miércoles, 11 de diciembre de 2024

Homilía del Sr. Arzobispo en la Solemnidad de Santa Eulalia 2024

Queridos hermanos del Consejo Episcopal, del Colegio de Arciprestes y sacerdotes y diáconos concelebrantes. Excelentísimo Sr. Alcalde y Corporación Municipal, miembros de la Vida Consagrada, fieles cristianos laicos: paz y bien.

Ya estamos metidos en este camino del adviento con el que damos comienzo a nuestro calendario cristiano. Las primeras nieves que han pintado de blanco las montañas cercanas que nos presiden desde su altura, empujan este otoño ya avanzado camino de la navidad tan cercana. Aquí en Oviedo celebramos hoy una memoria que nos abre a la intercesión de una joven niña, mártir por Cristo en medio de su tierna edad. Santa Eulalia es la patrona de la Diócesis y a ella nos encomendamos tratando de aprender su lance creyente que llegó a arriesgar hasta el extremo más audaz su entrega de fidelidad dando la vida por el Evangelio.

Uno se pregunta qué peligro podría suponer una niña que hiciera temer a aquellos poderosos algún tipo de amenaza para sus intereses económicos, culturales y políticos. Una jovencita cristiana que viviendo su fe sin hacerlo contra nadie pudiese representar un riesgo para aquellos mandamases con la censura fatal que te siega la vida. Cayó su vida ante el verdugo y su ordenanza de matar, como caen las hojas de este otoño prenavideño haciendo nuestros caminos en las montañas una alfombra de pensamientos. Es lo que hoy nos da por pensar, lo que nos preguntamos mientras como peregrinos hacemos el sendero del adviento que desemboca en la Navidad.

¿Quién era Eulalia? ¿Era una heroína, una princesa, un premio digno del teatro Campoamor o una artista pinturera principal? Era sencillamente una niña, una joven adolescente que dio el máximo testimonio que se puede dar: entregar la vida por alguien, por algo que es capaz de legitimar tan supremo sacrificio con la donación más audaz y más generosa que cabe ofrendar. No estamos ante una persona entregada y diligente que hace bien su menester, y que dedica algunos ratos de su tiempo libre a una causa justa, o unos meses de su vida como generosa voluntaria de una ONG altruista en medio del sida, del ébola, del coronavirus o del fanatismo terrorista de turno, sino que estamos ante alguien que ha pagado con la propia vida aquello por lo que luchaba y creía de veras, aquello por cuanto sabía y amaba. Y la pregunta que nos surge es cuál es el secreto y cuál es la compensación de semejante precio, el mayor que una persona puede exhibir.

Los mártires han vivido acogiendo la Palabra de Dios, que acertarán a cantarla y a contarla en sus labios hasta el final. También han querido acoger la Presencia de ese Dios, de la que nutrirán su esperanza y amor también hasta el final. “Mártir” significa testigo. Ellos son los testigos de una Palabra y de una Presencia, las de ese Dios que no enmudece ni huye ante nuestro devenir, porque Dios no sólo nos indicó el camino, sino que se hizo caminante junto a cada cual, abrazando nuestra circunstancia y poniendo luz y gracia en medio de nuestros apagones y errores.

Hay que querer mucho a una Persona y estimar del todo su Palabra, para estar dispuestos a dar nuestra vida por ese Rostro y esa Voz. Los mártires como Santa Eulalia lo han hecho, y en su gesto queda patente un amor que no es reaccionario, sino tan sumamente gratuito y puro que busca la gloria de Dios y la bendición para todos, incluyendo a los que te siegan el hilo de la existencia cuando te quitan la vida. Los testigos hoy, son los que en medio de tanta tristeza introducen en la vida una razón para la verdadera alegría; los que a pesar de las penumbras que oscurecen el horizonte de tanta gente inocente sumiéndola en el dolor e incertidumbre, logran encender una luz que hace brillar la esperanza cristiana; los que, junto a historias de violencia, de corrupción y mentira, aparecen con sencillez como heraldos de la paz, de honestidad a todo trance y de la verdad que nos hace libres. Estos son los testigos, los mártires cristianos de nuestros días, y son ellos hoy como lo fueron los que entregaron su vida en un largo ayer, quienes levantan la sociedad construyéndola desde esos valores que reconocemos en una Persona que los vivió y nos los dejó como herencia evangélica: Jesucristo, el mártir por excelencia. Santa Eulalia es una historia de amor con todos sus versos, un relato apasionado con todos sus besos. El amor a Dios, el amor a los hermanos, el amor a su pueblo. A ella nos encomendamos en este su día, mientras damos gracias por el alto testimonio de su martirio. También nosotros estamos llamados a escribir nuestra página en el tramo de historia que se nos ha asignado, allí donde vivimos, con los que convivimos y trabajamos sea cual sea nuestra responsabilidad.

Pero en este día festivo, nuestra Iglesia asturiana celebra una efeméride especial con la promulgación del nuevo mapa diocesano. Un mapa siempre es una representación de los espacios en los que se narra una historia. Así sucede con los pueblos que van dibujando y modificando sus mapas de diferentes modos. Desde aquel lejano año 811 en el que nuestra Diócesis adopta su primer estatuto eclesial, han sido muchos los mapas dibujados a través del tiempo. En este momento, nuestra Diócesis cuenta con tres grandes vicarías, en las que se insertan los doce arciprestazgos, dentro de los cuales están las 934 parroquias. Introducimos un cuarto elemento que no viene a modificar este mapa, sino a organizarlo. Las nuevas 128 unidades pastorales que hoy estrenamos no sustituyen esas vicarías, arciprestazgos y parroquias, sino que los coordinan de una manera eficaz. No estamos ante la gestión de una penuria por la falta de vocaciones sacerdotales, sino ante una novedosa implicación de otros cristianos que aportan a la comunidad cristiana su particular idiosincrasia: los pastores con su ministerio, los religiosos con sus carismas y los laicos con su compromiso bautismal en la familia, el trabajo y la política. Las nuevas unidades pastorales coordinan más eficazmente esta comunión vocacional para bien de la Iglesia santa de Dios que peregrina en Asturias. Quiero felicitar el trabajo realizado por nuestro Vicario de Pastoral, los Vicarios Episcopales y los Arciprestes que en estos últimos años han venido pergeñando esta novedad que hoy, fiesta de Santa Eulalia, hacemos pública con la promulgación del decreto.

Igualmente, en este día hay también otra efeméride de nuestra sociedad civil, con la celebración del 175 aniversario de la Policía Local en nuestra capital ovetense. Junto a otras fuerzas de seguridad como son la Guardia Civil y la Policía Nacional, nuestros policías municipales realizan esa preciosa labor de acompañamiento de la ciudadanía velando por su seguridad en todos los ámbitos en donde nuestra convivencia, nuestro tráfico o nuestra propiedad pudieran complicarse, distorsionarse o sufrir cualquier tipo de violencia, desorden o abuso indebido. Excelentemente preparados, estos amigos policías locales son hombres y mujeres que actúan como si fueran ángeles cercanos que nos propician la paz y la armonía de una ciudad tan bella y segura como es Oviedo. Mi felicitación a este cuerpo de seguridad, a sus familias, al Ayuntamiento, porque podemos presumir de una gobernanza honesta y bien custodiada. Ofreceremos la santa Misa por todos los agentes fallecidos en este lapso de tiempo, especialmente los que murieron en acto de servicio.

Con la ayuda del buen Dios y de nuestra Santa Eulalia es lo que esperamos. En este camino del Adviento cristiano, esta es la luz que el Señor nos enciende junto a esa niña mártir y nuestra Santina. El Señor os bendiga y os guarde.


