domingo, 29 de junio de 2025

San Pedro y San Pablo. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


Este domingo, la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo eclipsa el propio del Tiempo Ordinario, por eso la alegría de celebrar el día del Señor se hace aún más especial al recordar a estos apóstoles, pilares de la Iglesia. Sus vidas, no exenta de contradicciones, pecados y flaquezas, cambió el día en que Jesucristo entró en ellas. Simón Pedro, junto al lago faenando y escuchando al Señor en su sígueme, tras la pesca milagrosa; Pablo, en la conversión que vive camino a Damasco, cuando escucha en su interior cómo el Señor le pregunta: ¿por qué me persigues? El seguimiento de Jesucristo de estos dos discípulos insignes les llevó hasta el martirio, regando con su sangre el suelo de la ciudad de Roma, donde floreció la fe hasta el punto de convertirse aquel lugar desde entonces en el corazón del catolicismo.

Recordarles hoy y acercarnos a sus vidas supone tomar conciencia de cómo Jesucristo y su evangelio han llegado hasta nosotros por medio de sus anunciadores, en una cadena ininterrumpida de testigos que ha permitido que lo que el mismo Maestro les mandó anunciar a todos los pueblos, es hoy nuestra fe y seguimos queriendo continuar la misión de "contar las maravillas del Señor a todas las naciones". Como hijos de esta Iglesia Católica, Apostólica y Romana, nuestra mirada se pone hoy de forma especial en aquel que ocupa ahora la cátedra de San Pedro, el Papa León, por el que debemos orar mucho ante los difíciles retos que se le presentan en este momento que vivimos como pueblo de Dios, en medio de esta vorágine del siglo XXI.

Cada 29 de junio es una jornada para orar por el Romano Pontífice; sí, pero también para fomentar nuestra comunión, adhesión y cariño hacia nuestro Pastor Universal. Es hermoso pensar en cómo el Señor nunca ha venido a elegir a los perfectos; lo vemos con san Pedro y san Pablo, lo vemos con los papas a lo largo de la historia, lo vemos con cada uno de nosotros llamados por Él. Nos ha querido así como somos, frágiles, de barro, imperfectos... Él nos elige, pero no por ello estamos exentos de pruebas, problemas y cruces, más ni en esos trances se olvida el Señor de nosotros. Así lo vemos en la primera lectura, cuando San Pedro encarcelado por causa del evangelio, suponía el dolor para aquella iglesia primitiva que se veía alejada de su cabeza visible, por lo que el Altísimo intercede enviándole un ángel para auxiliarle. El Salmo responde a la lectura con esta definición tan clara: "El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen y los protege". ''Gustad y ved qué bueno es el Señor; dichoso el que se acoge a él''. Ante todas las realidades que nos esclavizan, aprisionan y secuestran, siempre viene el Señor a librarnos de todas esas ansias, como también siempre necesita la Iglesia ser liberada de la mundanidad de las ideologías que la deforman y corrompen.

El ardor de San Pablo como predicador incansable y modélico, se nos pone de ejemplo en este día. Es emocionante escuchar sus propias palabras en la segunda carta a Timoteo, donde, a modo de testamento, se despide consciente de que su final en este mundo está a punto de llegar: ''He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe''... El evangelio de este día, tomado del capítulo 16 de San Mateo, nos recuerda cómo la Iglesia está cimentada sobre la roca de los Apóstoles. Esta emocionante escena de la confesión de Pedro -Simón-, al que el mismo Jesucristo cambió el nombre por el de Pedro, fue una señal de quién pondría a llevar el timón del barco de la Iglesia, como finalmente lo confirma al reconocer su primado. Apóstol significa mensajero, enviado, predicador, propagador... Todos nosotros lo somos también por el bautismo y la confirmación; somos llamados, igualmente, a anunciar a Cristo y su Buena Nueva en nuestro entorno. 

Pedimos a San Pedro y a San Pablo que intercedan por la Iglesia, que permanece firme tras veintiún siglos atravesando crisis, problemas y dificultades. Qué, como hemos pedido en la oración colecta de este día, nos mantengamos siempre fieles ''a las enseñanzas de aquellos que fueron fundamento de nuestra fe cristiana''.

Evangelio en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron:
«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

Palabra del Señor

Por quién doblan las campanas. Por Monseñor Fray Jesús Sanz Montes O.F.M.

Sonaron con aire de fiesta esperada largamente. Pero ¿por quién doblan las campanas? No estamos ante la novela lejana de 1940 de Ernest Hemingway con su relato trágico en la sierra del Guadarrama durante la guerra civil. El escenario es otro y otro también el motivo. Tantas iglesias de la capital asturiana echaron al vuelo sus tañidos más gozosos desde sus campanarios para unirse a la euforia deportiva de la ciudad por un triunfo futbolero. Extensamente esperado, finalmente llegó el ascenso a la categoría “premium” de la Primera División en la liga del fútbol español, que es, sin duda, una de las mejores competiciones del mundo. Así el Real Oviedo está de fiesta merecida tras 24 años de andadura en las bajuras de otras divisiones durante demasiado tiempo. Al día siguiente, tras muchas horas de algazara y alirón, bien reflejaba el ambiente las palabras con las que nuestro Clarín comenzaba tan bellamente otra novela, La Regenta: «La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte».

Otros equipos asturianos miran comedidos el triunfo carbayón. De veras deseamos que puedan competir y lograr también su merecido ascenso los amigos gijoneses con su Real Sporting en Primera División. Sería una alegría grande ver a estos dos equipos hermanos astures haciendo su mejor fútbol en la misma tabla deportiva. Que sea el año que viene, como desea la afición. Mientras tanto, los ovetenses se relamen de alegría con toda una ciudad revestida de azul que ha empezado a soñar las gestas de antaño cuando le llega esta buena noticia precisamente a las puertas del año centenario de su fundación 1926-2026. Ya está pedida la audiencia con el Papa León, y acompañaré con gusto al Real Oviedo para recibir la bendición de este Papa deportista.

Precisamente hace unos días el Santo Padre se dirigía al mundo del deporte con estas importantes palabras: «con alegría dirijo mi saludo a todos vosotros, deportistas de diversas las edades y procedencias. Os exhorto a vivir la actividad deportiva, incluso a nivel competitivo, siempre con espíritu de gratuidad, con espíritu “lúdico” en el sentido noble de este término, porque en el juego y en la sana diversión el ser humano se asemeja a su Creador. Quiero subrayar que el deporte es un camino para construir la paz, porque es una escuela de respeto y lealtad, que hace crecer la cultura del encuentro y la fraternidad. Hermanas y hermanos, os animo a practicar este estilo de manera consciente, oponiéndose a toda forma de violencia y opresión. ¡El mundo actual lo necesita tanto!».

Hermosas palabras que bien traducen los valores humanos y cristianos que albergan los deportes diversos cuando se practican en esa clave que apuntaba el Papa León. El deporte tiene muchos valores. En primer lugar, toda actividad deportiva supone el esfuerzo de quien se prepara a conciencia incluso renunciando a tantas cosas por el noble motivo de estar en forma física y anímicamente. Pero también se cultiva una sana competición que no se traduce en adversidad que pretende ganar al contrario destruyendo su dignidad y su legítima aspiración, porque hay muchas maneras de competir y cuando se excluye cualquier forma de violencia, entonces emerge ese valor que llamamos deportividad. Y también en el ejercicio del deporte se da la fraterna camaradería de saber jugar sin abuso narcisista y sin anónima inhibición, sino sabiendo cuál es tu puesto y tu función dentro de un equipo del que formas parte de modo complementario.

