CIUDAD DEL VATICANO.- En las últimas horas, el Papa Francisco visitó un pesebre viviente en la parroquia romana de San Alfonso de Ligouri, en el marco de la fiesta de la Epifanía, y volvió a ser protagonista de una situación inédita: fue fotografiado con un cordero sobre sus hombros.
Mientras el Sumo Pontífice saludaba a los más de 200 asistentes a la celebración una mujer tomó un borrego que formaba parte del pesebre, y lo colocó sobre los hombros de Jorge Bergoglio, que no atinó a otra cosa que mostrar su clásica sonrisa.
Cabe destacar que Francisco había celebrado su primera misa de Epifanía en la Basílica de San Pedro y luego quiso visitar a los niños que se reunirían en la parroquia el día de la "befana".
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