+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

S.I. Catedral B.M. El Salvador
Oviedo, 10 diciembre de 2024

martes, 10 de diciembre de 2024

Las Unidades Pastorales al servicio de la Evangelización. Mapa de distribución (I): Vicaría de Oviedo - Centro

 

Vicaría de Oviedo - Centro

Arciprestazgo de Oviedo 


Unidad Pastoral de Olloniego 

Cabecera: Olloniego San Pelayo 

Bendones, Santa María 

Manzaneda, Santa Eulalia

Naves, San Pedro

Tudela Agueria, Santiago 

Tudela Veguín, San Julián

* Encomienda


Unidad Pastoral

San Juan Bautista el Real

*Encomienda


Unidad Pastoral

Cabecera: San Lázaro del Camino

Santiago de la Manjoya

San Esteban de las Cruces 


Parroquias asociadas 

Inmaculado Corazón de María

San Francisco de Asís

Nuestra Señora del Carmen 


Unidad Pastoral

Cabecera: Colloto, Santa Eulalia 

Granda, San Pedro

Limanes, Santa María 

Pando, San Cipriano


Unidad Pastoral

Cabecera: Lugones, San Félix

Viella, Santa María


Unidad Pastoral

Nuestra Señora de Covadonga

*Encomienda


Unidad Pastoral

San José de Pumarín

San Julián de los Prados

*Encomienda


Unidad Pastoral

San Juan Bautista de la Corredoria

*Encomienda


Unidad Pastoral

Sagrada Familia de Ventanielles y Natividad de Nuestra Señora

*Encomienda

Trabajando como parroquias asociadas con San Francisco Javier de la Tenderina


Unidad Pastoral

Cabecera: Trubia, Santa María

Godos, San Tirso

Nora, San Pedro

Pintoria, Santa María

Soto de Trubia, Santa Teresa

Udrión, San Pedro y San Nicolás


Unidad Pastoral

Santa María del Naranco

*Encomienda


Unidad Pastoral

Cabecera: San Claudio, Santa María

Loriana, Santa María

Piedramuelle, Santa Marina

Sograndio, San Esteban 


Unidad Pastoral

Cabecera: Caces, San Juan Bautista 

Prioro, San Juan

Puerto, San Pelayo

*Encomienda


Unidad Pastoral

San Melchor de Quirós

San Antonio de Padua


Parroquias asociadas

San Pablo de la Argañosa

Santos Apóstoles


Unidad Pastoral

Santo Cristo de las Cadenas

Santo Tomás de Latores

*Encomienda


Unidad Pastoral

San Pedro de los Arcos

Nuestra Señora de la Merced

*Encomienda


Arciprestazgo del Fresno


Unidad Pastoral de Belmonte de Miranda

Cabecera: Belmonte, San Julián 

Aguera, San Andrés

Almurfe, Santa María

Begega. Santa Eulalia

Castañedo, Santa María

Cuevas, San Román

Estacas, San Cosme

Leiguarda, San Martín

Llamoso, Santa María Magdalena

Montovo, San Juan

Ondes, San Martín

Quintana, San Julián

Miranda, San Bartolomé

San Martín de Lodón

Vigaña, San Pedro


Unidad Pastoral de Candamo

Cabecera: Candamo, San Román

Aces, Santiago

Cuero, San Nicolás

Fenolleda, Santa María

Grullos, Santa María

Llamero, Santa Eulalia

Murias, Santa María

Prahúa, San Andrés 

Pronga, San Juan -Pravia-

Quinzanas, Santa María -Pravia-

San Tirso de Candamos

Valdemora, San Nicolás

Valle, Santa María

Ventosa, San Juan Bautista


Unidad Pastoral de Cornellana - La Espina

Cabecera: Cornellana, San Juan

Alava, Santa María

Biescas, Santiago

Bodenaya, Santa María

Cermoño, Santa María

Godán San Juan

Idarga, Santa María Magdalena

La Barca, Santiago

La Espina, San Vicente

Láneo, San Lorenzo

San Antolín de Doriga

San Esteban de Doriga

San Justo de Doriga

Santa Eulalia de Doriga

Soto de los Infantes, San Pedro


Unidad Pastoral de Salas

Cabecera: Salas, Santa María

Arcellana, San Vicente

Ardesaldo, Santa María

Camuño, San Bartolomé

Lavio, Santos Justo y Pastor

Linares, San Miguel

Mallecina, Santa Eulalia

Malleza, San Juan

Priero, San Cristóbal

Santullano, San Julián

Villamar, San Félix

Villazón. Santiago 


Unidad Pastoral de Grado - Yernes y Tameza

Cabecera: Grado, San Pedro

Báscones, San Miguel 

Bayo, Santa María

Cabruñana, Santa María Magdalena

Castañedo, San Vicente

Coalla, San Pedro

Fresno, Nuestra Señora

Gurullés, San Martín

La Mata, Santa Eulalia

Peñaflor, San Juan

Rañeces, San Cosme

Rodiles, Santa María

Sama de Grado, San Esteban

Tameza, Santa María

Santianes de Molenes, San Juan

Ambás, San Salvador

Las Villas, Santa María

Pereda, San Martín

Restiello, Santa María

Rubiano, San Lorenzo

Sorribas, Santiago

Tolinas, Santos Cosme y Damián

Vigaña, San Martín

Villamarín, Santa María

Villandás, Santa María

Villapadaña, San Juan

Yernes, Santa Cruz


Unidad Pastoral de Proaza - Santo Adriano

Cabecera: Proaza, San Vicente 

Caranga, San Pedro

Castañedo, San Gabriel

Bandujo, Santa María

Lavares, Santa Catalina

Linares, Santa María Magdalena

Proacina, San Juan

Sograndio, Santa María 

Traspeña, San Pedro

Tuñón, Santo Adriano

Villamejín, San Martín

Villanueva, San Román


Unidad Pastoral de Quirós

Cabecera: Bárcena de Quirós, San Julián

Agüeras, San Vicente

Arrojo, San Pedro

Bermiego, Santa María

Casares, San Juan

Cienfuegos, San Esteban

Coañana, Santiago

Lindes, Santo Tomás

Llanuces, Santa María

Muriellos, Santa María

Nimbra, San Vicente

Rano, San Martín

Ricabo, San Bartolomé

Salcedo, San Cristóbal

Tene, San Lorenzo


Unidad Pastoral de Somiedo

Cabecera: Pola de Somiedo, San Pedro

Aguino, Santiago

Castro, Santa María Magdalena

Caunedo, San Cipriano

Clavillas, San Cristóbal

Endriga, San Salvador

Corés, Santa María Magdalena

Gúa, Santa María

La Riera, Nuestra Señora de las Nieves

Las Morteras, San Esteban

Llera, San Miguel

Pigueces, Santiago

Pineda, San Miguel

Pigueña, San Martín

Puerto de Somiedo, Santa María

Santullano, San Julián

Valle de Lago, Santa María Magdalena

Veigas, San Andrés

Villadevildas, San Miguel


Unidad Pastoral de Teverga

Cabecera: La Plaza, San Miguel

Alesga, San Salvador 

Barrio, Santa Marina

Campiello, San Miguel

Carrea, Santa María

Focella, Santa María

Páramo, San Justo

Prado, San Juan

Riello, Santo Tomás

Santianes, San Juan

Taja, San Emiliano

Torce, Santa Eulalia

Urria, Santa María Magdalena

Villamayor, San Pedro

Villanueva, Santa María


Arciprestazgo de El Nalón


Unidad Pastoral de El Alto Nalón

Cabecera: Pola de Laviana, Santa María

Barredos, San José Artesano

Carrio, Santa María

Entralgo, San Juan Bautista

El Condado, San Esteban

Lorío, San Martín

Tiraña, San Pedro

Tolivia, San Antonio

Villoria, San Nicolás

Campo de Caso, San Juan

Bueres, Santiago

Caleao, Santa Cruz

Coballes, San Pedro

Felguerina, San Antonio

Gobezanes, San Antonio

Orlé, San Bartolomé

Pendones, Santa María Magdalena

Sobrecastiello - Bezanes, San Salvador

Tanes, Santa María

Tarna, San Pedro

Agues, San Andrés

Ladines, San Pedro

Oviñana - Rioseco, Santa María


Unidad Pastoral de San Martín

Cabecera: El Entrego, San Andrés