Hace unos días una representación del Real Oviedo ha ido a Covadonga para ofrecer a la Virgen el ascenso a Primera División. Es un gesto precioso. La Santina sabe vestir las camisetas de todos sus hijos porque con todos comparte su anhelo y su ilusión.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

sábado, 28 de junio de 2025

Nacho Leal entrevista al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en cuanto anfitrión de la JEMJ

 

La historia del padre Pepito Castaño, el dominico asturiano que dirigió la tesis de León XIV: una eminencia del Derecho Canónico

(Lne) "Como sacerdote dominico, nunca pensé que para estas cosas que son festivas, lúdicas, se iban a acordar de mí. Supongo que habrán tenido en cuenta mi condición de profesor en Roma". Con una suave ironía muy asturiana, algo esencial en su carácter, José Fernández Castaño respondía así al comienzo de la entrevista que el 21 de julio de 1990 aparecía publicada en LA NUEVA ESPAÑA con motivo de su elección como pregonero de las fiestas de Santiago Apóstol de Sama de Langreo, donde había nacido el 26 de septiembre de 1926 y donde residió hasta los 19 años.

En esa entrevista, Castaño apuntaba que en su labor docente en Roma se dedicaba especialmente a dirigir tesis doctorales. De hecho, llegó a dirigir 230. Justo cinco años antes había sido el "relator" de la tesis de un agustino estadounidense nacido en Chicago que todavía no llegaba a la treintena y cuyo nombre era Robert Francis Prevost, más conocido hoy como León XIV. Castaño fue el maestro del Papa en la elaboración de su investigación doctoral sobre el papel de los priores en el gobierno de las comunidades agustinianas. Hoy ya se bucea en ese trabajo en busca de pistas sobre la idea que León XIV tiene de ejercer la autoridad.

El padre Castaño, "Pepito" como le conocían dentro de la orden de Santo Domingo, falleció en 2005. Nunca perdió su acento asturiano pese a que pasó 40 años de docencia en Roma. Siempre le acompañó "un cierto aire campechano que le identificaba fácilmente como hijo de las Cuencas", según dice una nota necrológica de la congregación dominicana en recuerdo de este fraile fallecido en 2005 en Oviedo. Se había retirado con 70 años, después de su jubilación, al convento ovetense, que antes solía visitar con frecuencia cuando venía a Asturias.

Esa "sencillez exquisita" que usaba Castaño le impedía explicar en la mencionada entrevista que era algo más que un simple profesor en Roma. Mucho más. De hecho, entonces ya llevaba cuatro de los ocho años que estuvo como Rector de la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino de Roma, conocida como "Angelicum" en alusión a otro sobrenombre de "El Aquinate", llamado "Doctor Angélico" porque la finura de su pensamiento escolástico no podía más que provenir de los ángeles.

La altura de la obra de Castaño, catedrático de Derecho Canónico y autor de doce libros, le valió el título de "Maestro en sagrada teología", el más importante que concede la orden dominicana, de marcado carácter intelectual. Aunque su cátedra se centraba en el derecho matrimonial, su verdadera pasión intelectual y espiritual era el estudio de la vida consagrada, el ámbito donde se mueve la tesis de Prevost.

A Castaño no le faltaron dedicaciones relevantes en Roma, a donde llegó como estudiante de doctorado en Derecho Canónico en 1955 después profesar en la Orden de Predicadores en 1947 y de los correspondientes estudios en filosofía y teología. Antes de llegar a rector del Angelicum había sido decano de su facultad de Derecho. También ejerció como juez del Tribunal Eclesiástico de la Ciudad del Vaticano y como consultor de distintas órdenes religiosas. Fue profesor de la Escuela Diplomática del Vaticano y consultor de las congregaciones romanas. Formó parte de la comisión que renovó el Derecho Canónico en el Concilio Vaticano II y del Consejo para la interpretación de los textos legislativos de la Iglesia. En 1989, por sus aportaciones en el campo del Derecho Internacional, el presidente francés François Mitterand lo condecoró como Oficial de la Orden Nacional del Mérito. El papa Juan Pablo II, que también hizo su tesis en el Angelicum de los dominicos, lo nombró consultor de la Sagrada Congregación de los Obispos, uno de los organismos más relevantes de la curia romana. De hecho era el "ministerio" vaticano que encabezaba el cardenal Prevost desde 2023 y hasta su elección como sucesor de Pedro.

Hay una singular coincidencia en este punto de la historia del langreano que formó a un papa y asesoró a otros anteriores. Castaño y Juan Pablo II fallecieron el mismo día, el 2 de abril de 2005. Castaño murió en la Residencia de las Hermanitas de los Pobres de El Naranco, donde había sido trasladado a consecuencia de los cuidados especiales que necesitaba. Falleció a consecuencia de un cáncer de piel "que le había acompañado desde sus años de Roma. Fue el origen de una enfermedad que fue extendiéndose paulatinamente a los pulmones y el cerebro", dice la nota necrológica de los dominicos. Si hubiera gozado de salud es probable que le hubiera llegado el cardenalato cuando Ratzinger accedió al papado. "El padre Castaño era uno de los que llamábamos ‘Los siete magníficos’, porque eran los ‘rectores magníficos’ de las siete universidades pontificias de Roma y Benedicto acabó nombrando cardenales a seis de ellos. El séptimo no pudo ser porque justo había fallecido el mismo día que el papa Juan Pablo II". Así lo cuenta el dominico de la Felguera Luis García Matamoro, profesor de Derecho Canónico de la Pontificia de Salamanca y descatado discípulo de Castaño. "Era un pedagogo muy bueno, una persona muy cercana, un sabio verdadero", afirma. El padre Castaño tenía otra singularidad académica: era el único catedrático en dos universidades pontificias, en el Angelicum y en la Lateralense, explica este dominico asturiano que también fue profesor en esas dos universidades romanas antes de incorporarse a la de Salamanca.

García Matamoro incide en la excepcional calidad humana e intelectual de Castaño y también del padre Benito Gangoiti, otro de los canonistas que enseñaban en el Angelicum en la época en que allí estudiaba Prevost. De hecho, Gangoiti fue el "censor", el primer juez, de la tesis del papa actual. "Compartir aquellos años con ellos en Roma, por cómo me acogieron, fue la etapa más feliz de mi vida", añade.

Castaño, ya en su jubilación, se integró en 1996 en el convento de Oviedo, donde fue elegido prior unos años. "Era una gran persona, siempre muy abierto a la gente, siempre muy atento", recuerda el padre Valdés, el más veterano de la comunidad de dominicos de Oviedo, que coincidió con el padre Castaño tanto en Roma en su juventud como luego en su retiro en Asturias. Castaño, según una carta de recuerdo publicada en este periódico por su amigo Ramón Menéndez, también dominico, dedicó esos años a seguir investigando en su campo, a escribir algunos ensayos literarios y "a atender las muchas consultas que le llegaban de muchas partes del mundo sobre Derecho Canónico". Consultaban obispos, cardenales, instituciones.

En la búsqueda de datos sobre este dominico que formó al papa León XIV, en la reconstrucción de una vida llena de logros en el ámbito del derecho, aparece el rastro de una pérdida. En algunos lugares Castaño aparece llamado "José Manuel" y en otros, "José Joaquín". Su nombre real era el primero. Joaquín era realmente el nombre de su hermano pequeño, fallecido de joven en un accidente de moto. Probablemente unió ese nombre al suyo como forma de fundirse con su recuerdo. El nombre hace a las cosas.

viernes, 27 de junio de 2025

Este domingo 29 de junio, Jira al Monumento del Sagrado Corazón del Monte Naranco (Oviedo)

(Iglesia de Asturias) Este viernes, 27 de junio es la festividad del Sagrado Corazón de Jesús y como es tradicional, el siguiente domingo, el día 29, tendrá lugar la Jira al Monumento del Sagrado Corazón en el Monte Naranco (Oviedo). A las 12 del mediodía se celebrará la eucaristía, que en esta ocasión estará presidida por el sacerdote Manuel Robles, Rector de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en Gijón, y responsable del Apostolado de la Oración en la diócesis.

Para acceder hasta el Monumento, como siempre, habrá autobuses que saldrán desde la Plaza de América (junto a la parroquia del Corazón de María de Oviedo) a las 10,30 y a las 11,15 h. El regreso tendrá lugar a partir de las 13,30 h.

Esta es ya la Jira número 44 desde que, en el año 1981, tuviera lugar la primera. El monumento al Sagrado Corazón del Monte Naranco de Oviedo comenzó a construirse en el año 1963, y fue sufragado principalmente gracias a las donaciones de los fieles. Está construido para todos los asturianos ya que, bajo sus pies, hay enterrada tierra de todos los concejos de Asturias, simbolizando así la protección que el Sagrado Corazón extiende a todo el territorio del Principado.

