Ha sido mucho el trajín que
llevamos encima “de seguidillo” (podríamos
decir desde “siempre”) pero vamos a quedarnos en desde la Navidad. Todos
sabemos que nada es rutinario en esta Parroquia (valga el artículo de Rodrigo). Las Navidades llenaron de color
infantil nuestra Iglesia (ya desde el
Adviento). Los “cates” y misas “Tomados de la Mano” nos han alegrado cada
Domingo con Jesús. La Semana Santa trajo nuevas implicaciones, incorporaciones,
ilusiones y “novedades” a la Parroquia.
Tuvimos la Visita Pastoral del Señor Arzobispo y Obispo
Auxiliar, diligenciada en los libros parroquiales “para la Historia”, con
visitas al Carbayu, al Museo de la Romería (de
Manolitu El Pegu), a las Residencias de ancianos de nuestra demarcación;
con los todos los grupos de acción pastoral y, finalmente, con una
multitudinaria “misa infantil” que hizo marchar encantado al Sr. Arzobispo (además de con el regalo del plato de
cerámica del “Puente Vieyu”).
Luego llegaron las
Comuniones que nos trajeron “fritos” durante todo el mes de Mayo (el tercer domingo por poco “se arma” -casi
nadie se entró, porque se arregló rápido- pues al Párroco le tocó “Mesa
Electoral” en Candás)… Junio nos trajo el fin de curso y la Novena al
Sagrado Corazón pidiendo por nuestros difuntos y predicada cada día por un
sacerdote. En medio, la Primera Misa de Alejandro González Alonso -“Jano”- (la Parroquia le regaló una Casulla bordada
por una feligresa y un cáliz). El Corpus florido (ver artículo de Rodrigo) presidido por D. José María De La Riva (sacerdote que lo fuera en ésta durante 30
años, junto con su hermano) y la Procesión con niños, Banda y sin
“murciélagos” y la espicha de hermandad al final, con tambor y gaita.
No es que nos vayamos a “folgar”, pero comprenderéis que
necesitamos cambiar un poco el ritmo y la actividad. Nos vamos con un grupo de amigos
y gente de la Parroquia a una peregrinación a Polonia, tras los pasos de San
Juan Pablo II. Y en la segunda quincena de Julio, nos iremos con los niños “no
murciélagos” de Campamento a Candás, a pasarles por el buen agua del Cantábrico
(bajo la atenta mirada y protección de su
Cristo Marinero) a dejarles que se rebocen como croquetas y se tuesten en
la arena. Todo muy entretenido, ¡oiga!...para ellos.
Quien os escribe, amenaza con volver en Agosto (ya que el zafarrancho de nombramientos
clericales no le ha afectado este verano) y si Dios no lo remedia -que parece no estar por la labor- (yo muy agradecido, pues soy felíz en
Lugones) para hacerse cargo de nuevo de sus responsabilidades en ésta y en
la de Viella, además de suplir a D. Alfonso en La Corredoria, el cual queda
encargado de ésta en mi ausencia.
Agradezco mucho, ¡muchísimo! (de verdad) el trabajo de TODA LA GENTE implicada en la vida de
esta Parroquia y desde aquí quiero desearos de corazón a todos unas muy
merecidas vacaciones y un muy feliz verano. Nos vemos, Dios Mediante.
Joaquín
(Párroco)
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