Blimea, Nuestra Señora de las Nieves

Santa Bárbara

Cocañin, Santo Toribio

Sotrondio, San Martín

*Encomienda


Unidad Pastoral de El Carbayu

Cabecera: Sama de Langreo, Santiago

Ciaño, San Esteban

La Nueva, San Luis Gonzaga

*Encomienda


Unidad Pastoral de La Felguera

Cabecera: La Felguera, San Pedro

Barros, Santa María Magdalena

El Puente, San Lorenzo

Lada, San Miguel

La Venta, Nuestra Señora del Carmen

Pando, Nuestra Señora del Carmen

Paranza, Santa María

Riaño, San Martín

Tuilla, Nuestra Señora del Amparo

*Encomienda


Arciprestazgo de El Caudal


Unidad Pastoral de Mieres

Cabecera: Mieres, San Juan Bautista

San Pedro

La Peña, Santo Cristo de la Misericordia

La Rebollada, Santa María Magdalena

Baiña, San Bartolomé

Ablaña, San José

Rioturbio, San Juan Bosco

Loredo, San Pedro

Seana, Santa Eugenia

Santa Rosa


Unidad Pastoral del Carmen

Cabecera: Mieres, Nuestra Señora del Carmen

Santa Marina


Unidad Pastoral de Turón

Cabecera: Turón, San Martín

Turón - La Cuadriella, Santa Bárbara

Turón - San Andrés, Nuestra Señora del Carmen

Urbiés, Santa María 


Unidad Pastoral de San Cosme y San Damián

Cabecera: Figaredo, Santa María

Santullano, Sagrada Familia

Santa Cruz de Mieres, San Salvador

Ujo, Santa Eulalia

Gallegos, San Pelayo

Valdecuna, Santa María

*Encomienda


Unidad Pastoral del Alto Aller

Cabecera: Collanzo, San Juan

El Pino, San Félix

Casomera, San Román

Conforcos, San Miguel

Llamas, San Juan

Cuérigo, Santa María

Río Aller, San Lorenzo


Unidad Pastoral Medio Aller - Miravalles

Cabecera: Cabañaquinta, San Salvador

Piñeres, San Pedro

Soto, San Martín

Bello, Santa Eulalia

Pelúgano, Santa María

Serrapio, San Vicente

Vega, San Martín


Unidad Pastoral del Bajo Aller

Cabecera: Moreda, San Martín

Caborana, Nuestra Señora de las Nieves

Boo, San Juan Bautista

Nembra, Santiago Apóstol

Santibañez, San Juan

Murias, Santa Maria


Unidad Pastoral de Soto de Ribera

Cabecera: Argame, San Miguel

Ferreros - Las Segadas, San Pedro

Palomar, Santa Leocadia

Pereda, San Martín

Soto de Ribera, San Saturnino

Tellego, San Nicolás

*Encomienda


Unidad Pastoral de Riosa

Cabecera: Riosa, Santa María

La Foz, San Antonio Abad

Santo Adriano

*Encomienda


Unidad Pastoral de Morcín

Cabecera: Santa Eulalia de Morcin

Piñera, San Juan

Pedroveya, San Antonio

Peñerudes, San Pedro

San Esteban de Morcin

San Sebastián de Morcin

*Encomienda


Unidad Pastoral de Lena

Cabecera: Pola de Lena, San Martín

Columbiello, San Vicente

San Feliz

Villayana, San Martín

Carabanzo, San Román

Felgueras, San Lorenzo

Muñón Cimero, Santa Eugenia

Vega del Ciego, Santa María

Campomanes, Nuestra Señora de las Nieves

Cabezón, San Pedro

Casorvida, Santa Eugenia


Unidad Pastoral de Lena

Congostinas, Santa María

Herías, San Claudio

Jomezana, San Pedro

Llanos de Somerón, Santiago

Pajares, San Miguel

Parana, Santa María

Piñera, San Juan

Puente los Fierros, San Martín

San Miguel del Río - Sotiello, San Antolín

Telledo, Santa María

Tuiza, San Cristóbal

Zureda, San Miguel 


Arciprestazgo de Siero


Unidad Pastoral de Posada de Llanera - Las Regueras

Cabecera: Posada de Llanera, San Salvador

Ables, San Juan

Brañes, Santa María

Cayés, San Martín

San Cucao, San Cucufate

Ferroñes, Santa Eulalia

Villardeveyo, San Miguel

Santa Cruz de Llanera

Arlós, Santiago

Bonielles, San Nicolás

Viado - Santullano, San Julián

Biedes, San Martín

Trasmonte, San Juan

Valdunoc, Santa Eulalia

Valsera, Santa María 

Soto de las Regueras, Santa María


Unidad Pastoral Lugo - Pruvia - La Fresneda

Cabecera: Lugo, Santa María

Villapérez, San Vicente

La Fresneda, Santa María

La Barreda, San Miguel

Bobes, San Cosme

Pruvia, Santiago


Unidad Pastoral de Noreña

Cabecera: Noreña, Santa María

Anes, San Martín

Arguellesx, San Martín


Unidad Pastoral de La Carrera

Cabecera: La Carrera, San Martín

Hevia, San Félix

Santa Marina de los Cuclillos

Tiñana, Santa María


Unidad Pastoral de Pola de Siero

Cabecera: Pola de Siero, San Pedro

Celles, San Juan Bautista

Collada, San Pedro

Muñó, San Juan Evangelista

Marcenado, Santa Cruz

Aramil, San Esteban

Vega de Poja, San Martín

*Encomienda


Unidad Pastoral de Valdesoto

Cabecera: Valdesoto, San Félix

Carbayín Alto, Santiago de Arenas

Carbayín Bajo, Santa Marta

Arenas del Coto, San Juan

Santa Eulalia de Vigil


Unidad Pastoral de Sariego

Cabecera: Sariego, Santiago

San Román

Narzana, Santa María de la Concepción

Collado, San Cristóbal

Lieres, Santa María

Feleches, Santo Tomás


Unidad Pastoral de Nava- Bimenes 

Cabecera: Nava, San Bartolomé

Ceceda, San Miguel

Cuenya, San Andrés

Tresali, San José

El Remedio, Santa María

Priandi, Santo Tomás

Bimenes, San Julián

San Emeterio de Bimenes

Suares, Santa María

Mons. Sanz promulga el Decreto de implantación de las Unidades Pastorales en la festividad de Santa Eulalia


(Iglesia de Asturias) La celebración, en la Catedral de Oviedo, de la eucaristía con motivo de la fiesta de Santa Eulalia de Mérida, patrona de la Archidiócesis y de la ciudad de Oviedo, este martes, 10 de diciembre, estuvo marcada este año por una serie de efemérides coincidentes en el tiempo que hicieron del festivo un momento histórico. Por un lado el 175 aniversario de la Policía Local de Oviedo, que llenó el templo de miembros de este Cuerpo de seguridad, siendo ellos mismos los que portaran la urna con las reliquias de Santa Eulalia desde su Capilla hasta el altar central y las depositaran de nuevo al finalizar en su lugar habitual. La eucaristía en honor a Santa Eulalia se ofreció por todos los agentes fallecidos, especialmente los que murieron en acto de servicio.

Además, nuestro Arzobispo, Mons. Jesús Sanz, promulgó, en el transcurso de la celebración eucarística, el nuevo mapa diocesano, con la distribución definitiva de las Unidades Pastorales de todo el territorio. «Un mapa siempre es una representación de los espacios en los que se narra una historia –explicó Mons. Sanz durante su homilía–. Desde aquel lejano año 811 en el que nuestra Diócesis adopta su primer estatuto eclesial, han sido muchos los mapas dibujados a través del tiempo. En este momento, nuestra Diócesis cuenta con tres grandes Vicarías, en las que se insertan los doce Arciprestazgos, dentro de los cuales están las 934 parroquias. Introducimos un cuarto elemento que no viene a modificar este mapa, sino a organizarlo. Las nuevas 128 unidades pastorales que hoy estrenamos no sustituyen esas Vicarías, Arciprestazgos y parroquias, sino que los coordinan de una manera eficaz».

