sábado, 5 de noviembre de 2022

Poner en alza la identidad y entidad de nuestro pueblo. Por Rodrigo Huerta Migoya

Cuando se habla en nuestro país de las diferentes localidades, van ganando peso los conceptos entidad e identidad; hay pueblos con poca historia, sin apenas identidad, más gozan de un alto sentido de pueblo por la colaboración en común de los vecinos por mejorar el lugar donde viven y poner  en valor su realidad cotidiana. Hay pueblos con un riquísimo pasado que les da identidad por sí misma pero qué, sin embargo, no son capaces de trabajar juntos. Luego están los mejores pueblos donde se esfuerzan constantemente por ser lugares con entidad e identidad ¡y lo consiguen! 

Un ejemplo de aproximación a ello ha sido el pueblo de Viella que consciente de que no tenían escudo, bandera, himno, etc... han hecho un gran trabajo por ensalzar su localidad, su pasado, y hasta su gentilicio, considerado un tiempo como algo peyorativo y que ahora les distingue con orgullo. La gente mayor me contaba que hace cincuenta años uno de Lugones le llamara a uno de Viella "paxarru'' era una ofensa en toda regla, considerándolo una injuria. Un paxarro era un humilde cestero, un artesano que hace "paxas" de mimbre, oficio del que en el pasado vivían las gentes de Viella. Hoy le han dado la vuelta a esto con el orgullo paxarro del que les define. Algo así quizá ha pasado en Gijón cuando los de Oviedo los llamaban "culos moyaus"; o con los de Luanco, cuando los de Candás los llamaban "fatos". Ahora son términos que se llevan a gala. 

No me importaría tener usar las banderas o escudos de Viella y Lugones en algún lugar destacado... Hay muchas personas que ponen la bandera de España por el mundial, por el Corpus o por el 12 de octubre, pero para algunos produce cierta susceptibilidad "ad hoc". Hay personas que prefieren la de Asturias: ¡pues genial! No hay comunidad autónoma que la tenga más guapa, pienso yo. Pero ahora en algunos casos creo que las cosas se sacan de quicio, como si una fuera enemiga de la otra, como si estuvieran enfrentadas o representaran nuevamente dos Españas. Cada cual es libre de sentirse identificado con lo que quiera; así vemos balcones con la banderas republicanas, del arcoiris o de Ucrania...  En cuanto a alguien no le gusta alguna actúan como francotiradores desde un criterio que desnaturaliza la libertad de todos y que únicamente devalúa el respeto y consideración legítima que todos nos debemos... Necesitamos ser más abiertos de mente, y en lugar de quedarnos con mente estrecha en juicios y prejuicios,  promover esos gestos como vínculo para tender puentes y ampliar nuestros horizontes. 

Sería hermoso, por ejemplo como ocurre en otras localidades, que la "piquilla" entre El Carbayu y Santa Isabel fuera más constructiva y fraterna; por ejemplo, sería original hacer unos mamposteros del Carbayu y otros de Santa Isabel de forma que durante el mes de agosto decorásemos así los balcones de nuestras casas y pisos. Hacer una tirada grande de banderas de Lugones, del Carbayu, de Viella... promocionar lo nuestro, dado que tenemos mucho por lo que sentirnos orgullosos. A veces personas acuden a la Parroquia a preguntarnos si tenemos "pins" con los escudos locales, o llaveros, o cualquier detalle de ese tipo para llevar de recuerdo o regalar a parientes. Desde la Parroquia hemos tratado de aportar nuestro granito de arena en este campo con pequeñas iniciativas de este tipo haciendo estampas de las devociones del lugar, marcapáginas, calendarios o cantos propios... Pero quizá aún se puede explotar de forma más eficiente este campo. Por ejemplo, desde la coral San Félix para se nos pidió orientación para una canción que hablara de Lugones a modo de habanera, facilitándoles algún poema dedicado a Lugones, así como la toponimia propia del lugar.

También tenemos el pensamiento de que a Lugones y a Viella les falta un postre propio. Me sorprendió positivamente hace ya años cuando cenando en la sidrería El Duernu descubrí que en la carta de postres tenían uno que se llamaban ''Lugoninas'', que eran unos barquillos con dulce por encima de aspecto y sabor estupendo. Aprovechando un año la celebración de San Félix podíamos proponer a la Asociación de hosteleros de Lugones reunir a las pastelerías para hacer un concurso de ideas... Llegó la pandemia y no era momento para preocuparse de dulces. Sí se lo tomaron en serio la pastelería Xocolat, los cuales venden pastas con el nombre de ''lugonines''. También son dignas de elogio las galletas que realizan con los escudos de Lugones y el Carbayu o la Virgen del Buen Suceso. 

En Candás hay "marañueles", en Oviedo "carbayones" o "moscovitas"; en Avilés "boyas de manteca", en Salas "carajillos del profesor", en Grao "el escaldao" o los "tocinillos de  cielo"; en Campo de Caso "Suspiros del Nalón", en Arriondas "piraguas" o "pastas Campoamor"; "el panchón" en Aller, las "letizias" en Ribadesella, "borrachinos" en Quirós, el "arroz con leche" en Cabranes, las tartas "charlota" o "gijonesa", "los pelayos" o "las princesitas" en Gijón; "los bartolos" en Laviana; "la Venera" en Navia, les "casadielles" en la Cuenca; "las dulcineas" en Nava, la "tarta piloñesa" en Infiesto, "los consejeros", "paserinos" o "villapendinos" en Mieres; "los riañinos" en Langreo, "la bolla" en Cangas de Narcea; la "tarta de avellana en Allande", "El frixuelu occidental con miel"... ¿por qué no va tener Lugones o Viella su postre o tarta propia?... Sería bello que en un futuro podamos presumir de tener más entidad e identidad a través del buen gusto, y es que -ya lo decían los antiguos-  ''a nadie le amarga un dulce''... 

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