cruel caricatura que tanto daño nos ha hecho y que tantos ateos, agnósticos e indiferentes ha generado. Evidentemente, no era el caso de Palinha. La he visto en un documental que me pasaron unos amigos italianos que han ido hasta allí como sacerdotes misioneros. Se encontraron con Palinha y ella rompió a llorar de la alegría. Yo reconocía en esa anciana mujer, una imagen de los viejitos bíblicos Ana y Simeón al ver a Jesús que era presentado por sus padres en el Templo: aquellos ojos gastados seguían brillando con una luz que nada ni nadie fue capaz de apagar hasta que se toparon con aquel para el que su mirada nació.

También Palinha, cuando llegó la revolución rusa que en nombre de la libertad tantos cepos y cadenas impondría, vio cómo le arrancaban las expresiones religiosas: prohibieron sus signos externos, condenaron a la clandestinidad el culto, destruyeron el arte y transformaron los templos, ningunearon hasta el asesinato a los sacerdotes. Pero esta mujer les decía a sus hijos que vendrían tiempos en donde nuevamente podrían vivir con libertad a Dios. Es lo que ella reconoció en el rostro de mis amigos sacerdotes: que el Señor no engaña, y que tras tantas penúltimas palabras duras y desconcertantes que a veces la vida nos impone, Dios sabe cuándo y cómo nos dirá una Palabra que sostendrá la esperanza y espantará nuestros temores, cuando los dictadores mendaces terminen su triste conquista que se devora así misma en los imperios que caducan. Él se reserva una última Palabra que será la más hermosa, la más justa y la mejor, esa que tiene que ver con la bondad, la verdad y la belleza que nos salvan. ¡Quién tuviera para esta palabra el corazón abierto y limpia la mirada!

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

El Papa sufrió una crisis respiratoria asmática de larga duración

Nota difundida por la Oficina de Prensa del Vaticano sobre el estado de salud del Papa Francisco:

«El estado del Santo Padre continúa siendo crítico, por lo tanto, como se explicó ayer, el Papa no está fuera de peligro. Esta mañana, el Papa Francisco presentó una crisis respiratoria asmática de duración prolongada, lo que también requirió la aplicación de oxígeno a alto flujo.

Los análisis de sangre realizados hoy también evidenciaron una trombocitopenia, asociada a una anemia, que requirió la administración de transfusiones de sangre. El Santo Padre sigue estando consciente y ha pasado el día en un sillón, aunque más debilitado que ayer. Por el momento, el pronóstico es reservado»

viernes, 21 de febrero de 2025

IA: Ni tan inteligente ni tan artificial. Por Guillermo Juan Morado

(La puerta de Damasco) En una ocasión oí decir a un experto en inteligencia artificial (IA) que esta ni era tan inteligente ni tan artificial. Una conclusión parecida puede deducirse de la lectura de “Antiqua et nova. Nota sobre la relación entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana”, publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y por el Dicasterio para la Cultura y la Educación y aprobada por el papa Francisco el 14 de enero de 2025. Se trata de un documento que gira en torno a dos ejes: la antropología y la ética y que busca, sobre todo, distinguir el concepto de “inteligencia” en referencia a la IA y al ser humano para, a partir de esa distinción, proponer algunas líneas de acción. El uso de los términos reviste una importancia capital en todo este asunto. Como Martin Heidegger supo ver en su “Carta sobre el Humanismo”, el lenguaje desempeña un papel fundamental en la formación del entendimiento. El documento advierte, siguiendo esta poderosa intuición, que “el modo como se define la ‘inteligencia’ va, inevitablemente, a determinar la comprensión de la relación entre el pensamiento humano y dicha tecnología”.

