domingo, 8 de diciembre de 2024

Inmaculada Concepción: “Pudo, quiso y lo hizo''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

¡Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción! decimos solemnemente cada jueves en las alabanzas al Santísimo en ese acto de reparación con el que queremos subsanar las blasfemias que se pronuncian no sólo pronunciando en vano el nombre de Dios, sino también el de nuestra Santísima Madre. Hoy es un día de alegría para los católicos al celebrar esta solemnidad de la Purísima, de la Inmaculada Concepción a María, que eclipsa por completo el segundo domingo de Adviento. Es un día para felicitar a las que llevan ese bello nombre de Inmaculada, Concepción, Conchita... Y para felicitarnos todos de algún modo, pues es un día eminentemente español. Nuestra nación se caracterizó siempre por una defensa a ultranza de este dogma mariano, que nuestros antepasados defendieron, creyeron e hicieron suyo muchísimo antes de que la misma Iglesia lo reconociera como verdad de fe. Ella es la patrona y protectora de toda España desde 1644, pero bastante tiempo atrás ya recibía culto en nuestras parroquias, pueblos y cofradías. Tema de fuertes discusiones teológicas a lo largo del tiempo; gracias al Papa Pío IX es verdad absoluta y absolutamente segura desde que en 1854 afirmara el Romano Pontífice: ''la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción''.

Qué triste que haya sacerdotes que se atrevan a cuestionar (¡y predicar!) contra este dogma una vez que la Iglesia Católica lo haya hecho suyo. No deja de ser nueva forma de clericalismo, de querer imponerle al pueblo de Dios una forma de entender la fe totalmente opuesta a este misterio que el pueblo sencillo ya hizo suyo hace seis siglos. He ahí una muestra del "sensus fidelium" (el sentimiento de los fieles) que con frecuencia supera con mucho al de los sabios y entendidos... En Villalpando (Zamora) en 1466 se lleva a cabo el primer voto en defensa de la Inmaculada en la parroquia de San Nicolás, de ese pueblo. Para acercarse al misterio profundo de la Concepción Inmaculada de María no es necesario ser eruditos en mariología, basta tener un corazón abierto a cantar las maravillas que ha hecho el Señor, especialmente en su Madre: ¿Cómo no iba a Dios a preparar desde el minuto cero a aquella criatura por medio de la cual se haría uno de nosotros?. Así nos lo recuerda la oración colecta de esta celebración al afirmar que por la Concepción Inmaculada. de la Virgen María. preparaste a tu Hijo una digna morada. En Ella, en María, no sólo vemos una madre, sino también un ejemplo de pureza. Solemos cantar en aquella composición popular: Eres más pura; algo que resume el sentido por el que se nos presenta hoy como primera lectura el relato del Génesis: Ella sola entre tantos morales del pecado de Adán, Dios libró. Así fue, pero, ¿cómo es posible; esto que rompe toda lógica común?. Os invito a quedaros con estos tres verbos que nos dan la respuesta más clara: “Pudo, quiso y lo hizo''. Sí; así lo explicó magistralmente el Beato Duns Escoto: Pudo, porque era Dios. Quiso, porque era Hijo. Luego lo hizo, porque era Dios y también Hijo.