«No estamos –dijo– ante la gestión de una penuria por la falta de vocaciones sacerdotales, sino ante una novedosa implicación de otros cristianos que aportan a la comunidad cristiana su particular idiosincrasia: los pastores con su ministerio, los religiosos con sus carismas y los laicos con su compromiso bautismal en la familia, el trabajo y la política. Las nuevas Unidades Pastorales coordinan más eficazmente esta comunión vocacional para bien de la Iglesia santa de Dios que peregrina en Asturias», afirmó, sin olvidarse de felicitar «el trabajo realizado por nuestro Vicario de Pastoral, los Vicarios Episcopales y los Arciprestes», dijo, que «en estos últimos años han venido pergeñando esta novedad que hoy, fiesta de Santa Eulalia, hacemos pública con la promulgación del decreto».

A la celebración asistió, como es tradicional, la Corporación Municipal y una representación de las Cofradías de la ciudad de Oviedo, y el acompañamiento musical corrió a cargo de la Schola Cantorum de la Catedral, dirigida por el canónigo Sergio Martínez Mendaro.


Consulta aquí el nuevo mapa de Unidades Pastorales:



lunes, 9 de diciembre de 2024

Santoral: En Oviedo, Memoria de Santa Leocadia

(COPE) Tras la persecución a los cristianos en el año 313, cobró más relevancia la celebración del Nacimiento de Cristo. Un Misterio que se vivió profundamente desde el principio de la Iglesia, también en los momentos de mayor martirio. En Oviedo, conmemoramos a Santa Leocadia, que entrega su vida por el Señor, como Él vendría para darla por todos los hombres.

Su vida transcurre entre finales del siglo III y principios del IV. Esto nos lleva a los tiempos del Emperador Diocleciano, donde tras un periodo de flexibilidad se recrudece la persecución hacia los cristianos. El gobernador Daciano, procedente de las Galias, entra en Hispania, dispuesto arrasar la Fe. Diversos lugares serán saqueados cruelmente por seguir lo que Roma condena y considera una superstición.

Tal y como refieren las Actas Martiriales, en Toledo, Leocadia es una niña conducida hasta el Prefecto por ser discípula de Cristo. Su dulzura y valor le hacen resistir a los halagos del tirano que le invita con promesas meramente humanas para intentar que sucumba a la tentación. La firmeza con que se muestra, hace que descarguen sobre ella mayor dureza cuando la conducen a una cárcel donde morirá en condiciones infrahumanas, entre los años 303 y 305.

Junto a la tumba, en la vega del Tajo, comienza a tomar cuerpo el culto a la Santa, erigiéndose una Basílica, y poniéndose bajo su protección todo tipo de apostolados que se realizaban. Los restos de Santa Leocadia, reposan actualmente en el Ochavo de la Catedral, en un arca, que hizo el artista y platero Merino. Este Templo da fe del culto a la Santa en la antigüedad, a pesar de que el poeta cristiano más antiguo, Prudencio, no la mencione en sus odas ni en sus escritos. Parte de sus reliquias se veneran en  Oviedo, Flandes y Soissons.

La Patrona de España. Por Francisco Torres Ruiz

(In virga virtutis) En la noche del 7 de diciembre, generalmente, desde hace siglos, los católicos de todo el mundo se reúnen en vela para aguardar el día grande de nuestra madre la Virgen. Un día como hoy de hace 170 años, Pio IX esperaba el que habría de ser uno de los actos más importante de su pontificado: la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción.

Años de celebración gozosa en el anonimato del corazón cristiano amante de María; siglos de pronunciamientos a favor y en contra, dieron paso a la expresión artística de una verdad escrita en el pueblo cristiano, pero aún no consignada por el supremo magisterio eclesiástico. Arquitectos, pintores se disputaban en belleza y calidad por plasmar en el lienzo y en la piedra lo que el corazón no podía contener ni las palabras podían expresar. Un gran periodo de consulta y una aclamación popular por parte del pueblo fiel, y en concreto del pueblo español, movieron al entonces papa reinante a proclamar a María concebida sin pecado original.

Estas fueron sus palabras: “Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecad original es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe”. Tras estas palabras se sucedió el júbilo en todo el mundo. A las campanas de las trescientas torres de Roma se unieron los campanarios de todas las Iglesias del mundo. Se había hecho justicia. La verdad de fe celebrada por el pueblo ya era dogma oficial de la Iglesia católica, ya no caben opiniones a favor o en contra, la Concepción Inmaculada de María debe ser aceptada y creída por todo hijo de la Iglesia.

La Concepción de María sin pecado original ha sido patrimonio de la fe del pueblo de Dios prácticamente desde el principio. Innumerables son los testimonios que ponen de relieve que la fiesta se celebraba desde los siglos VII/VIII en Oriente y poco a poco se va extendiendo a Occidente y a toda la Iglesia.

Desde el s. II los Santos Padres hablan de María como la nueva Eva, vencedora del pecado, asociándola así a Cristo en la lucha contra el diablo. Pero a pesar del arraigo que tenía esta creencia y esta fiesta en el pueblo de Dios, también tenía sus detractores que argumentaban en contra de este tema. Uno de ellos es Santo Tomas de Aquino, cuyo impedimento lo veía en el carácter universal de la salvación de Cristo. La autoridad de Santo Tomás de Aquino retrasó su definición en la historia.

Entre los teólogos que se decantaron favorables al dogma está Duns Escoto, que rescata la fórmula de Eadmero: “pudo, convenía, luego lo hizo”. Con todo ello, el primer intento de definición del dogma se dio en el Concilio de Basilea, con una fórmula distinta a la actual, pero que al ser un Concilio cismático no fue válido. Trento también toco el tema, pero se limitó a no incluir a la Virgen en el decreto sobre el pecado original.

Por fin, el 8 de diciembre de 1854 se ponía final a este largo camino: el Papa Pío IX mediante la Bula Ineffabilis Deus proclama a María “preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción”. El pueblo acogió con piedad y devoción este dogma de fe que ya llevaba largo tiempo calando en el sentir de la gente.

Claro que la Madre de Dios no pudo tener pecado original, era la rosa más bella en el jardín de Dios, la más cuidada y la adornada con dones excelsos y privilegios desde el mismo instante de su concepción. Pero la importancia y el sentido del dogma no se agota en unas meras turbulencias históricas, sino que radica en el sentido que tiene como imagen prefigurativa de la santidad de la Iglesia, es decir, la toda santa, la que fue preparada como morada de Dios, es imagen de la santidad a la que está llamada a vivir la Iglesia para ser también el espacio digno donde Dios habite y sea mostrado a todos los hombres del mundo.

Pero ¿Por qué Dios otorgó a María el privilegio de estar exenta de pecado original? ¿Qué motivación estaba en la mente de Dios creador para dar tan gran don? Debemos partir de un principio: los dogmas marianos tienen una doble dirección, por un lado son privilegio singular de la Santísima Virgen María y, por otro, radican en ella en orden a una misión en la historia de la salvación. En este caso, la concepción inmaculada de la Virgen María está en orden a su Maternidad divina, esto es, a ser la Madre de Dios.

Que María fuera inmune al pecado y a sus efectos, la hace, con más razón, la mejor valedora contra las asechanzas del demonio y la más insigne defensora de la fe católica contra las herejías y los enemigos de la fe. Así lo comprobamos en el admirable milagro obrado por ella en la batalla de Empel: el 7 de diciembre del 1585, ante el catastrófico fin que se les avecinaba a los Tercios de Flandes, frente al poderoso ejercito holandés, Francisco Arias de Bobadilla se negó a capitular ante los enemigos de España y de la fe católica, por lo que mandó cavar trincheras en el suelo para resistir en el combate que, con toda seguridad, fulminaría a las tropas españolas. En esto, «Estando un devoto soldado español haciendo un hoyo en el dique para resguardarse debajo de la tierra del mucho aire que hacía y de la artillería que los navíos enemigos disparaban, a las primeras azadonadas que comenzó a dar para cavar la tierra saltó una imagen de la limpísima y pura Concepción de Nuestra Señora, pintada en una tabla, tan vivos y limpios los colores y matices como si se hubiera acabado de hacer» (Tomo LXXIII de la Biblioteca de Cánovas del Castillo).