Sabemos, basados en una elemental filosofía del lenguaje, que no todos los términos son iguales desde el punto de vista semántico. Algunos son “unívocos”, cuando se predican de varios individuos con la misma significación; otros son “equívocos”, aquellos cuya significación conviene a diferentes cosas completamente diversas entre sí; y, finalmente, otros términos son “análogos”, porque se predican de realidades distintas que, no obstante, guardan cierta semejanza. El término “animal” es unívoco, porque conviene a todos los vivientes dotados de sensibilidad. Y así podemos decir que un caballo es un animal, que un gato es un animal y que un hombre, aunque racional, es también un animal. Los términos “vela” o “cabo” son equívocos, puesto que nada tiene en común una vela de cera destinada a alumbrar con la vela de un barco impulsada por el viento. Igualmente, poco tiene que ver, por ejemplo, el cabo de Buena Esperanza con un cabo de la Guardia Civil. La palabra “padre” es análoga y así podemos decir “mi padre es mi progenitor” o “Freud es el padre del psicoanálisis”. Existe una analogía, una semejanza, pese a la diferencia, entre la relación paterno-filial y el vínculo de un pensador con la teoría que ha ideado. En ambos casos el término “padre” hace referencia al origen de alguien o de algo.

Algunos tienden a emplear la expresión “inteligencia” de modo unívoco, como si conviniese del mismo modo a las máquinas que al ser humano. Y este uso de la palabra “inteligencia” en referencia a la IA es, como ha señalado el papa Francisco, “engañoso” y corre el riesgo de descuidar lo más valioso de la persona humana. La IA no es una forma artificial de la inteligencia, sino uno de sus productos. La palabra “inteligencia” aplicada a la IA se entiende en un sentido exclusivamente funcional. En cambio, referida al ser humano, el concepto de inteligencia tiene un alcance más amplio, pues de hecho es una facultad relativa a la persona en su conjunto. La naturaleza del ser humano no se reduce a las funciones que desempeña, sino que, ante todo, se refiere a lo que la persona “es". Existe analogía entre la inteligencia humana y la IA, pero la desemejanza entre ambas es mayor que la semejanza.

Una máquina puede ejecutar, basándose por ejemplo en inferencias estadísticas, algunas funciones de modo similar o mejor que los seres humanos, pero no puede “pensar”, no puede desarrollar la comprensión semántica o la producción creativa, capacidades que requieren una subjetividad personal para realizarse plenamente. Es decir, una máquina, del tipo que sea, no “es” un ser humano. Y la IA, a diferencia de la inteligencia humana, no es una facultad que forme “parte integrante del modo en que toda la persona se involucra en la realidad”.

Se trata de un documento que hace pensar, intentando captar la verdad con los ojos de la mente y razonar hasta hacernos un juicio: “Juntos, intelecto y razón, constituyen las dos caras del único acto del ‘intelligere’, ‘operación del hombre en cuanto hombre’”.

«El Papa no está fuera de peligro» pero su evolución es positiva

(InfoCatólica) Los médicos señalaron que el Pontífice «no está fuera de peligro» debido a la complejidad y extensión de la infección, lo que, sumado a su edad, hace necesario un seguimiento estrecho de su evolución. «Necesita unos días para que el tratamiento siga evolucionando», explicaron.

Ingreso prolongado y vigilancia constante

Los médicos prevén que el Papa permanecerá hospitalizado «al menos toda la próxima semana» para garantizar una recuperación adecuada. A pesar de su fragilidad, Francisco continúa trabajando, leyendo y firmando documentos desde su habitación.

El equipo médico descartó el riesgo de sepsis, aunque advirtió que existe la posibilidad de que la infección se propague. «Es una enfermedad compleja que puede complicarse con facilidad», subrayaron. Sin embargo, aclararon que «no corre peligro de muerte» en este momento.

Decisión sobre la oración dominical

Respecto a la tradicional oración pública dominical, los doctores indicaron que será el propio Pontífice quien decida si está en condiciones de celebrarla esta semana.

Privacidad y desmentido de rumores

El Hospital Universitario Agostino Gemelli ha confirmado que no se compartirán imágenes del Papa durante su ingreso, en respeto a su privacidad. Además, el equipo médico hizo un llamamiento a los medios de comunicación para que informen únicamente a través de los boletines oficiales, evitando la difusión de noticias falsas.

