viernes, 18 de julio de 2025

Palabras de nuestro Párroco

Queridos hermanos:

Aunque de entrada no tenía en mente hacer más celebraciones, ante la petición de feligreses y colaborares de la Parroquia que no pudieron desplazarse a Candás, este sábado 19 de julio celebraremos un funeral por mi difunta madre -María Teresa Vila- a las 17'00 horas en nuestra parroquia de Lugones. 

Reitero profundamente mi agradecimiento por vuestras oraciones, que es para mí lo más valioso y lo que más necesita todo difunto. El Señor os habrá de pagar con creces esta bendita obra de misericordia. Reiterando mi agradecimiento y el de mi familia, hago mías las palabras de Santa Mónica a su hijo San Agustín: "Os ruego que os acordéis de mí ante el altar del Señor doquiera que os hallareis".

                                                                                                                               Joaquín Manuel, Párroco

Liturgia: el gran escaparate. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) Seamos claros. ¿A cuántas personas llegan las actividades, acciones especiales, los grupos de formación, los consejos… en la vida parroquial? ¿El 10 %? Es decir, que en una parroquia de 10.000 feligreses, vamos a poner que realmente acuden a nuestras cosas 2.000, 3.000… Y de estos ¿cuántos participan en nuestras programaciones y posibilidades? ¿200? Pues eso… el 10 %, que parece que son los únicos que pinchan, cortan, opinan, sugieren y condicionan todo lo que hay que hacer.

El 80 o 90 % restante tienen una relación básicamente a través de la liturgia. Son personas que acuden a misa cada domingo, cada día, se confiesan alguna vez, rezan el rosario. Fieles que no conocen más que sus misas y que por ellas van a juzgar la vida parroquial, el buen o mal hacer del párroco y la hondura o superficiualidad de lo que ahí dentro se cuece.

Voy mucho más allá, porque esos que no pisan la iglesia, los que no saben ni quién es el párroco ni les importa, esa multitud de alejados de años y años, llega un día que por narices tienen que aparecer por el templo. El funeral de un vecino, el bautizo de una sobrina, la primera comunión de Pepito o, si es en el pueblo, la fiesta pricipal y la procesión correspondiente. Los alejados, los alejadísimos, alguna vez nos vienen, aunque no sea más que porque no tienen otro remedio.

Pues bien, salvo los 300 cercanísimos, el resto de los fieles teóricos, los que viven en el territorio parroquial y que van a misa los domingos y poco más, y la multitud de los que no pisan la iglesia, no tienen ante sí otro escaparate que la celebración de la santa misa. Y ahí nos estamos jugando todo.

No es igual, celebrar bien, con el misal, cuidando las rúbricas, con todo perfectamente a punto, y una predicación correcta que andar improvisando, haciéndonos los simpáticos y campechanotes y predicar cuatro vaguedades para quedar bien.

El feligrés de misa dominical lo que ve y sabe de su párroco es justo lo que ve en misa. El muy esporádico, más de lo mismo. Qué pensará de nosotros esa persona que lleva años sin entrar en una iglesia. Viendo cómo celebramos ¿sentirá emoción, trascendencia, interés? O tal vez hastío, aburrimiento, cansancio y sensación de tomadura de pelo? Funerales hemos visto de más de una hora, con moniciones interminables, intervenciones de familiares, ofrendas variadas simbolizando todo… Eso no hay quien lo aguante. Misas dominicales vulgarizadas pensando qude los fieles son niños memos. En estre caso los de siempre aguantan con resignación y los de paso se afirman en la idea de que en estos años pasados no se han perdido nada.

La mejor pastoral de una parroquia, la más completa formación, el mayor signo de la presencia de Dios es el exquisito cuidado de la liturgia, especialmente de la misa dominical. No hace falta hacer cosas raras. Todo lo contrario. Una misa en la que se sigue fielmente el misal en textos -lo negro- y rúbricas -lo rojo- y donde se nota que el celebrante se lo cree por lo que dice, por cómo lo dice, por los gestos y cómo los cuida.