En este momento, las tropas españolas interpretan, acertadamente, que es un signo de protección del cielo, el ánimo se levanta entre aquellos hombres que, sin dudarlo y movidos de fe, se encomiendan a la protección de la Santa Madre de Dios. A los pocos días, la batalla se libró con la consiguiente victoria de los tercios españoles, quienes adoptaron la devoción a la Inmaculada como patrona.

El milagro de Empel marca, de este modo, el punto de inflexión en el camino de proclamación del dogma de la Inmaculada. en 1761 el Rey Carlos III la presentó como Patrona y Protectora de España, instituyendo en su honor la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Distinción que se perpetúa en la actualidad el día 8 de diciembre entre las Solemnidades Nacionales por excelencia. No cesando ahí la distinción y en reconocimiento a la Iglesia Española por la magnitud en la designación de la declaración dogmática, en 1864 la Santa Sede confirió a los presbíteros españoles la facultad de llevar una casulla azul en su conmemoración.

La noche del 7 y todo el día 8 de Diciembre, hemos de reconocer, que el catolicismo español se viste de fiesta, y el ambiente, por muy pagano que sea, no puede resistirse a ese regusto mariano que solo las almas sensibles pueden apreciar.

«¡Celebremos la Inmaculada Concepción de la Virgen María, adoremos a su Hijo, Cristo, el Señor!» así cantaremos al amanecer en el Oficio divino de esta solemnidad. No cesemos nunca de cantar con sonoras voces y alabanzas incesantes que María fue concebida sin pecado original. Terminemos con los inmortales versos, cargados de piedad y de amor, de Miguel Cid:

Todo el mundo en general
a voces, Reina escogida,
diga que sois concebida
sin pecado original.

Hízoos vuestro Esposo caro
libre de leyes y fueros
y dio con que defenderos
un privilegio de amparo:

fue privilegio especial
el ser de Dios defendida,
con que fuistes concebida
sin pecado original.

Si mandó Dios verdadero
al padre y la madre honrar
lo que nos mandó guardar
Él lo quiso obrar primero:

Y así esta ley celestial
en Vos la dejó cumplida
pues os hizo concebida
sin pecado original.

El señor con su poder
tanto de gracia os llenó
que la culpa no halló
en que pudiese caer:

y así sin haceros mal
la culpa se fue corrida
porque os halló concebida
sin pecado original.

Toda Vos resplandecéis
con soberano arrebol
que vuestra casa en el sol
dice David que tenéis:

De resplandor celestial
os cercó el Rey de la vida
para haceros concebida
sin pecado original.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Inmaculada Concepción: “Pudo, quiso y lo hizo''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

¡Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción! decimos solemnemente cada jueves en las alabanzas al Santísimo en ese acto de reparación con el que queremos subsanar las blasfemias que se pronuncian no sólo pronunciando en vano el nombre de Dios, sino también el de nuestra Santísima Madre. Hoy es un día de alegría para los católicos al celebrar esta solemnidad de la Purísima, de la Inmaculada Concepción a María, que eclipsa por completo el segundo domingo de Adviento. Es un día para felicitar a las que llevan ese bello nombre de Inmaculada, Concepción, Conchita... Y para felicitarnos todos de algún modo, pues es un día eminentemente español. Nuestra nación se caracterizó siempre por una defensa a ultranza de este dogma mariano, que nuestros antepasados defendieron, creyeron e hicieron suyo muchísimo antes de que la misma Iglesia lo reconociera como verdad de fe. Ella es la patrona y protectora de toda España desde 1644, pero bastante tiempo atrás ya recibía culto en nuestras parroquias, pueblos y cofradías. Tema de fuertes discusiones teológicas a lo largo del tiempo; gracias al Papa Pío IX es verdad absoluta y absolutamente segura desde que en 1854 afirmara el Romano Pontífice: ''la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción''.

Qué triste que haya sacerdotes que se atrevan a cuestionar (¡y predicar!) contra este dogma una vez que la Iglesia Católica lo haya hecho suyo. No deja de ser nueva forma de clericalismo, de querer imponerle al pueblo de Dios una forma de entender la fe totalmente opuesta a este misterio que el pueblo sencillo ya hizo suyo hace seis siglos. He ahí una muestra del "sensus fidelium" (el sentimiento de los fieles) que con frecuencia supera con mucho al de los sabios y entendidos... En Villalpando (Zamora) en 1466 se lleva a cabo el primer voto en defensa de la Inmaculada en la parroquia de San Nicolás, de ese pueblo. Para acercarse al misterio profundo de la Concepción Inmaculada de María no es necesario ser eruditos en mariología, basta tener un corazón abierto a cantar las maravillas que ha hecho el Señor, especialmente en su Madre: ¿Cómo no iba a Dios a preparar desde el minuto cero a aquella criatura por medio de la cual se haría uno de nosotros?. Así nos lo recuerda la oración colecta de esta celebración al afirmar que por la Concepción Inmaculada. de la Virgen María. preparaste a tu Hijo una digna morada. En Ella, en María, no sólo vemos una madre, sino también un ejemplo de pureza. Solemos cantar en aquella composición popular: Eres más pura; algo que resume el sentido por el que se nos presenta hoy como primera lectura el relato del Génesis: Ella sola entre tantos morales del pecado de Adán, Dios libró. Así fue, pero, ¿cómo es posible; esto que rompe toda lógica común?. Os invito a quedaros con estos tres verbos que nos dan la respuesta más clara: “Pudo, quiso y lo hizo''. Sí; así lo explicó magistralmente el Beato Duns Escoto: Pudo, porque era Dios. Quiso, porque era Hijo. Luego lo hizo, porque era Dios y también Hijo.

Cuidado no confundamos este día de la concepción Inmaculada de María con la Encarnación del Hijo de Dios en sus entrañas; el evangelio que se proclama en este día es el de la Anunciación, pero porque las palabras del Arcángel Gabriel -mensajero del Altísimo- nos definen y describen cómo era aquella jovencita de Nazaret: llena de gracia y dichosa. La Anunciación se celebra el 25 de marzo, hoy lo que recordamos es que Nuestra Señora fue concebida sin mancha desde el primer instante en el seno de su madre Santa Ana, como nos recuerda una antífona mariana del siglo IV: Tota pulchra es, Maria,et macula originalis non est in te -Eres toda hermosa María, y el pecado original no está en ti-. Los españoles siempre hemos promovido el culto a la Inmaculada Concepción, por eso Ella ha intercedido en favor de nuestra Patria en tantos momentos de nuestra historia, haciéndose evidente lo recíproco entre esta Madre y este pueblo. Otros años os he recordado aquel hecho histórico del milagro de Émpel, en la guerra de los ochocientos años allá en tierras de Flandes, cuando al igual que ocurrió en Covadonga cuando guerreros cristianos se veían acorralados y en minoría, y sin embargo la Purísima en Flandes obró el prodigio en la noche del 7 de diciembre de 1585 tras la aparición de un icono enterrado al cavar una trinchera de fortificación en el entorno de las aguas de los ríos Mosa y Waal que se helaron, pudiendo nuestras tropas caminar sobre las aguas, cogiendo desprevenido al enemigo en plena noche. Así pasaron a la posteridad las palabras el almirante holandés Hohenlohe-Neuenstein: Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro. Por esto también en este día tenemos presentes a nuestro Ejército español, Estado Mayor, Arma de Infantería, Capellanes Castrenses que conforman el Cuerpo Eclesiástico del Ejército, así como al Cuerpo Jurídico y de la Farmacia Militar.