Buen ánimo y recuperación paulatina

A pesar de la situación, los médicos han destacado el buen estado de ánimo del Pontífice. «Puede levantarse de la cama, caminar hasta su butaca para trabajar y tiene buen apetito», detallaron. La recuperación, sin embargo, será lenta debido a la complejidad de la enfermedad y la frágil salud del Santo Padre.

jueves, 20 de febrero de 2025

Redes sociales. Uno llega a donde llega. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) - Usted es un grosero y un maleducado, porque le he mandado ya dos mensajes y no me ha respondido.

No se hacen idea de lo que puede llegar a ser esto, porque el personal se empeña en contactar con un servidor por todos los medios que se le ocurren, con las cuestiones más insólitas y peticiones de lo más original. Uno llega a donde llega. Me explico.

Comenzamos por las peticiones de dirección espiritual. Creo que no es conveniente que la señora X de Montevideo o el joven Y de Cochabamba se dirijan con un servidor. Estoy seguro de que en sus diócesis respectivas encontrarán sacerdotes que puedan orientarles de una manera adecuada. Más complicado recibir mensajes de personas que, o bien se están planteando una vocación de especial consagración, o se sienten rechazadas en un seminario o convento. Tampoco sé muy bien la altura espiritual de las Társilas de Villariba del Monte o si los Padres Gundisalvos de Villabajo del Llano están más o menos contaminados de modernismo.

Tremendo lo de ¿me podría dar su opinión? Porque ahí me hacen llegar artículos supongo que para que los recomiende, libros publicados o en vías de, videos, a veces larguísimos y sobre las cosas más variopintas.

Apartado recomendaciones. Padre… ¿Un buen libro para mi sobrino Toñito que hace la comunión el mes que viene? Recomiéndeme unos buenos ejercicios espirituales. ¿Usted sabe de alguna parroquia de confianza en la diócesis de Tal? ¿No conocerá algún buen director espiritual en Logroño?

Esto no puede ser el consultorio de la otrora famosísima señora Francis pero con cura. ¿Y usted que haría? ¿Y cómo puedo vencer el vicio de Tal? Mire padre que a mí lo que me pasa es que… y yo necesitaría que me ayudase… Ni puedo hacerlo ni me fío, me van a perdonar, de los que se dirigen a un servidor sin más identidad que una cuenta de mail, porque no sé si van de buena voluntad, me quieren tomar el pelo o incluso están deseando cualquier cosa para luego filtrar mis respuestas a vaya usted a saber dónde.

No faltan los que a través de los chats de Facebook cada día me saludan, me desean una buena mañana, envían memes o la fotito del momento. Muy agradecido. Pero no llego a más. Es que usted, padre, es un maleducado, no me responde. Pues a lo mejor el maleducado es usted, que sin conocernos de nada se permite la libertad de mandarme cosas constantemente y con la pretensión de respuesta casi inmediata.

Uno hace lo que puede. Es decir, escribir un post de cuando en cuando, el catecismo, las noticias… y poco más. Y si puedo ayudar a alguien de una manera especial, estoy abierto, de hecho lo vengo haciendo, pero casos concretos y con mucha prudencia. No me pidan más. Uno llega a donde llega.

La libertad cristiana. Por Francisco Torres Ruiz

(In virga virtutis) «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres» (Don Quijote de la Mancha II, LVIII). Solo un genio católico como don Miguel de Cervantes Saavedra pudo sintetizar en pocas líneas el mayor don que Dios concede a los hombres en el bautismo.

La libertad, ese precioso don de Dios tan difícil de alcanzar y aún más complicado de mantener, es un concepto eminentemente católico. Se trata de la libertad de quien se sabe hijo de Dios y el único ante quien debe rendir cuentas de su conciencia. La libertad es un don divino que Dios concede en la creación y que reafirma por la victoria de Cristo sobre el pecado y el mal con su muerte en Cruz.

Por otra parte, el pecado es el mayor enemigo a la verdadera libertad cristiana porque nos limita y nos esclaviza. El alma cristiana, cuando se aleja de su fuente de libertad, que es Dios, busca saciar su sed en otros manantiales que le ofrecen rápido y momentáneo consuelo, pero que pronto se demuestran como una mentira y un espejismo. Pues el pecado no libera, el pecado nos hace sentirnos solos, abandonados de Dios. El pecado nos aparta de tal manera del bien, que nos encierra en una constante acusación de conciencia que no nos deja experimentar que la última palabra la tiene la misericordia de Dios.