Si cuidamos la liturgia, tenemos casi todo hecho. Si no lo hacemos, lo demás es inútil. Y piensen sobre todo en los alejados. A ver qué encuentran cuando llegan a nuestros templos: ¿solemnidad, emoción, trascendencia o vulgaridad y una cutre pseudo sencillez?

jueves, 17 de julio de 2025

Este sábado

 

El cardenal español Ángel Artime nombrado Legado Pontificio en Asís, en un gesto que refuerza su perfil curial

(Infovaticana) El Papa León XIV ha nombrado al cardenal español Ángel Fernández Artime, Pro-Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, como Legado Pontificio para las Basílicas de San Francisco y Santa María de los Ángeles en Asís. El anuncio ha sido incluido en el Bollettino de la Santa Sede publicado este jueves.

El nombramiento se refiere a dos de los santuarios más significativos del catolicismo: la Basílica de San Francisco, que alberga la tumba del santo fundador de la orden franciscana, y Santa María de los Ángeles, donde se encuentra la Porciúncula, lugar asociado al inicio del movimiento franciscano. El cargo de Legado Pontificio, de carácter representativo, conlleva la misión de mantener el vínculo institucional y espiritual entre estos templos y la Santa Sede, además de presidir actos litúrgicos y conmemorativos en nombre del Papa.

La designación del cardenal Artime se produce en un momento en que la dirección del Dicasterio para la Vida Consagrada presenta una configuración particular. Desde enero, la Prefectura del organismo está en manos de la hermana Simona Brambilla, mientras que Artime, salesiano y asturiano de origen, ocupa el puesto de Pro-Prefecto. Aunque no se ha establecido una estructura colegiada formal, en la práctica ambos desempeñan funciones diferenciadas. El nombramiento en Asís podría interpretarse como una forma de visibilizar esa distribución de tareas y reforzar institucionalmente el perfil del Pro-Prefecto dentro del dicasterio.

Fernández Artime se convierte así en el primer español en ocupar este cargo en la etapa moderna del Vaticano. Sin embargo, existen antecedentes históricos de representación pontificia española en Asís. En 1920, el cardenal Rafael Merry del Val, entonces ya fuera de la Secretaría de Estado, fue enviado por Benedicto XV como Legado Pontificio para presidir el Congreso Catequético de Umbría y conmemorar el séptimo centenario del hallazgo del cuerpo de San Francisco. Su participación subrayó el papel diplomático y ceremonial que ha acompañado tradicionalmente este encargo.

El nombramiento de Artime se enmarca en la línea de continuidad del actual pontificado con ciertas decisiones tomadas bajo Francisco, como la inclusión de religiosos en cargos curiales y la articulación de estructuras compartidas en algunos dicasterios. No obstante, la relevancia simbólica del lugar y el encargo puede considerarse un movimiento destinado a equilibrar los roles en uno de los dicasterios más importantes y con mucha función ejecutiva, donde el perfil tan protagónico de Brambilla en un rol de gobierno es cuestionado por parte de la curia.

miércoles, 16 de julio de 2025

Fray Pablo María: girasol de Cristo en Salamanca. Por R. H. M.

Ha sido un regalo de Dios impagable la vida de Fray Pablo María de la Cruz O. Carm. como lo son todas las vidas, pero especialmente ha sido una bendición su enfermedad y su muerte, y eso es un privilegio que no podemos decir de todos. Su experiencia del dolor, su encuentro con Dios en la enfermedad, su vocación carmelita ha sido la piedra preciosa que este año se ha añadido a la corona de la Virgen del Carmen al concluir su novenario. La historia de Pablo ha dado la vuelta al mundo, ha tocado y está tocando muchos corazones de creyentes y no creyentes, pero especialmente de los creyentes más aletargados que necesitamos estos ejemplos para ponernos las pilas en el seguimiento del Señor, tratando de vivir nuestra propia santidad.

¿A qué joven de 21 años tras seis de dura enfermedad se le ocurre alegrarse cuando los médicos le dicen que le quedan pocos meses de vida?... Sólo a un joven enamorado de Cristo, un joven que es capaz de darlo todo, hasta su propia vida aceptando el plan de Dios para él. Y no sólo eso, sino regalándole al Señor sus últimas semanas de vida en la tierra como religioso. Cuando a un enfermo se le anuncia su caducidad suele hacer un "planing" para aprovechar hasta el último segundo: el último viaje a ese lugar que estaba pendiente, la última comida en ese restaurante lujoso, la última visita al balneario... El plan de Pablo fue muy diferente: rosario, misa, confesión, vida de comunidad y muchas horas de diálogo con Jesús presente en el Sagrario.