Mons. José Antonio Satué Huerto ha sido nombrado obispo de Málaga


(C.E.E.) El papa León XIV ha nombrado obispo de Málaga a Mons. José Antonio Satué Huerto, actualmente obispo de Teruel y Albarracín. El nombramiento se hace público a las 12.00 horas de hoy, viernes 27 de junio, y así lo ha comunicado la Nunciatura Apostólica a la CEE.

Desde 2008 era obispo de esta diócesis Mons. Jesús Catalá Ibáñez, que seguirá al frente, como administrador apostólico, hasta la toma de posesión de su sucesor que tendrá lugar el 13 de septiembre.

Mons. Satué, obispo de Teruel y Albarracín desde 2021

Mons. José Antonio Satué Huerto nació en Huesca el 6 de febrero de 1968. Completa su formación como técnico especialista en electrónica industrial en el Instituto Politécnico de Huesca en 1987, año en el que ingresa en el seminario metropolitano de Zaragoza como seminarista de la diócesis de Huesca. Realiza sus estudios eclesiásticos en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA) donde obtiene el Bachiller en Teología. Recibió la ordenación sacerdotal el 4 de septiembre de 1993. Es licenciado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (2004).

Su ministerio sacerdotal lo desarrolló en la diócesis de Huesca hasta su nombramiento, en abril de 2015, como oficial de la Congregación para el Clero en la Santa Sede. Durante su estancia en Roma también colaboró en la parroquia de Santa Rita (diócesis de Latina, Italia) y en la Casa di Marco, institución para menores no acompañados del Servicio Jesuita a Refugiados.

Vuelve a España al ser nombrado por el papa Francisco obispo de Teruel y Albarracín. El nombramiento se hizo público el 16 de julio de 2021 y el 18 de septiembre tomó posesión de esta diócesis.

El 9 de septiembre de 2023 se hace público su nombramiento como miembro del Dicasterio para los Obispos.

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana, desde noviembre de 2021, y, por tanto, también miembro de la Comisión Episopal para la Pastoral social y Promoción humana, donde está integrada la citada Subcomisión.

Mons. Catalá, obispo de Málaga desde 2008

Mons. Jesús E. Catalá Ibáñez nació en Villamarchante (Valencia) el 22 de diciembre de 1949. Cursó los estudios de bachiller (1961-1967) y los estudios eclesiásticos (1968-1974) en el seminario diocesano de Valencia. Fue ordenado diácono en 1973, ministerio que ejerció durante los tres años en los que completó su formación teológica, con la diplomatura (1973) en la Universidad Pontificia de Salamanca y la licenciatura (1976) por la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia. El 3 de julio de 1976 recibió la ordenación sacerdotal.

Es doctor en Teología Pastoral y Catequética por la Pontificia Universidad Salesiana (1986) y doctor en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana (1996). Además, es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, especialidad en Psicología, por la Universidad de Valencia (1981), donde colaboró en investigaciones publicadas por el departamento de Historia de la Psicología.

Los primeros años de su ministerio sacerdotal los desarrolló en la diócesis de Valencia. Tras viajar a Roma para ampliar sus estudios, comenzó su trabajo en el Vaticano. Participó como asistente de la Secretaria General del Sínodo de los Obispos en la Asamblea Extraordinaria de 1985, colaborando a tiempo parcial hasta 1986 y desde 1987 como oficial de dicha Secretaría.

Desde entonces, y hasta su nombramiento episcopal, participó en todas las Asambleas sinodales: sobre los Laicos (1987); sobre la Formación sacerdotal (1990); para Europa (1991); para África (1994); sobre la Vida consagrada (1994); para el Líbano (1995). Ha publicado varias colaboraciones y artículos sobre temas sinodales y ha dado diversas conferencias sobre estos temas.

Acompañó al papa Juan Pablo II en tres viajes apostólicos a África: Costa de Marfil (1990), Angola (1992) y Uganda (1993) y el 4 de agosto de 1993 fue nombrado Capellán de Su Santidad.

El 25 de marzo de 1996 fue nombrado obispo auxiliar de Valencia. Recibió la consagración episcopal el 11 de mayo de ese año. El 27 de abril de 1999 fue nombrado obispo de Alcalá de Henares y el 10 de octubre de 2008, obispo de Málaga, tomando posesión de la diócesis el 13 de diciembre del mismo año.

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios desde marzo de 2024.

jueves, 26 de junio de 2025

Los niños de catequesis de San Félix de Lugones reciben carta del Papa

(Iglesia de Asturias) La alegría fue máxima cuando, los nueve niños de catequesis de primer grado de la parroquia de San Félix de Lugones, recibieron la contestación de parte del Papa León XIV a sus mensajes y dibujos de felicitación por su nombramiento, que habían enviado al Vaticano aproximadamente un mes antes. La iniciativa partió de su catequista, Ovidio Rubio Vicente quien se la había planteado previamente al párroco, Joaquín Serrano Vila, que la vio «adecuada y oportuna para los niños», por lo que «nos lanzamos a ello», explica.

El curso de catequesis ya había terminado, pero ante la elección del nuevo Pontífice, a Ovidio, que también es profesor de Religión católica en la educación pública, se le ocurrió mandar un mensaje a los niños y a sus familias a través del grupo de Whatsapp que tienen, y proponerles colorear una imagen del Papa que él mismo les envió y escribirle una breve carta en la que pidieran acabar con problemas en el mundo. «Los niños enviaron estos dibujos pidiendo que se acabaran las guerras, que todos los niños tuvieran comida o que los abuelos no estuvieran nunca solos, porque además la gente mayor necesita mucha compañía y Asturias tiene una gran cantidad de población muy envejecida», explica. «Eran mensajes directos, sencillos pero llenos de mucho sentido y la actividad tenía también como objetivo sensibilizarles sobre problemas concretos que están ahí, como la violencia, las guerras o el hambre», afirma Ovidio. «Creemos en educarles en la verdad para ser libres –dice– ya que hoy día los niños están como en una burbuja y pensamos que hay que mostrarles los problemas o desafíos del mundo para que, cuando se enfrenten a ellos en la vida adulta no tengan tantas frustraciones. 
Explicarles que el mundo no es Disneyland y todo de color de rosa sino que hay situaciones a resolver», explica sobre la carta educativa que tenía la actividad propuesta, porque para Ovidio, «realmente la carta era un medio pero el objetivo es que los niños se sintieran protagonistas, que tomaran partido y que vieran que sus palabras pueden llegar al Papa y por qué no, pueden formar parte del cambio. Además, así se les acerca la figura del Papa, que ellos sienten muy lejana, y mostrarles que les escucha y que les responde también».

La respuesta llegó en forma de carta poco más después del mes de haberla enviado. «La recibieron con muchísima ilusión y alegría. Ya estaban impacientes, no esperaban que respondiera y eso les produjo una felicidad inmensa, sobre todo cuando salieron en el periódico, en la tele o se escucharon en la radio», afirma Ovidio.

La misiva vaticana venía firmada por Roberto Campisi, uno de los asesores del Papa y, como explica el catequista de San Félix de Lugones, «iba en la línea de agradecimiento a nuestro gesto de cercanía y confianza y nos encomendó a la Virgen de Covadonga para que nos ayude a crecer en nuestro amor a Cristo y con estos sentimientos les impartió a los niños la bendición apostólica que hizo extensiva a sus familias, catequistas y educadores, y aprovechó la oportunidad también para expresarles el testimonio de su consideración y estima en Cristo».

Fue, en definitiva, «una actividad lúdica y de aprendizaje de que el Papa, a pesar de que esté en el Vaticano, que para ellos es muy lejos, responde. Puede tardar un tiempo, pero todo llega, y así los niños ven que sus mensajes son escuchados, algo que yo creo que es muy importante, porque así ven que sus opiniones importan y que son recibidas desde la Iglesia con consideración, porque en la Iglesia acogemos a todo el mundo y que en la casa común cabemos todos», resume el catequista.