En la Sagrada Escritura, la liberación de Egipto es el acontecimiento central de todo el Antiguo Testamento. Toda la historia de Israel comienza en ese punto: los hebreos deben salir de Egipto para tributar culto al Señor Dios. Ese nuevo culto no puede celebrarse bajo la bota de Egipto, sino en libertad. De ahí que un culto litúrgico solo puede celebrarse en libertad siendo, además, él mismo generador de libertad.

Por otra parte, la promesa de Dios a Abraham de darle una descendencia y una tierra nos recuerda las condiciones básicas para la libertad humana. Tener una familia y tener una propiedad personal para poder vivir es algo que capacita y realiza al hombre. Es más, la propia familia y la propiedad privada son garantía de independencia y de libertad. Es por eso por lo que, como se ha ido repitiendo a lo largo de la historia, todos los regímenes políticos que han pretendido implantar un paraíso en la tierra han querido restar libertad al individuo al desarraigarlo de su tierra, mediante la emigración, la expropiación; y han querido hacer leyes de injerencia en la familia: controlando la educación de los niños, eliminando la libertad de elección de centro, o con políticas antinatalistas. Frente a ello, la Iglesia ha desarrollado una acertada Doctrina Social donde prima el valor de la familia como Iglesia doméstica y primera célula de la sociedad, donde se aprenden valores espirituales y humanizadores; y donde se expone el recto uso de los bienes personales atendiendo a la propiedad privada y a la comunicación de los bienes.

Pero no podemos dejar atrás estas palabras del prólogo del evangelio según san Juan que, a veces, pasan desapercibidas: “a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre” (Jn 1, 12). La libertad del cristiano radica en la filiación divina. El mayor poder de un hijo de Dios es la vivencia de la libertad en todos los órdenes y en todas las situaciones. Dios quiere hijos libres, no esclavos. Amigos, no siervos. Y ante el Dios que se revela como Padre, la respuesta del hombre es corresponder libremente a ese amor paterno. La filiación divina es nuestra verdad más íntima y, por tanto, la causa más profunda de nuestra libertad interior y exterior.

La primera libertad humana está dentro del alma del sujeto. Un corazón libre ama libremente. Un corazón acomplejado o lleno de prejuicios, no podrá nunca amar sino tan solo temer. San Juan en su primera carta escribe lo siguiente: «qui autem timet, non est perfectus in caritate» (1Jn 4, 18). Que mal traducido significa: el que tiene miedo, no sabe querer. Por eso, la libertad debe ir siempre acompañada del amor. La libertad responde al amor y el amor solo es tal si se vive en libertad. No se trata de un amor libre sino de una libertad para amar. Soy libre en la medida en que amo y amo en la medida en que soy libre.

Por otro lado, un alma encadenada al pecado, aun siendo ignorante de ello, no alcanzará nunca a experimentar las maravillas que Dios puede hacer en ella. No se trata de medirnos con los demás para saber si somos mejores, sino de dar frutos cada día de santidad y vida eterna. En la medida en que buscamos hacer el bien, y agradar así a nuestro Señor, en libertad, entramos en una dinámica de justicia y caridad que nos aleja, poco a poco, del pecado y nos acerca más al supremo bien que es Dios mismo.

El recto ejercicio de la libertad debe estar siempre dirigido a la elección del bien, aun a pesar de correr el riesgo de desviarnos hacia el mal. En este sentido, son interesantes estas palabras de San Josemaría Escrivá en Amigos de Dios 26: “¿por qué me has dejado, Señor, este privilegio, con el que soy capaz de seguir tus pasos, pero también de ofenderte? Llegamos así a calibrar el recto uso de la libertad si se dispone hacia el bien; y su equivocada orientación, cuando con esa facultad el hombre se olvida, se aparta del Amor de los amores”.

En este sentido, la libertad necesita de una guía que actúa en nosotros, esto es, la gracia de Dios. Acogiendo esta ayuda divina, el hombre perfeccionándose interiormente, aprende así a ejercitar esa libertad que ha recibido como don, apartándose de la posibilidad de usar de ella erróneamente.