La Iglesia Universal siempre ha reconocido a nuestra nación como uno de los lugares más marianos del orbe católico, y no digamos inmaculista, por eso los sacerdotes españoles tenemos el privilegio de utilizar las vestiduras litúrgicas de color azul, color cielo y de María, para celebrar a la Purísima: el emblema de la Pureza absoluta de Aquella que fue concebida sin mancha de pecado original, en previsión de los méritos redentores de Cristo (Cat. 490 - 491). La Santa Sede autorizó su uso en 1864 mediante decreto de la entonces Sagrada Congregación de Ritos. Dichoso día para invocar a María y contemplarla como la primera redimida. En la epístola a la comunidad de Éfeso de este día, San Pablo les recuerda y nos recuerda que Él nos eligióÉl nos ha destinado, y en Él hemos heredado, como así eligió, destinó y heredó ya María la gloria por Cristo, con Cristo, en Cristo y por Cristo. Todos hemos sido llamados a ser santos e irreprochables ante él por el amor. 

Quiero terminar con un recuerdo muy especial para el pueblo oprimido bajo la dictadura de Daniel Ortega, nación con una gran devoción a la Inmaculada, la cual es su Patrona desde hace más de cuatro siglos en aquel país centroamericano. La primera imagen de la Inmaculada llegó a Nicaragua por manos de Lorenzo de Cepeda, hermano de Santa Teresa de Jesús; por tanto, estamos hermanados con ellos en el amor a la Purísima. Hoy, a pesar de "La Gritería" (¿Qué causa tanta alegría?: La Concepción de María) no será un día del todo alegre en aquellas tierras donde tantas diócesis se ven privadas de obispos, tantas parroquias de sacerdotes, y donde tantos conventos, cofradías e instituciones religiosas son obligadas a cerrar sus puertas y saqueados sus bienes, ante la persecución a la que están siendo sometidos los cristianos católicos a los que se desprecia y persigue el gobierno del Tirano. Los compañeros de guerrilla en plan moderno de Gaspar García Laviana, trazando listas negras contra sacerdotes, seminaristas, fieles y religiosos a los que no se les permite alzar la voz ni manifestar libremente su fe o ministerio. Hoy recobra mayor sentido y valor que nunca la denuncia valiente y profética de San Juan Pablo II en su viaje apostólico a Nicaragua en 1983 cuando abroncó al sacerdote y político sandinista al que recordó que debía reconciliarse con la Iglesia. Qué bella imagen de un padre que corrige a su hijo, pues quien te ama siempre te dice la verdad. El Papa Santo advirtió al pueblo nicaragüense de lo que se avecinaba: Cuídense de los falsos profetas. Se presentan con piel de cordero, pero por dentro son lobos feroces. Ahora, más de cuatro décadas después, hemos de decir que el Papa tenía razón y el tiempo se lo ha dado... ¡María Inmaculada, salva a España y a Nicaragua!

Evangelio de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.

El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».

María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.

Palabra del Señor

sábado, 7 de diciembre de 2024

Celebramos a la Patrona de España

 

Estamos en Adviento. Por Francisco Torres Ruiz

(In virga virtutis) Adviento, etimológicamente, viene de la palabra latina “adventum” que significa “llegada” o “venida”. Como tiempo litúrgico propio nació en Hispania y en Galia como preparación ascética y penitencial a la celebración de la Epifanía, día del bautismo de adultos a imitación de Oriente.

El concilio de Zaragoza en el 380 manda que los fieles asistan a misa del 17 de diciembre al 6 de enero. Es un tiempo de ascesis, oración y reuniones frecuentes. En el s. V se lleva esta disposición a las Galias y Perpetuo de Tours establece tres días de ayuno a la semana. Allí comenzó a designarse al adviento como la cuaresma de San Martín por que comenzaba el 11 de noviembre. En España durará seis semanas, a partir del 17 de noviembre, san Acisclo.

La liturgia romana introdujo el adviento en el s. VI. Al principio eran seis semanas y con San Gregorio Magno se redujo a cuatro semanas, despojándose de todo signo penitencial, excepto el color morado de las ropas litúrgicas. Para la liturgia romana, en el Adviento se prepara el advenimiento del Señor según la carne. Además, es tiempo de gozosa espera de su retorno glorioso al final de los tiempos. La liturgia romana, hoy, conserva las cuatro semanas y tiene dos partes:

La primera parte, que dura desde el Domingo I de Adviento hasta 16 de diciembre: en que se celebra la venida del Señor al final del tiempo, cuando venga en gloria y poder a juzgar a vivos y muertos (reminiscencia del sentido hispano-mozárabe del Adviento). Se conoce como tiempo de Adviento escatológico, es decir, de los acontecimientos futuros que han de ocurrir.

La segunda parte, desde el 17 de diciembre hasta la hora nona (3 de la tarde) del 24 de diciembre: se celebra su venida en carne hace 2025 años en Belén de Judá. Se conoce como Adviento natalicio, esto es, del nacimiento de Jesucristo.

Por los formularios y textos litúrgicos que en este tiempo jalonan la preparación para la fiesta de Navidad, podemos hablar de las tres venidas de Cristo:

Primera venida: en la humildad de la carne (Navidad).
Segunda venida: Señor y Juez de la historia (Parusía).
Venida intermedia: sacramental o litúrgica (Eucaristía).

O dicho de otra manera “El que vino, viene y vendrá”: el que hace 2000 años vino tomando carne humana de la Virgen en el portal de Belén, viene en cada acontecimiento de nuestra vida, sobre todo en la liturgia eucarística donde se nos da con su mismo cuerpo y sangre, y vendrá al final de la historia como Rey y Señor del mundo para juzgar a los vivos y a los muertos. Por eso, debemos estar siempre preparados con nuestras lámparas encendidas para que el Señor no nos sorprenda ese día. En este sentido es muy elocuente el tercer prefacio de Adviento del misal romano: “El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de gloria viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la esperanza dichosa de su reino. Por eso, mientras aguardamos su última venida, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos sin cesar el himno de tu gloria”

Porque…si hoy el Señor nos llamara a su presencia ¿Qué le llevaríamos? ¿Qué le diríamos? ¿Qué nombres habría en nuestro corazón? ¿Hemos amado? ¿A quiénes hemos amado? ¿A quiénes hemos despreciado? ¿Hemos mantenido la fe o la hemos abandonado hasta perderla? ¿Hemos sido gente con esperanza, esperanzada, optimista o todo lo contrario?

El adviento es el tiempo de la esperanza cristiana orientada a la parusía (=venida de Cristo al final de los tiempos). Los tres principales personajes que aparecerán estos días en la liturgia son: Juan Bautista, Isaías y María, que esperó con “inefable amor de Madre”. Pues ánimo y adelante; y a entrar con ánimo decidido en este tiempo de gracia que es el Adviento para que cuando Cristo llegue nos encuentre en vigilante espera acompañados con las buenas obras.

Os dejo con el tradicional y bello responsorio breve del Oficio de lecturas del primer domingo de Adviento:

He aquí que veo venir a lo lejos el poder de Dios y una niebla que cubre toda la tierra. Id a su encuentro y preguntadle: «Dinos si tú eres el que esperamos, el que ha de reinar en el pueblo de Israel.»

Plebeyos y nobles, ricos y pobres,

Id a su encuentro y preguntadle:

Pastor de Israel, escucha, tú que guías a José como a un rebaño:

Dinos si tú eres el que esperamos.

¡Portones!, alzad los dinteles, levantaos, puertas antiguas: va a entrar el Rey de la gloria.

El que ha de reinar en el pueblo de Israel.

He aquí que veo venir a lo lejos el poder de Dios y una niebla que cubre toda la tierra. * Id a su encuentro y preguntadle: * «Dinos si tú eres el que esperamos, * el que ha de reinar en el pueblo de Israel.»

viernes, 6 de diciembre de 2024

Desde nuestro brocal: Carlo Acutis. La santidad jovial

A tantos de nosotros nos ha asombrado el relato de su biografía especial que últimamente estamos contando y escuchando por doquier. La puesta en escena son unas cuantas fotografías en las que el chico lleva un chándal y zapatillas deportivas. Es frecuente verlo con sus pelos en rizos al viento, y cargando una mochila como un joven montañero más. Y, sin embargo, en medio de tal atuendo normal y corriente, hay una historia de santidad que se propone ahora a todos como ejemplo de la virtud más eminentemente cristiana que no tiene empacho con una edad tan joven, y con una guisa desenfadada propia de un chaval de nuestros días. Se trata de Carlo Acutis, un milanés que había nacido en Londres, donde trabajaban sus padres, y que se ha hecho popular también para los jóvenes y adolescentes, por toda una vida asombrosamente de nuestros días.