Villaviciosa despide a sus tres últimas Carmelitas Vedrunas: "Habéis sido abrazo y luz"

(Lne) La iglesia parroquial de Villaviciosa acogió este miércoles una emotiva eucaristía de acción de gracias en homenaje a las Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna, que ponen fin a 130 años de presencia ininterrumpida en el concejo. Las religiosas María Virginia García del Cueto, Aurora Villoria de la Fuente e Isabel Nieto Limia, integrantes de la comunidad en el Colegio San Rafael, iniciarán una nueva etapa. Las dos últimas en distintas casas de mayores que la congregación tiene en León y Orense, mientras que María Virginia García permanecerá en Villaviciosa para cuidar a su hermana.

A la hora del adiós, las monjas recordaron que las carmelitas llegaron al concejo para "hacerse cargo de la educación de las niñas, que estaba bastante abandonada en esa época, y gracias al interés de algunos padres de familia y del párroco, don Manuel Fernández". El colegio se abrió el 24 de octubre de 1895, fiesta de San Rafael, de ahí su nombre, en la calle del Agua, en el edificio que hoy ocupa la Casa de Cultura.

"El carisma de Santa Joaquina ha arraigado profundamente poco a poco en los corazones de unas 28 jóvenes de Villaviciosa y su concejo que entraron a formar parte de la congregación", añadieron las hermanas a LA NUEVA ESPAÑA. "Nos despedimos con todo cariño, que nos encomendéis en vuestras oraciones a Nuestra Santísima Madre del Carmen, como nosotras lo haremos también por todos vosotros, para que siempre seamos fieles a nuestra consagración y la vivamos como el primer amor", indicaron.

La comunidad educativa del centro y la congregación convocaron al acto de homenaje en la iglesia a vecinos, familias del colegio, alumnado y a "quienes compartieron camino con las hermanas" para acompañarlas en su despedida. La emotiva eucaristía fue presidida por el párroco local, Gonzalo José Suárez, junto a varios sacerdotes. En su homilía, agradeció la labor de las hermanas en Villaviciosa. "No podemos dejarnos llevar por la nostalgia o el derrotismo ante el cierre de tantas comunidades por falta de vocaciones, pues en tiempos de Santa Joaquina de Vedruna la situación era similar. Sin embargo, el Espíritu suscitó numerosas fundaciones en aquella Cataluña industrial y secularizada. Así es la historia de la Iglesia y la acción de Dios en ella", afirmó.
La eucaristía y el acto de homenaje contaron también con la presencia del alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, y de varios representantes del Ayuntamiento. Durante la ceremonia, el regidor entregó una placa conmemorativa, con el escudo del municipio, a cada una de las hermanas vedrunas.

"Desde el gobierno municipal queremos expresar, en este momento emotivo por el fin de su presencia activa en la Villa, nuestro más sincero agradecimiento y reconocimiento a la comunidad de Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna. A todas las que han pasado por aquí en más de un siglo de historia y, en especial, a Virginia, Aurora e Isabel, como actuales representantes de la comunidad", expresó el Alcalde. "Queremos destacar su valiosa labor religiosa y educativa, que ha dejado una profunda huella en Villaviciosa. Con nuestra gratitud, les deseamos salud y lo mejor en esta nueva etapa", concluyó Vega.

Las religiosas, además, estuvieron arropadas por las delegadas provinciales de la congregación, así como por la comunidad educativa y la asociación de padres del colegio. Todos ellos les transmitieron su gratitud por tantos años de entrega y cercanía. "Su ejemplo ha sido una lección diaria de humildad, alegría y compromiso con los demás. Su presencia ha dejado huella en la historia y el corazón de Villaviciosa", expresaron los representantes de estas entidades durante el acto.

Gratitud
Estela Miranda, directora del Colegio San Rafael, dedicó unas palabras llenas de gratitud a las Hermanas Carmelitas de la Caridad. "Hoy nos reunimos con el corazón lleno de gratitud y, sí, también con emoción, para dar las gracias a unas mujeres extraordinarias. Nombrar a Virginia, Aurora e Isabel es recordar entrega silenciosa, sonrisas en los pasillos y palabras que han consolado y fortalecido", dijo, destacando su legado humano. Miranda añadió emocionada: "Habéis sido abrazo en los días difíciles y luz en los momentos de oscuridad. En cada rincón del colegio hay huellas vuestras: en las aulas, en la capilla y en los corazones de quienes os conocimos". "Esto no es un adiós, sino un reconocimiento al legado que queda y que seguirá guiando nuestro camino como faro que no se apaga", concluyó la directora del colegio.

La tres hermanas, que recibieron medallitas de la Virgen del Portal, se mostraron visiblemente emocionadas y agradecidas. Aseguraron que se sentían profundamente conmovidas por el cariño recibido. "Nos vamos con el corazón lleno por tanto amor compartido durante estos años", expresaron con emoción. Agradecieron "cada gesto, cada palabra, cada mirada", y aseguraron que llevarán consigo a Villaviciosa "en el alma y en la oración cotidiana".

Durante décadas, las hermanas María Virginia García del Cueto, Aurora Villoria de la Fuente e Isabel Nieto Limia no solo desempeñaron labores docentes, sino que también estuvieron implicadas en la vida pastoral de Villaviciosa. Así impartieron catequesis, acompañaron a jóvenes en San Justo y Sietes, organizaron celebraciones litúrgicas en Amandi y colaboraron como monitoras en campamentos.

Una historia compartida durante 130 años que deja una huella imborrable en generaciones de maliayeses. El acto de ayer fue un agradecimiento sincero a una vida de entrega, cercanía y vocación, así como un deseo de que el espíritu de su fundadora, Santa Joaquina de Vedruna, siga guiando su camino.

miércoles, 25 de junio de 2025

Con Lewis y Tolkien salió de la tibieza hasta ser adoradora y consagrarse a los Sagrados Corazones

(Rel.) Me llamó Beatriz Alejano García y soy asturiana, ovetense y española. Gracias a Dios nunca he estado alejada de Cristo nuestro Señor ni de su Iglesia.

Nací en Oviedo un 8 de septiembre, el día de la Santina de Covadonga, y me bauticé a los dos meses en la parroquia del Cristo de las Cadenas, la parroquia donde se casaron mis padres.

Crecí en el seno de una familia donde se vivía la fe católica y aprendí desde preescolar las nociones de la fe católica de mi madre y de mis abuelos maternos, que fueron mis padrinos de bautismo además de vivir muy cerca de mi casa -casi puerta con puerta-, dado que mi padre debido a su trabajo como taxista siempre está fuera de casa y llega de noche muy tarde.

Iba a misa los domingos y días de precepto con mucho gusto, porque desde muy pequeñita siempre he amado a Jesús, y aprendí a rezar con mi madre y mis abuelos maternos.

Un primer encuentro

A los cinco años, durante el Vía Crucis arciprestal del Viernes de Dolores al que fui con mi madre y con mi abuela, tuve un encuentro con Cristo vivo y resucitado que hizo que me enamorara del Señor y de su santa cruz redentora que me hizo amar más la santa misa, el poder cursar clase de religión en el colegio y que llegara el día en que yo pudiera recibirle en mi corazón sacramentalmente como los mayores.

Prácticamente crecí espiritualmente de la mano de Jesús y María en mi parroquia del Cristo de las Cadenas. Me ayudaron a crecer en la fe mis catequistas y el sacerdote de mi parroquia (que me llevaron al encuentro de Cristo al ser buenos testigos del evangelio) y, en casa, mi madre y mis abuelos y padrinos.

Unas veces mi madre y otras (cuando ella no podía por su trabajo en la secretaría de la Universidad de Oviedo u otras ocupaciones) mis abuelos maternos y padrinos se ocupaban de todo, incluyendo la transmisión de la fe, rezar todos los días, ir a visitar al Señor en alguna iglesia o capilla fuera del horario de la misa…

La Primera Comunión... intensamente vivida

El día más importante y feliz de mi infancia fue el día de mi primera comunión, el día que recibí por primera vez a Jesús sacramentado en mi corazón, el día que por primera me me alimenté de su cuerpo, sangre, alma y divinidad en mi parroquia del Cristo de las cadenas.