Parece que hay hambre y sed de conocimiento acerca de Pablo Alonso Hidalgo; miles de personas quieren saber todo sobre él, le buscan en Internet, llaman al convento de los padres carmelitas, buscan a sus amigos en redes sociales etc. Pero en realidad esa hambre y sed es de Dios; buscan el secreto de Pablo para afrontar lo más crudo de la vida como el mejor momento de su existencia, y ese secreto es nada más y nada menos que el Señor. Pablo no se ha gloriado en otra cosa que en Cristo, y este crucificado. Pablo supo descubrir el sentido de la cruz, en ella y por ella descubrió que no se sufre ni se muere en vano, sino que abrazados a ella somos proyectados a Cristo.

La Iglesia habrá de pronunciarse pasado un tiempo prudencial sobre una fama que ahora es un run run en toda Salamanca. Ese sentir de los que le trataron, conocieron y lograron descubrir en Pablo la mano de Dios. Sí, ese grito que se escuchó a la salida de su féretro del templo del Carmen y que no ha caído en el olvido ¡Santo súbito!. Me hubiera gustado conocerle, escribirle... pero no me atreví, y es que la Santidad asusta y uno se siente indigno de acercarse a alguien así; de pedirle y hasta tocarle. Pero en el fondo ese es el deseo: ¡que se me pegue algo de lo mucho bueno que tienes!.
 
La celebración de su profesión in artículo mortis me emocionó profundamente; verle entrar en su silla de ruedas en la procesión de entrada cantando el salmo -uno de mis preferidos- me impactó. Ver a un chico tan joven, tan frágil, que ya le costaba mantenerse en pie, que respiraba con dificultad y aún así tan sereno, tan feliz de consagrarse y pasar la recta final de su vida bajo el escapulario del Carmen... Desde ese día lo tuve en mi cabeza y mi plegaria: ¿Cómo estará Pablo? Señor ayúdalo y después pensaba lo siguiente: ¿estarán escribiendo su experiencia? ¿Lo hará algún hermano de comunidad?... Ojalá algún día ese tesoro escondido del convento de San Andrés llevado en vasijas de barro sirva para ganar muchas almas para Dios.

La noticia de su muerte me sorprendió; no imaginaba que sería tan pronto, pero al instante pensé ¡El privilegio sabátino! Pues claro, qué mejor día para venir la Virgen a buscarle que en sábado y por la mañana, ya en vísperas de su fiesta. Creo que tuvo una última semana muy difícil, habría dolores físicos y seguro que el demonio también haría acto de presencia... Pero Pablo no se separó de la cruz. 

El P. Desiderio en las palabras que pronunció antes del comienzo del funeral nos reveló algo bellísimo: cómo Pablo en sus muchas horas de oración en el coro alto del templo encontró en el suelo una espina de la corona del cristo ante el cual rezaba. Y Pablo lo interpretó como un guiño del Señor, una muestra clara de su amor que guardó como oro en paño. Y Fray Pablo María de Jesús sintió que Cristo le susurraba: ¿me quieres ayudar? A lo que respondió "me encantaría, pero cómo te puedo ayudar yo si estoy hecho un asco?" A lo que entendió que el Señor le decía: no preocupes, tienes aún mucho que ofrecer. Pablo no entendía nada, pero a buen seguro que Jesucristo le estaba invitando a ser testigo de su cruz. Siempre agarrado al madero santo, abrazado a Ella, descubrió como él mismo afirmó que no esta vacía, sino que en Ella está Jesús. Repetía a muchos esta jaculatoria de San Tito Brandsma: "la cruz es mi alegría, no mi pena''.

