lunes, 18 de octubre de 2021

Descansa en Paz Javi Castro. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Javier, era un enamorado de sus raíces, en concreto del barrio del Castro de Lugones, de sus gentes. Siempre que Rodrigo publicaba una foto antigua de el Castro, Javi era el primero en darle al "me gusta": la casa de sus bisabuelos, el prado de la romería del Peralón por la fiesta de San Cristóbal... Apasionado de Asturias, de su cultura y tradiciones, de su etnografía, de la gaita y el tambor del que era mensajero directo. Lugones pierde a un joven promotor del folclore regional. Aún hace pocos días llevaba con alegría desbordante a su segundo hijo a bautizar a la Iglesia Parroquial de Noreña, donde residía actualmente.

Se ha ido con tan sólo 38 años dejando una familia rota, amigos y compañeros de infancia, trabajo y "hobbies". A pesar de su corta edad le tocaron también momentos difíciles en la vida familiar y laboral. Al enterrar a un joven así un cura piensa inevitablemente en la muerte del Señor, muerto en la cruz con tan sólo 33 años. Pero la cruz, tras un breve calvario, es redentora para los hombres de bien. 

En contacto con Geli, pendiente de la evolución clínica de Javi, soy conocedor del dolor que sus padres, pareja, hermana, tíos y familia están llevando: Querido Miguel, fiel colaborador y amigo, no te culpes de nada; fuiste un buen educador, así como el mejor referente de trabajo y sacrificio para él. Querida Geli, hoy te toca a ti ser La Piedad, la madre luctuosa en sufrimiento al pie de la cruz del hijo. 

No podemos explicar ni entender más allá de la esperanza en una vida nueva que empieza donde ésta termina, lo contradictorio y antinatural de que unos padres entierren a un hijo. Nosotros, muy unidos a toda vuestra familia pedimos al Señor por Javi; que valore sus buenas obras y acciones que desbordaron su corazón, que pueda alcanzar el reino eterno y encontrarse definitivamente allí con todos los él amaba y recordaba: sus abuelos y antepasados y los vecinos difuntos del Castro a los que tanto cariño profesaba. Que San Cristóbal guíe su alma al banquete de la Pascua eterna y se una a los ángeles de Dios para cuidar de sus dos angelitos, hasta que todos podamos volver a vernos... D.E.P.

Joaquín, Párroco 

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