Tanto ese día como el día previo estaba nerviosa y emocionada porque iba a recibir por primera vez al Amor de los Amores en mi corazón.

Para mí lo más importante de aquel día fue recibir a Jesús, Él fue mi mejor regalo ese día. No fueron ni el vestido, ni el convite, ni los regalos...

Y todo ello fue posible gracias a la labor de mis catequistas, del sacerdote de mi parroquia, y a la labor de mi familia, que (a pesar de nuestras debilidades como pecadores) procuró que mi primera comunión fuera un sacramento y no evento social consumista donde por desgracia Jesús-Eucaristía pasa a segundo plano, como por desgracia en muchas familias de hoy pasa.

El vestido era el clásico de primera comunión (pero muy sencillo, sin pompas superfluas ni desfiguraciones de la pobreza evangélica) y el medallón, de la Virgen de Covadonga. Y los invitados... ni muchos ni pocos: los familiares más allegados y los regalos pocos y sencillos y el convite sencillo.

Lo mejor fue que se me ocultó que iba a recibir regalos ese día. Yo no tenía ni idea y doy muchas gracias a Dios por eso, porque de ese modo pude estar más concentrada de a Quién iba a recibir: a Jesús.

Y -desde luego- yo no quería que fuese mi última comunión, y gracias a Dios no fue así.

Durante mi etapa de infancia post-comunión, durante la segunda etapa de la primaria, tuve que enfrentarme tristemente al hecho de que muchos niños de mi parroquia eran cristianos nominales: después de hacer la primera comunión no se les volvió a ver en misa.

Las motivaciones de sus familias para acercarles a los sacramentos eran ajenas a la fe, hecho que me entristecía porque yo siempre he amado a Jesús y no quería dejar de recibirle sacramentalmente. Seguí recibiéndole sacramentalmente con la dignidad que se merece el Señor, sin importar lo que nadie pensase. Seguía rezando diariamente con mi madre y mis abuelos maternos y padrinos todos los días, saludando al Señor y poniéndonos en su presencia para rezar en su capilla de Santa Ana en Montecerrao en Oviedo cada vez que pasábamos por allí de paseo, en ese pequeño oasis espiritual con su tejo en el patio, etc.

Un ambiente hostil

Cuando me fui al Instituto Fleming para hacer la secundaria fue cuando empecé a tener problemas para vivir mi fe.

Los profesores eran buenos, pero en mis compañeros se vivía un ambiente totalmente anticatólico y hostil a la fe. No tenía ningún problema con mis compañeros de religión, pero eran cristianos nominales en la mayor parte de los casos.

El ambiente que se percibía era de excesiva precocidad para su edad y una vida fundamentada en cosas que atentan contra la salud, como el tabaco, y lo que es peor, contra la salud espiritual, al fundamentar su vida en diversiones y estilos de vida contrarios a la fe católica, que yo rechazaba abiertamente porque sabía que ello me alejaría totalmente de Dios y no quería dañar mi salud ni física ni espiritual.

Debido a eso siempre me encontraba sola e incomprendida, al sufrir el rechazo de muchos de mis compañeros a causa de mi fe y mi gusto por una belleza que iba unida a la bondad y la verdad en mis gustos personales, y a mi opción por una vida tranquila disfrutando de las pequeñas y sencillas cosas del día a día, en la familia... buscando a Dios en todo eso y rechazando en su totalidad ese estilo de vida horrible que ellos llevaban.

A consecuencia de ello, muchos de mis compañeros de instituto me despreciaban con burlas crueles, y trataban de amargarme la vida con todo tipo de rechazos y malas faenas que me amargaban.

Yo sufría tanto que sucumbí a la tentación del poco esfuerzo. Como estaba acostumbrada a vivir en el Señor, acabé rutinizándolo todo, de tal manera que acabé perdiendo el sentido por lo que lo hacía. Estaba muy confusa. Yo seguí yendo a misa y rezando a diario, pero durante un tiempo mi fe se vivió desgraciadamente muy light. Era una etapa muy confusa.

La tibieza y el retraso de la Confirmación

Aquel era el momento en que debía prepararme para recibir el sacramento de la Confirmación, la efusión del Espíritu Santo. Y yo quería, pero estaba tan confusa y tenía tanto miedo que desgraciadamente lo retrasé más de lo que debía y no me confirmé en secundaria, como debiera haber sido, sino más tarde.

Por aquel entonces, a causa de la tristeza que me causaba el desprecio y rechazo de mis compañeros, me encerré en mí misma y sucumbí a las tentaciones del enemigo, del Maligno, que me hizo durante un tiempo ser esclava del consumismo desenfrenado y de la codicia, que me embotó. Me engañaba a mí misma pensando que aquello era la solución. Llené mi casa de trastos inútiles que, aunque no eran inmorales ni iban contra los mandamientos, me hacían profundamente infeliz.

Era muy soberbia, prepotente, y ello me hizo ser esclava de una ira descontrolada que arremetía contra todos desmesuradamente e injustificadamente, y era incapaz de perdonar al prójimo.

Y también la gula me tuvo esclava durante un tiempo. Comía de forma descontrolada, buscando dulces y otros alimentos que me gustaban, de forma que acababa enferma física y espiritualmente.

Hacía daño a mi madre, a mí misma y al Señor, y caí en una trampa muy peligrosa del Enemigo: me daba tanta vergüenza confesarme y confirmarme que prefería fingir que el problema no existía.

Pero eso me hacía sufrir más. Por fuera no parecía que pasase nada, pero la procesión iba por dentro. Vivía una aridez espiritual causada por una tibieza y un comodismo espiritual, estaba atrapada por una trampa mortal del enemigo.

Yo trataba de ser contracultural y vivir mi fe con coherencia, pero pese a seguir yendo a misa y rezando, no lo conseguía porque no estaba entregándome del todo a Cristo para que se hiciese su voluntad, a causa de la presión y el rechazo de mis compañeros. Mantuve mi rechazo frontal a las modas anticatólicas que mis compañeros habían normalizado en sus vidas, pero la gran confusión que sentí me hizo sufrir mucho.

Lewis, Tolkien, Chesterton

Pero Dios tuvo misericordia de mí y el mi ultimo curso de secundaria me envió un libro: Las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis. A través de una de sus películas supe que era una obra cristiana. Me llevó a un encuentro con Cristo que me hizo ver una necesidad de renovación espiritual, y mi primera decisión fue dejar la gula y con la ayuda de Dios lo conseguí, con mucho esfuerzo y sacrificio.

Esta necesidad de renovación espiritual aumentó cuando me fui a la universidad. Allí el ambiente anticatólico era aun más radical y me hacía sufrir mucho. Fue entonces cuando, leyendo más libros de Las Crónicas de Narnia y viendo las otras dos películas y también El señor de los anillos, descubrí que Tolkien era católico.

Tomé la decisión de dejar el consumismo desenfrenado que me tenía esclava y pasar más tiempo profundizando en la fe, conociendo el testimonio de los santos, profundizando en el catecismo de la Iglesia, su historia... y todo gracias a los portales de prensa católica de católicos fieles a la ortodoxia que se sentían llamados a Evangelizar a través de recursos cibernéticos.

Descubrí el testimonio de grandes conversos como Chesterton, pero también de personas contemporáneas a mí de distintas partes del mundo que fueron un instrumento del Espíritu Santo para encontrarme con el Señor.

Me llevaron a dejar los minimalismos y a aumentar la frecuencia de mi asistencia a la santa misa de nuevo, y no reducirla a solo los domingos, como había hecho en el instituto.

Pero las dificultades para vivir mi fe en el ámbito de la educación superior continuaban y la soberbia, la arrogancia y la ira seguían apoderándose de mí, destruyéndome.