 Aficionado al deporte al aire libre, era un estudiante responsable en su aprendizaje bachiller. Sabía programar con la herramienta de la informática algunos subsidios que le ayudaban a tabular y organizar bases de datos para recopilar curiosas estadísticas: santuarios marianos en el mundo y recopilación de las apariciones de la Virgen María, así como lugares en donde se habían dado milagros eucarísticos a través de la historia cristiana. Su corazón grande daba cabida a tantas obras de misericordia para estar cerca de los que sufren. 

Puede parecer fácil el trabajo destructor del alma de los jóvenes. Lo hemos visto y comprobado tantas veces cuando a través de la pornografía que te engancha perversamente, las drogas y el alcohol que te anulan y te hacen dependiente, la baja política basada en la revolución que te transforman en agitador del vacío y del nihilismo que destruyen los ideales. Pero frente a estas derivas tan demasiado actuales y tremendamente cotidianas, también emergen otros ejemplos que son justamente lo contrario: mirando algunos rostros, asomándote a determinadas vidas, escuchando palabras ver daderas, te haces más libre, creces en una bondad inusitada, llenas tu corazón de esa belleza que te devuelve la inocencia perdida u olvidada, abres tus brazos para la entrega más sincera con una caridad gratuita y auténticamente solidaria. Y, sobre todo, te reconoces en un camino para el que naciste con la más personal correspondencia entre lo que tu corazón desea y lo que en estos rostros y vidas se te muestra. 

Así resulta con Carlo Acutis, cuyas reliquias recibimos en la Catedral la semana pasada. Una leucemia le puso en dirección al cielo con tan sólo quince años. Y con la Eucaristía en su alma, con la devoción tierna y filial hacia la Virgen María en su mirada, nos ha dejado trazado el camino de la revolución más audaz y osada para todos los jóvenes tengan la edad que tengan. La Iglesia nos lo señala como modelo de santidad contemporánea, y será próximamente canonizado tras dos milagros por su medio reconocidos como tales por la Santa Sede en la persona misma del Papa: un niño brasileño aquejado de un páncreas anular que lo estaba destruyendo, y una chica costarricense de 21 años que por un accidente en bicicleta quedó sin esperanza de vida tras la operación intracraneal. 

Hay una juventud indómita que no se deja engañar y ama la verdad que nos hace libres, que no renuncia a la belleza y pone freno a cuanto la destruye, que crece en la bondad y no acepta que nadie les malee, que tiene una mirada limpia y un corazón capaz de albergar las preguntas de la vida que sólo en Cristo tienen su respuesta cumplida. Ahí los tenemos en el estudio, en el deporte, en la música y las artes, en la entrega solidaria cuando hay que arremangarse, en la fe vivida con la caridad que nos llena de esperanza. Sí, como Carlo Acutis, la santidad también tiene cauces joviales y tras un chándal y unas zapatillas de deporte, emerge una humanidad sana y creyente que cambiará los imperios del mal que caducan solitariamente. 

+ Jesús Sanz Montes, 
Arzobispo de Oviedo

Por una Navidad con sabores monásticos. Por Rodrigo Huerta Migoya

Ya en pleno Adviento, aunque con ambiente prenavideño desde hace días en que las calles y plazas de nuestros pueblos, villas y ciudades, que ya están llenas de luces y adornos navideños. El sonido de los villancicos empieza a invadir, tiendas y grandes superficies; las campañas publicitarias se preparan para días frenéticos de compras, regalos y viajes. Se forman colas en las administraciones de lotería, con la esperanza de que el 22 de diciembre sea el "definitivo", o acaso para el sorteo del Niño. Hay otras colas que no desaparecen y otras que tristemente no veremos, las colas de los que no tienen que comer, no tienen que vestir ni nada que celebrar... Es de justicia reconocer que son muchísimas las iniciativas caritativas que se ponen en marcha en estas fechas desde múltiples instituciones eclesiales; este año incluso hay parroquias de toda España enviando grupos de jóvenes que regalan sus días de vacaciones para ir a echar una mano a los lugares más afectados por la catástrofe de la DANA. Antaño, los días de Adviento era normal ver largas colas de fieles dentro de los templos esperando su turno ante el confesionario, quizá nuestros mayores sin tantos títulos como ahora se tienen y se presumen sabían mejor que nadie que para celebrar la Navidad lo primero que hay que preparar antes de la mesa, la decoración o los regalos, es el interior. Pero hoy mi reclamo es para otra realidad que en estos días tampoco tendrán muchas colas, me refiero a los tornos y porterías de nuestras religiosas de vida contemplativa.

Ya en otros años por estas mismas fechas realizamos publicaciones dando a conocer sus productos, cómo adquirirlos y la mucha falta que tienen de nuestra ayuda. Cada vez que un convento o monasterio se cierra nunca faltan los lamentos, quejas e incluso la recogida de firmas para impedirlo, aunque si somos sinceros, cuántas veces pasamos junto a sus muros sin entrar a participar en sus oraciones litúrgicas, o nos acercamos a sus porterías para saludarlas, felicitarles las pascuas o darles una limosna. Volvemos a dejarnos en estos días el dinero en marcas de renombre de tantos dulces y postres típicamente navideños, teniendo a menudo la posibilidad de adquirir los que ellas realizan, sin nada que envidiar. Es evidente que la buena fama de las religiosas en la cocina y, especialísimamente en la repostería, va más allá de creencias, agnosticismo o ideologías. Adquirir productos realizados en los conventos en una compra segura, en primer lugar por la materia prima de calidad que se emplea. Ahora que existe una fuerte sensibilidad hacia los productos naturales, los prejuicios hacia los aditivos y colorantes, aminoácidos etc. tenemos esta ancestral forma de elaboración de los alimentos para endulzar el cuerpo y el alma sin que hayan sufrido la injerencia de la modernidad química y sin provocar modificación alguna en su contenido nutricional. La realidad de la clausura ha favorecido y permitido que las recetas se fueran transmitiendo entre las monjas de generación en generación, sin interferencias del exterior y llegando así hasta nosotros. 

Otro aspecto a valorar es que no estamos ante un "hobbie", sino que hablamos del fruto de su trabajo. Ellas viven para la oración; su vida es contemplativa, por tanto no viven para trabajar pero si trabajan para vivir. Hacen de su labor una oración, pues son profesionales de la plegaria, buscadoras incansables de lo trascendente; he aquí otro secreto del buen resultados de sus productos, y es que aspiran siempre a la perfección dado que esa es la senda de la vida consagrada. Habría que apuntar también -aunque quizás esto les pueda parecer irrisorio a los ateos- que otro truco para que sean tan buenísimos los dulces que realizan todos los consagrados, es precisamente la oración que realizan mientras los están haciendo, por eso el obrador o la cocina del monasterio no es lugar de alboroto, risas o excesivos ruidos; al contrario, trabajan mayormente en silencio para no perder la concentración espiritual... Ya escribía San Rafael Arnáiz en su diario en la Trapa de San Isidro de Dueñas el 5 de febrero de 1938, en el que delicado de salud iba disgustado por obediencia a las labores de la fábrica de chocolate por mandato de sus superiores, donde después reflexionaba: 'Yo sabía que Dios me ayudaba, y que Dios me bendecía, y en mi torpe trabajo para empapelar chocolate, a nadie de la tierra ni del cielo envidiaba, pues pensaba, que si los santos del cielo pudieran bajar un momento a la tierra seria para, desde aquí, aumentar la gloria de Dios, aunque no fuera más que con un Avemaría, de rodillas, en silencio…, o quién sabe, envolviendo pastillas de chocolate.

Para los que les da apuro, reparo o pereza acercarse a alguno de los tornos de nuestros conventos está en Asturias la posibilidad de acercarse a la Feria de Navidad -''El Camino''- que se celebrará en Oviedo del 5 al 22 de Diciembre con ocho casetas en la Calle Gil de Jaz, con productos monásticos de Asturias y de toda España. Más de 600 productos diferentes de 60 conventos de clausura. El horario de ventas será de doce a tres de la tarde y de cinco a nueve de la noche. Es la segunda edición de este mercadillo; el año pasado ya escribí sobre éste en un articulillo titulado ''En Navidad pruebas dulces con sabor a gloria''. El pasado 2023 se superaron las 350.000 visitas, y seguro que este año la respuesta será tan buena o incluso superior. Es de agradecer a la "Fundación Contemplare" el servicio generoso y desinteresado que realizan en favor de la vida contemplativa de nuestra nación, e igualmente al Ayuntamiento de Oviedo por su sensibilidad hacia esta causa y tan noble y necesaria. Asturias tiene en esta línea un rico pasado; en lo referente el medievo tenemos una notable y significativa vida cenobítica, muchos monasterios vinculados al Camino de Santiago de una forma preclara, y desde esa evidencia, la apuesta por potenciar la capital de Asturias como origen y cuna del Camino de Santiago. Ahí tenemos el milenario del Monasterio de Cornellana en Salas, hoy por desgracia sin comunidad monástica entre sus muros, pero aún son muchas las comunidades que oran y laboran entre los muros más antiguos o más modernos dando lo mejor de sí. Es una gran obra social y caritativa la que podemos realizar destinado ese porcentaje de dinero que solemos dejar en potentes centros comerciales o por compras en plataformas digitales, en los humildes cenobios de nuestra Tierra. Ya Thomas Merton escribió en 1950 en su obra "La montaña de los siete círculos" la siguiente reflexión: "El monasterio es una escuela... Una escuela en la que aprendemos de Dios a ser felices. Nuestra felicidad consiste en compartir la felicidad de Dios, la perfección de su ilimitada libertad, la perfección de Su amor''... Tenemos esta Navidad la oportunidad de llevar a nuestra mesa un puñado de historia y vida dulce que nos hacen llegar muchos cenobios religiosos, dando a nuestras comidas o cenas, desayunos o meriendas de Navidad, un toque de sabor monástico. 

jueves, 5 de diciembre de 2024

Nuevo Decreto de las Unidades Pastorales en la diócesis. Entrevista al Vicario de Pastoral D. Antonio Vázquez Escobar

(Iglesia de Asturias) Este próximo martes, 10 de diciembre, la Iglesia celebra la festividad de Santa Eulalia de Mérida, patrona de nuestra diócesis y patrona de la ciudad de Oviedo. A las 12 h del mediodía se celebrará, como es tradición, la eucaristía en la Catedral, presidida por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, donde, en el transcurso de la misma, se procederá a firmar el nuevo Decreto de las Unidades Pastorales en la diócesis. Así explica qué supone este acontecimiento el Vicario de Pastoral de la diócesis, Antonio Vázquez. 

¿Qué es lo que va a tener lugar, exactamente, el próximo día 10 de diciembre, durante la eucaristía en la festividad de Santa Eulalia en la Catedral? 

El día 10 es una fecha muy importante para nosotros, en primer lugar porque es un momento de encuentro, porque es la patrona de la diócesis de Oviedo y de la ciudad. Después de un trabajo ponderado, sereno y en comunión, se procederá a firmar un nuevo decreto de implantación de las Unidades Pastorales (UP). Tenemos que tener como referente el año 2004, cuando surgía el Decreto de las UP de Acción Pastoral, en el que salían un total de 105, para el ámbito rural. Ahora, surgen todas las unidades de toda la diócesis de Asturias. 

¿Qué importancia tiene esto entonces para la diócesis? 

Tiene muchísima importancia porque es una forma nueva de administración, de corresponsabilidad, y se con ello se busca, entre todos, optimizar recursos con una forma diferente de trabajar que, poco a poco, iremos poniendo en marcha en nuestra diócesis. 

¿Cuántas UP quedan entonces constituidas en nuestra diócesis y cuáles han sido los criterios para elaborarlas? 

Las UP son muy diferentes si están el ámbito urbano o si están en el ámbito rural. Como ya explicamos en reiteradas ocasiones, porque es algo que hemos venido hablando a lo largo de estos años, en el ámbito urbano puede haber UP formadas por varias parroquias federadas. Pero también puede haber una parroquia urbana que lleva dentro de la UP otras de ámbito más rural y también en el ámbito urbano se puede dar el caso de aquello que llamamos “parroquias asociadas”, que son en realidad un paso o trabajo previo para la constitución de la UP, es decir, ir preparando los mimbres para que poco a poco surja la UP. En el ámbito rural se trata más bien de la unión de parroquias limítrofes, cercanas pero con una cabecera, que buscan todas ellas trabajar en comunión. En cuanto al número, por ejemplo, en la Vicaría de Gijón Oriente y concretamente en el Arciprestazgo de Llanes, quedarían 5 UP. En el Arciprestazgo de Villaviciosa, 6 UP. En el de Covadonga, 5 y en el Arciprestazgo de Gijón, 14 UP y 4 grupos de parroquias asociadas. Con lo cual tendríamos en esta Vicaría 34 UP y cuatro uniones de parroquias asociadas. En la Vicaría de Oviedo Centro, en el Arciprestazgo de El Fresno quedarían 9 UP; en el del Nalón 4; en el de El Caudal 11; en el Arciprestazgo de Siero 8 y en el de Oviedo quedarían 17 UP y 3 grupos de parroquias asociadas, con lo que la Vicaría de Oviedo - Centro tendría 57 UP y 3 grupos de parroquias asociadas. Finalmente, la Vicaría de Avilés-Occidente donde en el Arciprestazgo de El Acebo, quedarían 3 UP, en Avilés 20 y en Villaoril 14, con lo cual en esta Vicaría estaría compuesta por 37 UP. En total, si no me salen mal los números, serían 128 UP en total en toda la diócesis, además del grupo de parroquias asociadas.

 ¿Qué va a suponer esto para los fieles en el día a día, cómo les afecta? 

Pues volviendo un momento a la pregunta anterior, sobre los criterios para la constitución de las UP, creo que en primer lugar es importante valorar el trabajo realizado en los últimos años en los distintos Arciprestazgos. Las propuestas que se presentan son el resultado del trabajo esmerado, ponderado y con mucha generosidad de los sacerdotes en los diferentes Arciprestazgos y de los Consejos Pastorales Arciprestales. Esto por supuesto pasó también por el Consejo del Presbiterio, por el Consejo Pastoral diocesano y, cómo no, por el Consejo Episcopal. Los criterios normalmente son como decíamos parroquias limítrofes que tienen, además, distinta configuración, pero que buscan trabajar al unísono. Como se puede ver se da el caso de alguna UP muy amplia que no está atendida por un solo sacerdote, sino que son varios los sacerdotes como por ejemplo sucede en la zona de Cangas del Narcea, que abarca varios concejos atendidos por distintos sacerdotes que trabajan en conjunto y siendo la misma UP. Nosotros estamos convencidos de que las UP van a traer, por supuesto, una renovada ilusión. Será una nueva etapa evangelizadora, que es lo que nos marca el Papa Francisco, con esa conversión pastoral tan necesaria en las iglesias, en las parroquias. Creemos que también puede proporcionar un estilo nuevo de comunión, de solidaridad, trabajando todos juntos, sacerdotes, vida consagrada, los laicos. Creemos que todo ello sea un movimiento nuevo de conversión misionera, de misión de la Iglesia local. A veces tenemos la impresión que la misma estructura, más que ayudar, lo que está haciendo es lastrar, que nos cuesta trabajo llevar adelante un cuerpo imposible de cargar cuando van mermando las fuerzas humanas. Con esto, lo que intentamos es todo lo contrario: marcar un nuevo camino, aunque no todos podremos seguramente trabajar al mismo ritmo. Habrá que respetar situaciones personales, pero tengo la esperanza y creo que la tenemos todos aquí en la diócesis, que este cambio supondrá una “nueva primavera”, permítaseme la expresión, para esta Iglesia local.