Cuidado no confundamos este día de la concepción Inmaculada de María con la Encarnación del Hijo de Dios en sus entrañas; el evangelio que se proclama en este día es el de la Anunciación, pero porque las palabras del Arcángel Gabriel -mensajero del Altísimo- nos definen y describen cómo era aquella jovencita de Nazaret: llena de gracia y dichosa. La Anunciación se celebra el 25 de marzo, hoy lo que recordamos es que Nuestra Señora fue concebida sin mancha desde el primer instante en el seno de su madre Santa Ana, como nos recuerda una antífona mariana del siglo IV: Tota pulchra es, Maria,et macula originalis non est in te -Eres toda hermosa María, y el pecado original no está en ti-. Los españoles siempre hemos promovido el culto a la Inmaculada Concepción, por eso Ella ha intercedido en favor de nuestra Patria en tantos momentos de nuestra historia, haciéndose evidente lo recíproco entre esta Madre y este pueblo. Otros años os he recordado aquel hecho histórico del milagro de Émpel, en la guerra de los ochocientos años allá en tierras de Flandes, cuando al igual que ocurrió en Covadonga cuando guerreros cristianos se veían acorralados y en minoría, y sin embargo la Purísima en Flandes obró el prodigio en la noche del 7 de diciembre de 1585 tras la aparición de un icono enterrado al cavar una trinchera de fortificación en el entorno de las aguas de los ríos Mosa y Waal que se helaron, pudiendo nuestras tropas caminar sobre las aguas, cogiendo desprevenido al enemigo en plena noche. Así pasaron a la posteridad las palabras el almirante holandés Hohenlohe-Neuenstein: Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro. Por esto también en este día tenemos presentes a nuestro Ejército español, Estado Mayor, Arma de Infantería, Capellanes Castrenses que conforman el Cuerpo Eclesiástico del Ejército, así como al Cuerpo Jurídico y de la Farmacia Militar.

La Iglesia Universal siempre ha reconocido a nuestra nación como uno de los lugares más marianos del orbe católico, y no digamos inmaculista, por eso los sacerdotes españoles tenemos el privilegio de utilizar las vestiduras litúrgicas de color azul, color cielo y de María, para celebrar a la Purísima: el emblema de la Pureza absoluta de Aquella que fue concebida sin mancha de pecado original, en previsión de los méritos redentores de Cristo (Cat. 490 - 491). La Santa Sede autorizó su uso en 1864 mediante decreto de la entonces Sagrada Congregación de Ritos. Dichoso día para invocar a María y contemplarla como la primera redimida. En la epístola a la comunidad de Éfeso de este día, San Pablo les recuerda y nos recuerda que Él nos eligióÉl nos ha destinado, y en Él hemos heredado, como así eligió, destinó y heredó ya María la gloria por Cristo, con Cristo, en Cristo y por Cristo. Todos hemos sido llamados a ser santos e irreprochables ante él por el amor. 

Quiero terminar con un recuerdo muy especial para el pueblo oprimido bajo la dictadura de Daniel Ortega, nación con una gran devoción a la Inmaculada, la cual es su Patrona desde hace más de cuatro siglos en aquel país centroamericano. La primera imagen de la Inmaculada llegó a Nicaragua por manos de Lorenzo de Cepeda, hermano de Santa Teresa de Jesús; por tanto, estamos hermanados con ellos en el amor a la Purísima. Hoy, a pesar de "La Gritería" (¿Qué causa tanta alegría?: La Concepción de María) no será un día del todo alegre en aquellas tierras donde tantas diócesis se ven privadas de obispos, tantas parroquias de sacerdotes, y donde tantos conventos, cofradías e instituciones religiosas son obligadas a cerrar sus puertas y saqueados sus bienes, ante la persecución a la que están siendo sometidos los cristianos católicos a los que se desprecia y persigue el gobierno del Tirano. Los compañeros de guerrilla en plan moderno de Gaspar García Laviana, trazando listas negras contra sacerdotes, seminaristas, fieles y religiosos a los que no se les permite alzar la voz ni manifestar libremente su fe o ministerio. Hoy recobra mayor sentido y valor que nunca la denuncia valiente y profética de San Juan Pablo II en su viaje apostólico a Nicaragua en 1983 cuando abroncó al sacerdote y político sandinista al que recordó que debía reconciliarse con la Iglesia. Qué bella imagen de un padre que corrige a su hijo, pues quien te ama siempre te dice la verdad. El Papa Santo advirtió al pueblo nicaragüense de lo que se avecinaba: Cuídense de los falsos profetas. Se presentan con piel de cordero, pero por dentro son lobos feroces. Ahora, más de cuatro décadas después, hemos de decir que el Papa tenía razón y el tiempo se lo ha dado... ¡María Inmaculada, salva a España y a Nicaragua!

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