Cuando hace aproximadamente una década conocí Salamanca he de reconocer que me llevé una gran desilusión, no por la ciudad, su provincia o sus gentes que son una maravilla, sino porque quizás esperaba encontrarme un lugar idealizado que ya hacía tiempo que sufría una gran decadencia eclesial. Yo no me encontré aquella Salamanca que era un hervidero de vocaciones religiosas y sacerdotales colapsando los pasillos de la Universidad Pontificia; de Seminarios, noviciados y conventos llenos, ni si quiera numerosa en clero como en otro tiempo. Me encontré una diócesis con el Seminario prácticamente vacío, un presbiterio diocesano muy secularizado y escasísimo, una vida consagrada que sobrevivía de rentas, además de los estragos que habían causado las ideologías entre los laicos. Por esto entendí muy bien cuando el Padre Maestro de novicios afirmó que ''Esto se da cada 200 años, y se da allí donde el Señor considera que es necesario. Dios, el Señor, ha elegido un tiempo y un espacio, el tiempo es el hoy, y el espacio es Salamanca. ¿Por qué? Porque lo necesitaba''... El revuelo que se generó en la planta de oncología del hospital desde que saltó la noticia de su ingreso en el noviciado, y después con su profesión in articulo mortis hizo despertar a la diócesis de Salamanca, hasta el punto que se le acuñó a Pablo esa simpática frase de la niña de YouTube: ''la que has liado pollito''... Era emocionante ver a jóvenes de diferentes realidades cantándole a los pies del balcón de su casa la víspera de su profesión e ingreso en el convento, y es que un anhelo de Pablo era la unidad dentro de la Iglesia.

Pronto comprendió que haría más bien su muerte que su recuperación, y así lo asumió con naturalidad, e incluso haciendo bromas sobre ésta, que no le gustaban nada a su madre, pero es que sólo cuando uno está maduro para el cielo es capaz de reírse de todas las ofertas de este mundo. Hizo de su vida una oblación, pidiendo al Señor que sus sufrimientos sirvieran en favor de la conversión de muchos jóvenes a través del encuentro con Jesús Eucaristía; la unidad de la Iglesia entre todas las órdenes, movimientos y sensibilidades, y que desterremos el miedo a la muerte. La flor favorita de Pablo era el girasol; algo así fue él: alto, firme, dejándose moldear ante el sol del Sagrario: ¿En cuántos templos de Salamanca habrá entrado Pablo para saludar a Jesús Eucaristía, para acompañarle en su soledad, para poner morena su alma bajo la luz del Tabernáculo?... Por eso semanas antes de su fallecimiento avisaba a sus amigos: ''en la eucaristía me tenéis siempre en línea''... Gracias Fray Pablo María de la Cruz O. Carm. por tu vida hecha ofrenda agradable al Señor. 















Salve a Nuestra Señora del Carmen


Salve, Virgen pura,
Salve, Virgen Madre,
Salve, Virgen bella,
Reina Virgen, Salve.

Gózate, María,
Patrona del Carmen,
Con las alabanzas
Que dan tus cofrades.

Tu amparo buscamos
Benigno y suave,
Hoy los desterrados
En aqueste valle.

Eres del Carmelo
La Pastora amable,
Que tus ovejuelas
Das pasto suave.

A Ti, pues, clamamos
Buscando piedades:
¡Ea, pues, Señora,
No nos desampares!

Es tu Escapulario
La cadena grande
Con que se aprisiona
El dragón infame.

Vuelve ya a nosotros
¡Oh piadosa Madre!
Tus benignos ojos,
Llenos de piedades.

Pues con tu defensa
Viven tus cofrades
Libres de peligros
Y de todos males.

Muéstranos, María,
Benigno y afable,
De tu puro vientre
El fruto admirable.

Es contra el Infierno
Tu poder tan grande,
Que libras las almas
De eternos volcanes.

Si, por nuestras culpas,
Penas a millares
Merecemos todos,
Tu favor nos salve.

Y, si al Purgatorio
Bajan tus Cofrades,
Pedimos, Señora,
Que al punto los saques.