En ese momento huyendo de aquello, sintiendo que había tocado fondo decidí volver al Primer Amor, tome la decisión de ir a la capilla de la adoración Perpetua buscando la paz del Señor en el silencio Sagrado, pero también ir a visitarlo para que no se sintiera solo, allí tuve un encuentro personal con el Señor que me hizo sentir que me volvía a levantar, me enamoré del Señor, me enamoré de su santo cuerpo sacramentado, de la santa misa y descubrí un llamado a ir a visitar al Señor a acompañarle y convertí la adoración eucarística en un elemento indispensable en mi vida y me hice adoradora eucarística. Durante ese período decidí confirmarme y me inscribí en mi parroquia en RICA para ello; en cada catequesis yo me sentía tan transformada por Cristo que mi alegría era inefable. Durante ese período me confesé después de llevar muchos años sin pisar un confesionario y experimente el gran poder transformador de la Divina Misericordia en mi vida así como una gran paz que solo proviene de Cristo, el día de Cristo Rey recibí el sacramento de la confirmación de manos del vicario episcopal diocesano y desde entonces mi conversión ha sido continua.

Fue un verano después de mi confirmación cuando recibí el llamado del Señor a consagrarme a su sagrado Corazón, encontré en La Capilla de Adoración Perpetua de Toreno una edición antigua del libro del Padre Florentino Alcañiz y Sentí lo mismo que San Agustín en el momento definitivo de su conversión. Sentía en mi corazón que el Señor me decía que leyéndolo descubriría cual era su voluntad, su proyecto para mi vida. Leyéndolo entendí que el Señor me pedía que le entregase mi Corazón que me consagrase personalmente a su Sagrado Corazón para que fuese testigo de su amor.

Al principio de me dio miedo e intenté resistirme pero finalmente decidí confiar en la voluntad de Dios que sabe lo que nos conviene mejor que nadie y a semejanza de María dije que sí y me consagré al Sagrado Corazón de Jesús y me hice miembro de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón para extender está devoción para animar a otras personas a consagrarse y a experimentar el amor transformador del Corazón de Jesús y eso hago tratando de hacer un fecundo apostolado cada vez más unida al Señor y a través de mi parroquia con ayuda del sacerdote de mi parroquia.

He ido progresando en mi consagración. Fruto de esa profundización, también me consagré poco tiempo después al Inmaculado Corazón de María y me hice miembro de la Milicia de la Inmaculada para estar cada vez más unida a Jesús por María, a quien de manera especial el Señor encomendó para que supiera que también era mi madre. Y sentí el llamado a ser instrumento para que otros llegaran a Nuestro Señor a través de ella para instaurar el reino de los corazones de Jesús y María definitivamente, cuando la voluntad del Señor quiera.

Necrológica

Falleció el P. Miguel Ángel Tocino Mangas S.J. 

Nació en La Seca (Valladolid) el 21/07/1946, ingresó en la Compañía el 14/10/1964, 
se ordenó en León el 01/07/1978, e hizo los últimos votos en Gijón el 06/01/1997. 

Currículum 

Noviciado en VILLAGARCÍA DE CAMPOS (1964 - 1966)

Juniorado en Salamanca (1966 - 1967)

Estudios de Filosofía en COMILLAS (1967 - 1968)

Estudios de Filosofía en Madrid - Montalvo (1968 - 1969)

Estudios de Filosofía en MADRID-Valderrey (1969 - 1970)

Estudios de Magisterio VALLADOLID - INEA (1970-1971)

Estudios de Teología en  MADRID-Valderrey (1971 - 1972)

Estudios de Teología  en MADRID-Azuaga (1972 - 1974)

Trabajos diversos en SARDÓN DE DUERO Valladolid (1974 - 1975)

Trabajo en el campo. Colabora en INEA. CABEZÓN DE PISUERGA - Valladolid (1975-1978)

Párroco de San Miguel de Montañán (León) y Anejos (1978 - 1984)

Tercera Probación, MÉXICO (1984 - 1985)

Colabora en la parroquia y trabaja con emigrantes. BURDEOS-El Solar Español - Francia (1985 - 1989):

Colabora en la parroquia y Asociación Familiar. VALLADOLID-Pilarica (1989 - 1993)

GIJÓN-Natahoyo (1993 - 2007): Colabora en la parroquia de Santa Eulalia y Escuela de Padres (1993-1996). Ministro y profesor (1996-2900). Párroco de Santa Eulalia (1996-1998). Párroco de San Esteban (1998-2007). 

Estudia Orientación y mediación familiar en la UPSA. SALAMANCA-Col. San Estanislao (2007 - 2008)

Destinado en la Comunidad MADRID-Ventilla 103 (2016-2025). Trabaja en el Centro “Pueblos Unidos” (2008-2016)

Destinado en la Comunidad de ALCALÁ DE HENARES (2016-2025): Suple al superior y consultor (2016-2024). Admonitor (2024). Ayuda en la enfermería (2016-2025).

Ha fallecido en Alcalá de Henares, sobre las 10:30 h. del día 22 de junio de 2025; con 78 años de edad, 46 de sacerdocio y 60 de Compañía. El funeral tendrá lugar este lunes, a las 10.15 horas en la capilla de la residencia de Alcalá de Henares y a las 12:00 su cadáver recibió cristiana sepultura en el Panteón de la Compañía de Jesús en el Cementerio Sacramental de San Isidro de Madrid. La misa del sábado 28 a las 19 horas, en San Esteban del Mar, se oficiará por su descanso eterno.

Descanse en Paz

A.M.D.G.

martes, 24 de junio de 2025

Corpus Lugones 2025

 




24 de Junio: Natividad de San Juan Bautista

(Vatican News) Hoy la Iglesia celebra la solemnidad de la natividad de San Juan Bautista, y el 29 de agosto, la memoria de su martirio. No hay ningún otro santo del que la Iglesia celebre el nacimiento y la muerte, como celebra los de Jesús, el Hijo de Dios (25 de Navidad y Viernes Santo) y la Virgen María (8 de septiembre y 15 de agosto). Normalmente sólo se celebra el "nacimiento al cielo". Pero el propio Jesús dijo de Juan: "En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no hay otro mayor que Juan el Bautista" (Mt 11,11). Último de los grandes profetas de Israel, primer testigo de Jesús, iniciador de un bautismo para el perdón de los pecados y, en este contexto, bautista de Jesús; mártir por defender la ley judía.

Ya en el siglo IV encontramos conmemoraciones litúrgicas de San Juan Bautista en fechas diversas. La del 24 de junio se fija según el Evangelio de San Lucas, 1,36a, cuando se dice que Isabel estaba ya en "su sexto mes"; por tanto, seis meses antes de la Navidad. Desde el siglo VI esta fiesta tiene una Víspera.

El asombro

La gente se queda asombra ante este niño, pero también ante esta pareja estéril, avanzada en años, que ha tenido un hijo. Una maravilla iluminada por la fe, tanto que quienes se enteraron "guardaron en su corazón el recuerdo" de lo que oyeron y vieron, y alabaron a Dios. Un asombro acompañado de la conciencia de que no lo entendían todo: "¿Qué llegará a ser este niño?".

“Todo el evento del nacimiento de Juan Bautista está rodeado por un alegre sentido de asombro, de sorpresa, de gratitud… El pueblo fiel intuye que ha sucedido algo grande, aunque humilde y escondido, y se pregunta «¿Qué será este niño?». El pueblo fiel de Dios es capaz de vivir la fe con alegría, con sentido de asombro, de sorpresa y de gratitud… Y viendo esto preguntémonos: ¿Tengo sentido de la maravilla cuando veo las obras del Señor, cuando oigo hablar de la evangelización o de la vida de un santo? ¿Sé sentir las consolaciones del Espíritu o estoy cerrado a ellas?” (Papa Francisco, Ángelus del 24 de junio de 2018).

El nombre

Los que han venido para el rito de la circuncisión quieren ponerle al niño el nombre de su padre, Zacarías. Pero aquí es Isabel la que interviene, lo que es muy raro, y dice que el niño ha de llamarse Juan. Es el nombre que Dios mismo había indicado a través del ángel: "No temas Zacarías, tu oración ha sido escuchada y tu mujer Isabel te dará un hijo, al que llamarás Juan" (Lc 2,13). Zacarías manifestó su incredulidad, y por eso se quedó mudo. Ahora, obedece a lo que Dios le pidió escribiendo que el nombre del niño es Juan. Recupera así el habla y comienza una nueva historia.

