miércoles, 31 de julio de 2019

Una Romería de Interés, que como María vence los obstáculos. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Cuando mirábamos -y así lo deseábamos- la solicitud de declaración de las Fiestas del Carbayu y de la Romería a la Virgen del Buen Suceso como Fiesta de Interés Turístico Regional, apareció un nuevo contratiempo que podía suponer el cambio de ubicación de la fiesta. Ha sido una noticia triste, pues también han sido muchos los años de celebración en los alrededores de la Capilla, que antaño fura el bosque del Carbayu. Aún nos cuesta hacernos a la idea de que no se repetirá la cita el prau que ya familiarmente denominábamos como “el de la fiesta”.

No es el primer contratiempo con el que lidia la Cofradía del Buen Suceso, que se encuentra actualmente en su lucha anual por sacar adelante una de las mejores fiestas de todo el Principado. Una fiesta familiar pero abierta al forastero; una fiesta rural pero en el epicentro de la Provincia. Una fiesta con muchas circunstancias pero donde cada detalle, por pequeño que sea, jamás queda descuidado ni pasa desapercibido. 

Hay que luchar contra el tiempo, las burocracias y los problemas de última hora. Alguno que sabemos bien lo que es estar enfrascados en múltiples batallas, conocemos el mérito que tienen todos los que hacen posible que el Carbayu tenga cada verano sus grandes fiestas. Los socios y directiva de la sociedad, los vecinos del lugar, Manolito y su familia, los voluntarios que sin ser socios ni vecinos quieren arrimar el hombro… Todos hacen posible que un pueblo entero comparta la alegría de renovar sus tradiciones; una realidad conseguida con mucho sacrificio y tenacidad y cuyos pocos reconocimientos no merman en nada la voluntad de sus implicados, que en el tiempo pocas instituciones y organizaciones -mayores o pequeñas- son capaces de logar a lo largo y ancho de nuestra verde geografía. 

También Nuestra Señora del Buen Suceso, protagonista principal de las Fiestas, Reina y Madre del Carbayu, experimentó en su vida muchos obstáculos y contratiempos. Ya en su niñez le tocó subir la empinada escalera del templo cuando fue presentada; así fue siempre su existencia, una escalada constante y una vida contra corriente. Su vida, oculta y silenciosa, fue en gran medida un caminar con esperanza sin detenerse ni desesperar. María, aunque en tantas ocasiones no entendía lo que pasaba ni por qué, aceptó el plan de Dios para sí misma y para su Hijo, y desde un silencio orante y expectante “meditaba todas estas cosas en su corazón’’.

En el Pregón de la Semana Santa del pasado año, nuestro paisano y sacerdote D. Alejandro González Alonso -‘’Jano’’- canónigo actualmente en Covadonga, nos regaló una reflexiones hermosas sobre los sentimientos que a él le produce pensar en la Santísima Virgen del Carbayu y en Lugones, y que bien merece reproducirlas aquí: ‘’Un pilar marcó el inicio de la evangelización en España y un generoso y agradecido corazón como el nuestro supuso la piedra para construir en Lugones un pueblo trabajador, sacrificado y cariñoso donde María ha construido su propia morada… Tanto en la Capilla del Carbayu como aquí, en la Parroquia, cada día La Virgen recoge nuestras oraciones y se las entrega a Dios…’’

El Carbayu es un paraíso natural propio que se encuentra en el corazón de Lugones al que todos nos gusta subir a pasear sus caminos, disfrutar de sus paisajes y visitar en su capilla a la Santina del Buen Suceso. También para disfrutar de un partido de fútbol o visitar a sus moradores más entrañables en el cementerio parroquial de Cantarranas. El Carbayu es una esmeralda escondida que tiene en su centro la perla más hermosa de todas, la Madre de Dios, la cual tiene por Patrona. Que Ella nos bendiga siempre y haga que nuestras vidas sean igualmente este año todo un “Buen Suceso”.

Joaquín, Párroco

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