¡Oh clemente! ¡oh pía!
¡Oh cándida ave!
¡Oh dulce María!
Salve, Salve, Salve.

martes, 15 de julio de 2025

Homilía del Santo Padre León XIV en la Misa en la capilla de la estación de los Carabineros de Castel Gandolfo

Queridos hermanos y hermanas:

El Evangelio que hemos escuchado nos entrega el auténtico significado cristiano de estas dos palabras. Hermano y hermana son nombres de relación, que repetimos a menudo en la liturgia como saludo, como signos de cercanía y de afecto. Jesús, el Hijo unigénito de Dios, explica su sentido en relación consigo mismo y con su Padre, revelando un vínculo más fuerte que la sangre porque nos implica a todos, uniendo a cada hombre y cada mujer. Todos, en efecto, somos verdaderamente hermanos y hermanas de Jesús cuando hacemos la voluntad de Dios, es decir, cuando vivimos amándonos unos a otros, como Dios nos ha amado.

Cada relación que Dios vive, en sí y para nosotros, se convierte así en un don: cuando su único Hijo se hace nuestro hermano, su Padre se hace Padre nuestro y el Espíritu Santo, que une al Padre y al Hijo, viene a habitar en nuestros corazones. El amor de Dios es tan grande que Jesús no se reserva ni siquiera a su madre, entregando a María como madre nuestra en la hora de la cruz (cf. Jn 19,27). Solo quien vive de una dedicación tan plena puede afirmar: «Quien hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es para mí hermano, hermana y madre» (Mt 12,50). En particular, estas palabras nos hacen comprender que María se convierte en madre de Jesús porque escucha la palabra de Dios con amor, la acoge en su corazón y la vive con fidelidad. Comentando el pasaje del Evangelio que acabamos de recordar, san Agustín escribió por ello que «fue más grande para María ser discípula de Cristo que madre de Cristo». De hecho, «María fue bienaventurada porque escuchó la palabra de Dios y la puso en práctica» (Sermo 72/A, 7). El sentido de la vida de María se custodia en la fidelidad a la Palabra recibida de Dios: el Verbo de la vida que ella acogió, llevó en su seno y entregó al mundo.

Queridísimos, recientemente se ha celebrado el 75.º aniversario de la proclamación de la Virgen fiel, la Virgo fidelis, como patrona del Arma de Carabineros. Precisamente desde Castel Gandolfo, en 1949, mi venerado predecesor el papa Pío XII acogió esta hermosa propuesta del Comando general del Arma. Después de la tragedia de la guerra, en un periodo de reconstrucción moral y material, la fidelidad de María a Dios se convertía así en modelo de la fidelidad de cada carabinero a la patria y al pueblo italiano. Esta virtud expresa la dedicación, la pureza, la constancia del compromiso por el bien común, que los Carabineros tutelan garantizando la seguridad pública y defendiendo los derechos de todos, especialmente de quienes se encuentran en condiciones de peligro.

Expreso por ello profunda gratitud por el noble y exigente servicio que el Arma presta a Italia y a sus ciudadanos, así como también a favor de la Santa Sede y de los fieles que visitan Roma: pienso especialmente en los numerosos peregrinos de este año jubilar.

La devoción a la Virgen fiel refleja además el lema de los Carabineros, Nei secoli fedele, expresando el sentido del deber y la abnegación de cada miembro del Arma, hasta el sacrificio de uno mismo. Agradezco, pues, a las autoridades presentes, civiles y militares, por lo que hacéis en el cumplimiento de vuestras tareas: ante las injusticias, que hieren el orden social, no cedáis a la tentación de pensar que el mal puede salir victorioso. Especialmente en este tiempo de guerras y de violencia, permaneced fieles a vuestro juramento: como servidores del Estado, responded al crimen con la fuerza de la ley y de la honradez. Es así como el Arma de Carabineros, la Benemérita, merecerá siempre la estima del pueblo italiano.

En esta Eucaristía, mientras celebramos la pasión, muerte y resurrección del Señor, es justo y necesario hacer memoria de los Carabineros que han dado la vida cumpliendo con su deber: os pongo como ejemplo al venerable Salvo D’Acquisto, medalla de oro al valor militar, cuya causa de beatificación está en curso. En cada misión, la Virgo fidelis os acompañe, velando con amor por cada uno de vosotros, por vuestras familias y por vuestro trabajo.