Nuevas oportunidades

El texto nos hace comprender que se han abierto nuevas oportunidades: una mujer anciana y estéril da a luz un hijo; un hombre mudo habla. Dos signos que indican que allí donde las cosas parecen imposibles, Dios siempre tiene reservada una posibilidad, como nos recuerda el profeta Isaías: “Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta?” (Is 43:19).

lunes, 23 de junio de 2025

Homilía en el Día 3º del Triduo a San Juan Bautista en su Basílica - Parroquia de San Juan el Real de Oviedo. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


Gn 12,1-9. Sal 32,12-13.18-19.20.22. Mt 7,1-5

Estimado Sr. Rector de esta Basílica, Don Javier;
equipo sacerdotal: Don Tirso, Don Abelardo y Don José Manuel Fueyo; queridas Esclavas del Inmaculado Corazón de María e Hijas de la Caridad del Colegio Virgen Milagrosa,
Hermanos todos en el Señor:

A lo largo de estos días previos a la gran solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista, titular y Patrono de esta Basílica y Comunidad Parroquial, os habéis ido preparando con este Triduo que concluimos hoy, ya en las vísperas del día grande. Agradezco a vuestro Párroco, D. Javier, que contara conmigo compartir con vosotros la fe que nos une. Siempre es para mí una alegría venir a este templo del que guardo gratos recuerdos de mi tiempo de seminarista, cuando me tocó en él una Campaña del Seminario, y recuerdo el cariño con que Don Fernando me acogió. Igualmente, en todos estos años en que D. Javier pastorea esta Comunidad, también me he sentido y me siento como en casa.

I. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad

La oración del Salmo de este día nos invita a dar gracias al Señor por habernos elegido, por no dejarnos al puro libre albedrío, sino por demostrarnos realmente cómo hemos sido los escogidos y cuándo hasta Él mismo ha venido para redimirnos y darnos vida y ésta en abundancia. La historia del pueblo de Israel, nuestra historia de la salvación, e incluso la historia de esta Parroquia es una muestra de cómo Dios nos sorprende siempre. Aquel pueblo errante que peregrinó durante cuarenta años convencido de que el Yahvé les había sacado de la esclavitud en balde para terminar muriendo en el desierto, llegó también por fin a la realidad de la Tierra Prometida.

Igualmente, esta Parroquia cuyas raíces comienzan hacia el año 862 con el deseo del rey Alfonso III el Magno de que se dedicara un altar a San Juan Bautista en lo que sería la capilla de su Palacio, cerca de la Catedral, con el tiempo llegará a ser la primera sede de lo que es ya esta Parroquia, hasta el año 1873 en que comenzó el éxodo de esta feligresía al declararse ruinoso el templo y ordenarse su demolición, al ser declarado su estado como ruinoso. De ahí, la Parroquia pasó a la iglesia que había sido de los Franciscanos, y tras veintinueve años en este templo, toca hacer de nuevo la mudanza, pues también fue demolido ese templo, y hoy en su lugar encontramos la sede de la Junta del Principado.

En abril de 1902 la Parroquia pasa a compartir templo con la feligresía de Santa María la Real de la Corte; pocos meses después con el templo de San Tirso el Real, donde la parroquia permaneció trece años hasta el 24 de junio de 1915 cuando el entonces obispo de Oviedo, Monseñor Baztán y Urniza, consagró este bellísimo templo y en cuyo suelo del altar espera la resurrección. Mañana soplaréis 110 velas de esta casa de piedra, pero las más valiosas son las piedras vivas que estáis aquí, los que estuvieron y siguen presentes en la memoria, el pensamiento, el corazón y la oración, y las que estarán y permanecerán en el futuro: Sentíos dichosos de que el Señor os bendice y os contempla como porción de su heredad.

II. Sal de tu tierra

La primera lectura de este día nos ha presentado la llamada de Abrahán, pero también tiene muchos paralelismos con la vida de San Juan Bautista: Abrahán y su esposa Sara deseaban tener descendencia, y el Señor les bendijo cuando ya eran ancianos, al igual que les pasó a San Zacarías y Santa Isabel, los padres del Bautista. La vocación de Precursor le lleva también a salir de su tierra, a dejarlo todo por ser el profeta del Altísimo que fue delante del Señor a preparar sus caminos (Lc 1, 76), como lo definió su padre en el canto del "Benedictus" tras recuperar la voz después de meses enmudecido por su falta de fe.

Del mismo modo, nosotros somos llamados a salir de nuestras comodidades y recordar que el Señor mantiene su fidelidad y cumplirá su palabra; por tanto, esta certeza ha de empujarnos a ser pregoneros del Evangelio en nuestro mundo actual tan necesitado de Dios y tan falto de conversión. El Papa Francisco hablaba de propiciar una "cultura del encuentro"; San Juan Bautista es un referente de ello, pues no había nacido y ya saltaba de gozo en el vientre de su madre al sentir tan cercano al Mesías. San Juan supo encontrar a Jesús, fue de los pocos que le reconoció y señaló como ''el Cordero de Dios'' (Jn 1, 29), e invitó a las gentes de su tiempo a prepararse para ese encuentro por medio de la Penitencia.

III. Menguar para que Él crezca

El Papa León XIV en su primera homilía en la Santa Misa Pro-Ecclesia en la capilla Sixtina, recordó a San Juan Bautista sin citarlo, y lo puso como el modelo a seguir para su pontificado. Decía el Santo Padre: ''hacerse pequeño para que Él sea conocido y glorificado (cf. Jn 3,30), gastándose hasta el final, para que a nadie falte la oportunidad de conocerlo y amarlo''... Este es siempre el ejemplo del Bautista: que mengue mi "yo" para que Él crezca en mí.

Nosotros no podemos ser precursores, y si lo pensamos así nos equivocamos; sólo Juan fue elegido para esa dicha de ir delante de Jesús -por algo se le llama ''el mayor nacido de mujer'' (Lc 7,28)-. Nosotros, por nuestra parte, estamos llamados a saber caminar detrás de Jesús, a seguir sus huellas que nos encaminan a la Pascua eterna… Hay también un hecho que muestra la profunda humildad de Juan, y es que en cuanto Jesús inicia su vida pública, el Precursor es el primero en querer desaparecer de la escena, así los discípulos y la gente que seguían a Juan e iban a escucharle pasaron a ser los primeros seguidores del Nazareno. El Bautista ya les había advertido: "Yo los bautizo con agua; pero viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de Sus sandalias'' (Lc 3, 16).

Juan es el espejo donde se proyecta nuestro seguimiento sincero de Señor.

El evangelio de este día, por su parte, nos regala una enseñanza para esa proyección en la vida cotidiana: ''No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros''… Cuánto daño podemos hacer con nuestras palabras cuando hablamos u opinamos a la ligera; lo vemos claramente en la vida del bautista: ¿Quién le juzga y le lleva a la muerte? el baile de Salomé, que pide su cabeza en bandeja de plata... El teólogo católico alemán, Friedrich Justus Knecht escribió sobre el Bautista que a él se le aplica como a nadie la Octava Bienaventuranza: "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia"...

El cráneo que se cree es del Santo, se venera en la iglesia de San Silvestro in Capite, en Roma, aunque muy cerca de nosotros, en la Colegiata de San Isidoro de León, se venera desde tiempo inmemorial una reliquia de la mandíbula del Precursor, como también en la Cámara Santa de nuestra Catedral se conserva una reliquia atribuida al Primo del Señor, lo que pone de manifiesto la devoción del pueblo fiel a este Santo tan querido y celebrado hoy aquí en una de sus más ilustres sedes.

Le pedimos a San Juan Bautista que interceda por esta Real Basílica Parroquial, así como por las comunidades de La Corredoria, Caces y Santianes de Olloniego, templos de los que igualmente es titular. Que esta Basílica de San Juan El Real siga siendo un faro de luz para nuestra Noble y Leal ciudad y su arciprestazgo de Oviedo, y siga siendo Fiel Santuario penitencial, como lo fue la propia orilla del Jordán en que predicó el Bautista, y que tiene su reflejo en tantas personas que acuden a esta Basílica en busca del perdón por medio del sacramento de la Reconciliación.

