Suben los caminos hasta la Santa Cueva. Esa oquedad es testigo de tantos peregrinos que hasta allí se allegan con la letra de sus preguntas, sus heridas y sus dudas, pero también con la letra de sus certezas, sus gracias recibidas y sus respuestas. Letras y letras que van dejando huella en las rodadas de esos bosques en el valle del Auseva.
Pero las letras son sólo eso, sonetos de prosa abierta que desvelan lo que llevan en los pliegues de su alma los peregrinos que dirigen sus pasos hasta la Santa Cueva donde saben que les espera alguien que conoce sus nombres, que sabe la edad de sus años y la espesura de sus circunstancias. No somos intrusos polizones ni frívolos turistas en aquella hendidura de la roca firme y densa, en la que se abre la casa de María como una puerta abierta, casa encendida y habitada donde se nos aguarda con un abrazo contenido que pone paz de bálsamo en nuestras pisadas.
Hermosas y verdaderas letras que arrastran con esperanza la humilde realidad de nuestras biografías. Pero esas letras que son plegaria, necesitarían de algo más, de un complemento que pusiera ritmo y cadencia a nuestras andanzas.
Es aquí donde entra la intuición hecha talento y devoción de un músico avezado como es el maestro Abel Moreno Gómez dirigiendo la Asociación Piloñesa Musical de la Fuente, y ofreciendo la música que nos faltaba en las idas y venidas con nuestra Santina, la Virgen de Covadonga. La música que pone pentagrama a la letra de nuestras plegarias cuando subimos y bajamos de la santa montaña.
Ayer por la tarde tenía lugar en la Basílica de Nuestra Señora de Covadonga el estreno de la “Marcha Reina y Madre” en honor de nuestra Santina. Ya tenemos música dulce y cantarina a añadir a la letra peregrina de todas necesidades manifiestas o secretas. Hay un trasfondo muy asturiano con el himno de nuestra tierra que interpretan las corales Orfeón Principado ICOMAST, Cantus Mulier, Ochote Langreano y la Coral Polifónica Piloñesa. dirigidas por la profesora Patricia Miriam Martínez Iglesias.
Con nuestra Santina en andas, camino de cualquier ermita en los pliegues del alma, en esta Asturias Patria querida, la Asturias de nuestros amores, mientras subimos y bajamos del árbol con la flor de nuestra gratitud para ofrecérsela a la Señora que sabe enjugar nuestras lágrimas y alargar nuestras sonrisas.
En el camino de la vida, con la letra y la música, vamos hacia ese santuario mariano de Covadonga y de él volvemos a nuestras encrucijadas cotidianas, sabiéndonos bendecidos por la dulce mirada y la intercesión materna de nuestra querida Santina.
Gracias, maestro Don Abel Moreno Gómez por este regalo que nos faltaba de la marcha procesional a gloria de la Virgen de Covadonga. No perdamos el ritmo pausado ni la meta de nuestra andanza, para llegar confiados a la casa del cielo donde el buen Dios y su Madre bendita nos aguardan.
+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo
23 septiembre de 2024
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