Que San Juan Bautista nos enseñe a menguar nosotros para que crezca en nuestro interior y viva en nosotros el que todo lo pude y nos hace también hoy saltar de alegría: ¡Que así sea!

Homilía del Sr. Arzobispo en la Solemnidad de Corpus 2025

Queridos hermanos concelebrantes sacerdotes y diáconos, Señor Alcalde y corporación municipal, Hermandades y Cofradías, y Asociaciones eucarísticas de nuestra Diócesis, hermanas religiosas, y especialmente queridos niños y niñas que habéis hecho vuestra Primera Comunión, sed todos bienvenidos a esta hermosa celebración que se prolongará luego en la procesión que haremos con el Señor en su santa Eucaristía por algunas calles y plazas de nuestra ciudad. Oviedo hoy se ha levantado toda ella vestida de azul por la gran victoria que anoche hizo nuestro equipo de fútbol el Real Oviedo. Son dos motivos, y por este orden, que permiten dilatar nuestra mirada y poner una especie de tregua en nuestro camino de actualidad que está resultando menos festivo.

Es hermoso poner de vez en cuando algún paréntesis en nuestra vida cotidiana, para que las cosas que a diario nos abruman y nos saturan queden por unos momentos al margen permitiéndonos que tomemos resuello y podamos de nuevo respirar con paz mirando el horizonte con esperanza. Las últimas noticias que vienen del momento político que vive nuestro país pueden generar un cierto cansancio y hartura, una decepción profunda ante las mentiras narcisistas, las corrupciones varias, los robos de guante blanco y escaños con siglas, los divertimentos inmorales que pagamos entre todos, el ansia de poltrona y moqueta, y toda una serie de corruptelas que no son anécdotas aisladas sino faltas sistémicas, y que lamentablemente oscurecen y traicionan la noble dedicación de quienes se ocupan de la política y la gobernanza. Necesitamos un desbloqueo de las instituciones sin más amaño torticero ni prórroga tramposa, dando la palabra al pueblo para que exprese con libertad lo que piensa y lo que quiere en unas elecciones democráticas, sin entorpecer la labor de investigación que están llevando a cabo nuestros jueces y los distintos cauces de policías judiciales. Por bien de la entera comunidad en nuestra sociedad, por bien de la convivencia y de una serena democracia urge pasar página cuanto antes y cortar la hemorragia de sobresaltos en esta deriva fallida.

Por este motivo, ante todas estas noticias que diariamente nos asedian con su triste matraca, un paréntesis festivo en torno al Corpus Christi como Presencia iluminadora y acompañante de Jesús en este tramo de la historia, y con la preciosa compañía inocente y pura de nuestros más pequeños comulgantes, junto a la razonable euforia de victorias futboleras del equipo de nuestra Ciudad ovetense, son un momento de descanso para tomar distancia y luego reemprender vuelo en los retos que tenemos por delante.

En tantos pequeños pueblos de nuestra geografía española, llegando la fiesta del Corpus Christi se engalanan los balcones con adornos y mantones de Manila, se hacen pequeños altares que saludan así con devoción el paso del Señor por nuestras calles, se esparce tomillo en el suelo y las flores que por doquier se ven son sólo una pálida expresión del colorido del alma que se rinde agradecida ante la presencia del buen Dios.

La fiesta del Corpus Christi tiene esa raigambre de honda fe en nuestro pueblo cristiano. Jesús nos prometió su presencia y compañía todos los días, y esa cercanía se hace intensa en la especie del Pan consagrado cuando comulgamos, cuando lo adoramos en el sagrario, cuando lo llevamos a los enfermos como viático. El amor verdadero sufre la separación de la persona que ama, y por este motivo no cabría un amor lejano o abstracto por parte de quien dándonos su vida nos amó hasta el extremo.

La procesión del Corpus nace de la eucaristía. Al acabar la misa saldremos con el Señor procesionando nuestra fe por las calles. Allí están las grandes avenidas y los callejones angostos, las plazas llenas de luz y las plazuelas penumbrosas. Las idas y vueltas de nuestros cotidianos vaivenes en donde la vida es narrada: encuentros y huidas, saludos y despechos, amigos y enemigos, gozos y desdichas. Los sueños cumplidos de nuestros ancianos y los correteos alegres de nuestros niños, los requiebros enamorados de quienes se piropean y las prisas que nos llevan al retortero. Toda esa vida circula por las calles, y por ellas pasa solemnemente Cristo Eucaristía. Pero Él no necesita una procesión para colarse en nuestras cuitas, pues el Señor está ahí presente siempre, aunque a veces no le veamos ni lleguemos a sentir su voz. Pero no hay lugar ni circunstancia en las que Jesús deje de bendecirnos con su presencia tan fiel como discreta, susurrándonos de mil modos alguna palabra de luz y de vida. Con la procesión del Corpus escenificamos de modo solemne lo que con sencillez acontece cada día: que al Señor le importa nuestra vida y la acompaña, haciendo de nuestras lágrimas su propio llanto, y brindando con su gozo nuestras propias alegrías.

Pero comulgar al Señor en la Eucaristía supone comulgar también todo lo que Él ama, todo cuanto en su sagrado Corazón cabe y palpita. Este es el motivo por el que la Iglesia ha querido que los dos días más eucarísticos del año (Jueves Santo y Corpus Christi) sean al mismo tiempo, y por la misma razón, los dos días más caritativos.

La caridad cristiana es la resulta testimonial de la piedad eucarística. No es altruismo sin más, no es arremangarse ante tanto hombro que hay que arrimar, sino la traducción de un amor que se compromete precisamente porque ha sabido adorar al Amor que se entrega de veras. Y esta sería la otra procesión de la fiesta del Corpus: la de la caridad cristiana. Por las mismas calles vagan tantos rostros de pobreza, y en no pocas casas, muchas de ellas tristemente embargadas u “okupadas” con impunidad, están domiciliadas verdaderas historias de dolor, de soledad, de penuria y desesperanza.

No entendemos una procesión del Corpus sin los pobres que Jesús tanto amó, ni tampoco una procesión sin Cristo por el que el amor a los pobres se hace cristiano y veraz. Nuestra Cáritas diocesana está desbordada por la abrumadora situación real que tanta gente está sufriendo. Junto con mi reconocimiento por el buen hacer concreto que en Cáritas se lleva a cabo, invito a una generosidad especial en la colecta de hoy. Porque esta sería la mejor procesión: adorar al Señor en su presencia eucarística mientras que compartimos con los demás un gesto de caridad concreta que aprendemos del Él al darnos su vida.

“Dadles vosotros de comer”, hemos escuchado en el Evangelio de este día. Los nombres de las hambres son tantos, y los cinco panes y dos peces con los que Dios hace milagros, quizás los tengamos en nuestras manos que se abren y reparten, en nuestro tiempo disponible que ofrecemos, en nuestra entraña que se conmueve fraternamente, y en nuestros ojos que no miran para otro lado. Los hambrientos de tantos panes acaso los tenemos más cerca de lo que pensamos, cuando la soledad, la desesperanza, el miedo, la enfermedad, acechan nuestra felicidad cotidiana. Es ahí donde somos cirineos y samaritanos, amando a Jesús en su Eucaristía y amando a todos aquellos que Él ama. Por este motivo, nutridos de su Pan eucarístico cuando debidamente preparados comulgamos, nos ponemos a repartir la caridad hacia los hermanos más necesitados.

Feliz día del Corpus. La procesión no acaba. La procesión es la misma vida. Que como hizo María en aquella primera procesión de Corpus llevando a Jesús en su seno virginal cuando fue a visitar a Isabel su prima, también nosotros con el Señor en el alma vayamos al encuentro de quienes nos esperan y a los que nos envían, para que puedan decir lo mismo que dijo Isabel cuando se encontró ante María: lo mejor que llevo en mí ha saltado de alegría. El Señor os bendiga y os guarde.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo